TENDRÁS QUE CASARTE CONMIGO

N/A: Bueno aquí les dejo otra historia basada en una de mis películas favoritas: ''La propuesta'', con AU de YohxAnna, espero les guste xD…Shaman King no me pertenece, sino al genial Hiroyuki Takei.

Era un día como cualquier otro en la Gran Manzana, la gente se movía de aquí para allá corriendo a sus respectivos lugares de trabajo. Ese día, se podía observar a una mujer rubia, de unos veintiséis años, delgada y muy atractiva, quien estaba en camino a su trabajo, hablando por celular a sus clientes, ya que ella era la jefa de una importante editorial de la ciudad; su nombre: Anna Kyoyama.

Al mismo tiempo, se encontraba un hombre apurado, era alto, castaño, de veintiséis años y muy atractivo, quien se corría de aquí para allá, ya que su jefa lo estaría esperando con ansías para tomar su café; su nombre: Yoh Asakura.

Yoh había llegado justo a tiempo, pero por azares del destino chocó con uno de los trabajadores, regando todo el café de su jefa, quien era nada más y nada menos que la temible Anna Kyoyama. Afortunadamente tenía una camisa de repuesto en su pequeña oficina, ya que estaba acostumbrado a este tipo de situaciones. Cuando Yoh se había cambiado de camisa, Anna estaba llegando al trabajo, como era de esperarse, todos en la oficina se comunicaban por mensaje instantáneo, así que empezaban a comunicarse con: ''La Bruja está en camino'', para que así todos dejaran de hacer lo que estaban haciendo y se pusieran a ''trabajar''. Cuando Anna entró, todos la saludaba con respeto, ella como siempre ignoraba, al llegar a su oficina, vio que Yoh estaba listo con su café, oh, sí, cabe mencionar que Yoh era su asistente.

-Buenos días jefa, aquí está su café como siempre- decía Yoh tratando de mostrar una sonrisa.

-Sí, sí, buenos días, ponlo en la mesa- le respondía Anna.

-Oh, por cierto habló su abogado con respecto a lo de su inmigración, dijo que…

-Sí, sí, sí, cancela la conferencia de mañana y dile a mi abogado que me espere- decía Anna interrumpiendo a Yoh.

-Bien, excelente.

-Si quisiera que me alabaras, te lo pediría- decía ella mientras Yoh rodaba sus ojos, él estaba a punto de salir cuando Anna le habló.- Y bien, ¿quién es Mari, y por qué quiere que la llame?- Decía Anna mientras observaba el café.

-Bueno… en realidad ese era mi café.

-Y yo me voy a tomar el tuyo porque…

-Porque derramé tu café- decía Yoh mientras ella lo observaba, así que bebió un sorbo de éste y le dijo:

-Bebes café con leche con un poco de canela.

-Sí es la navidad en café.

-Ya veo- al decir esto, el teléfono de ella empezó a sonar, así que Yoh como buen asistente contestó.

-Oficina de Anna Kyoyama…¡Hola Horo Horo!... De hecho vamos a tu oficina ahora. Está bien- diciendo eso Yoh, colgó el teléfono- ¿Para qué vamos a su oficina?- le preguntaba Yoh a Anna, pero ella sólo le hizo señas diciendo que por el momento no quería contestarle. Al salir, él se dirigió a su oficina para escribirles a todos, que ''La bruja va en su escoba'', así que todos de nuevo se pusieron serios para seguir haciendo sus labores. Justo después de haber escrito eso Yoh, Anna sale de su oficina para dirigirse junto con su asistente a ver a uno de sus empleados.

-¿Leíste el manuscrito que te mande?- preguntó Yoh a su jefa.

-Leí unas páginas, no quedé impresionada- le dijo ella cortante.

-¿Quieres escucharme?

-¡No!

-He visto toneladas de manuscritos y ninguno me ha convencido, pero éste sí, hay una increíble novela ahí, la clase de novelas que publicabas.

-Ah no, por el momento no quiero discutir de eso, así que entraremos a la oficina del Horo Horo, y tú no dirás nada.

