CAPITULO 1.
- Si mi padre es el Rey entonces… ¿Yo soy el príncipe?
El viento salino corría libremente, despeinándola un poco, sus cabellos peli rojos se mecían al compás de la canción cantada por el mismo mar, solo quería disfrutar un poco más del momento mientras se podía. Vivir en aquella isla, la cual era llamada un paraíso perfecto según toda su familia, siempre tenía un precio que pagar, y ese precio, era tener un hermano.
-¡Akemi-chan!
La chica giró de golpe al ver a su mejor amiga Olivia al verla correr rápidamente hacia ella, como si estuviera huyendo de algo.
-¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!- ambas chicas comenzaron a correr colina abajo al ver que sus respectivo hermano, había hecho molestar al jabalí que vivía dentro del bosque de la isla, ambas se movían lo más rápido que podían sin embargo era obvio que ese animal era más veloz que ellas.
Akemi sacó de su cinturón el último regalo que le había hecho su padre hace unos cuantos días.
-Vamos, vamos- desesperada comenzó a deshacer el nudo que tenía su látigo para poder extenderlo. -¡OLIVIA TU MANO- la chica que corría detrás de ella al escuchar su nombre no se hizo esperar y aceleró el paso, tomó la mano de su amiga y esta levantó el látigo moviéndolo, provocando que este se enredara en una rama y las jalara hacia ella.
-Salvadas….- dijo Olivia mientras su alma se salía por la boca.
-Oe, Olivia… ¡No te mueras!
-¡JAJAJAJAJA!, eres una inútil Akemi- dijo un chico de dieciséis años el cual llevaba un sombrero de paja en la cabeza, pero este tenía una cintilla amarilla en vez de una roja, una perfecta dentadura blanca, sus cabellos negros y cortos se movían con el viento, al igual que su camisa de holanes azul, su short de mezclilla negro y gastado de la parte frontal llevaban algunas pequeñas manchas de lodo, quizás provocadas por el correr del jabalí, sus ojos negros en forma de punto dejaban ver cierto brillo de ingenuidad pura.
-Maldito HOPE ¡CABRÓN AYUDAME A BAJAR!- gritó Akemi mientras su cabello negro con puntas naranjas se movían picándole la cara a Olivia, que al moverse demasiado cayó al suelo.
-¡AISAAC!- gritaba un viejo Ussop caminando desesperadamente, con su resortera en mano miró a ambos lados y tragó grueso.
-¡Te tengo SHOOT EXPLOSIVE SEMINI!.
El antiguo tirador del Sunny apenas si tuvo tiempo de tirarse al suelo para evitar el impacto directo, ya que un chico de nariz larga y cabellos cenizos rubios había disparado con su resortera una semilla negra y explosiva, la cual al tocar el suelo estallo.
-¡HAS TRATADO DE MATAR A TU PADRE!- gritó el moreno asustado mientras unas grandes lágrimas dramáticas corrían por su rostro.
-Pero claro que no, el gran Aisaac no podría matar al GRAN USSOP TIRADOR DEL REY DE LOS PIRATAS.
Los ojos del nariz larga se pusieron en estrella y brillaron de la emoción.
-Porque si lo hago mi madre se molestaría…- termino de contestar el chico a lo que su padre lo tomó de su larga nariz y lo azotó al suelo.
-¿Pero qué mierda te pasa viejo?
-¿Qué mi propio hijo no me mata solo por estar en la tripulación de Luffy?
-¡PERO UN DÍA NOSOTROS SEREMOS MEJORES QUE USTEDES! ¡ES UNA PROMESA CON HOPE !
-Anda Kenzo, si me quieres superar a este paso no podrás hacer nada.
El rubio apagó su cigarro y movió un poco sus cejas rizadas, el menos, ya un tanto molesto volvió a levantarse, sin embargo un fuerte dolor en las costillas le detuvo.
-Maldito anciano- dijo por debajo mientras se mordía el labio y se levantaba de golpe.
-Tanto dicen que nos superarán… Ni siquiera podrían pelear contra el Rey de los corazones.
-No me compares contra Silver…
-Si no quieres que te compare entonces deja de ser tan gilipollas y derrótame.
Un nudo en la garganta se formo en Kenzo al escuchar esas palabras por parte de su padre y tragó la sangre que salía de su boca, creando un asco total ante ese sabor metálico. Sanji observó duramente a su hijo y torció la boca defraudado.
Olivia caminaba torpemente y dando tumbos de un lado a otro cansada, siempre que estaba cerca de Hope todo acababa en algo peor.
-Papá se molestará- dijo mientras observaba su katana de madera partida en pedazos. Dejó salir un fuerte suspiro para después echarse los cabellos verdes hacia un costado, permitiéndole ver con mayor facilidad.
Siguió caminando por la costa rocosa de aquella isla, pero confundida al ver un barco de velas rojas corrió a observarle.
-Ese no se parece al barco de Shanks y tampoco creo que sea de la marina.
-Buenos días pequeña, ¿Me podrías decir quien eres?
Olivia giró rápidamente y se encontró frente a una mirada como el hielo.
-Ro-Roronoa Olivia, señor… ¿Quién es usted?
-Hija de Roronoa Zoro y Nico Robin, bah, entonces ¿Mis niños no están aquí?.
-No entiendo a que se refiere señor, además no ha resuelto mi pregunta.
-Pero que descortés he sido, disculpa, soy N.V., un científico, estoy en busca de las Akuma no Mi, quizás tu conozcas a alguien que porte alguna aquí.
-Mamá,dic que no debería de hablar con científicos como usted.
-Comprendo, dime Olivia… ¿Te gustaría ayudarme en mi investigación?
-¿De qué?
-Verás, estoy haciendo un experimento donde las personas que acepten serán más fuertes y poderosas, ¿No te gustaría hacer eso?
