DE NUEVO ESTOS PERSONAJES NO ME PERTENECES SOLO LOS UTILIZO PARA CREAR HISTORIAS RARAS Y DIVERTIDAS.
Bienvenidos al mundo de la cripta… mientras vayas avanzando en este mundo irás leyendo una serie de cuentos… cada uno más espeluznante que el anterior…
Te advierto que si sigues en este fic… no podrás diferenciar la fantasía de la realidad porque en mi historia son lo mismo…
Y ahora sin más preludio… A LEER
El recolector de almas
"Cuenta la leyenda que un hombre malvado dejo morir unos enfermos en un hospital negándoles el agua antes de su último suspiro, cuando el maligno ser murió, el demonio lo condeno a ser un alma en pena y como venganza a su tortura, pasa su eternidad buscando almas temerosas que pueda recolectar, pues su mayor arma es el miedo, asi como en el viejo cuento del el lobo que se vistió de oveja para enganar a sus becerros, el anima se disfraza para adentrarse a las casas pero ya lograda la confianza se dispone a tomar su botin y escaparse en la oscuridad… la unica salvacion en no tener miedo pues una vez que le temes ya no podras escapar"
Era un día hermoso en el santuario de Atena, el caballero de Aries, su discípulo y el joven Andrómeda terminaban de comer para dirigirse a Jamir, algunas de las armaduras estaban bastante dañadas y necesitaban la intervención del lemuriano, pero el polvo de estrellas que tenía en su templo era muy poco para todas, así que aprovechando la visita de los jóvenes bronceados llevaría a uno de ellos y a su aprendiz de visita a su antigua residencia.
Mientras Mu recogía uno a uno los platos del desayuno, Kiki y Shun se hundían en un libro de relatos de terror se llamaba, EL RECOLECTOR DE ALMAS.
—Si siguen leyendo eso tendrán pesadillas —dijo Mu golpeando la mesa y haciendo respingar a los más jóvenes.
—Señor Mu…—dijo el de cabellos verdes— ¡por poco nos mata del susto!—exclamó mientras soltaba las manos de Kiki de su cuello.
—No creerán esas historias raras ¿verdad?—preguntó el caballero de la primera casa levantando uno de sus puntos.
—Maestro… pero esta historia es oriunda del Tíbet, muy cerca de Jamir—murmuró el pelirrojo—habla sobre un hombre que recorre los pueblos en busca de alguien bueno que le brinde posada haciéndose pasar por un familiar para asustarlos y luego les roba su alma—dijo kiki abriendo sus grises orbes.
—Son leyendas urbanas Kiki—dijo Mu alborotando las mechas de su joven discípulo—además ningún ser humano común y corriente ha llegado a la torre, así que si fuera cierto, ese fantasma o lo que sea jamás llegaría hasta ahí—sonrió para levantarse y entrar a su cuarto.
—Lo mejor será olvidarnos de todo esto kiki, el señor Mu tiene razón no debemos creer en estas cosas, son simples leyendas para asustar pequeñines—dijo el peliverde guardando el libro en su pequeña mochila—Son solo historias… —suspiró.
Listos los tres partieron a través de un portal que abrió el caballero de Aries, frente a ellos la imagen de Jamir se abría paso, la vista no era por primera vez nada amena para el aprendiz de Aries, que automáticamente se había prendido de la mano de su maestro quien lo observaba divertido, era bastante tarde y caía una tenue llovizna, el viento que soplaba hacia unos ruidos extraños que salían del abismo y muy pronto las suaves gotas se convirtieron en un fuerte aguacero con rayería.
oOo
La enorme torre abandonada, relucía con cada rayo, en carreras los tres jóvenes se apresuraron a entrar tras el pelilila, que rápidamente encendió una pequeña estufa para calentarse y sacudir sus ropas mojadas, los dos más jóvenes le igualaron, se asomó por la ventana y casi al instante la cerró cuando un rayo cayó en la proximidad del lugar.
