Capítulo 1

Cuando has tenido que pasar por una guerra, siendo una de las principales colaboradoras para llevar a la victoria al bando que buscada librar al mundo del mal encarnado, tiendes a ver al mundo con nuevos ojos. Ya no eres más la dulce niña de cabello enmarañado que ingreso a la escuela buscando encajar en aquel universo tan distinto de donde venias. Y, es que, cuando has vivido una guerra llena de muertes y sufrimiento tanto ajeno como propio dejas atrás esa inocencia que la niñez siempre trata de mantener. Eres otra y cierta parte de ti se reúsa a aceptarlo.

Hermione observa el lago negro como si fuera lo más importante que tenía que hacer. Nada la había preparado para la escena que se había encontrado al regresar a la sala común de Gryffindor después de su última hora de clase. Ella sabía que eso tarde o temprano pasaría pero aun así seguía con la esperanza de que al final todo saliera como ella esperaba. Encontrarse a Ronald besando, o más bien comiéndose, a Lavender fue lo que termino por derrumbar su frágil mundo. Todo había terminado con Ron rápidamente la batalla final termino. Él se había dado cuenta de que nada funcionaria entre ellos y rápidamente corrió a los brazos de su familia.

Familia.

Llegó a pensar que en cuanto todo se calmara y el orden volvería a reinar el mundo mágico ella podría ir por sus padres. No todo sale como se planea. Una vez encontró a sus padres se dio cuenta de que ellos ya habían rehecho su vida, incluso su madre estaba embarazada. No podía llegar y arruinarles lo que construyeron sin ella. Resignada tuvo que regresar a Londres a seguir con la vida que la magia le deparaba. Ayudo con la reconstrucción del castillo que era su escuela para unos meses después retomar sus clases y poder concluir su educación mágica después de todo no tenía ya nada que la atara al mundo muggle por lo que ahora solo le quedaba el mundo mágico como su único hogar.

La castaña sentía que al tener a sus dos mejores amigos junto a ella le haría las cosas más sencillas. No fue así. Cada uno tenía sus asuntos y al parecer la soledad de la que ella era presa no era lo suficientemente importante como para prestarle atención. Harry estaba demasiado ocupado recuperando el tiempo con Ginny mientras Ron ¨sufría¨ el acoso de su nuevo club de fans. Por el momento ella no era importante. Por el momento y hasta el presente.

Fue en un momento de lucidez en el que Hermione se percató de que no se encontraba sola en aquella parte del lago. Una bella mujer vestida con un hermoso vestido de campana. Sus ojos verdes la miraban como si ella supiera todo lo que sufría. Con pasos lentos se empezó a acerca a ella, Hermione instintivamente se levantó y retrocedió lo que aquella extraña avanzaba, en uno de esos pasos choco contra el árbol. Ya no quedaba mucho espacio entre ellas fue que pudo notar que la belleza era una de sus características más notorias y que no podría tener más de 25 años.

-Hermione, por fin te conozco-. Supo en cuanto termino aquella frase que nada de eso podría salir bien.

-¿Quién es usted?-. Su voz demostraba una seguridad que en esos momentos no poseía. Con un suspiro bajo la guardia y se dijo que estando en terrenos de Hogwarts no le pasaría nada.

-Eso no importa ahora querido, sólo necesito que duermas-. Las extrañas palabras de la mujer la sacaron un poco de su zona de confort y antes de que lograra asimilarlas sintió como sus tobillos se mojaban. Pequeñas burbujas de agua empezaban a pegarse en ella.

-Pero qué…-. No pudo terminar de hablar porque aquella extraña mujer vestida como si viviera en otra época le había puesto un pequeño pañuelo en su nariz, segundos después ya no era consiente de ella ni de lo que la rodeaba.

-Fue más fácil de lo que pensé-. Dijo la fémina mientras observaba como el agua rodeaba a la castaña para segundos después ser absorbida por el árbol que se encontraba a espaldas de la chica. Bien, las cosas comenzaban a retomar su curso.

-¿No crees que fuiste demasiado ruda?-. La ronca voz de un hombre soplo en su oreja, una linda sonrisa se instaló en sus labios.

