"La felicidad de la amistad se llama complicidad."
Complicidad
Siempre supe aprovechar mis ventajas como hermano mayor, especialmente en los momentos en que podía hacer las cosas sin mover un dedo gracias a que tú las hacias por mi. Tú siempre estuviste a mis disposición, durante una época siempre hiciste lo que yo quise, como aquellos pequeños hermanos que sienten gratitud al saber que hacen bien el pequeño trabajo que su hermano mayor le ordenó hacer.
La mayoría de las veces eras fácil de persuadir, y admito que gracias a eso durante aquellas lejanas y casi borrosas épocas vivimos grandes aventuras. En nuestros corazones no había diferencias, y nuestras mentes trabajaban juntas para idear planes que nos llevarían a conseguir lo que queríamos.
Como aquella vez que logramos sacar de sus casillas a la cocinera y terminó renunciando. Nuestro premio por aquello fue quedarnos con la cocina y todas sus delicias por un día entero, dado que nuestro padre se enteró de aquella renuncia al otro día.
Pero claro... las cosas cambiaron, y aquellos juegos de niños ya no nos corresponden. Hemos crecido y tenemos que comportarnos como tal. Esta vez sí que nuestros corazones y nuestras mentes se encuentran demasiado distantes como para poder ser cómplices en alguna extraña estrategia una vez más.
Damon Salvatore