—Creo que hoy dormiremos aquí—dijo sacudiendo sus largas mechas lilas—Kiki, lleva a Shun a tu antiguo cuarto, sacudan un poco y traten de dormir, mañana partiremos temprano, necesito buscar los frascos que ocupo y con tanta oscuridad no veré nada, ¡nunca habia visto una tormenta tan fuerte!-exclamó
No muy contento con la petición de su maestro el aprendiz tomó de la mano a Shun y llegaron a la habitación, con Mucha agilidad Kiki encendió la lámpara que estaba en la mesa de su habitación y se sentó en la cama.
—Shun…—llamó el pequeño al joven caballero— ¿trajiste el libro contigo verdad?—preguntó un poco temeroso.
—Claro que si Kiki—dijo rebuscando en la mochila— ¡acá esta! —Exclamó colocando el libro en la cama—pero no deberíamos leerlo, recuerda lo que dijo el señor Mu… podemos tener pesadillas.
De repente las puertas se abrieron haciendo al pequeño brincar, la silueta de Mu se abrió paso con dos enormes tazas de té y galletas.
—Les traje algo para que…—pero calló cuando vio el singular libro en la cama—kiki ¿no te dije que no siguieran leyendo eso?—preguntó un poco molesto mientras lo tomaba entre sus manos—creo que mejor me lo llevo a mi habitación, no quiero que terminen entre mis cobijas en unas horas—sonrió—lo olvidaba seguro vendrá Shaka para ayudarme, que descansen.
Kiki frunció sus labios y Shun lo observo divertido, rápidamente se acabaron la caliente bebida y se acomodaron para dormir.
oOo
Ya en su cuarto el joven Aries se recostó en el respaldar de la cama, tomó un libro de poesía y comenzó a leer, de reojo observaba el otro sobre su mesa de noche, frunció el ceño e intercambio su lectura.
—Veamos que tanto miedo les causó este libro "EL RECOLECTOR DE ALMAS"…—susurró mientras repasaba cada página, en un momento clave de la lectura un fuerte rayo lo hizo tirar el libro por los aires—¡por Atena Mu eres el caballero de Aries…!—se reprochaba, se levantó y comenzó de nuevo —"…pero una noche lluviosa, en una torre abandonada donde tres jóvenes ya hacían acorralados por la fuerte llovizna… la malvada presencia se acercó sintiendo el miedo que los rodeaba"—bajó el libro y negó, un escalofrió le recorrió la espalda—pero casi como nosotros—dijo, lo cerró y lo colocó en su mesa de nuevo, duró un poco pensando en la casualidad del relato, pero el sueño lo dominó, ya no estaba seguro ahora quien tendría las pesadillas.
OoO
Un estruendoso trueno lo despertó, a su lado el peliverde dormía como un bebé, cuidadosamente le pasó por encima y bajó de la cama, las tremendas ganas de ir al baño y el terrible miedo que de repente le dio estaban al mismo nivel en una balanza, no le quedó más remedio que despertar a Shun y pedirle que lo acompañara un piso más abajo.
Pasaron por la habitación de Mu, quien dormía boca abajo con su larga melena sobre su cara, llegaron al baño y el peliverde esperaba fuera, de reojo el caballero de Aries los observaba, pero al ver donde entraba el mas chico prefirió seguir durmiendo.
De repente unos golpes sonaron en la puerta, las esmeraldas de Shun se abrieron de par en par esfumando cualquier rastro de sueño, se levantó suavemente y de puntitas caminó hasta una de las ventanas, la abrió con cuidado de no hacer algún ruido y despertar a Mu, se sorprendió aún más cuando una silueta de un hombre encapuchado se encontraba justo frente a la puerta, cerró de nuevo con delicadeza la ruidosa ventana y tragando grueso caminó de espaldas hasta el baño chocando con el pequeño que lo observaba extrañado a sus espaldas.