-No, así tenían que ser las cosas-. Giro su cuerpo para poder enroscar sus brazos en el cuello del hombre-. Vámonos de aquí antes de que alguien llegue-. Y como si de polvo se tratara fueron desapareciendo al compás del viento dejando el destino de la castaña en manos de Destino.

o.o.o.o.o.o.o

Salazar Slytherin empezaba a preguntar el por qué seguía dando clases en un castillo donde el estúpido de su director se empeñaba en aceptar como estudiantes a seres tan inferiores como lo eran los Mestizos y los indeseables Sangre Sucia que lo único que sabían hacer era causar problemas y poner en peligro a los estudiantes que en verdad querían aprender el arte que era el manejar la magia como un ser. Al parecer él era el único que se daba cuenta de lo que estaba pasando, sus otros tres compañeros eran unos imbéciles que pensaban que con una simple reprimenda todo iba a cambiar. Ilusos.

Godric Gryffindor le había, prácticamente, obligado a acompañarlo al lago negro, de nada valieron las escusas que le dio para evitarlo, al parecer el enorme hombre se tomaba muy en serio el cargo que portaba como director de la escuela de magia y hechicería que era Hogwarts. Sinceramente no entendía como es que él, siendo la antítesis de aquel hombre de cabellera pelirroja, se dejaba mangonear por un tipo sin cerebro como lo era su compañero.

A pesar de todo era un hombre que sabía aprecia la hermosura y el lago negro, esa noche de luna y estrellas, se podía calificar con ese adjetivo sin equivocación alguna. Y fue cuando vio a las lunas el que recordó por qué se encontraban recorriendo el lago a esas altas horas de la noche, y sin haber avisado a las otras dos compañeras de trabajo que tenían, según Godric esa noche seria momento en que el destino de la comunidad mágica cambiara su rumbo. Según lo que las estrellas le habían dicho.

-¡Oh por Circe!-. Exclamó Godric para después salir corriendo del lado de su amigo para dirigirse a las orillas del lago.

Salazar miro al hombre y sólo pudo rodar los ojos, de cierta forma ya se esperaba esa reacción de él, después de todo las estrellas le habían dicho que esa noche era la indicada. En ocasiones, en las que el mundo real le parecía una simple fachada, se ponía a divagar como seria la vida si Gryffindor usara al completo su magia, varios rumores decían que su energía llagaba a igualar a la de Merlín. Bien podría poner al mundo mágico a sus pies, pero no lo hacía. Era un simple tonto que quería la igualdad en las razas. Hipócrita.

Lo vio regresar con algo, o más bien alguien, en sus brazos. El hombre se encontraba con la ropa mojada pero al parecer no le importaba. Simplemente no le quitaba la vista a aquella persona que se había atrevido a interrumpir la agradable noche que estaban teniendo. Mirando mejor se pudo dar cuenta que era una joven en no muy buen estado. El cabello castaño se encontraba hecho un desastre pero aun así podía adivinar las ondas que lo caracterizaban. Sus ropas, al igual que Godric, se encontraban mojadas aunque en un mayor estado. Imperceptibles, pero aun así notorios, varios cortes adornaban los brazos de la chica. No pudo indagar más ya que su compañero paso corriendo al lado de él como si no estuviera presente. Frunció el ceño ante eso.

-¡Vamos, muévete Salazar!-. Gritaba Godric, sentía desesperación ante la situación. Nunca había visto a la chica pero algo en él le decía que tenía que ayudarla. Tal vez ella era de quien las estrellas estaban hablando aquella noche que subió a la torre de astronomía.- ¡Vamos que esperas!

Resignado y algo molesto por el tono en el que se le estaba hablando, Slytherin le siguió esperando que no le entretuviera más y que dejaran a la chiquilla, porque estaba claro que no parecía más grande que alguna de sus alumnas de quinto, en la enfermaría. Cuando llego a dicha estancia le sorprendía la manera en que encontró al director, y fundador, de la escuela. Gryffindor contemplaba a la joven como si fuera una joya y no una intrusa que necesitara de cuidados médicos.

Godric Gryffindor era conocido por la gran bondad de la que era dueño, pero él sabía que eso no era del todo cierto, él era, en cierta forma como todo humano, egoísta por naturaleza, por eso, en cuanto vio a aquella chica tirada a las orillas del lago negro la sintió como suya. Desde ese momento se prometió que la chica no se separaría de él, la protegería incluso de ella misma. Recargo su frente en la de ella para después simplemente recostarla en la cama de la enfermería para que se le realizaran las curaciones necesarias. Dando vuelta para salir del recinto vio a Salazar, por un momento se había olvidado de él. Quitándole importancia salió y se perdió en los pasillos del castillo rumbo a la dirección.

Salazar imito los movimientos de su colega y partió rumbo a sus habitación no sin antes darle una mirada a la chica para después cerrar el lugar. Lo más seguro es que fuera alguien sin importancia.

o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o

Sentía como los delicados rayos del sol delineaban su rostro, pidiendo que abriera los ojos. Con movimientos cansados logro levantar los parpados, dejando ver sus ojos color miel. Incorporándose un poco pudo apreciar mejor donde se encontraba.

