El Potterverso pertenece a J. K. Rowling.
Este fic participa en el Minirreto de octubre para la Copa de la Casa del foro Provocare Ravenclaw.
Riddikulus
o—o
—Va a ser genial.
Es como la vigesimoquinta vez que Fred repite eso. George está de acuerdo, pero en lugar de decirlo cada medio minuto prefiere emplear sus energías en limpiar lo que en unos días será la parte más reservada de Sortilegios Weasley. No es que Fred se esté rascando la barriga, pero pierde fuelle por la boca.
—Voy a ponerme con el sótano—anuncia George. Le cuesta estar haciendo lo mismo durante mucho rato. Prefiere llevar varias cosas a la vez, para ponerse con una cuando se aburra de otra y terminarlas más o menos a la par.
El sótano tiene tanto polvo que George necesita varios hechizos para poder entrar sin estornudar tres veces por segundo. Frotándose la nariz, camina entre las torres de cajas apiladas, preguntándose por dónde empezar.
Un destello rojizo en un rincón llama su atención. George se acerca y descubre, tras una enorme caja, el cadáver de su hermano gemelo.
No atina a acercarse, pero tampoco puede retroceder. Observa el rostro de Fred, que tiene los ojos cerrados y gotas de sangre confundiéndose con sus pecas, el charco de sangre que hay bajo él; y es como si todo el mundo desapareciera. No nota el suelo bajo él, pero no consigue caer. Se ha quedado suspendido, atrapado en mitad de una nada de la que no tiene forma de huir.
Está muerto, piensa, y siente que el terror lo ahoga.
—Eh, George, ¿necesitas ayuda ahí abajo?
Algo se pone en marcha en el aturdido cerebro del joven. La voz de Fred proviene de arriba, de la tienda. No de... no de lo que tiene ante él. Aun así, necesita unos segundos para comprender qué es eso que tanto se parece a su hermano. Alza la varita, que tiembla entre sus dedos.
—¡Riddikulus!
El Fred muerto se incorpora y lo mira con una sonrisa burlona en el rostro.
—¡Has picado!—exclama—. Inocente...
o—o
Respirar ha perdido toda su importancia. Comparado con eso, con la mirada vacía y la sonrisa eterna de Fred, la falta de oxígeno es un mal menor. George se deja caer de rodillas a su lado y le acaricia el pelo, temblando violentamente.
No llora. No puede hacerlo. En su mente, repite una y otra vez el mismo hechizo, a la espera de que dé resultado.
Riddikulus.
Pero Fred no se levanta riéndose de él. Nunca lo hará.
Notas de la autora: El fic tiene, si word no engaña, 397 palabras, así que estoy dentro del límite. En otro orden de cosas... escribir esto me ha deprimido. Así que voy a atiborrarme de chocolate para superarlo.
En fin, ¿qué os ha parecido?
