Hola a todos, antiguos lectores de N.E.S. y nuevos interesados (.¡bienvenidos!). Esto que estáis presenciando es la resurrección de mi primer fic. Fanfiction lo borró porque me pasé las normas por el forro (escribí los diálogos en estilo Chat). Yo ya tenía pensamiento de reeditar, tanto era así que la mitad de este documento ya estaba revisado cuando el original terminó en la papelera de reciclaje de los administradores.

En fin, espero que os guste esta reedición, esta reexperimentación de N.E.S. Tiene un solo capítulo de vida y N.E.S. tiene otro color para mí. Me reconozco con dificultad en este primer capítulo. He cambiado mucho y la reedición me hace pasar un calvario. Es un problema, o un reto muy grande, lo que pretendo conseguir desde lo que tengo, mis inicios en fanfiction, mi primera obra larga.

Para los que os aventuráis por primera vez, para situaros: se podría decir que este fic "empieza" con el capi 139 del anime. Desarrollé (que no continué directamente) la historia a partir de un capítulo de relleno, uno en el que Naruto, Jiraiya, Sakura y Sasame viajan hasta la guarida de Orochimaru para rescatar a Sasuke. Por eso, si lees esto por primera vez, ten en cuenta que yo escribí esto a la par que en el manga la segunda temporada apenas comenzaba. Hay muchas cosas que no había explicado Kishimoto y que yo no pude introducir. No me ciño a la historia de Naruto tal cual se está desarrollando.

El fic consta de veinticinco capítulos y presentará algunos cambios importantes. Además del cambio en la narración y los diálogos, añadiré diálogos y descripciones nuevos, respetando la personalidad del antiguo N.E.S. en la medida de lo posible. Por muy imperfecto que fuera N.E.S., no cambiaría el curso de la historia por ningún motivo.

He preferido omitir las canciones. Sugerí canciones en algunos capítulos, en este caso los pondré en el encabezamiento, para quien le interese. (Las canciones de este capítulo eran The unnamed feeling de Metallica, y Aerials, de S.O.A.D.).

Disclaimer: Naruto no es mío. Ni él ni los demás personajes. Ninguno de los grupos ni las canciones son míos. Esta locura que leéis, sí :)

Espero no tener más problemas con esto: No, no doy permiso para publicar el fic. Si tienes alguna duda respecto a esto o ves este fic en otra página, ponte en contacto conmigo.


Intro

Seis sombras se confundían en la penumbra lozana de los árboles: Naruto, Sakura, Shikamaru, Shino, Neji y Tenten atravesaban el bosque a gran velocidad impulsándose sobre las ramas robustas. Habían partido el día anterior de un campamento compartido con los shinobis de otras aldeas ocultas aledañas a Konoha. Los últimos acontecimientos vividos en las inmediaciones de la villa de la Hoja habían requerido que la Hokage hiciera uso de las alianzas pactadas con las villas secundarias para hacer frente a los nuevos atentados de la Akatsuki.

La Godaime habría tachado de suicida el mandar a cinco chūnins y al portador del Kyūbi en misión de hacer entrada en el nido de la organización, pero los jōnins encargados en el campamento no tenían otra alternativa; se habían visto saturados de trabajo con las llegadas ininterrumpidas de los shinobis de las villas recién incorporadas, la consideración de nuevas misiones y el servicio de peritaje a un señor feudal cuyo castillo había sido destruido en el transcurso de la última tentativa de la Akatsuki para secuestrar a Naruto.

Si todo salía como esperaban, tal y como habían estado estimando por las noticias, los chūnins entrarían en contacto con la pareja de akatsukis que había perpetrado el atentado, usando a Naruto como atractivo, y les plantarían cara. Más tarde se les uniría otro grupo para reforzar la avanzada, por supuesto, pero por lo pronto seis chūnins debían ser suficientes.

Todo había empezado como una misión de despliegue para encontrar y secuestrar a Sasuke entre varios grupos y había terminado en una furiosa misión para enfrentar a la organización.

Así pues, con los planes desbaratados y a las órdenes precipitadas de los jōnins, Shikamaru había tomado el mando del grupo con el beneplácito de sus compañeros. Se había trazado el camino a tomar considerando los accidentes geográficos y los posibles asentamientos ninja hostiles sobre la marcha, mientras Neji barría la zona con sus ojos argentinos.

- Ya queda muy poco. Estoy empezando a ver irregularidades en el subsuelo. No presiento ni veo nada fuera del nido, todo está en orden. Si se encuentra donde indicaron, no tardaremos en llegar a la entrada.

- Es demasiado sospechoso que tengamos el campo abierto hasta la entrada si han pasado por aquí recientemente –dijo su compañera de equipo-. Tendremos que andarnos con ojo con las trampas que nos hayan dejado por el camino. Akatsuki debe prever que la Hoja no va a dejar que el atentado de ayer sea la última palabra.

Naruto entornó los ojos. Su mente trabajaba a una velocidad más alta que su cuerpo, estaba especialmente excitado. Cuando todo parecía ultimarse para lanzarse a la búsqueda de Sasuke, Akatsuki tenía que aparecer para retrasarlo y poner todos sus acercamientos en peligro. Todo por ser el objetivo de la organización. Tendría que andarse con mucho cuidado en esa ocasión si pretendía aprovechar la misión que les había encomendado Tsunade para llevar a Sasuke de vuelta a la villa. Con seguridad la Hokage le prohibiría volver a salir a buscar a su antiguo compañero si volvía a pisar Konoha con una mala noticia sobre un desafío del que no habría recibido autorización si no fuera por las circunstancias.

Sakura lo miraba fijamente cuando el camino se lo permitía, preocupada por lo que adivinaba que debería estar pensando. Naruto advirtió la intensidad de su mirada, de modo que se la devolvió con una sonrisa. Era conocedor de la aprensión de la Haruno a participar en la misión de rescate de Sasuke... donde fuera a encontrar a Orochimaru mirándola anhelante...

- Todo irá bien, Sakura-chan. Lo he pensado todo. No se me escapa nada, te lo aseguro -le susurró.

Sakura le sonrió brevemente asintiendo, confiando en que haría todo lo que estuviera en su mano para que fuera así también para él. Casi al mismo tiempo, Neji puso una mueca que obligó a Shikamaru a parar en seco a su vez. Los demás retrocedieron el par de ramas que habían adelantado por despiste y atendieron al Hyūga. Éste miraba hacia el suelo, escrutando entre las frondosas ramas del árbol en el que descansaba, adivinando un pequeño claro.

- Está aquí debajo. Más adelante se extiende una gran superficie, todo bajo tierra. La puerta que da al subterráneo está bajo nuestros pies, porque no encuentro otro desnivel. No hay margen de error. Casi siento el chakra oscuro de la organización emanar del suelo en efluvios.

