En la escuela Iwatobi un gran alboroto se escuchaba en la piscina donde practicaba el equipo de natación, la razón, Rin Matsuoka, el estudiante de Samezuka que algunas veces al mes iba a ese establecimiento, a practicar con sus amigos y antiguos compañeros de equipo. Como era costumbre él y Haruka armaban alguna riña por saber quién era el más rápido… o el más fuerte o el más divertido o el que come más sano… jamás les faltaba un motivo para competir y discutir, lamentablemente Makoto siempre terminaba en medio de sus discusiones, mientras Nagisa reía contemplando el espectáculo y Rei intentaba calmarlos.

Sin embargo a todo ese usual enredo, últimamente se les había sumado el alboroto que las chicas de la escuela armaban por ver a Rin, y es que aquél pelirrojo de sonrisa tiburonesca y músculos marcados se les hacía increíblemente sexy. Así que cada vez que lo veían llegar se abalanzaban alrededor de la piscina a contemplar su nado y gritar como locas cada vez que él ganaba una carrera. Debían observarlo a través de las rejas, ya que al no formar parte del equipo no podían entrar a la piscina. Más de alguna había intentado entrar al equipo de natación, pero fueron rechazadas por Gou al darse cuenta de que no les interesaba nadar sino su hermano.

-Onii-chan voy a prohibirte venir a los entrenamientos!

-Ehhh ¿Por qué?

-¿No lo ves? Todo este lío es tu culpa!

-Así es Rin-san, usted viene a perturbar la paz que solíamos tener…

-Tch…

-Deberías dejar de intentar llamar tanto la atención

-Ehhh retira eso Haru! Yo no intento llamar la atención… sonriendo es solo que no puedo evitar ser tan atractivo…

-No lo eres

-Claro que lo soy!

-Por favor chicos, no discutan!

Rin/Haru: No te metas Makoto!

-Ehhh?

-ajajajajajajajajajaja Mako-chan ya te regañaron!

-No es gracioso Nagisa!

-Sí lo es jajaja esos dos discuten por todo

-Rin-san, Haruka-sempai por favor…

-tch… está bien, ya no vendré más…

-Rin no seas tan dramático… ¿una carrera antes de irnos?

Sonríe -Por supuesto.

Los ojos de Haruka brillaron, ambos se pusieron en posición

-Tú da la señal Gou

-Pero onii-chan! …ok… está bien.

La pelirroja hizo sonar su silbato y ambos jóvenes se lanzaron al agua. En ese mismo instante las chicas alrededor comenzaron a gritar.

-Vamos, vamos, Rin-san, gana, gana, Rin-san! Todas a coro animando a su nadador predilecto.

Al escuchar eso, Rin nadaba más rápido, la verdad ninguna de esas chicas le interesaba, sin embargo no podía negar que ellas aumentaban su ego y su autoconfianza.

Mientras ellos continuaban su competencia, Nagisa se fue las duchas a quitarse el agua de la piscina, luego se disculpó y se retiró a los camarines, había pasado el día esperando una llamada. Al llegar vio una luz parpadeante en su celular, sus ojos brillaron de emoción y tomó el aparato. Era un mensaje de texto:

"Hoy salgo temprano de mi trabajo, reunámonos en el restaurante chino de la avenida principal. Estaré ahí a las 8"

El rubiecito suspiró, hace algunas semanas había conocido a un chico muy lindo y agradable mientras paseaba por la playa.

A veces le gustaba caminar por la orilla y recoger conchitas de mar, mientras jugaba a escapar de las olas. Un día soleado, mientras miraba distraído hacía el mar, chocó con aquel muchacho que trotaba por la orilla, también distraído, mirando el océano.

Flash back

-Auuch!

Con el golpe, Nagisa había caído al suelo.

-L-lo siento!

Hazuki miró molesto a quien acababa de botarlo, era un joven alto, de cabello castaño y ojos café, piel blanca y de contextura similar a la de Makoto.

-Duele…

-De verdad lo siento, me distraje. Le ofrece su mano para ayudarlo a levantarse

-Está bien se levanta yo… también estaba distraído.

-¿Cuál es tu nombre?

-Nagisa

-Lo siento Nagisa-kun, mi nombre es Kaede

El pequeño sonrió algo nervioso.

