Antes de nada perdon por esta burrada de oneshoot. Ya aviso de que es una burrada asi que nada de quejarse despues.


En algún lugar de Venture falls se hallaba Toby Tripp, el señor del mar de 17 años.

Toby estaba solo en casa, descansando en el sofa del salon mientras hablaba solo.

- Soy joven, - Murmuró con un tono pícaro. - soy guapo, soy talentoso, deportista, inteligente, y sobretodo atraigo más que nadie a las pivas. Chúpate esa, papá. Pero... Lo único que se me da mal es encender la tele. Me da mucha pereza levantarme a encenderla, el botón está muy lejos y el mando está estropeado.

El pobre no sabía que hacer. Era tan vago, que una vez ganó un concurso de vagos simplemente sentándose en una silla y mirando al suelo durante unas siete horas. El premio era una Nintendo con un juego de Pokémon, pero como no era de gormiti, pues no le atraía mucho la idea.

En todo el drama de levantarse o seguir mirando al suelo durante otras siete horas, se dió cuenta de que en una mesa había un pequeño mando con un único botón que jamás había visto. Lo cogió y lo miró durante unos instantes, preguntándose que hacia eso allí.

- ¿Qué pasará si pulso este botón...? - Se auto-preguntó mientras lo pulsaba con vagueza.

Instantaneamente, su cuerpo viajó a través del espacio-tiempo venciendo todas las leyes de la gravedad de Newton, de Mozart y de Adolf Hitler. Espera... Creo que esto no iba aquí. Corta esa parte. Mientras seguía en una especie de brecha inter-dimensional, la cual no era muy acogedora, se dio cuenta de que allí había una chica que le resultaba familiar.

- ¡Jess! - Gritó Toby. - ¿Qué haces aquí?

-Osea tío, pues es que me encontré un mando super chupi en mi habitación y pulsé el botón que tenía. Es que como era rosa, no pude resistirme. - Dijo con un tono pijo la rubia de bote.

Antes de que Toby pudiera responderle, su cuerpo abandonó la brecha inter-dimensional y llegó a un lugar bastante extraño. Estaba en una especie de jungla con un camino que nunca se acababa y que siempre se veía al horizonte. Una extraña música de fondo sonaba. Estaba allí solo y sin saber que hacer, hasta que de repente, el joven escuchó dos voces.

- ¡Hola! - Pronunció una niña de baja estatura de cabello castaño que llevaba a la espalda una mochila morada. - ¿Sabe como llegar al Monte Escarpado?

- ¡Sí, sí! Necesitamos llegar allí pronto, o si no nos perderemos la fiesta de cumpleaños de Juana la Iguana. - Le acompañó una especie de mono azul que llevaba unas botas rojas.

Ese mono no tenía para nada un sentido de la moda. Si Jess le hubiera visto, le hubiera arrancado todos los pelos azules. Pero en fin, que me voy por las ramas. ¡Ja-Ja! ¡Por las ramas! ¡Es gracioso porque es un mono...! ... ... ... Vale, ya me voy...

Toby los observó unos instantes, justo antes de que sonara una especie de canción infantil. Una voz de fondo cantaba incesantemente: "¡Dora, Dora, Dora la exploradora! ¡Dora! ¡Dora la la la con Botas!"

La niña y el mono arrastraron a Toby a todo tipo de lugares mientras sonaba esa estúpida cancioncita pegajosa. Es más, después de toda esta historia, Toby estuvo cantándola durante cinco meses inconscientemente. Tuvo que ir a ver a un psicólogo para que le ayudase.

Cuando la canción dejó de sonar, Toby suspiró. Era demasiado vago para ir dando esos saltitos por la jungla. Ahora estaban justo en frente de una verja cerrada. La niña empezó a decir cosas sin sentido como "¡Oh, no! Está cerrada. ¿Y ahora cómo iremos al Monte Escarpado?"

- ¡Pues abriéndola! - Gritó Toby..

La niña llamó a su mochila, la cual estaba a su espalda, y esta empezó a levitar o algo así mientras cantaba algo como: "Mochila, mochila. Mochila, mochila. Todo lo que quieras estará dentro de mí lalala" En fin, ante la sorpresa de Toby por que esa voz era la misma que la sulla. No se imaginaba a él mismo cantando esa canción con su voz. Fue un shock, así que al poco tiempo de escucharla se desmayó.

Al despertar, se encontraba en una especie de plató de Telecinco. Lo sabía porque estaba el logo de la cadena en grande en una pared. Avanzó unos pasos hasta encontrarse en el centro de un escenario en el cual había un montón de personas insultándose, peleándose y discutiendo por cosas sin sentido. Parecía ser un programa de televisión.

- Bueno, y hoy tenemos como invitado especial a Toby Tripp en Sálvame Deluxe. - Dijo el presentador mientras se acercaba a Toby con un micrófono. - Tome asiento, por favor.

Toby se sentó nervioso, estaba saliendo en la televisión y no se había puesto sus tres kilos de maquillajes diarios. El tío es tan vago... En fin, una mujer rubia cuyo nombre era Belén Esteban se levantó de su silla y empezó a acusar de cosas sin sentido a Toby.

-¡He visto como te besabas con Gina mientras Jessica estaba comprándote unos macarrones en el Mercadona! - Gritó La Princesa del pueblo.

Toby intentándose defender de todas aquellas acusaciones, se unió al "debate". Y con debate quiero decir pelea de monos, pues solo saben insultarse y discutir para salir en la televisión. Aunque si un mono saliera en la televisión peleándose con otro mono, si que tendría éxito, si que lo tendría...

Tras todas aquellas discusiones por cosas sin importancia, argumentos que daban pena, insultos fuera de la raya y una que otra cabeza volando por ahí, Toby se volvió a desmayar.

Aquella vez estaba en el sofa de su casa, aunque sin el mando, rejuvenecido a los trece años con sus amigos al lado y Razzel hablando de una piedra sulfurea.

- Dios... - Murmuró aturdido. - E vuelto al primer episodio de Gormiti.

¿Continuara...?


Lo se, lo se burrada total, pero tienen que reconocer que a tenido su gracia.