Título Original: Bodyswitch

Renuncia: Esta historia está basada en personajes que han sido creados y pertenecen a JK Rowling, varios editores incluyendo entre otros Bloomsbury Books, Scholastic Books, Raincoat Books, Warner Bros. Sin ánimo de lucro y sin intención de infringir la propiedad del autor.

Nota del autor: Nueva historia ^^ He tenido esta idea en mi cabeza desde hace un tiempo y siempre que escribía algo, me olvidaba de ello y volvía después para añadir cosas. De todas formas, esta historia está ya casi completa. Va a tener al rededor de 50.000 palabras. Ya he escrito 40.000, supongo. Así que las actualizaciones deberían ser regulares... a menos que me entre un ataque de pánico y crea que es una mierda. Los reviews serán, claro está, muy apreciados :)

SOBRE LA HISTORIA: Este capítulo comienza al final del libro siete. Voldemort ataca Hogwarts mientras Harry, Ron y Hermione intentan desesperadamente encontrar la Tiara de Ravenclaw y una forma de destruir el Horcrux de la Copa de Hufflepuff. Hasta donde yo recuerdo, Harry fue él solo a buscar la Tiara. Mientras tanto, Hermione y Ron de alguna manera (fuera de pantalla) llegaron hasta la Cámara de los Secretos para destruir la Copa.

COMIENZO DEL AU: En mi historia, mientras Harry intenta encontrar la Tiara, Ron y Hermione se separan. Ron baja corriendo hacia la Cámara y Hermione intenta encontrar el último Horcrux: Nagini. Y ahí es donde el capítulo 1 comienza:

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Capítuo uno: La Batalla de Hogwarts.

Hermione corria frenéticamente por el pasillo. No podía creer que esto estuviera pasando realmente. Era peor que cuando Harry y Ron y ella misma tuvieron que volar sobre la espalda de un dragón para poder escapar de Gringotts. El aliento de Hermione se aceleró mientras empuñaba fuertemente la varita en su mano y avanzaba a través de Hogwarts. Necesitaba encontrar a Nagini. Esa estúpida serpiente podría estar en cualquier parte. Hermione se precipitó al girar en un esquina, casi tropezándose con los escombros en el suelo. Ciertamente, Hogwarts había recibido un gran golpe esta vez. Con lágrimas en los ojos, Hermione esperaba que Ron estuviese bien. Su siempre ocupado cerebro la obsequió con la imagen de su amigo muerto en la Cámara de los Secretos, con la Copa de Hufflepuff intacta en sus frías manos. Maldito seas, Voldemort, maldijo Hermione en su cabeza. Pero tenía que ser optimista. Ron tenía que estar bien. Y Harry también. Sólo tenían que destruir los últimos Horcruxes. Pan comido, pensó, ignorando el matiz sarcástico de su propia mente. Es por eso que se habían dividido. Ron destruiría esa estúpida copa, posiblemente Harry ya habría encontrado la Tiara de Ravenclaw... y Hermione necesitaba llegar hasta Nagini.

"Vamos, Hermione." Se animó a si misma.

En la distancia podía oír la batalla. El miedo se asentó en su estómago. Había tantos de sus amigos ahí fuera, luchando por sus vidas. Estaban tan cerca de la victoria. Pronto Voldemort volvería a ser mortal. Esa pequeña esperanza acababa de instalarse en la cabeza de Hermione cuando una maldición pasó zumbando junto a su cabeza, fallando por centímetros.

"¡Mierda!"

Se lanzó hacia el lado, alzando simultáneamente su varita hacia el Mortífago frente a ella. Su máscara blanca resplandecía misteriosamente en la oscuridad, mientras que el resto de su cuerpo estaba cubierto por una capa negra. Rápidamente, Hermione agitó su varita a través del aire y lanzó una amarillenta maldición hacia él. Estaba bastante segura de que habría golpeado su objetivo si no la hubiera distraído un segundo Mortífago que apareció de la nada. El Mortífago atacó y aunque Hermione fue capaz de alzar un escudo, su maldición la lanzó contra la pared.

"¡Maldición!" espetó airadamente, tratando de volver a levantarse. Con la varita en la mano, se giró hacia los Mortífagos. "¿Pero por qué estáis aquí dentro? La batalla es fuera."

Uno de los Mortífagos, cuya máscara estaba parcialmente ennegrecida por el hollín, se encogió de hombros. "Estamos... eh... ¿dándoles apoyo moral desde aquí?" Ante la mirada dudosa de Hermióne añadió altaneramente, "Estoy seguro de que los demás ganarán sin nosotros."

El otro Mortífago asintió con entusiasmo. "Nadie va a notar que nos hemos ido."

Hermione dejó rodar sus ojos y murmuró, "Malditos vagos." mientras blandía su varita. Su magia se enroscó al rededor de los trozos de piedra rotos esparcidos por el pasillo. Hermione alzó la varita y pudo sentir la tensión de su magia mientras las piedras se elevaban en el aire. Y con otro golpe de varita éstas se precipitaron contra los dos Mortífagos. Viendo que su final se aproximaba, ambos blandieron salvajemente sus varitas. Los dos consiguieron alzar sus escudos a tiempo, pero el que el tipo de la máscara cubierta de hollín había conjurado era bastante endeble. Hermione observó como uno de sus proyectiles atravesaba aquel escudo tan fino como el papel y se estrellaba en el lado derecho del hombre. Éste lloró al sentir el dolor de los huesos rotos y fue arrojado lejos, con la varita perdida entre tanta destrucción.

