Cuando las cosas eran tan simples, cuando amar era sencillo, sin ninguna imprimacion, sin miedo a "perder el control", cuando tenía una temperatura normal, y mis pensamientos eran solo míos…
- Hace frió – susurro la chica en los brazos de su novio mirando las olas que rompían en la orilla de la playa.
- Perdón, no traje una manta.
- Esta bien Sam, quisiera ser mas caliente y mantenerme siempre así en estos climas.
Sam se rió por el comentario – seguramente eso seria la mejor solución aquí en La Push.
- Claro que lo seria! – agrego la chica uniéndose a las risas.
Los dos se abrazaron un poco mas para generar calor entre ellos.
- Como en esas leyendas de la tribu y los lobos – dijo Sam recordando las historias que los ancianos le contaban
- Te imaginas, espiando en los pensamientos del resto de la "manada"- hablo con sarcasmo la chica haciendo las comillas en el aire
- Pero no se si soportaría el vivir para siempre, no creo que pueda vivir mucho mas sin ti Leah.
- Awww, Sam esta sentimental hoy.
- Hey!, no te quejes o se ira el amor – dijo el chico colocando una cara triste
- Oww perdón, perdón, te amooo – dijo Leah mientras le daba besitos a Sam – yo tampoco podría vivir sin ti.
Se quedaron sentados solo escuchando las olas y sintiendo el viento que después de un rato no les parecía tan frió… cuando ya comenzó a oscurecer un poco Sam se dio cuenta que Leah se había quedado dormida.
- Seguro fue un día largo para ti hermosa – dijo mientras la cargaba y la llevaba al carro para volver a su casa.
- ¿como llegue aquí? – pregunto Leah despertándose cuando Sam la dejaba en la cama
- Solo duerme Leah.
- No! Quiero decirte algo.
- ¿Que pasa? ¿Anda algo mal? – pregunto Sam un tanto inquietado
- No es nada – dijo ella un poco tímida – Solo quería decirte que te amo.
Sam le dio un corto beso y Leah lentamente volvió a cerrar los ojos
- Yo también Leah, por siempre.
