Hybrid Endleesd Battle
Miro la hora preguntándome si aún era temprano para comer algo.
[Computador] 13:05.
En esta casa solo se oye el ruido intermitente de los pájaros, de los enormes árboles que existen afuera; es bello, dicen algunos, para mi es ensordecedor.
-"Hermano"_ oigo la voz apagada en mi mente de una niña.
-Yum_ -paro la oración para darme cuenta de que ella no estaba y no volvería a estar jamás conmigo otra vez. Yumeha mi hermanita murió en cierto "incidente", de todos modos fue culpa mía se supone que era el hermano mayor, tenía que cuidarla al igual que mis padres.
Siento que mis ojos se empiezan a llenar de lágrimas. He vivido solo desde los 9 años aunque no podría decirse exactamente "solo" pero prefiera no mencionar a ese ser.
-No, no ahora- digo secándome las lágrimas.
"Aún es temprano" - pienso.
Tomo un abrigo y apago el computador, camino hacia la salida de esta casa, me aseguro de cerrar bien la puerta y me encamino hacia un restaurante, aunque mi casa en otras situaciones hubiera sido acogedora, para mí solo era un recuerdo de la situación en que me encuentro.
Salgo a la calle, camino un poco hasta llegar a una de las avenidas, mi casa se encuentra en una residencial por lo que no me entero de muchas cosas de lo que pasa en el exterior; no salgo muy a menudo; después de pasar por unos espesos árboles, llego directamente a la plaza central y me encuentro con los "comunes" vicios de esta ciudad.
-….
Sigo caminando, y llego al restaurante, me quito la capucha antes de entrar ya que no están permitidas; en ese instante, una ráfaga de viento hace mover mi espeso cabello color negro azabache y me dificulta la visión, lo hago a un lado, apartándolo. Murmullos.
-¡Vaya, que cosas más lindas crea el mundo!- dice riéndose una chica, mirándome junto a sus amigas que se ríen junto a ella.
-Hmm...- digo yo un poco fastidiado, y me siento tan lejos como pueda.
-¿Que vas a pedir?- pregunta, amablemente, una chica que trabajaba allí.
- Ku... Kushiyaki*…por favor- dije entrecortadamente.
-Claro espera un momento ¿ok?- dijo ella sin apartar su mirada de la mía.
*Brochetas de carne y verduras (comida japonesa)
Rayos, no soy bueno relacionándome con las personas y mucho menos con chicas. Después de 10 minutos la mesera se acercó.
-Perdón por la espera- dijo dulcemente.
-N…No, está bien-dije yo.
Fui comiendo rápidamente mientras observaba el exterior, y a las chicas que no dejaban de mirarme.
-…
-¡Hey, tu!-dijo alguien señalándome.
-¡Ahhhh…!- grite – cuando la vi, era la chica que había estado mirándome
- ¿Qué quieres?- dije molesto y mirándola con fastidio, los demás comensales estaban mirándonos.
-¡Me acompañaras a mí y a mis amigas al karaoke!-dijo ella.
-¡Ni de_ waaaa! ¿Qué haces?…es_ no he pagado- grité.
-Tranquilo, todo está arreglado yo ya lo pague así que me debes una.
-¿¡Como, espera!?
Ella me arrastro hasta el karaoke y allí estaba yo; sentado, mientras ellas cantaban, mierda quería largarme, pero no podía, al menos hasta que ellas se cansaran.
-"No creo que eso llegue pronto"- pensé enfadado.
-Bien, nos vamos- eh tú, me acompañaras a mi casa.
-¡¿Ehh?!
-"Como llegue a esto pensé", hacia frio, y había dejado mi computadora todo el día en modo suspensión, quería volver a mi casa ya.
-¿Y, cómo te llamas?- dijo ella.
-¿No debiste preguntar eso antes?- dije un poco molesto
-Seee…, me pareciste buena persona, además eres muy lindo, por eso te invite.
-"Parecías" pensé.
-De todos modos, ¿Cuál es tu nombre?; yo me llamo Kurumi Osaka ¿y tú?
-Yuem Hirizaga.
Ya en su casa, me hizo pasar y yo entre a regañadientes; me mostro toda su casa, luego por fin había llegado la hora de irme, aunque puedo decir que lo disfrute al menos un poco.
-Nos veremos pronto Yu_- Kurumi corto su oración rígidamente
-¡!...
La escena ahora era aterradora, Kurumi estaba sujetando su cuello, que sangraba profusamente, y a su lado, una mujer sentada en un sillón apreciando la escena y relamiéndose.
-¡¿Lilith?!- grité.
-Así que estas aquí cariño- dijo ella.
-¡Basta!, déjala.
Pero Lilith, solo atino a hacer caer su cuerpo y enviarla a un sueño del cual jamás despertaría, yo solo permanecía ahí, paralizado, observando con los ojos vacíos esa muerte que había acabado de presenciar.
-"Ayúdame"- dijo ella antes de desvanecer.
-¡Por qué lo hiciste!- grité yo
-Ya es hora de que te vayas acostumbrando a hacer esto más seguido, Yuem.
Ella se acercó a mí y me rodeo con sus brazos, era más alta que yo; odiaba que hiciera eso.
-¿Que te pareció el espectáculo de hoy, dijo lamiéndome Adán?
-"Adán" pensé, maldita zorra, seguro que también le hizo esto a él.
-Por qué estás tan ca-
-Suéltame grite, corrí y al llegar a la puerta abrí mis alas y volé tan alto que era capaz de acariciar las nubes.
-No tienes escapatoria- dijo lejanamente Lilith
En ese momento no pensé las cosas que pasarían semanas después de aquello, y que acabarían con toda mi esperanza y deseo de vivir.
"Un misterioso ser aparece, Yuem Hirizaga será obligado a hacer todo lo que el hermoso arcángel Lilith le pida"
-FIN DEL CAPITULO-