-Sí, ya sé- le dijo Yoh un tanto molesto porque Anna nunca le escuchaba. Abrió la puerta de la oficina y ambos entraron.

-¡Hola, pasen!- decía un hombre de cabellos azules con algo de presunción en su forma de hablar.

-Cómo estas Horokeu.

-Ya le dije que me llame Horo Horo, estamos en confianza.

-Sí, pero yo no. Dime Horokeu, ese mueble es nuevo- preguntaba Anna mientras señalaba un librero.

-Ah, sí que bueno que lo notaste, sí lo acabo de comprar para mi oficina.

-Bien, bueno, iré al grano. Horokeu, te voy a dejar ir- dijo Anna de una forma seria, haciendo que Horo Horo se quedara boquiabierto e Yoh sólo se sintiera incómodo.

-¿Perdón?- preguntó Horo Horo.

-Te pedí mil veces que Frank fuera con Oprah y nunca lo hiciste. Así que estás despedido.- al decir eso Anna, Yoh sólo se quedaba callado, pensando en la reacción de su compañero ante tal situación.

-Ya te dije que Frank no ha dado entrevistas en veinte años y…

-Eso es interesante porque acabo de hablar con él, y lo hará.- Dijo Anna interrumpiendo.

-¿Disculpa?

-Ni siquiera lo llamaste, ¿cierto?

-Pero…

-Lo sé, lo sé, sé que Frank puede ser aterrador. Bien, te voy a dar dos meses para que busques otro empleo, y vas a decirles a todos que renunciaste- al decir esto, Anna e Yoh salieron de la oficina.- ¿Qué está haciendo?- le preguntó Anna a Yoh mientras él volteaba hacia la oficina.

-Está caminando, y creo que enloqueció- dijo Yoh al ver que Horo Horo se aproximaba hacia la salida de su ahora ex-oficina.

-No lo hagas, Horokeu, no lo hagas- decía casi susurrando Anna.

-¡Tú, venenosa bruja!- gritó Horo Horo a Anna, haciendo que todos abrieran la boca en sorpresa.

-No puedes despedirme, tú crees que no sé lo que estás haciendo, me regañas por lo de Oprah para quedar bien ante el consejo, te sientes amenazada por mí y tú eres un monstruo.

-Ya basta- decía Anna con tono burlón.

-Tú no tienes nada parecido a una vida, crees que a todos los de esta oficina puedes tratarlos como esclavos personales. Sabes qué, siento pena por ti, porqué sabes que habrá en tu lecho de muerte, nada ni nadie- al terminar de decir esto Horo Horo, todos estaban en un completo silencio, ya que nadie antes se había atrevido a hablarle de esa forma a la temible Anna Kyoyama, pero antes de que la situación siguiera más incómoda, Anna suspiró y empezó a hablar.

-Déjame decirte una cosa, no te despedí por sentirme amenazada, no, te despedí por holgazán, arrogante, incompetente y por pasar más tiempo leyendo historias hentai que trabajar en esta oficina, y si dices otra cosa, Yoh tendrá que ponerte en tu lugar…

-No…

-Otra palabra, y saldrás de aquí escoltado por guardias, Yoh lo filmará con la cámara de su teléfono y lo subirá a ese sitio de internet que… ¿cuál era?

-Youtube- le respodió Yoh.

-Exacto, ¿es lo que quieres?- decía Anna mientras miraba a Horo Horo que no podía responder nada.- Eso creí, bien, adiós, tengo trabajo- y diciendo esto Anna, se retiró, dejando a un Horo Horo muy consternado, ya que él pensaba ponerla en su lugar, pero terminó siendo al revés.

-Bien, que seguridad se encargue de que se lleve todas sus cosas- le ordenaba Anna a Yoh.

-Sí, claro- le respondía él.

-Y este fin de semana te necesito para que revises sus archivos y manuscritos.

-¿Qué este fin de semana?- preguntaba Yoh.

-¿Qué, algún problema?- preguntaba Anna con su mirada fría.

-No es que… bueno, es el cumpleaños número 90 de mi abuela y quería pasar el fin de semana con la familia y…está bien lo cancelaré- dijo Yoh al ver que Anna lo ignoraba por completo.

