Sonatina
-te vez triste, que le pasa a la princesa?- hablo el de la tribu del agua divertido para asi arrancar una sonrisa del rostro de la maestra tierra.
-no ando de animos Sokka- dijo Toph dejando escapar un suspiro.
Desde la separación de la mitad del grupo Toph se hizo mas reservada y ya no reia como era su costumbre, la calidez que siempre le rodeaba ahora ya no estaba.
-te vez mal Toph y nos preocupas…- le miro tratando de no sonar mas preocupado.
-no te preocupes y diles a los demás que estoy bien, y me viste sonreir- el esta nuevamente encerrada en su gran casa la mataba, ahora todo hecho de madera le estaba incomodando solo percibía las voces de las personas y para ser franca consigo misma se sentía una completa inútil por no percibir o utilizar su tierra control.
-que paso contigo Toph?...-susurro y al instante giro hacia su escritorio que tenia un vaso y una flor marchita –vaya… se seco tu flor… le dire a katara que te traiga otra que dure mas que un dia- le miro con una sonrisa reconfortante aun sabiendo que no la podían ver.
-no será necesario Sokka…- le interrumpió borrando la sonrisa del rostro de Sokka –ella murió por que necesitaba tierra y… amor…- se levanto de la silla en la cual se sentaba para sentir lastima de si misma y se dirigió a la ventana obviamente cerrada, pero podía imaginar el viento en su rostro y la tierra en las plantas de sus pies.
-Toph, es mejor que trates de olvidarlo, no esta bien que te mortifiques por el y para el…- le expuso Sokka con Franqueza.
-pero lo amo y no podre estar sin el…-
-haz estado sin el desde hace 4 años… y enserio no crees vivir?-
-yo ya mori desde hace mucho- y desaparecio
Zuko despertó agitado de su sueño, o mas bien pesadilla, el ver a su amada comportándose asi, no era lo que de verdad sucedia, o si?, este sueño se le hacia mas recurrente y siempre era el mismo, y no se atrevía a ir a verla por lo mismo, 4años son demasiados… que habrá pasado de ella, nunca se atrevió a preguntar por ella con su amigo Aang con la pesadumbre de que algo malo le pase.
Desde la primera vez que soño con ella, decidió dar por concluida la relación que mantenía con Mai y eso era de esperarse… no la amaba y nunca la amo, pero su pequeña niña ya había crecido ahora lo mas seguro tenia ya los 17, la edad que el tenia cuando la conoció, a aquella chica ruda y con un gran control tierra y del metal para terminar y asombrar, tenia que buscarla no quería que alejara y mucho menos que se finalizara como en su sueño… con se desvanecimiento.
-Toph – murmura al viento de la noche el nombre que mas guarda en su corazón –esperame…-
-te extraño…- dijo en un hilo de voz la bandida ciega con las mejillas enrojecidas desde la otra parte del planeta.
