Disclaimer: Haikyuu y todos sus personajes son propiedad de Furudate Haruichi.

Bien, tenía la idea de hacer hoy algo por el TsukkiYama Day sin embargo no salió como esperaba debido a que decidí intentar con los disparadores de ideas que publicó la página en Facebook "Es de Fanfics" en los cuales, venían: Melancolía, café y lluvia.

Pairing: Tsukishima Kei/Yamaguchi Tadashi.


"Está lloviendo".

Ese es el primer pensamiento que le llega a la mente cuando logra divisar las gotas deslizándose en el ventanal, el cristal pronto termina repleto y la vista hacía la calle no tarda mucho en distorsionarse por ellas. Puede que el pensamiento sea estúpido, incluso él deja salir una risa porque no tarda mucho en imaginar una situación que, de no haber estado solo, podría haberse cumplido: A Tsukki diciéndole alguna frase sarcástica por su tan elocuente pensamiento.

Es parecido a ese día y se recuerda, con cierta amargura, que también estaba lloviendo aquella vez. La lluvia, si lo piensa de manera racional o lógica, como solía ser el tipo de pensamientos que él tenía... Sólo podría ser fenómeno atmosférico o la condensación del vapor del agua contenida en las nubes. Sin embargo, para Yamaguchi la lluvia son recuerdos, vivencias y melancolía, melancolía propia que ahora era ligada al desinterés incluso aunque ese cambio le doliese más.

Siempre había creído que lo más doloroso que podría sentir una persona es pasar de la tristeza que le causa la partida de alguien al desinterés, la poca importancia que le toma a alguien o la nula preocupación, y eso es lo que a él le afecta. Tsukishima estuvo a su lado tantos años que ahora, mientras sus ojos se desviaban al asiento frente a él, vacío y solitario, la sola idea de estar totalmente privado de su presencia es algo sumamente extraño. Sin embargo, las cosas ya no eran como antes, incluso sonríe entre lágrimas, lágrimas que se asemejan a la lluvia que no para de correr como si limpiara asperezas que aún no habían sanado, las lágrimas se deslizan por su mejilla como las gotas de lluvia por el cristal y caen en el café que, hasta ahora, sólo había estado sosteniendo en un intento de protegerse de la lluvia en un establecimiento en el cual tenía que comprar algo para quedarse.

"Me pregunto si él también estará viendo la lluvia"

¿Qué se supone que debe hacer? Siempre con el firme pensamiento de que su amistad con Tsukishima Kei seguiría para toda la vida, pero ahí está, llorando por su nulo interés en la perdida aunque tenga total sentido, ya habían pasado años desde su último encuentro y la despedida que resultó fatal para él. No había nada, la melancolía era lo único que había podido sentir en mucho tiempo ligada a la nostalgia del ayer que poco a poco, tras meses metido en sus propias metas y deseos, terminó en el olvido. No hay nada, se repite, ni siquiera sentimientos reales como el desprecio o el rencor, no hay nada y es demasiado triste para alguien como él, pensar que su primer amor acabó de forma tan trágica llevándose así la mejor amistad que había tenido en su vida.

"El nunca pudo amarme" piensa, el café enfriándose y él, perdido en pensamientos, ni siquiera se le ocurre hacer algo contra ello, "ni tampoco pudo con mis sentimientos".

No pudo con la idea de que él lo amase, lo abandonó. Y Yamaguchi lo entiende, como siempre ha entendido cada aspecto de él desde que tiene memoria. Ahora no hay nada y, de nuevo, se da cuenta de la indiferencia que le ocasiona darse cuenta de ello.

Después de todo, la melancolía también es desinterés.