Rescate
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Manga/Anime: Zetsuen no Tempest (The civilization Blaster)
Personajes: Mahiro & Yoshino
Advertencias: SPOILERS capítulo 6. Ligero slash, están advertidos.
Disclaimer: El manga pertenece aKyō Shirodaira y el anime a BONES y toda su comitiva. Sólo con fines de ocio.
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"El mundo es un telón de teatro tras el cual se esconden los secretos más profundos".
[Rabindranah Tagore]
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Ni siquiera lo había pensado. Dejó atrás el comunicador y el maletín con el arma secreta para rescatar a Yoshino. No tenía una razón específica, tal vez se había acostumbrado a estar a su lado, a tener un apoyo o simplemente porque a pesar de todo lo malo, él era su amigo. Así que corrió entre las filas de los militares arriesgándose entre las balas y los cañones para saltar al vehículo que huía y destrozarlo de ser necesario sólo para salvarlo.
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-¡Mahiro! –le gruñó su acompañante con un rictus de enojo y la mano extendida con un pequeño plato de comida. Le observó por instantes al darse cuenta que estaba concentrado demasiado en sus pensamientos y había olvidado lo demás. Sonrió de medio lado con aquel brillo en los ojos que harían enfurecer más al otro.
No dijo nada, recibió el tazón y dejó que el sonido del repicar de la leña en el fuego fuera la música de fondo.
-Eres incorregible –le escuchó refunfuñar mientras comía sus alimentos.
A pesar de estar en la peor situación las cosas eran iguales. Parecían que estaba en campamento o algo por el estilo.
-Yoshino –le llamó. El castaño lo miró con sus ojos verdes en señal de curiosidad.
-¿Qué?
-¿Sigues enojado?
-No.
La risa brotó de sus labios involuntariamente. Yoshino era infantil cuando se lo proponía. Redujo la distancia entre sus cuerpos, acomodándose a las espaldas del chico quién de medio lado se disponía a dormir.
-¿Qué quieres? –cuestionó el ojiverde al ver como el rubio se acomodaba en su espacio de descanso.
-Sólo un beso –le insinuó seductoramente. Se acercó sin esperar autorización. Juntó sus labios suavemente. Al principio no hubo movimiento, pero no desistió.
-Te odio –fue un pequeño susurro que salió de la boca del castaño antes de ser opacado por sus labios.
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