Un rato después se podía ver a Yoh quien hablaba con un familiar por teléfono, tratando de explicar el por qué no iría a visitarlos.

-Lo sé, lo sé, dile a abue que lo lamento, yo… ¡Mamá! Es sólo el fin de semana… No, no puedo hacerlo, escucha me he esforzado para subir de puesto así que no pienso renunciar, sí sé que está muy molesto, pero tomamos en cuenta los documentos que nos envió y nosotros le llamaremos, hasta luego- fingió Yoh al darse cuenta que Anna había entrado a su oficina.

-¿Era tu familia?- preguntó Anna.

-Sí.

-¿Te piden que renuncies?

-Como todos los días.- en eso sonó de nuevo el teléfono- Oficina de Anna Kyoyama… De acuerdo- era el Sr. Silver .(jaja, no quise poner Silver Asakura, para que se viera como nombre realmente americano xD). Dice que subas a su oficina.

-Mmmm, sí. Bueno, iré pero sube por mí en diez minutos porque tengo que trabajar- le decía Anna al momento que se dirigía a ver a su jefe.

Ya subiendo a la oficina del jefe supremo, Anna se dispuso a entrar, ignorando los saludos de la secretaria.

-Sr. Silver, Sr. Kalim, ¿cómo les va?- se dirigía Anna a su jefe y al socio de éste.- ¿Están hablando de mi próximo aumento?- bromeaba Anna con ellos.

-¡Hola Anna!- le respondió Kalim.

-Siéntate por favor- le dijo Silver.

-No, así estoy bien, gracias.

-Bueno. Anna, como recordarás acordamos que no podías ir a la feria del libro en Berlín, porque no podías salir del país mientras se procesaba tu solicitud de visa- decía Silver.

-Sí, claro.

-Y… ¿fuiste a Berlín, no?

-Claro que fui.

-Como siempre, tú arreglando todo a tu modo- decía con un tono algo divertido Silver.

-Ya hablamos con tu abogado de inmigración- le dijo Kalim.

-¿Y? ¿Todo en orden? ¿Qué pasó?

-Anna, la visa solicitada fue negada- al decir esto Silver, Anna sentía que se le caía un balde de agua helada.

-¿Y, y, entonces?-balbuceaba ella.

-Vas a ser deportada- decía serio Silver.

-¿Deportada?- preguntaba más sorprendida Anna.

-Y al parecer hay unos papeles que no llenaste a tiempo.

-Cómo, ni que fuera una inmigrante, bueno vengo de Japón, pero he vivido muchos años aquí, y cuántos asiáticos no hay en esta ciudad, miles, miles de asiáticos, entre ellos yo, pero ya soy más americana que japonesa. Debe de haber algo que se pueda hacer, ¿no?

-Habría que intentarlo, pero por lo menos debes de dejar el país por un año- decía Kalim, a lo que Anna cada vez más abría más los ojos como enormes platos.

-Entiendo, lo puedo manejar, no será lo mismo, pero, puedo manejarlo por videoconferencias, internet o…

-No, Anna. Por desgracia si eres deportada no puedes trabajar para una compañía americana- le decía Kalim.

-Y hasta que todo se resuelva, todo quedará bajo la dirección de Horokeu Usui- le dijo Silver, a lo que él no sabía que Horokeu acababa de ser despedido.

-¿Horokeu Usui? ¿Al que despedí?

-Necesito un editor en jefe y es la única persona con experiencia en esto.

-Bueno, yo les pido que…

-Anna, estamos desesperados porque te quedes- le dijo con sinceridad Silver.- Si hubiera una forma, la que fuera para que funcionara esto lo intentaríamos, créelo.

-Se los suplico, yo quisiera que…- pero Anna fue interrumpida porque la puerta se abrió mostrando a un Yoh que entró a la oficina.

-Disculpa no quisiera interrumpir, pero…

-¿Qué? ¿Qué?- preguntaba Anna de forma irritada.