Naruto no se detuvo a observar el claro, sino que de inmediato se preparó para barrer las trampas conforme al plan de Shikamaru. Exclamó su jutsu de replicación de sombras formulando el sello y al instante aparecieron las copias en derredor del grupo, agazapados sobre las ramas de los árboles cercanos, mirando a su invocador.

- .¡Ya sabéis lo que hacer allí abajo! .¡Buscad todas las trampas!

Los bunshins obedecieron y bajaron en tropel, dando cuenta de los sellos y mecanismos escondidos. Los chūnins se acuclillaron y atendieron a los cepos explosivos. Neji cabeceó hacia delante y señaló un punto entre dos grandes árboles.

Cuando todas las sombras de Naruto se deshicieron en humo y el invocador aseguró que lo habían inspeccionado todo, Shino se incorporó, se inclinó sobre la rama y se dejó caer al claro. La tierra experimentó una instantánea y ligera convulsión bajo sus pies, confirmándole que allí debajo debía descansar una gran estructura que sostuviera la superficie firmemente. Se agachó e hizo un barrido inicial del chakra animal de la zona.

Los demás bajaron con cuidado, inspeccionando el lugar. El Aburame se concentró en escuchar al bosque e ignorar la contaminación del movimiento de los demás. Puso una mano sobre la tierra, percibiendo la esencia y el rastro de los insectos, y la hundió ligeramente en ella para seguir la senda hasta la entrada cuya localización había indicado Neji.

Se fue acercando poco a poco al centro, arrastrando los dedos en su recorrido. Al detenerse sobre la entrada advirtió la actividad de las larvas dibujando una entrada cuadrada bajo la tierra y una barrera gruesa e impenetrable donde el vacío se encontraba con su chakra animal. Dos enormes árboles que se inclinaban a lados opuestos daban sombra a todo el claro cercando la entrada.

- La puerta está sellada. No estoy seguro de la dificultad que tendremos para abrirla –dijo Shino remangándose. Hizo un sello y hasta él se congregó un gran número de insectos zumbando gravemente. El Aburame movió lentamente las manos para enfocarlas a la entrada y los insectos se posicionaron frente a él, obedeciéndole. Empezaron a escarbar encabezados por las larvas dibujando un cuadrado perfecto considerable, en busca de piedra.

Al cabo de un par de minutos, cuando el zumbido se había apagado por completo, los insectos alados surgieron a la superficie. Shino entornó los ojos tras sus gafas. Sakura se adelantó un par de pasos.

- .¿Crees que con la dureza de la tierra y las características de la entrada podremos abrir la entrada con sellos explosivos?

- Parece demasiado sencillo –dijo Shikamaru-. Aunque el bloque que divide el nido del exterior sea grueso y amortigüe el ruido de la explosión puede haber algún jutsu practicado en la entrada. ¿De qué profundidad estamos hablando?

- Aproximadamente dos metros.

El líder preguntó inmediatamente:

- .¿Qué se te ocurre hacer sin explosivos, Tenten?

- Si endurecemos la tierra lo suficiente, podríamos levantar el bloque de tierra que Shino ha conseguido perfilar con la forma de la entrada. Si hay algún sello debajo estallará antes de que consigamos alzarlo a nuestro nivel.

- Por eso no debemos preocuparnos. No detecto sellos–aclaró Neji.

Tenten registró su bolsa en busca de kunais, y conforme iba sacándolos fue clavándolos en el bloque con distinta fuerza de tiro, para comprobar la consistencia de la tierra. Shino se adelantó cuando Tenten terminó de lanzar sus armas.

- Espera –volvió a formular sellos y puso las manos sobre el bloque. Algo bajo la tierra crujió. Algunos de los insectos aparecieron de nuevo por las fisuras-. La estructura se ha endurecido, quizá podamos abrir la puerta a la fuerza.

- .¡Je! ¡Iros preparando, que la solución a todos los problemas está aquí! –vociferó alegremente Naruto sonriendo de oreja a oreja, encantado de poder colaborar.

- Cómo no... Ya se te echaba de menos... –dijo Shikamaru rodando los ojos y metiendo la mano en su riñonera.

Naruto se remangó, volvió a utilizar el Kage Bunshin, y tiró de los kunais con insistencia junto con sus copias, hasta que éstas empezaron a llamarse holgazanas las unas a las otras. El original siguió tirando de las argollas de los kunais, en medio del griterío que empezaba a levantarse.

- .¡Anda, Naruto! .¡Déjalo ya! .¿No ves que el bloque es demasiado grande y tus copias son demasiado estúpidas? –dijo Tenten adelantándose-. Ve dejando eso, Shikamaru ya ha pensado algo más inteligente.

Naruto deshizo el jutsu de morros y se separó del bloque. Shikamaru sacó una bobina de su bolsa mirando las ramas de los dos árboles nudosos que flanqueaban la entrada. Se las apañó para improvisar una polea de varios hilos con la que se podría levantar el bloque. Anudó los hilos a las argollas, las aseguró, y comprobó la firmeza de la rama que había utilizado.

- No perdamos más tiempo con algo tan sencillo; hay demasiado que hacer –los demás asintieron y ayudaron a Shikamaru a tirar de los hilos. El bloque se elevó dificultosamente, haciendo crepitar la rama allí donde los hilos se deslizaban. Cuando el bloque estuvo a dos metros de la rama, Shino avisó a sus compañeros y extendió completamente la palma de su mano. Los insectos que permanecían en el bloque lo abandonaron de repente, provocando una lluvia de polvo y piedras.

El equipo se sacudió la tierra de la ropa y el cabello y atendió al silencio, preocupado de haber originado demasiado ruido. Shikamaru encabezó la marcha hacia la entrada.

Unas tablas viejas y astilladas atracaban la entrada. Apartándolas con cuidado y asegurándose de que Neji no viera nada alrededor de la entrada subterránea, se asomaron y buscaron luz en el agujero húmedo y mohoso.

El líder utilizó el jutsu Kage Mane, inundando la sombra que se extendía bajo sus pies para comprobar si había dispositivos extraños. Frunció el ceño gravemente, al reparar en que no había nada raro. Volvió a dirigirse al equipo mientras se agachaba y saltaba a la plataforma que precedía a una escalera.

- No puedo reconocer completamente las dimensiones del nido, pero aquí debajo hay dos pasillos. Todo está limpio.

Empezaron a bajar por el pasadizo estrecho y de resbaladizas piedras redondeadas hasta encontrarse, efectivamente, con los dos poderosos pasillos que vertebraban la guarida. Los corredores estaban iluminados con antorchas dispuestas a ras del suelo. Las raíces de los dos árboles asomaban en la pared del pasillo a pie de la escalera. Sin embargo, las paredes y el suelo eran tan lisos que los ninjas podían ver reflejada a la pobre luz que entraba por el agujero la suave nube de polvo que se suspendía sobre la escalera.