-ummm ¿Te gusta el helado?

El rostro de Hazuki se iluminó en una muestra de felicidad.

-Sí!

-Bien, entonces como disculpa te invitaré a uno…

Fin flash back

Desde ese día se había mantenido en contacto con aquél chico, hablaban por teléfono y se habían reunido un par de veces. Era divertido estar con él, se llevaban bien, tenían gustos similares, ambos amaban las cosas dulces y también escuchaban la misma música. Hace unos días se había dado cuenta de que Kaede le gustaba, y, al parecer, el sentimiento era mutuo.

Terminó de vestirse y salió, sus amigos venían saliendo de la piscina.

R:Ya te vas Nagisa-kun?

N: sonriendo Sí, hay algo que debo hacer, lo siento.

G: No te preocupes, el entrenamiento ya terminó.

N: Ok, nos vemos chicos!

Todos: Adiós!

Rin: ve con cuidado…

N: Si~!

El pequeño salió apresurado mientras los demás entraban a los camarines.

M: Hace días Nagisa parece distraído…

R: ¿tú también lo has notado Makoto-sempai?

M: Sí, se ve distraído y mira mucho su celular…

Rin: Tal vez tiene una novia

G: ¿tú crees onii-chan?

Rin: claro ¿por qué no?

H: Sería extraño ver a Nagisa con novia…

M: Sí, él me parece tan infantil para eso…

Rin: jaja ¿y ustedes? ¿ya tienen una?

-…

R: las relaciones amorosas no son algo que me interese

H: ¿y tú Rin?

Rin: no, no tengo, hace tiempo tuve pero no duró mucho.

G: ¿de verdad?!

H: claro que no, él solo está fanfarroneando

Rin: ¿Y tú qué sabes ehh?

M: no de nuevo...pensó mientras sonreía nerviosamente ¿Qué tal si nos cambiamos de ropa y volvemos a casa?

G: Es lo mejor, ya vuelvan a sus casas y tú a Samezuka onii-chan.

Rin: Sí, sí, lo haré.

G: Bien, yo me retiro, ya es tarde, nos vemos mañana.

Todos: Adiós!

Luego de vestirse los chicos salieron de la escuela, dirigiéndose a sus hogares.

-Aún no es tan tarde… y no quiero irme a la escuela todavía ¿puedo ir a tu casa Haru?

-Está bien, pero hay caballa asada para cenar.

-Ehhhh? ¿por qué siempre es lo mismo?!

-No es lo mismo, la última vez que fuiste había soba de caballa

-Es igual!

-No lo es

-Etto… yo me despido aquí, hasta mañana.

M: Adiós Rei.

Rin: Que llegues bien.

H: Adiós.

El chico de anteojos, fue a tomar el metro mientras los demás caminaban hacia la casa de Nanase.

-Ven a comer con nosotros Makoto.

Sonriendo -Gracias Haru-chan

-Deja el chan…

Rin dio un gran suspiro mientras estiraba su cuerpo al caminar

-aaah~ estoy cansado y tengo hambre… creo que caballa o lo que sea estará bien. Llamaré a Sousuke para avisarle.

Matsuoka tomó su celular y marcó en número de su amigo.

-Hola Sou

-(…)

-Sí, te llamo para avisarte que llegaré tarde, iré a cenar a la casa de Haru

-(…)

-ehhh otra vez? Tch…

-(…)

-Bien, te aviso cuando salga de su casa y volvemos juntos

-(…)

-ok adiós.

.

.

H: ¿Qué pasó?

-Nada, él está con su novia, últimamente ha tenido problemas por escaparse de la escuela para estar con ella.

M: No sabía que Yamazaki-kun tiene novia.

-La tiene, desde hace un par de meses.

M: ya veo…

H: ¿no te da celos Rin?

-ehhh ¿y por qué tendría celos?

H: Porque él tiene novia y tú no

-Jajaja no, por supuesto que no, yo no soy como él, no me interesa salir con una chica solo para acostarme con ella, si salgo con alguien quiero que sea alguien que me guste de verdad, alguien de quién me sienta enamorado.

H: sigues siendo el mismo romántico de siempre

-Cállate

M: etto ¿Qué les parce si trotamos para llegar más pronto a casa?

