1. Broken dreams

Gustavo había estado trabajando con los cuatro perros toda la tarde, pero todo el esfuerzo era inaudito y no valía la pena por lo que agredió verbalmente a los chicos. James, Carlos, Kendall y Logan eran principiantes. No tenían la noción del tiempo que le hacían perder a su productor, el se pasaba semanas y hasta a veces meses componiendo una sola canción, y cuando llegaba la hora de practicar, los muchachos se esforzaban por dar lo mejor de ellos en su perfomance, pero esto no parecía bastarle a Gustavo.

"Kendall, deja de contradecirme. Lo único que haces es cuestionar cada uno de mis pensamientos, direcciones y movimientos. Yo soy tu jefe ahora y debes respetar mis órdenes. Hoy me canse de vos." Recriminó Gustavo.

"Vamos , no puede echarnos de aquí. Trataremos de hacerlo mejor, pero…" intervino Kendall.

"Eso, ¿podes dejar de hacer eso? Siempre me interrumpís y después te haces el machito desafiándome a estar de acuerdo con tus propuestas."

"¡MACHO, MACHO MAN!" cantó atrevidamente Carlos.

"¡Ustedes tienen que hacer lo que yo les diga! Pero, te voy a decir una cosa, a todos ustedes. Hoy, vos y tus amigos se van a ir del estudio más temprano, y eso es ahora."

Ellos solo querían divertirse, pero eso les estaba costando bastante con las múltiples peleas y discusiones, soportando todo aquel estrés. Chicos que nunca en su vida hubieran imaginado que un productor desesperado los encontraría en un pueblo como Minnesota para transformarlos en ídolos adolescentes. Tal vez la decisión de Gustavo fue interesante, pero realmente había herido sus sentimientos. Tanto los chicos como Gustavo deberían hacer los pases pronto, o el trabajo de prepararlos para llegar a la cima, que había llevado más de siete meses, hubiera sido en vano.

Logan condujo de regreso a Palm Woods. Carlos se encontraba en el asiento trasero ahogando sus penas en un vaso descartable lleno de gaseosa.

"Ustedes siempre arruinan los sueños de la demás gente. Logan no te cuesta nada ponerle un poco de pilas a tu baile. Si Gustavo dice que te hace falta practica, hace algo para cambiarlo. ¡Este es mi destino, no lo arruines!" dijo James escupiendo cada una de las palabras.

"James, bajemos un cambio. Logan no tiene la culpa, somos un grupo y ninguno de nosotros realmente está esforzándose para satisfacer los deseos de Gustavo." dijo Kendall para defender a su amigo de toda la vida. "Y no es más tu sueño desde que yo quedé desgraciadamente involucrado en esto y decidí que seriamos un grupo."

"Todos sacrificamos nuestro futuro por vos, James. Sos un desconsiderado." Exclamó Carlos en un tono de lamento y molestia combinados.

"No vamos a pelear entre nosotros ahora. Dejaremos eso para otro momento, ahora estamos muy cansados. Solo quiero llegar a casa, tomar un baño y prevenir algún intercambio de conversación con ustedes para no romper definitivamente esta amistad que hay entre nosotros." Dijo Logan para finalizar una discusión que sabía que iría a terminar en un desastre y separarlos para siempre. El discurso de este pequeño cerebro andante en crecimiento siempre solía tener la razón. Y de algún modo u otro convencía a los demás chicos para calmarse y 'tomarse un tiempo'.

Finalmente llegaron al lobby del hotel, donde el señor Bitters controló que estuvieran realmente tranquilos para que no volviera a repetirse lo mismo de la última vez que entraron por las puertas principales. Trato de sobornarlos para que se alocaran y así Gustavo Rocque luego le pagaría tres maletines repletos de dinero para las reparaciones del lugar. Pero desistió cuando los chicos caminaron por el pasillo y se subieron al ascensor totalmente abatidos.

La Señora Knight no se encontraba en el apartamento, por lo que los chicos se turnaron para prepararse un sándwich así no se dedicaban ni siquiera una mirada fulminante o tal vez de perdón en el caso de James, que sentía que todo se debía por su culpa.

"Logan debes comer algo. Te preparare algo." Comentó Kendall sentado frente la mesada, mirando hacia al interior del luminoso cuarto de ambos.

De repente, las luces se apagaron. Logan parecía estar respetando su régimen de dialogo muy seriamente.

Nota del autor

Kendall: Me hiciste quedar como un pelmazo...Y Marla, ¿por qué hablamos asi, de esa manera?

Carlos: Callate Kendall, callate. Mira yo lo que digo.

Yo: Van a ver que despues se va a dar vuelta el plato. Y hablan asi porque estan profesando la regionalizacion de mi pais, listo.

James: ¡Me dejaste como un iluso! ¿Por qué Logan...?

Yo: El es el cerebro chicos, no es que...

Logan: No necesito que me defiendan, soy el más grande.

Yo: Y el más chiquilin. Ahora, dejenme continuar...