- Nos tendremos que dividir –dijo Shikamaru en voz baja-. Neji, Shino y Sakura, inspeccionareis el ala oeste. Naruto, Tenten, yo iré con vosotros hacia el ala este. El primero en encontrar algo significativo deberá comunicarse con el otro grupo de la siguiente forma: si sois vosotros, –explicó dirigiéndose al grupo contrario- Shino nos avisará y enseñará el camino con sus insectos. Si somos nosotros, proyectaré sombra de la misma manera formando un camino hasta encontraros. Otras posibles alternativas son tu Kage Bunshin, Naruto, o tu Byakugan, Neji, pero sólo en caso de urgencia, no nos conviene exhibir chakra. No nos pondremos en contacto en ninguna otra circunstancia, y evitaremos los enfrentamientos en la medida de lo posible hasta que el grupo de seis vuelva a reunirse. ¿Estáis de acuerdo?

Los demás asintieron conformes.

- Bien, esperemos que hoy se nos acabe la misión. Vamos.

Desaparecieron por los pasillos, entroncando la estructura de aquel laberinto de piedra. Avanzaron rápida y silenciosamente preparados para todo.

A su vez, un chico de cabello plateado avanzaba también apresurado junto a su compañero en el bosque. Ambos se sobresaltaron a la vez de manera imperceptible, continuando su camino sobre las ramas. Sentían el halo de chakra flotar y dispersarse hacia ellos como una nube de vaho al escapar de una puerta recién abierta. Alguien había usado chakra y se había quedado impregnado en el aire.

Aquello no encajaba muy bien con sus previsiones. Habían tenido como última noticia que la Akatsuki llevaba dos días bajo tierra y la última visita había penetrado en el nido en la madrugada pasada. De cualquier manera, el chakra suspendido tenía una consistencia demasiado inmadura para tratarse de alguno de los peligrosos renegados que componía la organización. Saltaron al suelo, conocedores de la localización de su destino, y examinaron el agujero recién abierto.

- Aquí está.

- Hmp.

"Hoy, Itachi."


Después de echar un vistazo por las rendijas de las puertas que iban encontrando a su paso por el tercer pasillo, Naruto se apoyó contra la pared, tan rebosante de energía como de frustración. Se dejó caer refunfuñando cuando vio a Tenten y a Shikamaru adelantársele para seguir mirando en el interior de las habitaciones con espejos trucados.

- Hora y media dando vueltas y nada. Esto es desesperante. Todos los pasillos son iguales. ¿No estaremos andando en círculos?

- No. Hay un distintivo en cada pasillo, no estamos dando vueltas –dijo quedamente Shikamaru a la vez que se agachaba. Miró el reflejo en el espejo que sostenía Tenten con firmeza, y luego cabeceó hacia otra habitación-. Nos harías un gran favor si bajas la voz. No servirá de nada que estemos neutralizando nuestro chakra si hablas tan alto.

- .¡No entiendo tanta precaución! .¡Deberíamos entrar en tropel y enfrentarnos a ellos desde el principio, plantando cara! No tendríamos por qué hacer caso al pie de la letra a las instrucciones que nos han dado si está claro que no saldremos de aquí sin que nos descubran y con un grupo a la zaga. ¿Por qué tenemos que escondernos cuando ellos han ofendido a Konoha como lo han hecho?

- Nos escondemos porque para dar con Sasuke necesitamos información. Si no aprovechamos la oportunidad que nos ofrece esta misión y nos vamos con las manos vacías, seguiremos trabajando con lo que Tsunade quiera que sepamos. No podemos fallar ahora. Imagínate qué tipo de información puede tratar esta organización. Puede que descubramos detalles de los que Tsunade no tenga noticia.

- Puede que tardemos horas en encontrar a la Akatsuki, Naruto. Y el equipo que se nos una puede no estar tan conforme con nuestro plan.

- No tenemos otra elección que seguir ocultándonos.

- .¿A quién se supone que tenemos que encontrar en concreto? –preguntó Naruto.

- A nadie en particular, en realidad. Aunque los miembros que provocaron el atentado pueden haber sido elegidos por razones importantes, cualquier akatsuki podrá servir. Hay sólo un paso entre Sasuke y nosotros. Y se llama Akatsuki. Cuando nos dé lo que queremos, por poco que sea, habremos dado otro paso hacia él.


Uchiha Sasuke seguía recorriendo a toda prisa los pasillos maximizando su silencio. La goma de sus sandalias sonaba con mucha debilidad cuando apretaba el paso y su chakra apenas se advertía.

La guarida no le había dado ninguna sorpresa; todo estaba en calma. Aunque le impacientara no encontrar a nadie y se sintiera desubicado, aquellas circunstancias le ayudaban y obligaban a ajustarse a la situación: conocer las dimensiones del laberinto, pensar una buena estrategia para alejar a Itachi de sus compañeros y enfrentarse a él si se topaba con otro miembro, hacerse idea de quién podría haber entrado antes que él...

Si no había sido un miembro de la Akatsuki, las cosas podrían complicársele.

Había identificado el chakra de sus antiguos compañeros de Konoha en la entrada del laberinto pero eso no tenía que significar que el grupo hubiera entrado solo. La posibilidad del secuestro era viable, pero eso conllevaba que el rehén fuera la persona que Sasuke necesitaba más alejada del nido.

Las posibilidades eran demasiadas e implicaban un riesgo muy grande. Si Konoha estaba allí, habría que tomar medidas, porque las intervenciones compartidas nunca eran buenas.

Pero tenia muy claro su objetivo y ninguna visita imprevista iba a separarle de él, de eso no había duda. Él anhelaba un encuentro definitivo y distendido y lo iba a tener. Una pelea digna que concluyera la venganza al clan Uchiha. Sasuke tenía sed de sangre y estaba dispuesto a hacer lo necesario para luchar contra Itachi como debía. Sólo podía esperar equivocarse respecto a ese residuo de chakra tan particularmente familiar o no toparse con ellos antes de encontrar a Itachi. Era demasiado raro que su hermano...

- Vaya, vaya –Sasuke paró en seco, concentrándose en la voz que hacía eco en la distancia como si le hubiera hipnotizado-. Visita.

Cerca.

Muy cerca.

Sasuke notó el odio crecer en su interior emulando la explosión de una bomba; el chakra concentrado arremetió contra sus poros y rebotó para ondear rabioso hacia el centro de sus ser. Todo el odio que dispensaba diariamente a su hermano le pareció poco. Le bullían los nervios de excitación, le pesaba el bombeo del corazón en el pecho. Y a pesar de todo no movía una sola pestaña.

Había escuchado la voz que necesitaba oír. Su corazón volvía a latir con fuerza por aquello por lo que había reaprendido a latir.

Estaba tan cerca. Estaba acompañado por aquella inoportuna visita, pero demasiado cerca para pensar en estrategias.


La Haruno retiró lentamente la mano de la bolsa de shurikens que tenía abrochada en la cadera, consciente de que sería una estupidez demasiado grande darles motivos de entrar en pelea a la pareja de akatsukis. Al menos antes debería intentar entablar una conversación que tanteara un poco la situación. Sin embargo, no pudo evitar temblar ligeramente al resistirse a coger un arma. Hizo acopio de todas sus fuerzas para someterse y mantener la cabeza gacha entre sus compañeros.