-Buena idea Makoto, apuesto a que llego antes que tú Haru!

-Claro que no

Ambos chicos comenzaron a correr tan rápido como podían, Tachibana salió tras ellos.

.

.

.

En el centro de la ciudad, afuera de un restaurante chino, Nagisa esperaba a su cita, eran poco más de las ocho. Estaba algo nervioso porque no había tenido tiempo para cambiarse de ropa y no se sentía cómodo estando vestido con el uniforme escolar, sin embargo, ya era demasiado tarde para preocuparse por eso. Luego de un par de minutos de espera un automóvil se detuvo frente a él. El vidrio del copiloto bajó y pudo ver el rostro del muchacho al que esperaba.

-Kaede-chan!

-Hola Nagisa

-Vas a estacionarte por aquí?

-No, la verdad es que quisiera llevarte a otro sitio, sube.

-Ok

Nagisa abrió la puerta y subió, se sonrojó un poco, era la primera vez que tenía algo que le pareciera una cita, era extraño y a la vez emocionante.

-H-hola ¿Cómo has estado?

-Bien, hoy no tuve clases en la universidad y salí temprano del trabajo, por eso te invité a salir

Sonriendo -Sí… me alegré mucho al ver tu mensaje…

-Ya veo

El muchacho estiró su mano y acarició los claros cabellos de su acompañante.

-Vamos

El joven aceleró y el vehículo comenzó a desplazarse por la ciudad. Luego de algunos minutos salieron del centro. Hazuki miraba por la ventana esperando llegar a algún sitio para ir a cenar, pero se preocupó al ver que estaban yendo a la periferia de la ciudad donde había cada vez menos casas.

-Etto… Kaede-chan… pensé que iríamos a comer algo, pero no creo que encontremos un restaurante por estos lugares… ¿o sí?

-No, no hay lugares así por aquí, iremos al mirador, hay algo que quiero decirte.

El corazón de Nagisa dio un salto …entonces, él se me va a confesar? De verdad está enamorado de mí? Miró hacia el exterior con una sonrisa, se dirigían a un lugar romántico, probablemente cenarían luego de declararse.

Continuaron hasta llegar al solitario mirador ubicado en lo alto de la ciudad, a esa hora, a principios de otoño era extraño que hubiese alguien, y efectivamente, al llegar el lugar estaba desolado. Kaede bajó del automóvil y contempló el cielo estrellado, Nagisa bajó y caminó hasta donde él estaba, mirando con su rostro lleno de felicidad el hermoso cielo que brillaba sobre ellos.

-Es tan lindo…

-Lo es, pero no más que tú

-K-kaede-chan…

Nagisa volteó a mirarlo.

Pero jamás imaginó lo que vendría. Alcanzó a verlo a los ojos cuando el rostro amable de ese chico cambió a una mueca de maldad. Un fuerte puñetazo golpeó el rostro de Hazuki arrojándolo al suelo.

Un chillido de dolor salió de los labios del menor

-A-auuu~ due-le

Lagrimas cayeron por el rostro del pequeño, mientras intentaba levantar su cara y mirar a quien acababa de golpearlo, intentando saber el por qué.

-Pequeño idiota…

-K-kaed..?

Se acercó al muchachito en el suelo y le dio una fuerte patada en el abdomen

Nagisa gritó de dolor

-Ahhhhh llorando no… no po-por favor…

-¿Creíste que tu me gustabas?... Pobre iluso…

-Po- por qué…?

-Te traje aquí por un motivo, es un sitio solitario, nadie vendrá a ayudarte cuando me apodere de tu culo…

El pequeño abrió grandemente sus ojos, su rostro reflejaba miedo y su corazón latía desbocado, jamás tuvo tanto miedo como en ese momento. Sintió los pasos acercándose, miró al hombre que venía hacia él.

-N-no po-por fav-or no

Kaede sonrió.

-Que hermosa expresión, tu rostro lleno de miedo, tu llanto…

-Auxiiiiiiliiiiiooooooooooooo!

Nagisa gritó desesperado y en ese instante otro puñetazo llegó a su rostro, haciendo que el grito se transformara en llanto y chillidos de sufrimiento… Comenzaba a sentir calor y dolor en las zonas golpeadas, sentía como algunas gotas de sangre caían al suelo desde su rostro y su mejilla izquierda comenzaba a hincharse..