— ¡AAH Kiki por todos los dioses! ¿Por qué me asustas?—chilló el joven peliverde sosteniendo su pecho, luego se agacho y tapó la boca del pelirrojo mientras veían a Mu darse vuelta en la cama—Kiki … hay alguien afuera—susurro en su oído mientras lo liberaba—¿será el caballero de Virgo?—preguntó el joven.
El pequeño pelirrojo abrió sus ojos casi desorbitados, ambos se levantaron y se dirigieron a la cocina, luego se aproximaron a la puerta y por una hendija observaron el hombre que se encontraba fuera bajo la lluvia.
—Se parece el señor Shaka —dijo el aprendiz de Aries con su rostro todavía en el suelo—mi maestro Mu dijo que iba a venir.
Shun se sentó en sus piernas y frunció el ceño—el caballero de la sexta casa hace rato nos hubiera alertado con su cosmos de su presencia—pensó
—Seguro debe estar muriéndose del frio afuera y por eso no ha podido encender su cosmos y avisarnos que esta aquí—exclamo el niño como leyendo la mente del peliverde, aun con un poco de duda asintió mientras ambos se levantaban para abrir la puerta.
—Alto… y si es ¿el RECOLECTOR?—preguntó con temor el caballero de Andrómeda.
Kiki lo observó con duda…—Mi maestro nos dijo que eso no existía Shun—exclamó abriendo por fin la puerta
Del otro lado un hombre alto, de perfil anguloso muy parecido al caballero de Virgo se encontraba cubierto por una túnica café, unos mechones amarillentos se dejaban ver a los lados de su rostro, del cual solo se podía apreciar de su delgada nariz hasta su barbilla, ambos chicos suspiraron con tranquilidad.
— ¿Señor Shaka?—preguntó alegre el pequeño pelirrojo sujetando una de las manos del desconocido.
—No lo obligues a hablar kiki, debe tener hipotermia no sabemos desde cuando esta afuera—dijo el peliverde tomando la otra mano del hombre—venga siéntese, nosotros le prepararemos un te—exclamo mientras entre ambos lo llevaban al comedor y lo sentaban.
oOo
No había pasado mucho tiempo, cuando una energía familiar hizo despertar totalmente al caballero de Aries, se sentó en su cama y froto su nuca, reconoció rápidamente al caballero de Virgo, se puso una camisa y frotó sus brazos, aun llovía y los relámpagos azotaban con fuerza, bajó hasta la sala sorprendiéndose al ver a su pupilo y el caballero de Andrómeda atareados en la cocina.
— ¿Se puede saber que hacen ustedes dos a esta hora de la madrugada en la cocina?— preguntó el caballero.
—Preparamos un té para el señor Shaka—dijo un sonriente Andrómeda—está esperándonos en la mesa
—¿Shaka?—cuestionó el pelilila—no puede ser, apenas y me aviso que se acercaba—dijo caminando hacia el pequeño comedor, en la mesa, de espaldas, el rubio desconocido se mantenía inmóvil—amigo pero que bueno que…—pero unos suaves golpes en la puerta lo detuvieron.
Ambos chicos se voltearon a ver para luego devolver su mirada hacia Mu.
—No se muevan quédense acá con Shaka—dijo el pelilila.
Se acercó a la puerta con sigilo y suspiró fuertemente, levanto un poco su cosmos, iba a pronunciar unas palabras pero una conocida voz lo interrumpió.
—Mu… serias tan amable de dejarme entrar, me estoy congelando aquí fuera—dijo el desconocido tras la puerta.
— ¿Shaka?—preguntó un poco desconfiado— ¿de verdad eres tú?-volvió a cuestionar recordando que el maligno ser se hacia pasar por un ser conocido.
—Por Shiva Mu !claro que soy yo¡… ¿Qué te pasa?—preguntaba ya molesto el verdadero caballero de la sexta casa—basta de bromas… !abre esa puerta!—exclamo empujando la compuerta de madera que cedió al golpe.
—CRISTAL W…all…—grito Mu bajando de a poco la voz y sus manos cuando vio la mirada de su compañero.