- Itachi... –susurró- Así que tú eres Itachi. Grata sorpresa es conocerte por fin.

Itachi siguió mirando al trío con descaro y tranquilidad.

- Ninjas de Konoha, .¿no?.¿Qué se les pasó por la cabeza a vuestros superiores para que os mandaran suicidaros de esta manera tan masoquista?

Shino permanecía quieto atento a cualquier señal del exterior. Sakura fijaba su atención en Itachi, ignorando a Kisame, quien estaba a la derecha del Uchiha. Neji se crujió los nudillos.

- Después del estropicio que habéis causado para haceros con el Kyūbi, decidimos devolveros la visita para no resultar descorteses.

- .¿A qué se supone que venís? .¿A derrotar a la organización?

- La subestimación no sienta bien en boca de nadie. Es un error muy frecuente en los que confían demasiado de su capacidad y luego se ven abocados al fracaso –contestó Neji.

- Esperemos que haya venido algún adulto con vosotros para que dé uso a esas palabras y haga esto un poco más interesante. Hacer de niñera nunca nos ha interesado. Si eso es todo lo que habéis venido a decir, parece una pérdida de tiempo siquiera hablar con vosotros. Aunque, Hyūga, debo concederte que encontrarme con tus ojos es la noticia del día.

Sakura seguía mirando a Itachi, evaluando las pocas probabilidades de salir de allí sin desobedecer las indicaciones de Shikamaru. Desde el momento en que lo vieron aparecer con su compañero invitándoles a entrar, las expectativas de la misión se habían empezado a tornar más difíciles. Precisamente Itachi, el único miembro de la organización que tenía cuentas que saldar con la Hoja, debía ser el primero con el que se toparan. Conseguir algún tipo de información sobre Sasuke o que les resultara un enfrentamiento verbal de cara a una pelea, vista la fama que precedía al heredero de los Uchiha, parecía un milagro.

Aunque el desenlace de los acontecimientos estuviera tomando caminos inesperados, .¿qué hubiera sido mejor que esa opción? .¿Qué podría haber pasado si ellos no se hubieran adelantado a buscarles y la Akatsuki se hubiera presentado sorpresivamente en la villa? La Hoja no había tenido buenos años. Una guerra breve pero de sangre reciente pasaba pesada factura.

- Vosotros buscáis el Kyūbi –respondió Neji armándose de valor-. Nosotros protegeremos ese monstruo, así tengamos que morir. Konoha no quiere un forcejeo eterno.

- Aun así es una misión un tanto estúpida –contestó Itachi.

- Eso lo comprobaremos –Neji dio un paso al frente y levantó ligeramente una mano para hacerles entender a sus compañeros que no participasen-. Te retractarás de tus palabras.

El orgullo llenó la serrada sonrisa de Kisame antes de tomar posición. Sacó su espada, Samehada, y la dejó reposando en el suelo después de hacer una floritura.

- Demuestra que puedes cumplir lo que dices.

Neji se encaró a él con decisión y elegancia. Murmuró el nombre de su dōjutsu, y se acercó a Kisame respetando su velocidad. El akatsuki blandió su espada hacia un lado y la levantó para impactarla sobre el cuello de Neji pero éste frenó el impacto con la muñeca y un par de dedos. Notó al instante del roce la naturaleza de la espada, la inmensa nube de chakra que se arremolinaba entre los jirones de la Samehada.

El Hyūga se acercó a Kisame sujetando la espada con los dedos y golpeó el brazo que la sostenía en un punto crítico. A Kisame se le demudó la expresión. Apartó la espada, no sin esfuerzo, y volvió a atacar a Neji por un costado, pero éste, con los movimientos sutiles que caracterizaban a la escuela de su clan, manejó la espada sin que le absorbiera el chakra.

Sabedor de que su oponente no tardaría en cambiar su método de ataque, dio una patada alta a la espada y atacó a Kisame con sus manos, picoteando repetidamente en los puntos decisivos. Al ver todo esto, Itachi entornó los ojos. Ese chico se movía con una desenvoltura y eficacia inusual. Kisame se había visto reducido a un saco de arena al que golpear. Podría enfrentarse a ese genio a duras penas con una sola espada.


Naruto, Shikamaru y Tenten también se habían topado con algunos miembros de la organización, aunque no corrían la misma suerte que sus compañeros. Habían encontrado el salón oficial de reuniones. Se habían parapetado silenciosamente tras la puerta doble y habían intentado dar nombre a las voces que podían escuchar ayudándose de los datos escritos que les habían dado antes de salir del campamento.

Cinco miembros se habían congregado en torno a la mesa que presidía el salón, y el mayor de todos, el que más despistados tenía a los chūnins, se encontraba en un puesto preferente. Sabían que su presencia era tan opaca como una cortina y que la organización sólo hablaría de lo que les interesaba que supiera Konoha. Tras unos minutos en los que no advirtieron amenaza, escucharon agazapados en la penumbra de la gran puerta de la estancia.

Mientras, Sasuke seguía buscando. Las voces habían cesado y ahora sólo escuchaba golpes secos. Era casi imposible distinguir el eco de los sonidos del pasillo de sus propias pisadas, pero no desistió hasta dar con su destino.


Kisame se hizo de nuevo con el control de la espada y la interpuso entre él y Neji, algo que le tomó por sorpresa. Neji había comenzado a formular un nuevo sello y por error había extendido las manos. El vendaje de la espada se le adhirió a ellas, absorbiendo su chakra.

Neji frunció el ceño y apartó bruscamente las manos. La espada se había magnetizado a sus tenketsus, provocando que una ardiente película de chakra vibrara hasta la superficie de la piel abrasándola. Al apartarla había notado la quemazón de haberse quitado su propia piel. Apretó estoico los puños, aunque les rabiara. Sabía que si daba señales de debilidad tan pronto, lo demás estaría dicho.

Itachi observaba en silencio la pelea. Repasó las caras de los tres adolescentes y reparó en que Sakura le había estado mirando de una manera bastante extraña. El Uchiha posó la mirada en ella con un parpadeo y ella no se inmutó.

Se escuchó un chasquido que sacó a Sakura de sus pensamientos. Neji, malherido, había conseguido que la espada de Kisame impactara sobre éste, y un golpe crítico con el canto de la mano le había hecho perder el equilibrio. Neji apenas se mantenía en pie pero seguía preparado a que Kisame se incorporara. El akatsuki acarició la empuñadura de su espada evaluando en silencio la forma de contraatacar.