La enfermería.

Bien, sí, estaba en ella, pero, lucia diferente. Sabia donde se encontraba, sabía que estaba en Hogwarts, pero a la vez sentía que no. En el lugar solo se encontraba ella, lo cual la confundía todavía más. ¿Dónde estaban sus amigos? ¿La enfermera? Si estaba herida por lo menos esperaba que sus amigos le hicieran compañía. Sin soportarlo más decidió salir de la cama en la que se encontraba, no tardo mucho en ir a saludar al piso.

-Diablos- se quejó al sentir más dolor. ¿Cómo diablos me he lastimado? Se preguntaba la castaña.

En el momento en que trataba de incorporarse, las puertas se abrieron dejando ver tres siluetas. Una de gran porte y considerable estatura, le clavaba sus verdosos ojos, los cuales mostraban una clara preocupación. La siguiente era una mujer bajita y regordeta, de cabello canoso y ojos cafés, los cuales les veían con protección. Y por último un joven algo más bajo que el primero, de cabellos negros y orbes grises, parecía ignorarla, pero llego a percatarse de varias miradas que le mandaba de soslayo, le miraba con curiosidad y cierta indiferencia.

-¡Por Morgana! ¿Pero qué hacer levantada?- pregunto el de cabello castaño con ojos verdes, de un movimiento se acerco y la levanto, posándola de nuevo en la cama.

Hermione simplemente se dejo hacer, algo le decía que no se encontraba en su tiempo, los detalles que podía apreciar le gritaban que ella no pertenecía allí y al ser ya una experta en lo que se refiere a manipular el tiempo solo le restaba averiguar dónde se encontraba exactamente. Dejo que su mirada se perdiera en la vista que le ofrecía la ventana. No encontró la tranquilidad que buscaba. Un indicio más de que era una extraña en aquel lugar.

-¿Quiénes son ustedes?- pregunto la castaña, los dos hombres se le hacían conocidos. Al saber sus nombres lo más seguro es que se pudiera ubicar en las líneas del tiempo, después de todo ella si había pretado atención a las clases de Historia Magica. Los dos hombres la miraban con una curiosidad inmensa. No apartaron la vista de ella hasta que se volvió a verles.

-Sé que estoy en Hogwarts, pero necesito saber quiénes son ustedes- explico la de ojos miel.

Todos los ahí presentes la miraban asombrados. El más alto de los tres fue el que decidió hablar.

-Mi nombre en Godric Gryffindor, mi lady- dijo con voz cauta y con algo de emoción- ella es madame Vera, te ha estado cuidando desde que te encontramos, y por ultimo pero no menos importante, él, es Salazar Slytherin, gran amigo mío- el mencionado simplemente rodo los ojos.

Hermione abrió los ojos como platos al escuchar el nombre de los hombres, que eran nada más y nada menos que los fundadores de Hogwarts. Ahora sabía que estaba en un gran aprieto, tenía que volver a su época, había viajado demasiado tiempo hacia atrás y lo peor de todo es que no tenía la más mínima idea de cómo había llegado a ahí.

o.o.o.o.o.o.o

Hola Gente ._./

Bien, como pueden darse cuenta la historia fue borrada para corregir diversos ¨errores¨ por así decirles. A continuación les diré que fue lo sigue igual y lo que cambio.

1. * En un principio esta historia fue marcada como un Gryffindor/Hermione/Slytherin y hace, creo, que un mes aproximadamente lo cambie por un Hermione/Slytherin bien pues eso nunca debió de ser ya que la historia es de un triángulo amoroso así que la historia vuelve a lo fue en su inicio.

2. *La historia será COMPLETAMENTE EDITADA por lo tanto los capítulos cambiaran pero en esencia serán lo mismo.

3. *No pondré fechas de cuando publicaré (Los capítulos que ya estaban publicados serán colgados más rápido espero que entre esta semana y la que viene ya estén todos) esto se debe a que mi semestre en la universidad es más difícil de lo que espere e.e tengo clases de literatura como para morir leyendo :v Nunca se confíen xD

Bien y por ultimo les quiero hacer una consulta: estoy escribiendo un TOMIONE que no publicare hasta que tenga muchos más capítulos pero necesito que me digan quién será la manzana de la discordia :D pueden ser:

a) *Charlus Potter

b) *Abraxas Malfoy

¿REVIEW?