Leve cariño entre hermanos. Sigue tu camino sino te gusta.
— ¿Otro regalo, Shima? — preguntó Aki sentado en el sofá grande, acostado a sus anchas mientras veía como su hermano dejaba una pequeña bolsa de papel colorido, decorada como todas las demás.
—Sí, ¿y Ren? — asintió Shima, dirigiéndose al refrigerador para sacar una soda para saciar su sed.
—Fue con nuestro hermano, tal vez ayudarle con la excusa de no ser útil en esta casa — se sentó con pesadez, volteando a ver a su hermano y haciendo una observación meticulosa de aquel obsequio. — ¿Ahora de quién?
—Una de un curso menor. Admiradora según sus palabras — dejó la lata que había tomado, medio vacía, se acomodó sus lentes y prestó atención a su hermano Aki que no dejaba de mover la mirada de él al regalo. — No te preocupes Aki, sigues siendo popular entre las chicas.
—No es eso lo que me preocupa, sino que, ya veo porque me abandonas y me dejas regresar sólo a casa. Saber que eres remplazado por una acosadora duele, ¿sabes? — dijo Shima llevando su mano al pecho, dramatizando a la vez que avanzaba justo enfrente de su hermano siendo separado por la división de la cocina y el comedor.
—No es una acosadora.
— ¿Entonces? No me irás a decir que ninguna de tus admiradoras no trataron de averiguar de tu vida privada.
Sus miradas se tornaron duras y recelosas, ninguna renegaba que sus vidas antes de vivir con su hermano se basaban en cambiar constantemente de pareja. Hasta ese punto era normal que uno se metiera en la vida de otro por vivir las mismas cosas, ya que se sentían usados por las chicas que lo hacía para llegar hasta su hermano Haru, así que, decidían hacer de las suyas en ocasiones. Pero ahora que su hermano mayor tenía su local y ellos ayudaban en su tiempo libre, las declaraciones de amor no se hicieron esperar y volvieron con todo para los dos hermanos.
Decir que Aki se molestaba por ver que su hermano Shima tenía el doble de "admiradoras" que antes y agregándole que iban al café sólo para verlo o con el pretexto de buscar clases privadas, como anteriormente logró una de ellas, era poco. Probablemente su lado sobreprotector afloró de nuevo, saboteando aquellas dulces pláticas amenas que se daban en el trabajo.
—También las tienes y no digo nada, Aki — desafió Shima, tratando de indagar en lo que decía su hermano.
— ¡Es diferente, Shima! — acercó más su rostro, apoyándose con ambas manos. — Eres MI hermano, no dejaré que una cualquiera te lastime.
—Lo eres para mí también pero no tienes por qué volver a molestarte, nunca dejaría que me hagan daño — con su mano, alborotó los cabellos de Aki — Viéndolo así, digo lo mismo — bajó su palma hasta su mejilla con gesto cariñoso, recordando aquel golpe que recibió por defender a aquella chica de la tienda de animales.
Con un solo movimiento, Aki besó castamente los labios de su hermano sin saber por qué. Shima estupefacto no actuó pero cambió su expresión a una confusa, ¿se le habrá contagiado la actitud de Haru? No le tomó demasiada importancia.
Aki se retiró como si nada al sofá para encender la televisión y cambiar de canales sin pensar en uno en específico.
"¿En verdad pasó lo que…? Bah" pensó mirando la pantalla.
De repente, vio por el rabillo del ojo como su hermano se sentaba junto a él, observándolo.
—Así que esa fue tu respuesta — sin pedir permiso tomó la mano con que Aki sostenía el control remoto — Y esta es la mía — lo jaló con la suficiente fuerza, pegándolo a él.
Repitió la misma acción que Aki pero esta vez llevó el beso más lejos. Hizo que sus manos se posaran sobre su cuello. Shima llevó las suyas a su espalda y torso, dando contados toques. Profundizó el beso, sacando a su hermano un leve gemido.
Esto no estaba bien. Hacía exactamente lo que haría Haru con Ren. Sabía de su extraña relación y la sobrellevaba porque, ciertamente, ellos no tenían lazos de sangre pero aun así eran hermanos. Pero ellos, que llegaran a donde estaban, era una locura.
Con las respiraciones entrecortadas y algo incomodos, se separaron. No se dieron cuenta como terminaron. Aki con la camisa subida y Shima con el cabello enmarañado.
—No le hablaremos a los demás de esto — comenzó Aki.
—No lo haremos. Ya tenemos la suficiente edad para saber que está mal y que no — secundó Shima.
— ¿Y esto está mal o bien?
—A como es la situación, diría más mal que bien.
—Pero no importa, mientras entiendas que eres MI hermano — dijo de manera posesiva. No cedería tan fácil, como siempre.
—Por favor, no queremos otro Haru Junior en casa. Ya tenemos suficiente con éste — fastidiado, Shima acomodó su cabello mientras que en ese momento entraban Haru y Ren, demasiado juntos.
Un claro ejemplo de lo que no ser, pero al vivir con un hermano que prácticamente los besaba desde niños, no se escuchaba tan peculiar en sus vidas, pero era algo que evitarían a toda costa.
El amor siempre toca en la puerta de uno sin avisar.
Podría ser tu turno.
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