Sin embargo Itachi había dado un paso al frente, con más actitud de dar por finalizado el entretenimiento que de presentarse como un nuevo contrincante. A pesar de esto, Neji se puso a la cabeza de sus compañeros y volvieron a tomar una formación defensiva, conscientes de que Itachi era arena de otro costal. Él podría encararles a una nueva pelea con otras palabras, y aquello debía ser acogido con cuidado. El nuevo competidor lucharía en calidad de desertor para ellos, sin descontar que él había sido un objetivo clave para ellos desde que habían iniciado la misión para encontrar a Sasuke.

Itachi apretó la mandíbula lentamente, consciente de que la situación cobraría un cariz distinto segundos después. Le había percibido.

Los demás habían estado tan concentrados esperando a que Itachi se pronunciara, que ver aparecer a Sasuke en la habitación les supuso una gran sorpresa. Observaron a Sasuke adentrarse en la sala con el corazón en un puño. El hermano de Itachi se presentaba solemne, paciente. Determinante.

- No esperaba verte tan pronto, Sasuke.

Sasuke respiraba agitadamente con los dientes apretados a pesar de su sosiego. Palpó la empuñadura de su katana, sopesando los movimientos que quería ejecutar, anticipando en los músculos de la mano cómo sería atravesar con la espada la carne de su hermano. La tensión se endurecía a cada segundo. El silencio compartido y las miradas frías que se dirigían los hermanos hacían sentir a los demás una creciente incomodidad. Sasuke dijo quedamente:

- Dejadnos. Esto es nuestro.

Los shinobis de Konoha se apartaron. Itachi vaciló en encarar a su hermano como oponente, por lo que obvió todos los esfuerzos de Sasuke por convertir la reunión en un enfrentamiento cerrado andando perezosamente a su alrededor.

- Tengo entendido que te fuiste con ese bastardo vanidoso de Orochimaru. Tengo esperanzas en poder comprobar que has hecho algo provechoso estos últimos tres años, pero ahora no estoy interesado en enfrentarme contigo. Tus amigos han venido a tratar un asunto con la Akatsuki. O eso creen. Lo nuestro puede esperar. No es el momento.

- Lo nuestro no puede esperar. Hoy te mataré y obtendré mi satisfacción. Este es el día definitivo.

- Qué prisa te das en verte humillado de nuevo. ¿Estás realmente preparado para enfrentarte a mí?

Sasuke temblaba de odio. Tanto había sido así que su cuerpo era plena manifestación de sus emociones y el sello se activaba a voluntad, tintándole la piel con el poder de Orochimaru. Su respiración nasal se iba suavizando a pesar de la tensión.

- Voy a llevarte al infierno.

Itachi cabeceó.

- Pagarás –dijo Sasuke empezando a perder el control.

Se iba acercando a Itachi paso a paso, preparando sus manos en torno a sus armas.


Shikamaru, Naruto y Tenten habían escuchado atentos la reunión. Por lo visto la Akatsuki no pasaba por uno de sus mejores momentos, o eso se quería fingir, pero habían estado pactando alianzas de carácter preocupante. Sus intenciones de hacerse con el Kyūbi se hacían más persistentes y se decidía acaloradamente sobre un ataque a Konoha a gran escala. Los rumores de las secuelas de la guerra habían llegado hasta los oídos de la organización. Konoha era muy vulnerable.

.¿Tan próspero era el futuro para la Akatsuki? .¿Tanto como para permitirse que esa noticia llegara con anticipo al blanco de sus objetivos?

Shikamaru había cerrado los ojos pensando en todos los pasos que debería dar en cuanto volviera a la villa. Frunció el ceño.

- No podemos desperdiciar este momento –dijo en voz baja-. Cuando se disuelva esta reunión nos fijaremos en el camino que toma cada miembro fuera de aquí y continuaremos con la misión. Mientras cada uno tenga sus transmisores podremos controlar el destino de cada uno. Avisaré a los demás –se preparó para formular el sello, pero advirtió que un reguero de insectos se arremolinaba a sus pies formando la expresión: SASUKE VS. ITACHI.

- .¿Sasuke?. ¿Ahora? .¿Y aquí? –exclamó llamando la atención de sus compañeros.

Esto dificultará las cosas –dijo Tenten agachándose aún más.

- Sí. Y como había dicho antes, no nos podemos dividir. Todos los planes que tiene la organización para Konoha y cómo salgamos de aquí tiene más urgencia que lo que podamos hacer con Sasuke.

- .¿Qué? –preguntó Naruto elevando la voz un par de octavas. Inmediatamente después bajó la voz- .¡Es Sasuke! .¡Todo esto está pasando por él!

- Eso no es así.

- .¡Estamos aquí por él!

- La misión de su búsqueda y el atentado han coincidido. Hemos quedado en que sonsacaríamos información sobre él de una manera muy secundaria. No te confundas: no estamos aquí por Sasuke.

- .¡Pero no podemos quedarnos aquí!. .¡Tenemos que salir enseguida y partirle la cara a ese idiota! .¡Todo lo que nos interesaba hacer en este sitio está hecho, ya sabemos que quieren volver a atentar y nosotros solos no podremos hacer nada sin refuerzos! –Shikamaru negó con la cabeza- .¡Di lo que quieras, me niego a dejarle escapar esta vez!

- Ya están con él Shino, Neji y Sakura.

- .¡No podemos quedarnos tan tranquilos y menos si Orochimaru está paseándose por aquí! .¡Sakura... !

- No te preocupes por ella -interrumpió-. Cuando acabemos con esto seguiremos la estela que ha dejado Shino. Es de vital importancia que hagamos bien este trabajo. Esto es la Akatsuki, no un grupo de genins recién salido de la academia. Ahora atentos, han terminado.


Itachi mantenía una lucha difícil con su hermano. Quería terminarla enseguida, porque no estaba interesado, pero Sasuke estaba muy entregado y no lo dejaría escapar fácilmente. El hermano mayor había jugado con sus ojos en dos ataques, pero Sasuke se recuperaba rápidamente de las ilusiones y seguía buscando la oportunidad de reducirle. Por muchos esfuerzos que dedicara Sasuke a la lucha, Itachi sólo se prestaba a ella por curiosidad. Kisame se levantaba lentamente.

- Kisame... El niño zorro –dijo esquivando con facilidad un golpe de Sasuke- debe estar aquí. Tengo que ir a buscarlo.

Al momento, la mano de Itachi se cerró en torno al brazo de Sasuke sin que éste hubiera visto el movimiento. Le enfureció haber sufrido ese desliz.

- Estúpido –susurró Itachi a un palmo de su oído.

Sasuke no había despegado los labios, pero la sangre hervía en su interior. Su respiración silbaba, su pecho se insuflaba fuertemente. El sello de Orochimaru reptó por su piel bañando toda su extensión. El segundo nivel de Sasuke emergió oscureciendo la estancia.

Neji, Shino y Sakura retrocedieron aún más.

La transformación de Sasuke se sucedió paulatinamente e Itachi pudo contemplarla interesado. Tal era la sed de venganza de Sasuke que no había esperado a ver las capacidades de su hermano y pasar al segundo nivel en consecuencia.

