Miku, la playgirl por excelencia... creo

Haibaku: No es por nada, pero una Miku harem no vendrá mal

Akhos: No hay muchos fanfics de playgirls, así que te arriesgas demasiado en extremo

Asuna: Ojalá sepas lo que haces

Haibaku: Lo prometo

Disclaimer: VOCALOID no me pertenece, y punto

Hola, me llamo Miku Hatsune. Tengo unos lindos diecisiete años, y a estas alturas soy una maldita playgirl... pero a nadie le molesta

Todo comenzó cuando audicioné para un concurso de canto. Los competidores estaban impresionados con mi voz, que de inmediato empezaron a apoyarme. Así terminé en el concurso, y tiempo después gané el primer lugar, superando a mi rival Rin Kahamine. Ahí no terminó todo... al contrario... ahí empezó todo

Resulta ser que un chico llamado Kaito empezó a coquetear conmigo. Al principio estaba incómoda, pero luego apareció Akaito, el hermano de Kaito, y me quiso coquetear también. Y luego Gakupo, luego Piko, luego Yuma, luego Rei, y otros chicos más. De pronto los coqueteos se volvieron ratos agradables, y eso se convirtió en momentos de placer momentáneo. Y lo más raro no fue que me empezó a gustar todo este placer y atención... lo más raro fue que las chicas también querían conmigo... la adicta al celular Neru, mi mejor amiga Luka, hasta mi rival Rin... y también IA, Gumi, Haku, Maika... etcétera. En resumen, esto pasó de ser un coqueteo de un chico amante de helados... a una constante de placer con chicos y chicas. De algo pequeño y oculto... a algo grande y público. ¿Cómo salgo de esto? No sé.

Por años viví acostumbrada al placer de jóvenes chicos y chicas, pero con el tiempo se volvió repetitivo... ya no me saciaba como antes... sí sentía placer... pero ¿era todo? ¿No había compromiso? ¿No había amor? Y no hablo del fraternal ni el de familiar, porque hasta Mikuo quería conmigo. Hablo de un amor romántico... ni eso había. Tampoco es que tuve relaciones millones de veces (de hecho, sí me dejaba tocar, pero sigo siendo virgen), pero tanto placer se volvió... vacío.

Como sea, debo resignar mi vida a esto. Si me da de comer, entonces debo disfrutar cada momento... al menos hasta que finalmente encuentre otra forma de ganar dinero sin vender mi cuerpo, y además encuentre a un chico que me ame... pero ¿cómo lo encuentro?

- Mikuuuu - dijo mi amiga Luka, vestida en pijamas rosas - ¿Vas a dormir o quieres que te fuerce?

- Ya voy, Luka - dije un poco desanimada. La realidad, estoy muy desanimada, pero no quise mostrarlo. Esto de ser una playgirl es demasiado para mi persona. Me dirigí a mi cama, junto con Luka. Entonces al taparme con las cobijas, ella empezó a besar mi nuca y acariciar varias partes de mi cuerpo. - Luka, no estoy de humor ahora

- ¿Por qué no? - dijo Luka un poco molesta - Siempre tienes tiempo para que te haga de todo

- Lo sé, pero ahora no, ¿ok? - dije muy molesta y me alejé un poco de Luka - ¿Sabes lo vacía que me siento ahora? ¡Creía que tener a todos los chicos y chicas para mi placer haría mi vida perfecta, pero NO! ¡Me siento más vacía que antes!

En eso, Luka me abrazó por detrás. No era con una intención impura.

- Lo lamento - dijo Luka muy triste - No tenía idea de cómo te sentías.

La verdad, Luka es mi mejor amiga. Nada lo cambió, ni cuando nos separamos por un año, ni cuando la derroté en la semifinal del torneo de canto, ni cuando empezó a jugar con mi cuerpo y viceversa...

- No te preocupes, yo dejé que esto pasara - dije sonriéndole - Así que ahora, ¿podemos dormir en paz?

Luka asintió y dormimos en paz. Hacía meses que no dormía sin tener esos momentos de placer momentáneos... de alguna forma me daban cierta paz