-ah… anh no… no~

El hombre lo tomó fuertemente por las muñecas, inmovilizándolo, luego, entre tirones y golpes comenzó a quitarle los pantalones, los zapatos, la ropa interior. Nagisa luchaba con todas su fuerzas, lloraba, gritaba e intentaba zafarse, pero solo lograba que más golpes llegaran a su cuerpo y que sus fuerzas se fueran agotando.

Entre llanto -Noooo~~~ no~~

Cuando terminó de desnudarlo, el hombre tomó un trozo del desgarrado pantalón escolar y lo metió en la boca del menor. Luego de eso lo puso hacia abajo y escupió el trasero del muchacho, se bajó su propia ropa interior y sin ninguna delicadeza metió su miembro en el ano de Nagisa. Esté ultimo sintió como esa masa de carne se abría paso en su interior, haciendo que un enorme dolor recorriera su cuerpo entero, haciéndolo gritar desesperado, a todo el volumen que sus pulmones daban.

Sin embargo con la tela enrollada en su boca el sonido que salía al exterior no sería oído por nadie.

-oh vaya… como pensé, un culito virgen..

Nagisa cerró sus ojos lleno de asco y tembló, desesperado por el caos de sensaciones desagradables que estaba experimentando. El hombre empezó a moverse dentro de él, excitado por la desesperación y el sufrimiento que estaba haciendo sentir a su víctima. Comenzó a insultarlo y a hacer mofa de su situación. Tiró de su cabello, volvió a golpearlo, lo llamó perra, lo llamó estúpido, intentado humillarlo en todas las formas posibles. Por su parte el muchacho estaba enloqueciendo, de dolor, de asco, de impotencia. Estaba siendo violado y no podía defenderse, había sido golpeado y no había podido devolver ni un solo golpe, había confiado en alguien y fue brutalmente traicionado.

En medio de su angustia y de su llanto, las fosas nasales del pequeño comenzaron a congestionarse, lo que sumado a la bola tela tapando su boca, hacía que fuese muy difícil respirar. Usando su lengua intentó sacar aquel trapo, sin embargo, no alcanzó a quitarlo por completo cuando perdió la consciencia por la falta de oxígeno.

Tal vez fue lo mejor, hubiese sido aún más traumático sentir como ese hombre, en el que alguna vez confió, gemía de placer a costa de su sufrimiento, y acababa en su interior luego de penetrarlo sin importarle el daño que estaba causando.

Satisfecho, Kaede salió de él y se dio cuenta de que el chico se había ahogado. Se levantó, acomodó su ropa y lo miró con desprecio.

-… pobre tonto.

Creyéndolo muerto arrojó el cuerpo entre los matorrales, junto los restos de ropa y la mochila, alejado de la terraza y del espacio donde los automóviles se estacionaban. Observó que no hubiese rastros visibles del delito y subió a su auto, marchándose del lugar.

En casa de Haruka

-Ahhh suspira estuvo delicioso Haru… eres un chef estupendo.

Rin estaba feliz, había conseguido que su amigo le preparara una hamburguesa casera en vez de caballa. Luego de comer sonreía contento, recostado sobre el sofá.

-Vas a engordar si te acuestas luego de comer.

-Na es sólo un momento, ya debo ir a Samezuka…

-Irás con Yamazaki-kun?

-No lo sé Makoto, él dijo eso pero últimamente no confío demasiado en su palabra…

En ese momento el celular del pelirrojo vibró. Era un mensaje de Sousuke:

"Lo siento Rin, tuve que volver antes, el inspector estaba buscándome. Tú también vuelve pronto, al llegar me preguntó por ti, le dije que estabas en una reunión con los de Iwatobi".

-Tsk… como pensaba, volvió a la escuela solo.

-¿Quieres que te acompañemos?

-No es necesario, pero gracias, tomaré un taxi.

-Ok

-Bueno, entonces iré, que estén bien, gracias por la cena Haru, estuvo deliciosa.

-De nada

-Nos vemos

Matsuoka salió de la casa y llamó un taxi. Mientras esperaba, caminó hasta una placita cercana y llamó a Nagisa, tenía un mal presentimiento sobre él desde que salió de la escuela esta tarde. El tono marcó varias veces pero el rubiecito no contestó. Rin comenzó a preocuparse, volvió a llamar.