- Ignoro si lo sabías, Sasuke, pero Orochimaru formó parte de Akatsuki. Le he visto luchar y conozco muchas cosas de él. No creo que tengas nada que me impresione.

- Eso ya lo veremos.

Sasuke y su hermano volvieron a sumergirse en la pelea. Ambos fuertes, pero con tácticas distintas; Sasuke entregando su furia para darle muerte a su hermano, e Itachi sopesando sus avances, defendiéndose como si fuera un juego. En alguna ocasión, con su nueva condición, Sasuke alcanzaba a golpear a su hermano. Itachi intentaba no ceder terreno, pero Sasuke estaba siendo tan fiero que tuvo que ceder un par de pasos. Unas zancadas apresuradas se escucharon aproximarse por el pasillo. Un miembro de la organización entró con la cara ensangrentada.

- .¡Itachi-sama! .¡Nos han atacado! –se quedó de piedra al ver que Itachi también estaba ocupado. Kisame terminó de incorporarse sobre su espada.

- .¿El niño zorro? –preguntó.

- Sí.

Itachi agarró súbitamente la muñeca con la que su hermano iba a atacarle. Miró rápidamente al emisario e intercambió una mirada con su compañero. Sasuke pareció quedar relegado a un segundo plano.

- No pierdas el tiempo –dijo asiendo la muñeca de su hermano como una serpiente que se rebelara contra su amenaza, clavando las uñas-. No saldrás vivo de esta habitación. Olvídate de Naruto.

- Tendremos nuestro encuentro, te lo aseguro. Pero no ahora.

Sasuke movió bruscamente la mano deshaciéndose del agarre y cogió a Itachi por el cuello de la capa.

- .¡No voy a esperar!

- Créeme, merecerá la pena –dio un paso hacia atrás que le tensó la solapa y desapareció un segundo después por la puerta, a la par que Kisame. A Sasuke se le encendieron los ojos de rabia. Aún mantenía el puño apretado frente a su mandíbula.

- .¡Cobarde de mierda!

Tres respiraciones sigilosas tras él le obligaron a bajar el puño. Cuando estuvo a punto de echar a correr hacia el pasillo, se escuchó un gran estruendo. Naruto entró corriendo con Tenten y Shikamaru a la zaga. La muchacha se acercó presta a Neji y le preguntó por su estado.

- Siempre tienes que estar detrás de estas interrupciones, Naruto. Me has tenido que incordiar otra vez.

- Déjame en paz.

Naruto lo miró seriamente, pero Sasuke sólo apretó los dientes mientras volvía a recobrar su apariencia normal. Naruto sentía la misma mezcla de rabia y soledad que le perturbó la última vez que trató con él, pero se obligó a ser paciente. Todos sus amigos miraban desafiantemente al desertor.

- .¿Dónde está Orochimaru?

- No está en la guarida –dijo quedamente, asomándose al pasillo para registrar cualquier movimiento que le indicara el paradero de su hermano. Al tiempo que oteaba en la oscuridad que engullía el pasillo, empezó a trazar un plan que considerase al grupo de Konoha. Si Itachi les iba a buscar, él debía mantenerse muy cerca de ellos.

- .¿Qué deberíamos hacer? –preguntó Tenten señalando a Sasuke con la cabeza.

Naruto miró a Shikamaru en busca de una respuesta favorecedora a sus intereses, pero el líder pidió paciencia negando con la cabeza.

- Lo primero es lo primero. Seguiremos buscando.

- .¿Habéis conseguido algo? –preguntó Sakura.

- Tenemos información interesante –contestó Tenten sonriendo, mientras se acercaba con sus compañeros a la salida- Más de lo que nos esperábamos, al menos.

Sasuke vio pasar al grupo junto a él. Cuando estaban a punto de salir por completo, Sakura se detuvo a su lado, dirigiéndose a él por primera vez. Él extrañó su inexpresividad y sus ojos vacíos. Estaba seguro de haber visto esos ojos en otro sitio, pero no en ella. Cuando abrió los labios y terminó de tomar posición para hablarle, la luz de las antorchas lamía su piel de forma misteriosa. La piel pálida y los ojos cansados se destacaban en el juego de sombras.

- Estás muy próximo a cumplir tu venganza. Y yo también. Quizá debería felicitarte. Ahora puedo entender muchas cosas –agachó la mirada un segundo-. Orochimaru ha traído mucho dolor a Konoha. A Konoha y... y a mí. Posiblemente, la próxima vez que te vea habrás culminado tu venganza y yo estaré mucho más cerca de cobrarme la mía –invadió, con una caricia tímida de sus ojos, los rasgos de Sasuke, intentando grabar una sensación, una última impresión-. Es raro pensar... que será tu cuerpo el que haga caer. Y que no tendré miramientos. Mataré a Orochimaru. Aunque esté en tu cuerpo. Y aunque sólo lastimarle me cueste la vida.

Sakura rompió el contacto bruscamente, con un parpadeo. Aparentemente, se reunía con su grupo con desenvoltura, pero Sasuke notaba la tensión recrudecerse a cada momento y sabía que ella también lo sentía. Un pequeño sentimiento de alarma que no supo etiquetar dio luz roja al tomar conciencia de que aquellas pocas palabras y el acercamiento de Sakura tenían un doble fondo, una profundidad que sólo podía encontrarse abriéndose camino con dolor. Echó un vistazo rápido al grupo que se alejaba. Naruto esperaba a su compañera con la mirada y no se extrañaba de su humor. ¿Qué era exactamente lo que...?

Naruto intentó reconfortar a Sakura dándole un apretón suave en un hombro, pero ella no parecía advertirlo. Delante de ellos, sus compañeros comentaban lo que habían oído en la reunión y estudiaban la manera de organizarse para buscar al grupo que debía llegar.

- Aún recuerdo la promesa que te hice, Sakura-chan.

- También deberías recordar que te dije que lo mejor era que la olvidaras. No te voy a tener en cuenta que la rompas. Es una promesa con fecha de caducidad. El tiempo se nos acaba y la misión de rescate no va a resultar.

- No empecemos otra vez con eso.

- Por más que te pese porque sea tu amigo, no vas a cambiar nada. Él es quien tiene que hacer una decisión y ya está en camino para que Orochimaru nos deje sin posibilidades de hacer nada tomando su cuerpo. Es una pérdida de tiempo.

Naruto miró a su compañera con el ceño fruncido.

- Pero una promesa es una promesa. Por muy difícil que parezca, algo se puede hacer. Siempre.

- Pero tú mismo lo has visto. Queda muy poco para que su venganza se vea satisfecha. Y yo... yo no le mentía respecto a una lucha con él. Me vengaré.

- Sin embargo, a ti no te dejaré sola.

Sakura sonrió un poco más animada.

- Lo sé.


