Este es muy cortito, es solo un vistazo. Inspirada en esta pequeña escena escribí uno más largo, que tal vez suba en algún momento. Disfruten!


Henry miró con tristeza al cuerpo inerte de Christine que descansaba sobre el piso
de madera pulida de la sala. Mientras que Vicki miraba a su alrededor. Pedazos de
madera y astillas, que antes habían sido parte de la mesa pequeña junto al sofá, ahora
estaban desparramados por todo el suelo. Sintió la dureza de los trozos de vidrio
quebrado bajo la suela de sus altos tacones, cuando se acercó a Henry que estaba
arrodillado junto al cuerpo, con la intención de ayudarlo a deshacerse él lo más rápido
posible, antes de que alguien apareciera advertido por los ruidos. Pero Henry la detuvo,
levantando su palma en alto.
-No, yo lo haré- Dijo brusca y tajantemente. Sin mirarla a los ojos. Sus ojos
permanecían en Christine, cuya piel era mas gris, y estaba más envejecida que antes de
que su pecho fuera perforado por la gran estaca de madera.
La misma Vicki sentía como si su pecho hubiese sido atravesado por una. Sintió su
corazón romperse, como lo había varias veces desde que Christine había aparecido.
Bajó el brazo que tenía estirado hacia él.
Era tonto, pero pero le dolió que el no quisiera su ayuda. Cosa que debió mostrarse
en su rostro, porque la voz de él se suavizó la siguiente vez que habló. -Me ocuparé de
esto. Volveré, y entonces hablaremos.
Vicki asintió. Pero la verdad era que no lo harían, porque la que no volvería sería
ella. La idea había estado rondando en su cabeza en los últimos días. Cada vez que la
distancia entre ellos crecía. Algo le decía que su tiempo en aquella ciudad, junto a
Henry se había acabado. Que era hora de seguir.
Ahora que era una vampira nada la retenía en aquel lugar. No tenía familia. Lo único
que le había quedado había sido Henry. Pero parecía que cada vez que ellos se
acercaban, que su relación se fortalecía, pasaba algo, o llegaba alguien que hacía que
todo volviera a cero. Y esta vez no había sido diferente. Había sabido, en el mismo que
Christine volvió, que las cosas con Henry no serían las misma de antes de su llegada. Y
no le había llevado mucho tiempo confirmarlo.
El prácticamente se había olvidado de Vicki. Las pocas veces que habían hablado
en privado, terminaban discutiendo. Y con Henry defendiendo a la harpía de Christine.
Cualquiera que la escuchara diría que eran celos. Y si, estaba celosa. Pero era mas
que eso. Su instinto le había advertido que Christine no había sido sincera. Sin embargo
cuando su lo había dicho a él, no le había hecho caso, la había tratado como si fuera
una niña inventando historias. Y eso fue lo que más le dolió.
Vicky observó como Henry atravesaba la puerta con la vampira en brazos. Siguió
con la mirada fija en la puerta, por donde recién había salido Henry. Y sintió como sus
ojos comenzaban a arder, y a llenarse de humedad. Y una solitaria lágrima se deslizó
por su fría mejilla pálida. Cerró sus ojos un instante, tratando de mantener el control. Si
se permitía llorar, no pararía.
Le llevó unos minutos. Entonces los abrió, y caminó, escuchando los rítmicos
golpeteos de sus tacones sobre el piso, mientras se dirigía a la salida...