Muy lejos de allí el celular de Nagisa sonaba, pero su dueño aún estaba inconsciente. Lentamente aquel sonido despertó los sentidos de Hazuki, quien llevó con dificultad una mano a su boca y terminó de sacar aquel trapo sucio que la obstruía. Por fin pudo tomar el aire suficiente, respiró profundo, un escalofrío dolorido recorrió todo su cuerpo, recordando de pronto todo lo ocurrido… su pecho se contrajo de angustia. Reconoció el sonido de su celular, abrió sus ojos con dificultad, aunque solo podía ver con el derecho, el lado izquierdo de su cara estaba tan hinchada que no podía abrir el otro ojo. Miró alrededor intentando localizar el sonido, vio que su mochila estaba a unos metros de él, pero el sonido se detuvo. A pesar de eso necesitaba su celular, necesitaba ayuda, necesitaba salir de allí lo más pronto posible. Intentó moverse, un quejido salió de su boca, sentía dolor en cada centímetro de su cuerpo. Con mucha dificultad comenzó a desplazarse, no podía ponerse de pie, era imposible, estaba consciente de aquello, así que comenzó a arrastrarse. El aparato empezó a sonar nuevamente. Se arrastró desesperado hasta alcanzar su bolso, sus débiles dedos no podían abrir rápidamente el cierre pero por un destello de suerte el celular estaba en una orilla y con solo abrir unos centímetros pudo sacarlo. Contestó.

-Nagisa!

Era Rin, su voz sonaba enojada al otro lado del teléfono.

-R-ri-rin… chan

La voz del pequeño era casi inaudible, había gritado tanto que estaba afónico y solo podía emitir un hilo de sonido al hablar.

-¿Nagisa estás ahí? Nagisa?!

-Ri-n

-¿Qué demonios te pasó? ¿Por qué no me contestabas?

-ayu- ayuda

"Ayuda" en un susurro Rin pudo escuchar que su amigo pedía ayuda, su corazonada era cierta, algo muy malo le había pasado al pequeño rubio.

-¿Dónde estás?!

-mi- ra…dor

-El mirador?

-S-sí

-Voy, voy en seguida, Nagisa espérame, voy en camino.

Rin cortó, sus manos temblaban

Que mierda fue lo que te pasó…esa voz, apenas hablas… es por llorar? Por gritar? Nagisa ¿Qué tienes?...

Miró al horizonte, el taxi aún no llegaba.

Maldito cacharro apúrate!

Llamó nuevamente a la empresa de taxis

-Aló?

-¡¿a qué hora llega ese estúpido vehículo?!

-Señor va en camino

-¡Ya llevo mucho tiempo esperando y no llega!

-Disculpe las molestias llamaré al conductor

En ese momento el automóvil llegó

-No, no es necesario está aquí corta

El pelirrojo subió rápidamente, el chofer pudo ver su rostro lleno de nerviosismo.

-Buenas noches señor

-Lléveme al mirador que está en las afueras, es urgente, por favor!

-Como guste.

El conductor arrancó.

Rin miraba nervioso por la ventana, apretaba sus puños, enojado consigo mismo por no haber llamado antes a su amigo, asustado al no saber qué es lo que le había sucedido.

Mientras tanto Nagisa seguía tendido en el suelo, con el teléfono en la mano, con su rostro en la tierra. Apretó sus ojos con rabia, con tristeza, intentando contener sus lágrimas. Jamás se sintió tan humillado, tan desolado, tan sucio. En ese instante sintió temor, Rin lo vería en ese estado… ¿y sus padres?, ¿qué iba a decirles?... y… ese maldito Kaede…

El pequeño rubio era una persona alegre, bondadosa, nunca había sentido odio, porque en su mente solo había espacio para divertirse y sonreír. Sin embargo por primera vez podía decir que odiaba a alguien, odiaba a Kaede con toda su alma.

Intentó cambiar de posición pero su cuerpo dolía como el infierno, quería cubrirse, estaba sintiendo tanto frío, pero ya no le quedaban fuerzas para alcanzar aquellos trapos rotos que antes habían sido parte de su uniforme escolar. Así que ahí, tendido, esperó.