Sasuke no terminaba de entender lo que acababa de decirle Sakura. ¿Qué quería decir con aquello de la venganza? Y eso de que iba a enfrentarse a Orochimaru, .¿tenía algún sentido? .¿Es que pensaba enfrentarse a él por haberle hecho marcharse de la aldea y dejarla afectada? Podría tener sentido que Sakura no hubiera cambiado nada en todo ese tiempo. Ella siempre había tenido en mente desvelos inoportunos y podía convertir ese hecho en algo por lo que dedicar la vida.

"Ella se ofreció a escapar conmigo. Pensaba no necesitar más que mi compañía cuando yo tomaba a Orochimaru como maestro. ¿Es menos descabellado y estúpido crearse una venganza por eso?"

Pero tal y como había presentido cuando la había tenido frente a él, había un velo en su voz que decía que el sentimiento de abandono no era suficiente. ¿Por qué había sido tan fría sin intentar ser desagradable? .¿Adónde se había ido esa sensibilidad que la caracterizaba? Parecía muy distinta de la niña que dejó atrás. Demasiado para ser sólo la víctima de un amor no correspondido.

Daba igual. El sino de Sakura no era de su incumbencia por muy chocante que hubiera resultado haberla escuchado hablar así. Él ya tenía suficiente con sus planes, con la liberación y la muerte que le esperaba a manos de Orochimaru.

Si Sakura se enfrentase a Orochimaru, su historia no se diferenciaría suya, porque moriría por la misma causa en las mismas manos. Sin embargo ella contaba con sus amigos y él estaba condenado a morir solo desde hacía demasiado tiempo. Y por ese mismo motivo debía despreocuparse de lo que no le importaba.

Sasuke prestó más atención al laberinto. Se escuchaban voces de todos lados en el pasillo en el que se encontraba. Dio media vuelta, considerando que había prestado tiempo suficiente al grupo de Konoha para que se adelantara. Comenzó a desandar el camino, decidido a no pensar más. Pero...

"Quizá debería felicitarte."


- .¿Ves algo?

- No veo la salida –contestó Neji perdiendo la mirada en el techo del pasillo-. Veo la superficie, pero no la salida. Estamos lejos.

- Los insectos se pierden –comentó Shino un momento después-. Sin duda estamos lejos y bien aislados del resto del bosque. Quizá me den noticias más tarde.

Shikamaru disminuyó el ritmo de la marcha y examinó una de las puertas cercanas.

- Tendremos que hacer noche aquí. ¿Conformes?

Contestaron aquiescentes y eligieron una zona del pasillo. Abrieron una puerta y se acomodaron en la pared frontal a la puerta.

- Será lo más conveniente.

- Salir de aquí será difícil. Necesitamos descansar.

Neji se dejó examinar por Sakura mientras los demás discutían los turnos de guardia. El Hyūga se adjudicó la primera tanda de la imaginaria. No tardó en dar noticias. En cuanto Sakura dejó de curar su último rasguño, Neji cabeceaba y fruncía el ceño.

- Sasuke no anda muy lejos. Está a unos cien u ochenta metros, unos tres pasillos de aquí. Su chakra es inconfundible.

- .¿Qué hace? .¿Deberíamos preocuparnos?

- No, no deberíamos preocuparnos. No está herido ni acompañado. Pero tampoco deberíamos olvidar que no se mueve.


Sasuke se había apostado en un pasillo lejano. Estaba sentado en el suelo, atento a la actividad de las proximidades del corredor. El silencio le estaba dejando sordo. La Akatsuki estaba tomando sus medidas para no dar pistas de su localización. Quizá fuera esa la sensación que tenía porque su hermano no había dado la mínima señal de vida después de perderle de vista.

Se cuestionaba duramente si el enfrentamiento con Itachi habría sido exitoso si su hermano le hubiera tomado en serio y hubieran llegado hasta el final. Le había pillado desprevenido dos veces y le había dejado de lado en cuanto se había acordado de Naruto. Podría intentar esperar a que el Uzumaki saliera del nido para retomar la pelea., pero lo más probable era que la organización saliera tras él y él diera por inútil su búsqueda.

Por mucho que se empeñara, si Itachi no le prestaba atención no tendría nada que hacer.

El verdadero problema era que Naruto fuera una prioridad sobre él. Sasuke sabía que Itachi no subestimaba la venganza que le esperaba, pero no era suficiente porque capturar a ese portador era más importante.

Comenzaba a quedarse dormido. Aquella semana había sido muy intensa. Apenas había dormido de la excitación. Desde que envainara sus armas manchadas de sangre ante un campo minado de los cuerpos magullados de sus oponentes y Orochimaru le dirigiera un halago especial por su hazaña, Sasuke supo que había llegado su momento y trabajaba con más ímpetu del que acostumbraba. Orochimaru le dio el visto bueno a sus habilidades con una mirada de complacencia y le había propuesto aquella visita al nido de la organización.

La noche anterior había dormido con una sensación de inquietud por llegar tarde ante la improvisada cita con su hermano. Se tensaba completamente y se le formaba una gran sonrisa maliciosa al soñar despierto con el cadáver de Itachi a sus pies.

La razón de vivir era aquel momento. Lo abrazaría salvando las circunstancias que fueran necesarias. Aunque una de ellas fuera tener que escuchar de nuevo de su mejor amigo todas las buenas razones por las que tenía que volver a casa.

Porque sabía que Naruto era como él y no se había rendido.


Las antorchas seguían centelleando sobre las argollas, ignorando el peso del anochecer sobre el cielo, fuera de la guarida. Neji sentía plenamente el paso del tiempo a través de sus ojos, así que calculaba un par de horas desde que se establecieran en aquel rincón. La guardia había sido muy llana pero inquietante. No había percibido chakra, exceptuando el de Sasuke, pero aquel sitio era especial y sospechaba que la edificación ayudaba a camuflar los movimientos a aquellos que no pertenecieran al lugar. Había estado reaccionando a cualquier sonido con miradas muy intensas.

Cuando abandonó el Byakugan, los ojos le respondieron con un calor intenso. Los cerró con fuerza al tiempo que los masajeaba ligeramente por el contorno.

- .¿Qué tal lo llevas, Neji? –escuchó a su izquierda. Notó el cuerpo de Tenten desplazarse contra la pared hasta rozarle.

- .¿Estabas despierta?

- Acabo de despertarme. ¿Te duelen los ojos?

- No. Pero me molesta la luz. Veo incluso con los ojos cerrados.

- Descansa un rato, que yo te relevo. Debes estar cansado. No has parado desde el ataque al castillo.

- Sólo estoy un poco incómodo.

- Porque estás reventado. Y no tienes pocas preocupaciones.

- Es sólo un "sólo".

Tenten observó el brillo de las lágrimas en las pestañas de Neji. Tenía los ojos demasiado irritados. Se le ocurrió prestarle su mochila para que la utilizara de almohada contra la pared. Se la enseñó tímidamente y Neji buscó la suya con la mirada un momento antes de aceptarla. La mochila de Tenten se acolchaba mejor con los pergaminos.

- Neji...

- .¿Qué?