"¡Avada kedavra!"

El corazón de Hermione se saltó un latido mientras la maldición verde se precipitaba hacia ella. Estuvo cerca, pero fue capaz de esquivar su trayectoria. La luz verde chocó inofensivamente con el suelo de piedra. Con una mano tambaleante, Hermione alzó su varita y lanzó una furiosa maldición hacia el Mortífago restante. Sin embargo, aquel tipo parecía tener talento y con un golpe de varita canceló el ataque. Hermione se levantó y sacudió el polvo de su hombro mientras fulminaba con la mirada a aquel Mortífago

"¿Y ahora qué?" dijo el hombre con desprecio. "¿Te has quedado sin ideas?"

"Eso quisieras tú." Gruñó Hermione en voz baja.

Aún sujetando firmemente su varita, cruzó los brazos frente a ella. Su magia siguió su guía y ansiosamente se reunió en su interior hasta que fue una furiosa tormenta sobre la que Hermione apenas podía reinar. Entonces extendió bruscamente hacia los lados. El movimiento activó la magia que barrió el pasillo como una onda de choque, dejando tras ella profunda grietas en el pétreo suelo.

Hermione observó como su podersosa magia chocaba estrepitosamente con el Mortífago. Éste fue arrojado hacia atrás y casi cayó por un enorme agujero que había en la pared exterior, pero consiguió agarrarse bien. Finalmente, con un tajo de su varita, fue capaz de apartar el ataque de Hermione, que se esparció suavemente a su alrededor. Al menos había conseguido hacerle un profundo corte que hacía brotar la sangre del brazo con el que sujetaba la varita. Hermione sonrió.

"Estúpida Sangre Sucia." Escupió el Mortífago.

"Oh, de repente sabes quién soy, ¿no?" Preguntó burlonamente Hermione.

El hombre alzó su varita y siseó. "Mi Amo me recompensará cuando le lleve tu cabeza."

Hermione arrugo la nariz en un gesto de asco, pero no pudo hacer ningún comentario sobre esa colorida imagen ya que su enemigo volvió a atacar y otra maldición se dirigió hacia ella. Este individuo es realmente cabezota. Pensó mientras Hermione esquivaba hábilmente la maldición. Era casi demasiado fácil y sonrió triunfantemente al Mortífago, quien volvió a agitar su varita. Hermione pretendía comenzar el contraataque cuando escuchó un crujido tras ella. Se le heló la sangre. Con la varita aún apuntando hacía el Mortífago, giró la cabeza. Para su horror, vio en el pasillo a otro Mortífago que se había deslizado silenciosamente hasta ella. Con su sigiloso ataque al descubierto, el hombre abandonó toda precaución y cortó el aire con su varita. Una vez más, una enfermiza maldición se abalanzó sobre Hermione. Por el rabillo del ojo vio que el primer Mortífago había aprovechado exactamente ese momento para atacar también. Estaba atrapada entre dos maldiciones. Hermione trató desesperadamente de lanzarse fuera de su alcance. Sin embargo, era dolorosamente obvio que sería demasiado lenta. Como mínimo una de las maldiciones la golpearía.

Hermione sintió la magia crepitar siniestramente en el aire,

podía oler el intenso humo del castillo en llamas.

Su sangre palpitaba fuertemente en sus orejas.

Ambas maldiciones chisporroteaban letalmente mientras se aproximaban a ella.

El último pensamiento de Hermione fue de esperanza. La profunda esperanza de que Harry y Ron le patearan el culo a Voldemort por esto.

Entonces cayó y ni siquiera el dolor pudo seguirla.

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Nota del traductor: Antes que nada, quería aclarar que esta historia no me pertenece a mi, sino a Winterblume. Y a ella agradezco que me permitia traducirla y así hacerla llegar a los lectores hispanohablantes. Por ahora se han publicado 11 capítulos. Intentaré traducirlos en cuanto me sea posible. También os recomiendo algunos de sus otros fics, como "Ultima Ratio" y "Please, Save me" ambos son excelentes y están siendo traducidos a español. Aunque os animo a que leáis los originales en inglés si tenéis el nivel suficiente, realmente merecen la pena.
También quería comentar que, como se puede observar, soy española. Con esto quiero decir que la traducción la haré acorde al castellano que se habla en España e intentando ser fiel a las traducciones de los libros publicadas aquí (Ya que son las que conozco). Lamento si algunas expresiones resultan extrañas para alguien de otro país, pero estaré encantada de resolver cualquier duda.
Por último agradecer a todo aquel que haya leído esto. Es la primera vez que publico algo, aunque no sea un trabajo originalmente mío, y estoy algo nerviosa. Pero me hace ilusión que algo que yo haga pueda llegar a alguien que esté en la otra punta del mundo.