Entre el Deber y el Amor

Ginny se miro al espejo. Estaba preciosa con un vestido un poco ajustado pero que la dejaba moverse a libertad, con una falda larga, de una sola pieza y que se amarraba en la espalda dejándola al descubierto, con un escote no muy pronunciado, de color negro terciopelo, y el cabello arreglado en un elegante moño, dejando caer algunos mechones.

Ese día se iba a encontrar con Draco, su novio. Llevaba con el desde hacia ya muchos años (para ser exactos cinco años), contra la desaprobación de toda su familia, y de la madre de Draco (su padre estaba muerto), pero aun así lo amaba y no iba a permitir que nada ni nadie los separa.

Aunque últimamente Ginny se estaba sintiendo mal: Casi no veía a Draco. Cada vez que quería verlo estaba en el trabajo o estaba demasiado cansado. Además cuando se citaban para verse, Draco siempre llegaba tarde, si era que llegaba.

Pero esta vez Ginny esperaba que no fuera así. Confiaba en que Draco respetaría su aniversario y no llegaría tarde.

Ginny se dirigió a la chimenea de su apartamento y grito el nombre del restaurante donde se encontraría con Draco.

-¿A que nombre esta su reservación, señorita? –pregunto una joven muy cordialmente.

-Draco Malfoy –contesto Ginny.

-¡Ah! Por supuesto. Sígame, por favor –dijo la joven dirigiéndola a una mesa situada en una galería, que tenia una preciosa vista hacia el jardín, y la luz de la luna daba de lleno, lo que provocaba un ambiente bastante romántico.

Ginny miro su reloj. Eran los 8: 15 p.m. Se suponia que Draco tenia q haber estado ahí hace quince minutos.

8: 20 p.m.

-¿Desea ordenar, señorita? –pregunto un mesero acercándosele.

-No... Estoy esperando a alguien –contesto Ginny.

8: 35 p.m.

-¿Segura que no quiere ordenar, señorita? –pregunto el mesero acercándosele nuevamente.

-No... Yo lo llamare cuando desee ordenar –dijo Ginny.

8: 40 p.m.

Ginny estaba parando para irse, cuando vio a un chico alto y rubio dirigiéndose a toda prisa hacia ella.

-Ginny...

-¿Sabes que horas es, Malfoy? –pregunto Ginny cortante.

-Ginny, perdóname, pero es que tuve un inconveniente...

-¡No, no, no, Draco! ¡Es que esta no es la primera vez que me lo haces! –Exclamo Ginny-. ¡Llevas mucho tiempo haciendo lo mismo, Draco Malfoy! ¡Ni siquiera respetas esta fecha! –Ginny tenía los ojos vidriosos-. ¡Es nuestro aniversario, por Dios!

-Ginny, en serio tuve serios...

-¡¡No!! –Lo cortó Ginny-. ¡No digas más! ¡Siempre vienes con una maldita excusa! –Ginny se dirigió a toda prisa hacia la salida, bajo las miradas nada disimuladas de todos los presentes. Draco la siguió.

-¡Ginny, espera! –grito Draco.

-¿Ginny? –pregunto un chico unos vivos ojos azules, alto y de pelo negro-. ¿Ginny Weasley?

Ginny se fijo en el chico. Jamás lo había visto. Siguió caminando y alzo su varita para llamar al Autobús Noctambulo, pero no llegaba.

-¡Ginny! ¿No me recuerdas? ¡Soy yo, Dylan! ¡Dylan McConner! ¡Fui a Hogwarts contigo!

Ginny lo miro.

-Hola, Dylan –dijo Ginny sin animo y alzando la varita desesperadamente.

-¿Llamas al Autobús Noctambulo? ¡Si quieres te llevo! –se ofreció Dylan.

-No... -Ginny miro hacia atrás, Draco estaba a escasos metros de ella-. Si, me harías un gran favor.

Ginny siguió a Dylan hacia un automóvil mágico que tenia este. Se subió en el, y Dylan arranco.

-¿Quién era ese tipo que te estaba llamando? –pregunto Dylan.

-¡Un imbecil! ¡Eso es lo que es! ¡Un grandísimo imbecil! –Respondió Ginny.

Dylan decidió no preguntar nada más y llevo a Ginny a su apartamento (con indicaciones de ella).