-Te están hablando de la oficina de Oprah, sé que estás en una reunión, así que les dije que estabas atendiendo un compromiso muy importante, dije que les regresaría la llamada así que… ¿qué les digo?- preguntó Yoh esperando una respuesta de Anna, pero ella al escuchar de la boca de Yoh la palabra ''compromiso'', se le vino a su mente una idea muy brillante.

-Ah…Entra- decía susurrando Anna a Yoh, así que él la obedeció y entró- Ahh…- continuaba Anna ahora mirando a su jefe y su socio- Caballeros, entiendo, entiendo la situación en la que me encuentro y ahh… Tengo, vengo a decirles que deben de estar enterados de algo- decía esto ella, mientras se acomodaba al lado de Yoh.- Yoh y yo…. Nos casaremos- cuando ella dijo eso, Yoh se quedó en estado de shock, no sabía si había escuchado bien, así que se dispuso a preguntar:

-¿Quiénes se van a casar?- preguntó sorprendido.

-Tú y yo, nos casaremos- fingía Anna ante sus jefes. Yoh aún estaba ido de lo que sus oídos habían escuchado, pero al ver la insistencia de Anna, decidió seguirle el juego.

-Sí, nos casaremos- decía sin emoción alguna Yoh.

-¿No es, tu secretario?- preguntó Kalim.

-Asistente- corrigió Yoh.

-Ejecutivo- le contestó Anna.- Pero no sería la primera que cayera rendida ante su secretario- decía riéndose Anna.- Y sí, lo cierto es que, Yoh y yo somos dos personas que no debían enamorarse, pero… sucedió, ya saben, todas esas largas horas en la oficina y las ferias de libros y pues.. pasó, je- decía Anna tratando de sonar convincente.

-Sí, pasó- decía Yoh.

-Sí no pude evitarlo, no pude enamorarme de este hombre, jejeje. Ehh… ¿están de acuerdo? ¿Están de acuerdo con esto?- preguntaba Anna, esperando que su plan haya funcionado.

-Anna… ¡Es hermoso!- decía emocionado Silver- Pero que sea legal, ¿eh?

-¡Legal! Sí claro, jeje… bueno pues, creo que tendremos que presentarnos en la oficina de inmigración para solucionar este detalle- seguía sonriendo Anna para aparentar que estaba enamorada.- Se los agradezco caballeros, nos retiramos, gracias- decía Anna mientras tomaba a Yoh del brazo para salir de ahí.

Cuando ambos bajaron de nuevo a sus respectivas oficinas, el mensaje del compromiso llegó rápido a todos los empleados, así que cuando Yoh aun en shock caminaba detrás de Anna, todos sus compañeros empezaban a echarle carrilla, otros burlándose y otros haciéndoles caras de ''te vas a arrepentir'', él no entendía por qué lo hacían, así que decidió ignorarlos y entró a la oficina de Anna.

Ella sólo se sentó y empezó a escribir en su computadora, Yoh no dejaba de observarla, estaba ahí parado contemplándola, así que Anna no tardó en notarlo y le preguntó:

-¿Qué pasa?

-No entiendo qué está pasando.

-Tranquilo, te beneficiará- le respondió ella.

-Sí, explícate

-Convertirían en Horokeu en tu jefe.

-Y es obvio que por eso debemos casarnos.

-¿Y cuál es el problema? ¿Te estabas reservando para alguien especial?- preguntaba con sarcasmo Anna.

-Quiero pensar que sí, ¿además eso no sería ilegal?

-Quieren a los terroristas, no a personas como nosotros.

-Anna.

-¿Sí?

-No voy a casarme contigo.

-Sí lo harás, déjame explicarte, tu hermoso libro de tocar la vida de millones se irá- dijo Anna mirando a Yoh de una forma seria, mientras él seguía aún procesando toda la información en su cabeza- Horokeu te despedirá en cuanto pueda, así que te quedarás sin empleo y tu sueño de ser editor se irá, pero descuida, después del plazo obligatorio podremos divorciarnos, así que entonces, te guste o no, tendremos que ser cómplices. ¡Teléfono!- diciendo esto Anna, Yoh seguía procesando cada palabra, ya que nunca se imaginó que tendría que casarse con su temible jefa, Anna Kyoyama.