Hola, bueno, pues, este es mi primer fanfic de "Pepperony" Espero que les agrade, lo comence a escribir en Mayo, asi que creí que ya era tiempo de compartirlo. Algunos amigos me han dado muy buenas criticas,pero espero recibir las suyas. No olvides comentar ;)
CAPITULO 1: ¿Me beso?
¿Fiesta por la noche? Parecía haberse hecho una tradición en la Mansión Stark. Como siempre Pepper tenía que hacerse cargo de la limpieza, y de llevar al Señor Stark a su habitación. Claro, después de beber miles de tragos y bailar con todas las mujeres ¿Cómo podría caminar por si mismo?
—Quédate Potts…— Alcanzo a decir Tony, quien ya estaba bajos los efectos del alcohol — Solo... hoy...
— Tienes que descansar, mañana hay mucho por hacer — Respondía mientras le quitaba los zapatos.
Cayo rendido por el sueño, no dijo más.
Ella odiaba verlo así, pero ¿Qué podía hacer? Él era Tony Stark. El playboy, y millonario que hacia fiestas y salvaba al mundo como Iron Man. Trabajar con el los últimos diez años no ha sido fácil. Organizar, limpiar, ayudar, reunir, entre otras cosas en las cuales tenia que intervenir ella.
—Buenas noches Tony — coloco una sabana sobre el y salio de la habitación.
Ya pasaban las dos de la mañana, no le gustaba conducir a estas horas hasta su departamento. Llamo a Happy para que viniera por ella temprano para ir a trabajar, mientras tanto ella se dirigía a la habitación de huéspedes. Tomo una ducha, se coloco dentro de la cama, y fue a dormir.
Como de costumbre las persianas se abrieron a las ocho de la mañana.
— Buenos días señor Stark — Saludo JARVIS — espero que se sienta mejor.
— Ahora no JARVIS... — Reprochaba Tony, quien colocó una una almohada sobre su cabeza.
— Señor... la señorita Potts esta en la recamara de huéspedes...
—¡¿POTTS?! — Interrumpió a su asistente despertando de un brinco — ¿Qué hace aquí?
— Me temo que se quedo después de la fiesta. creo que no quería que hiciera algo inapropiado después de beber tanto Señor.
Quedo sorprendido. Casi nadie acepta quedarse en su casa, y menos para ayudarlo. Excepto JARVIS claro. Pero Pepper, ella era diferente. Una razón más para que se vuelva loco por ella.
Rápidamente se vistió con unos pantalones, y sin camisa, solo con el reactor en su pecho, fue a la habitación donde se encontraba ella... su bella asistente. Para él, más que eso...
Cansada. No sabe como lo hizo, pero logro conciliar el sueño. Solo quería seguir durmiendo, por ahora solo necesitaba eso.
Discretamente camino por los pasillos de la mansión, hasta llegar donde se encontraba ella. Abrió la puerta, se acerco a la cama, y observo como descansaba. Esa piel tan suave, su cabello... segura de sí misma, respirando lenta, y relajada mente.
Subió a la cama, tocando delicadamente su mejilla.
— Gracias — susurró.
Iba a besar su frente, pero, algo paso.
—¡Ahh! — Gritó Pepper.
Abrió los ojos. Para su sorpresa Tony estaba enfrente de ella... ¡¿Intentando besarla?!
— ¡¿Qué cree que esta haciendo Señor Stark?! — lo empujo haciendo que cayera de la cama.
— ¡No es lo que crees Pepper! Yo... solo... — intentaba explicarle, pero ella no se lo permitía.
— Nunca debí quedarme aquí... — Se levantó de la cama, tomo sus tacones y salió de ahí.
— ¡No! Pep, déjame explicarte — Corrió detrás de ella.
Ya había bajado las escaleras, ahora solo tenia que salir de la mansión.
— JARVIS, ¿Happy esta afuera? — Preguntaba Pepper en su camino a la puerta.
— Ya lo esta esperando Señorita Potts.
Tony iba tras ella.
— ¡No, Pep, espera! Déjame explicarte... — la giro hacia él y la obligo a verlo — Yo solo intentaba... — no sabía que decir.
¿Debería llorar? No, oh ¿si? Como ignorar su sonrisa, esos ojos cafés que en ocasiones la volvían loca. ¿Loca por él?
— Nos vemos en la oficina Sr. Stark, permiso.
La dejo ir, ya no se le ocurrió otra cosa que hacer.
Regreso adentro, no quería dejar pasar un segundo más. Tomo una ducha rápida, desayuno y salio hacia Stark Industries.
—Hey... Buenos días... Hola... — saluda a su personal, lo cual... raramente hacia.
Todos lo miraban sorprendidos, algunos se preguntaban ¿Donde esta Tony Stark?
— Happy... — lo saludo con una palmada en el hombro.
— Buenos días Tony — respondió fascinado con su actitud — ¿Qué te tiene aqui tan temprano y en lunes?
— Emm... bueno, ya sabes, hay que hacerse cargo de la compañía — contesto — Por cierto, ¿La Señorita Potts, ya ha llegado?
Tenía la urgencia de saberlo.
— No aún no. Fui a dejarla a su departamento despues de que saliera de tu casa... — Decía confundido — Por cierto todo ¿Esta bien entre ustedes dos?
— Nada de que preocuparse.
Sin otra palabra, entro a su despacho, se sentó en su silla y espero a que ella llegara.
¿Y bien? Comenta. ;)