Los minutos avanzaron y Rin ya no daba más de nerviosismo.

-Puede ir más rápido?!

-Lo siento, no puedo sobrepasar el límite permitido, pero tranquilo, ya estamos muy cerca.

Efectivamente pasaron una colina y llegaron, Rin bajó desesperado mirando en todas direcciones, pero no lo veía

Gritando -Nagisa! Nagisaaaaaaa!

Pero no hubo respuesta, sin embargo escuchó algo moverse entre los matorrales. Encendió la linterna de su celular y comenzó a alumbrar en dirección a los arbustos. Una vez más sintió que algo se movía. Comenzó a caminar hacia ese sonido.

-¿Nagisa? ¿Eres tú?...

El pelirrojo avanzó entre las matas, iluminando con su teléfono. Lo que vio lo dejó sin palabras. Unos metros más allá vio un bulto tendido en el suelo, parecía un cadáver.

-Nagisaaa!

Corrió hasta él. Al llegar a su lado se quedó de piedra.

El chico estaba desnudo de la cintura para abajo, la parte de arriba estaba sucia y desgarrada, tenía incontables moretones por todo el cuerpo, había sangre en sus piernas, en su trasero, en su cara, tenía el rostro hinchado y sucio, de lágrimas, mucosidades y tierra.

Cayó de rodillas a su lado, y con las manos temblando tocó el rostro del menor.

-¿Quién te hizo esto?

-Ri… Rin… chan…

Al ver al pelirrojo Nagisa no pudo contenerse, sus ojos se llenaron de lágrimas y comenzó a llorar, con tanta tristeza, tan devastado. Rin también lloró al verlo, estaba impactado, triste y furioso, mataría a aquél que se atrevió a hacer algo así.

Gritando -Ayudaaa!

El chofer acudió al llamado de Rin, quedando tan sorprendido como el pelirrojo al ver la escena.

-Por favor, tome esa mochila y abra la puerta de vehículo, debemos ir al hospital.

-S-sí

Rin tomó en brazos al menor, él se quejó, entre sollozos. Con la vista nublada por las lágrimas, Matsuoka caminó hasta el automóvil, pero al entrar e intentar sentarse, con el chico en su regazo, sintió como este temblaba. A causa de los movimientos, Nagisa había sentido correr entre sus piernas restos de semen. Tembló, sintiendo escalofríos, sintiendo asco de sí mismo.

Con un hilo de voz

-E-estoy sucio… no deberías tocarme…

Rin lo miró y se dio cuenta a lo que se refería. Sin decir nada, se acomodó en el asiento posterior y le indicó al conductor que lo llevara al hospital, tan rápido como fuera posible. Considerando la emergencia, esta vez manejó a toda velocidad.

Matsuoka miró a su amigo, jamás sintió tanta rabia como en ese momento, el cuerpo de Hazuki estaba destrozado, su cara de niño alegre ahora era una mueca de sufrimiento. Sacó un pañuelo y con mucho cuidado comenzó a limpiarle el rostro. Luego, con el mismo cuidado se quitó la chaqueta y cubrió sus piernas.

-Se… va… a ensuciar.

-Shhh… descansa, hace frío, debo cubrirte…

El rubiecito lo miró, su rostro era la de un animalito agonizante. Rin comenzó a sollozar.

-Perdóname… Nagisa… llegué tarde…

-Es mi… culpa

-No hables… descansa… yo estoy aquí contigo, no voy a dejarte ¿vale? Me voy a quedar contigo en el hospital también, así que por favor, solo cierra los ojos.

Nagisa obedeció, Rin comenzó a acariciar su pelo. Cuanto habrás gritado pidiendo auxilio? Tu voz es apenas audible… y tu cuerpo… mierda ¿por qué no llamé antes? ¿Por qué no te detuve esta tarde? Por… por qué alguien haría algo como esto?...

Los escasos minutos que demoraron en llegar al centro asistencial parecieron horas. El pelirrojo bajó del automóvil con cuidado, por la condición de su amigo y porque este se había desmayado nuevamente. Fue ayudado por el conductor quien lo acompaño hasta emergencias. Rin ingresó gritando.

-Necesito ayuda! Traigo un herido!