Ginny subió a su apartamento y vio a la lechuza de Draco parada en la ventana que se encontraba abierta.

La lechuza al verla voló hacia ella y se poso en su hombro, estirando la pata para que Ginny pueda quitarle la carta.

-¡No voy a coger esa carta! –exclamo Ginny-. Puedes ir llevándosela otra vez a tu amo, no la quiero.

Pero la lechuza no se movió.

Ginny le quito la carta, se dirigió hacia su habitación, busco un pergamino, pluma y tinta y escribió:

¡No me molestes más!

Lo enrollo y se lo ato a la lechuza junto con la carta de Draco.

La lechuza salio volando y Ginny cerro la ventana bruscamente.

Se dirigió a la cocina, tenia ganas de beberse algo bien frió. Pero antes de llegar a la cocina oyó que tocaban el timbre.

Se dirigió hacia la puerta y pregunto quien era.

Nadie contesto.

Volvió a preguntar. Silencio.

No hizo caso y tomo otra vez camino a la cocina pero otra vez sonó el timbre.

-¿Quién es? –pregunto. Nuevamente nadie contesto-. ¡¿Quién es?! –insistió. El timbre volvió a sonar. Ginny abrió la puerta para echarle una buena reprimenda al de la broma, pero cuando vio quien era intento cerrarla pero la mano de este se lo impidió.

-Tenemos que hablar –dijo Draco sujetando la puerta para que la chica no la cerrara.

-¡¡Tu y yo no tenemos absolutamente nada de que hablar, así que has el grandísimo favor de largarte!! –grito Ginny intentando cerrar la puerta.

-Pues fíjate que no te voy hacer "ese grandísimo favor" por que yo no me voy de aquí sin hablar contigo –dijo Draco abriendo la puerta completamente y entrando.

Ginny bufo.

-¿Qué quieres? –pregunto Ginny.

-¿Quién era el tipo con el que te fuiste? –pregunto Draco calmadamente, pero los celos se le notaban a kilómetros.

-A ti no te importa –espeto Ginny.

-¡Claro que me importa! ¡Eres mi novia y...!

-¡Yo ya no soy nada tuyo! ¡Y ahora lárgate! –grito Ginny señalando la puerta.

-¿Estas terminando conmigo? –pregunto Draco sin creérselo.

-¿Lo descubriste tu solito?

-¿Solo por que llegue un poco tarde...?

-¡Un poco tarde! –Soltó Ginny-. ¡Un poco tarde! ¡Pues déjame decirte que llegaste MUY tarde! Y estas no es la primera vez que me lo haces ¡Llevas mucho tiempo llegando tarde a nuestras citas, si es que llegas, claro esta! Pensé que esta vez no llegarías tarde ¡Es nuestro aniversario! ¡Nuestro aniversario!

-Es que me surgieron unos inconvenientes en el trabajo... -trato de excusarse el chico.

-¡Trabajo, trabajo y trabajo! ¡Lo único que te importa es tu maldito trabajo! ¡A veces pienso que te importa más tu trabajo que yo!

-Estas exagerando, Ginny...

-¿Qué estoy exagerando? ¡¿Qué estoy exagerando?!

-Ginny cálmate...

-¡Yo me calmo cuando yo quiero! ¡Y ahora lárgate de mi casa! ¡No te quiero volver a ver!

-¿Segura que no me quieres volver a ver?

-¡Totalmente!

-Mira que te tomare la palabra ¡Si salgo de aquí jamás me volverás a ver! –amenazo.

-Vete.

-Jamás me volverás a ver.

-No me importa. Vete ya.

-A mi no es que me importe mucho. ¡Al fin y al cabo no me harás tanta falta! ¡Puedo conseguirme otra novia mejor que tu!

-¿Ah, si? ¡No me digas!

-Por supuesto. ¿Es que no ves que soy el sueño de todas las chicas? ¡Sean solteras, casadas, viudas o divorciadas! ¡Cualquiera pagaría por tener a este galanazo a su lado!

-¡Pues vete con tus solteras, casadas, viudas y divorciadas y déjame a mi en paz!

-¡Bien!

-¡Bien!

-¡Me voy!

-¡Vete!

-Estoy caminando hacia la puerta...