- Sabía que serías un buen adversario para Kisame.

- Yo también. Aunque no estoy muy seguro de haber visto todo lo que quería ver –dijo sonriendo un poco, sin vergüenza.

- Igual tienes oportunidad de salir de aquí con tu curiosidad satisfecha -Neji se encajó la mochila bajo la nuca.

- Esperemos. Es una ocasión demasiado perfecta para que vuelva a repetirse. Si intuyes que alguien se acerca, avísame. Este sitio confunde mucho mi Byakugan, pero no podrá jugar con él si tengo la certeza de que alguien viene a retarnos.

Tenten cabeceó a la vez que dijo:

- .¿Alguna noticia sobre el Uchiha?

- No se ha movido del sitio.

- Está bien. Intenta dormir, anda.

Cuando las corneas dibujaron círculos bajo los párpados de Neji y su respiración confirmaba su intento de descanso, Tenten apartó la mirada de él.

Neji no había cambiado sustancialmente el trato con sus compañeros y superiores pero con ella se permitía cierta licencia para mantener una relación de camaradería. Aunque estuviera limpia de confianzas informales.

A ella le daba la impresión de que se sentía estúpido cuando intentaba mantener la imagen fría y distanciada con ella. Tenten había compartido con él todos los descansos en los entrenamientos cuando Lee y Gai se juraban el mejor rendimiento entre vítores. En ellos Neji había dejado al descubierto esa parte de sí mismo que empezaba a mudar, aquella que anhelaba la mejora y la aceptación; aquella que Tenten había asaltado con una botella de agua fresca y preguntas descaradas para provocarle.

Tenten había iniciado un camino en el afán de superación y había incluido a Neji como compañero predilecto. Lo gracioso, o hilarantemente frustrante, era que aquel camino se refrenaba para ella cuando se comparaba con él o con cualquier ninja de su generación. Aquellos que dormían a su lado, los mismos que tenían también su propio camino y se esforzaban en cambiar.

"No existe aún la razón que me impida ser grande. Cuando vosotros durmáis, yo aun estaré al pie del cañón, sudando mi escalada. Llegaré a la misma cúspide que vosotros, tarde o temprano."

Entre las débiles y somnolientas antorchas, Tenten se acurrucaba y soñaba con su crecimiento. Con los ojos perdidos en la oscuridad.


Se comenzaba a mover. Con el mismo sabor de las mismas imágenes que se proyectaban en sus sueños.

El frío. El silencio. La oscuridad.

Siempre empezaba con una sensación dura en la espalda, escalofriante como ella sola. Era como una serpiente desenroscándose de su medula espinal para asomar la cabeza aplastada por su garganta. El movimiento del reptil era lento y pesado. Sentía su piel moteada y seca descender por su esófago, serpentear por todo su pecho para anidar en su estomago y dar coletazos mientras se acomodaba en su vientre. Entonces ella no podía moverse y deseaba desde las entrañas de su subconsciente que su pesadilla acabara.

Era la sensación más real y abstracta que pudiera tener jamás.

La amenaza. El abanico. La sangre.

El sudor frío le empapaba la cara y la espalda. La fiebre que le fluía por las venas contrastaba con el frío que recubría su piel. Cabeceaba con desmayo para defenderse del horror, y los dedos, agarrotados, intentaban encontrar algo a lo que asirse.

Empezaba a temblar a espasmos. En su interior, se negaba a sufrirlo de nuevo. Pero la pesadilla la consumía, la retorcía.

Frunció los ojos con dolor.

Las aspas. El dolor. Los cadáveres.

No, no, no...

Rascó con sus dedos fríos el suelo, y el tacto áspero se le metió en las sienes, le hacía rechinar los dientes.

No, basta... ¡Por favor!

La desolación.

Justo un momento antes, aquel en el que perdía el aliento, su boca se abría bruscamente para pedir desesperadamente ayuda.


- .¡NOOO! .¡NOOO! .¡BASTA!

Los chūnins se despertaron agitados y se levantaron de repente, a excepción de Sakura, que temblaba convulsivamente en el suelo. Naruto se acercó a ella y la abrazó. Intentó sentarla pero su rigidez se lo impidió.

- Sakura-chan, estoy aquí. ¿Sakura-chan, me escuchas? No sigas soñando.

Recibía por respuesta una mirada desencajada y perdida. Naruto le frotó la mejilla y la obligó a devolverle la mirada.

- Déjame ayudarte.

- Reforcemos la guardia –susurró Shikamaru- Preparaos para lo que pueda venir.

Shino y Shikamaru vigilaron la puerta de cerca, de espaldas a la pared. Neji y Tenten prepararon las armas y protegieron a su compañera.

- Hemos despertado al Uchiha –avisó Neji.

- .¿Se mueve?

- No.

Naruto llamó la atención a su amiga después de comprobar que contestaba a ese nombre. Había mirado por primera vez en derredor y parecía estar reconociendo la situación.

- Sakura, ya ha pasado. Estoy contigo. Estás aquí.

Sakura sollozó en silencio recobrando lentamente el control. Naruto le acarició la espalda y la ayudó a sentarse.


Sasuke orientaba los oídos de un lado a otro atendiendo al eco que le había despertado. Se movía de un lado a otro, en busca de una explicación que no lograban darle los murmullos, pero el ruido iba disminuyendo gradualmente y no apreciaba ninguna señal de que el grupo se moviera.

El equipo empezaba a convertirse en una preocupación. No se trataba de la debilitadora nostalgia, sino de la inquietud por el papel que pudiera cumplir en un puzzle más grande que no debía olvidar que existía. Qué ocurría con los propósitos de la organización que pudieran afectarle, qué planes pudieran tener para detener a Orochimaru antes de que él se redimiera... por qué Sakura se preparaba para la venganza y gritaba en medio de la noche de esa manera.

No lograba entender qué era lo que le obligaba a pensar recurrentemente en eso. No le había preocupado nadie más que su hermano y no había echado de menos su vida en Konoha. Naruto había desaparecido de sus recuerdos dolorosos y Sakura... Sakura era un detalle en la experiencia del trabajo en grupo.

Había algo que le escamaba.

- Será mejor que continuemos –escuchó susurrar. Enseguida se desplazó hasta el recodo del pasillo para escuchar con mayor claridad.

- Shikamaru, quiero ir a solas con Sakura-chan. Os seguiremos de cerca. Necesito hablar con ella.

- Está bien, pero no te despistes; tenemos que zanjar este asunto y estamos en búsqueda y captura.

Escuchó pasos en dirección contraria. Ya habían salido de donde estaban y no vacilaban. Esperó a que estuvieran a una distancia prudente y se preparó para seguirles.


Ahí va el primer capi reeditado. Bastante distinto del inicial, .¿no? Un.n No es muy buen capi, pero bueno… ¡Espero que os guste!

.¿Quieres saber algo más? Échale un vistazo a la última entrada de mi LJ. ¡Reviews, please! :9