Una de las enfermeras salió a ver qué sucedía, mientras las demás personas miraron horrorizados al chico que Rin tenía en brazos.

-Ven, pasa por aquí lo atenderemos de inmediato. Llamen al doctor Laird!

Matsuoka caminó por uno de los intrincados pasillos hasta llegar a una sala, allí le indicaron que dejara al chico en la camilla, boca abajo. Así lo hizo. La enfermera comenzó a examinarlo. Le quitó la chaqueta que cubría la parte inferior de su cuerpo.

-Oh por dios, es una violación, una terrible.

Rin sintió nauseas. Ahora con la luz adecuada pudo ver la gravedad de las múltiples heridas de su amigo.

-¿dónde lo encontró?

-hey ¿Dónde encontraste a este chico? ¿Es algún familiar?

-Lo-lo encontré en el mirador que hay en las afueras de la cuidad, él es mi amigo…

-Ok, ahora debes salir, debo curarlo, uno de los paramédicos tomará tus datos y los del muchacho, debes contarle lo que pasó.

Rin salió, en shock, estuvo un rato sentado, mirando a la nada. Luego se percató de que el conductor que lo había llevado estaba en la entrada, caminó hacia él, le agradeció y le pagó por su servicio. Luego fue llevado por uno de los paramédicos a una sala donde tomaron algunos datos de rigor mientras llamaban a la policía.

-Necesito avisarle a la familia.

-Oh por supuesto ¿tiene el número?

-N-no revisaré en el celular de Nagisa.

Rin inspeccionó la mochila del chico, pero no encontró el aparato.

-Debió perderlo… no está.

-De acuerdo, esperemos a la policía, ellos los contactarán.

-Ok... yo… ¿puedo ir a verlo?

-Debes esperar un poco, necesitamos que des testimonio de lo que pasó.

-Pero ya le dije, yo no sé lo que ocurrió, yo solo fui cuando él me pidió ayuda y lo encontré así…

-Lo sé, pero es el protocolo. Llegarán pronto, cuando despierte ellos hablarán con él.

Alrededor de media hora después, la policía llegó. Rin les contó de lo que él sabía, luego de eso pidió que se contactaran con la familia Hazuki para contarles lo sucedido. Al terminar con las acciones de rigor, el pelirrojo pidió que lo dejaran estar con su amigo. Por suerte, se lo permitieron.

El pequeño había sido cambiado a una habitación individual donde estaría hospitalizado hasta su recuperación. Al entrar, Matsuoka vio que lo habían limpiado, ahora estaba vendado y conectado a algunas máquinas.

-¿E-él está bien?

-Sí, lo que tiene conectado al brazo es suero, le pusimos algunos medicamentos para bajar la inflamación y para que duerma tranquilo hasta mañana. ¿Te quedarás con él?

-Sí, estaré aquí al menos hasta que lleguen sus padres.

-Ok… yo, realmente lo siento. Tendrás que apoyar a tu amigo, él sufrió una situación muy difícil, será complicado de superar…

-Sí… lo sé…

-Bien, te dejaré a solas con él, toca el timbre si necesitas algo.

-Ok.

La enfermera que lo había recibido al llegar, salió de la sala. Rin caminó hasta ubicarse al lado de Hazuki. Estaba dormido, su rostro se veía más tranquilo, pero su cuerpo seguía lleno de heridas, solo que ahora estaban vendadas. Tomó una de sus manos y la acarició con cuidado.

-Perdóname…

Matsuoka se sentía culpable, de haber llegado tarde, de no haberlo acompañado, de dejarlo salir esa tarde sin siquiera preguntarle a donde iba… comenzó a sollozar.

-Perdóneme, Nagisa… lo siento tanto… pero, ahora estoy a tu lado, y cuando despiertes, seguiré aquí, contigo, no voy a dejarte solo, lo prometo… vas… vas a superar esto… yo te voy a ayudar. Pero ahora… solo descansa, estaré aquí cuidándote.

El pelirrojo se quedó ahí, acariciando la mano de aquél chico, pensando en las veces que lo había ignorado por estar enfrascado en sus eternas discusiones con Haru, prometiéndose a sí mismo que no volvería a dejarlo solo, que haría hasta lo imposible por verlo recuperado, por borrar sus lágrimas y hacer que vuelva a sonreír.