— ¿Mu? —Pregunto con una leve sonrisa al ver el rostro de espanto de su amigo— ¿puedo saber que te tiene tan nervioso?
—Un momento—dijo Kiki que se acercó al escuchar el grito de su maestro—si usted está aquí… ¿Quién esta con Shun?
Los tres caballeros se tiraron miradas extrañadas y corrieron a la cocina, con horror observaron como el joven Andrómeda se encontraba de pie, pero estaba solo.
Despacio Mu camino hacia el muchacho mientras kiki se mantenía aferrado al cuerpo de Shaka, quien tenía en ese momento sus ojos abiertos de par en par, el pelilila tocó el hombro del joven y lo giró dejándolo caer de golpe al ver su cara totalmente momificada.
— ¡Esta muerto!—dijo Mu— ¡no puede ser la historia era… real!—exclamo, pero al volver a ver hacia su espalda tanto su pupilo como su amigo estaban con la mirada fija y en el suelo.
Asustado corrió hacia la puerta pero no podía abrirla, por su mente no pasó nada más que las terribles ganas de salir corriendo, unos trapos le cubrieron el rostro y el golpe en el suelo lo hizo zafarse de su malvado opresor, abrió sus ojos y se vio en su cuarto, se levantó del suelo y tiro una carcajada, todo había sido un sueño, negó con su cabeza y tiró el libro en una de sus gavetas, iba a retomar su sueño cuando unos suaves golpes se dejaron escuchar.
Frunció el ceño, vio el reloj y marcaban las tres, aún era de madrugada por lo que Shaka no podría ser, su corazón comenzó a latir con fuerza, tragó grueso y de puntas se acercó a la sala.
— ¿Quién es?—pregunto alzando su cosmos.
—¿Mu?...—pregunto una voz quebrada—soy Shaka —dijo mientras empujaba la puerta, esta se abrió de golpe dejando al rubio en el suelo.
Mas rápido que ligero el caballero de aries se lanzó sobre el desconocido envolviéndole en el mantel de la mesa, ambos forcejearon con fuerza en el suelo dando vueltas por todo el piso.
—No te llevaras mi alma recolector, ni la de mi pequeño aprendiz, mucho menos la de Shun —decía mientras propinaba una buena paliza al extraño— aqui no te tenemos miedo imitador de Shaka.
— ¿Maestro Mu?—preguntó frotando sus ojos el pelirrojo, junto a el Shun también bostezaba— ¿recolector?—cuestiono mientras veía al rubio levantarse con sus largos mechones revueltos—no me diga que leyó el libro y ¿le dió miedo?—rió el pelirrojo— ¿no que no era real?¿leyendas urbanas¿he?—cruzo sus brazos e hizo un ademán al caballero de Andrómeda para que lo siguiera— vamos Shun todavía es temprano para estar despiertos—replico el aprendiz regresando a su cuarto.
—Realmente lo siento amigo mio —dijo Mu apenado— estaba leyendo un libro que le arrebate a Kiki para que no le diera pesadillas y... —dijo mientras le daba la mano al caballero de virgo—por un momento mi imaginación de dio una mala pasada.
El rubio la tomó y se sentó acomodándose su cabellera empapada y librándose de sus ropas igualmente mojadas— asi que imitador de Shaka ¿he? ¿por qué no me cuentas lo del RECOLECTOR? se escucha tenebroso—sonrió mientras hacia un gracioso ademan con sus finos dedos.
—De hecho... te vas a reír de mi—dijo soltando una suave carcajada.
Por la ventana una sombra oscura se alejaba de la torre, ya el miedo no existía en aquel lugar por lo tanto no había almas que robar…
gracias por su lectura se les agradece los reviews...
esta historia nacio al encontrarme un CASSETTES (si cassette) donde mi hermana solía grabar de la radio unas canciones tipo regueton que se hacian llamar cuentos de la cripta... siempre adore esa introduccion.
espero que sea de su agrado... y me lo dejen saber
chaoooo bsos bsos