-La única persona que podría hacer poderosa y fuerte a mi hija sería yo.
-Papá…
Un hombre maduro con cuerpo fornido caminaba a paso lento con una espada recargada en su espalda, un ojo estaba cerrado y una cicatriz en su pecho le adornaba.
-Te estaba buscando en la costa, ¿Dónde estabas?.
Una gota rodó por el cuello de la pequeña y suspirando contesto –Hope puso un jabalí tras de mi.
-Hum… Vamos a entrenar.
-Señor Roronoa Zoro, es para mí un placer tenerle frente.
Cuando el espadachín por fin pudo verle de nuevo se preguntó a si mismo si él era la persona que creía.
-Olivia, quiero que corras con Luffy y dile que nos han descubierto.
-¿Eh?- su hija le miró confundida.
Su padre comenzó a sacar sus espadas, sin embargo le entregó una a ella. –Cuida a Shusui, ahora ve. ¡YA!
Solo presionó sus ojos con fuerza y comenzó a correr.
-¡Tio Luffy!
Nami tragó duro ante lo dicho por Olivia, nadie se lo podía creer.
-Si encontraron a Torao esa vez, también a nosotros, ¡Yosh!, ¡Esta será la última pelea!, Nami, ayúdalos a escapar.
-Si
-El barco está al otro lado de la isla, tendrán que correr.
-Vamos Olivia por aquí.
-¡Papá!- gritó Aisaac al ver como su padre caía al suelo victima de los disparos frecuentes de esas personas que no eran marinos y mucho menos piratas.
-¡USSOP!
El moreno de nariz larga se levanto haciendo muecas de dolor, tenía balas incrustadas en su pecho y en la pierna izquierda. –Nami, sácalo…
El hombre de túnica negra y rostro enmascarado giró a ver al rubio cenizo.
-Tú… ¡Maldito! ¡ Magma Pump!- lanzó una eferilla de menos de dos centímetros de diámetro y esta impactó en el hombre, creando una gran cantidad de lava volcánica en su ropa, sin embargo, este ser parecía no afectarle en lo absoluto ya que tomó a Ussop del cabello y lo elevó.
-¡Largate de aquí Aisaac!
-Pero…
-Ya no hay tiempo- dijo la peli roja mientras tomaba su muñeca y lo sacaba del lugar. –Olivia no te quedes atrás- la espadachina al escuchar su nombre reaccionó y corrió detrás de su tía.
-Y eso es todo lo que necesitan saber acerca del Sunny…- decía el cyborg de dos metros mientras terminaba de explicar como funcionaba aquel navío.
-Franky-san ya le he escuchado varias veces, ya se como funciona correctamente.
-Y supongo que también sabes muchas cosas acerca de los mapas y del clima.
-Por supuesto que las sé Franky, mamá siempre me ayudaba con eso.
-¡LEVANTEN EL ANCLA!
Tanto Hope como Akemi miraron extrañados a quien venía corriendo a toda prisa.
-¡Kenzo!- gritó la peli roja asustada al ver a su amigo totalmente cubierto de sangre.
-Oe ¿Qué ha pasado?- preguntó el más grande de los que estaban allí.
-Franky, han atacado a mi padre y a Chopper, apenas si conseguí salir.
-¿Sanji y Chopper?, ¿Cómo era la persona que los atacó?
-De pelo negro y ojos azul como el hielo se hace llamar N.V.
-Con que N.V., bueno, nosotros sabíamos que esto algún día pasaría.
-¿A que te refieres Franky?- dijo el peli negro con sombrero de paja.
-Que han descubierto nuestro escondite Hope, y que esta pelea, solo será el inicio de lo que va a suceder. Escuchen niños, pase lo que pase nunca dejen que ese N.V. los atrape.
-¿Ah? ¿A que te refieres Franky?- volvió a preguntar más confundido Hope.
-Mil Fleur Gigantesco Mano.
Todos voltearon a ver de nueva cuenta hacia el barranco rocoso que marcaba el fin de la isla y el inicio del mar.
-¡Mamá!- gritó Olivia mientras era jalada por Nami, ellas y Aisaac corrian por los brazos gigantes que había creado la superviviente de Ohara, los brazos unían la terminal con el barco.
-Olivia, cuídate…- fue lo único que dijo su madre. –Nami, date prisa no hay mucho tiempo.
Cuando los chicos llegaron al barco lo siguiente que dijo Nami les dejó helados.
-Deben irse de esta isla. Franky, adelántate, Luffy está buscando a N.V. por el centro.
-Comprendo, no te preocupes Nami, yo me encargaré.
Una sonrisa melancólica salió del rostro de la gata ladrona.
-Lo se.
Y esa fue su despedida, una entre amigos.
-Akemi, escúchame, deben de llegar a Dessrosa, y pedirle ayuda a Silver, tienen que hacerlo antes de que a más islas les pase lo mismo que a esta.
-No, no partiremos sin ustedes.- Contradijo la hija de Nami.
-Escuchame, ustedes no tiene oportunidad solos, tiene que pedir más ayuda, esta persona es más fuerte que nosotros, ¡Vayan ahora a Dessrosa!.
-Ya escucharon a la navegante… ¡Levanten las velas que ya partimos!
-¿Eh?- le miró Aisaac confundido. -¿Es que acaso planeas dejar a todos aquí?.
-Nami tiene razón, esa persona es más fuerte que nosotros, necesitaremos ayuda.
-¡Alcen las velas ya escucharon al capitán!- gritó la peliverde mientras corría para soltar las velas.
-Cubriremos su escape… Tengan cuidado.
Esa fue la despedida de la familia, la familia de Monkey , y de la nueva aventura que ahora emprendería su familia.