-Nadie te detiene.

-Ya estoy girando la perilla...

-¡Gírala!

-Estoy abriendo la puerta...

-Nadie te lo esta impidiendo.

-Si salgo de aquí jamás me vas a volver a ver...

-Mejor.

-¡Te vas a arrepentir!

-No creo.

-¡Me voy!

-¡Vete!

Draco le lanzo una última mirada y salio del apartamento dando un portazo.

Ginny se quedo mirando la puerta, preguntándose si Draco hablaba en serio cuando dijo que jamás lo volvería a ver.

-¡Ja! Apuesto algo a que estará mañana aquí sofocándome –Murmuro Ginny.

Pero Draco no la sofoco al día siguiente. Ni al día después del día siguiente. Ni la sofoco ningún día de esa semana y de la otra tampoco. Y así paso un mes sin Ginny saber absolutamente nada de Draco.

Ginny ya se comenzaba a tomar en serio lo que Draco le había dicho.

-Ginny, ¿Estas bien? –pregunto Andrea McPherson, la mejor amiga de Ginny, que en estos momentos se encontraban en una cafetería conversando.

-¿Por qué lo dices? –pregunto Ginny.

-Es que últimamente te encuentras como en las nubes. Desde que terminaste con Malfoy, más exactamente.

-¿Insinúas que estoy mal por que termine con Malfoy?

-Si.

-Pues fíjate que Malfoy no tiene nada que ver –dijo Ginny.

-A otro perro con ese hueso,

Ginny miro a su amiga.

-¡Ay! ¿De que vale ocultártelo? –dijo Ginny poniéndose las manos en la cabeza-. ¡No me puedo sacar de la cabeza a ese... A ese...! ¡Aggr! Ya va un mes que no se nada de el.

-¿No te dijo que no volverías a saber nada de el? –pregunto Andrea. Ginny asintió-. ¡Pues ahí esta! No has sabido nada de el.

-¡Pero es que yo no nunca creí que lo decía en serio!

-¿Pero no fuiste tu la que dijo que no lo querías volver a ver? –pregunto Andrea.

-Pues si... ¡Pero el no tenia que pensar que yo le decía en serio! –Ginny soltó un suspiro de frustración. Y de repente cambio su semblante a uno enojado-. ¿Y si esta con otra chica?

-Puede hacerlo –dijo Andrea-. Al fin y al cabo esta soltero y sin compromiso.

-¡Tu no ayudas, Andrea! –exclamo Ginny.

-Fuiste tu la que lo dejaste, ¿Pues quien te manda?

-¡Es que ya me tenia harta de estar llegando tarde a todas nuestras citas! –Exclamo Ginny-. ¡Casi no nos veíamos! Y todo por el estar en su estúpido trabajo...

-Pues mala suerte, querida. Te recomiendo que te vayas olvidando de el...

-¡Si me pudiera olvidar de el no estaría así! ¿No crees? –Dijo Ginny exasperada.

-¡Pero tampoco te tienes que poner así! Pero... ¿Por qué no lo buscas tú? –pregunto Andrea.

-¡No! ¡El es quien tiene que buscarme a mí! –exclamo Ginny tercamente.

-¿Y por que no eres tu la que lo tiene que buscar a el?

-Porque... Porque... ¡Porque si y punto!

-A ese paso, veo que jamás sabrás de el... ¡Oh, bueno! Tal vez si... -dijo señalando la puerta.

Ginny miro hacia la puerta y vio a Draco entrando con una chica... ¡¿Una chica?! ¿Qué hacia su Draco con una chica?

NdA: ¡Holaaa! Aquí estoy yo con otro de mis fics, esta vez dedicado a mi querida amiga Andy que cumple años hoy ¡¡Felicidades!! Espero que cumplas muchísimos más y que la pases muy bien hoy ¡Te lo mereces! (Y a ver si te llega Ashley y escribes algo de una vez ¬¬... ejemmm). Y se que tal vez te esperabas un one-shot, pero ¡No sirvo para eso! Y te prometo que, al contrario que con La Bella Durmiente y Digo te Odio Miento te Amo, la actualización será rápida... Si no, sabes donde encontrarme '

Y ya no te quito mas tu tiempo, ¡Felicidades otra vez!

¡Byes!