-Dead rotting in the World-

Disclaimers: Naruto es Propiedad de Masashi Kishimoto.

Advertencias: El mapa a utilizar es el que Kisimoto creó, osease el propio de Naruto, sin embargo seguirá llamándose como Japón.

Resumen: 28.02.2012 La nueva enfermedad del siglo XX1. Para poder contrarrestar la próxima guerra Estados Unidos se fue a la necesidad de crear una arma Biológica que destruye la mente del usuario que la conlleva, pero al intentarla crear no todo salio como lo esperado, y se salio de control…

Estados Unidos al no querer dar a conocer la enfermedad que desarrollo, cerró el proyecto dejándolo inconcluso, desechando las pruebas y arrojando las sustancias al mar. Ahora, después de meses, la sustancia se propago por el mundo, causando caos a su alrededor.


-Dead rotting in the World-

-¡OH maldita sea! Espero que esta vez si se vayan al infierno, estupidos muertos.- Se escuchó gritar a un muchacho con cabello azabache, que junto con un arma en cada mano se disponía a disparar a diestra y siniestra todo aquello que estuviera en su rango de vista; niños, mujeres, adultos de mayor edad, en fin, ¿Qué mas daba? Ellos al cabo ya estaban muertos, solamente les quería dar en la cara que pueden morir por segunda vez.

Al terminar de disparar a la ultima "cosa" (si es que a eso se le puede denominar siquiera de aquella forma) que se encontraba frente a el, no tuvo mas remedio de emprender nuevamente su marcha a aquel estante de comida enlatada que se encontraba a unos pocos metros de donde anteriormente había tenido una "lucha campal" para sobrevivir.

Toma todas las latas que se encuentran en aquel estante, metiéndolas a la mochila que traía consigo, junto con un par de frutas que ya antes había tenido la oportunidad de recoger. Con un largo suspiro da vuelta sobre sus talones y como si fuera un juego de niños, pasa sobre los ahora cadáveres putrefactos con brutal naturalidad.

Sale del establecimiento, verificando que no haya nadie mas en los alrededores que pudiera molestarlo, echa la mochila a la parte trasera de la camioneta que se encontraba frente a el, y con un gran rugido de esta en señal de estar ya lista para arrancar, pisa a fondo dejando las marchas de las llantas sobre el asfalto.


¿Qué como llego a tal punto de luchar para conseguir alimento?

Desde que hace aproximadamente un mes, salio a luz, aquella terrible enfermedad donde tus capacidades como ser humano pensante quedan de lado, volviéndote alguien con apariencia tosca e incluso torpe con el "Gran poder de un apetito voraz". La forma de transmisión del virus es por su saliva. O sea que: te muerde y quedas fuera del juego.

¿Cómo empezó todo?

Créanme, "nadie lo sabe" o aunque lo supieran, todos prefieren mostrar en cara ignorancia. Según rumores el virus fue creado por los Estados Unidos por medio de experimentos para ser de gran utilidad en la próxima guerra; sin embargo, y como se puede ver, no todo salio como se esperaba. Claro, eso es solamente un rumor, nadie lo ha confirmado, o bueno, a menos que ya no puedan, dado que solamente quedan pocas personas que han salido libres de esta gran epidemia.


En este momento se ve al pelinegro antes mencionado postrado en un despampanante sillón comiendo un poco de la lata que recogió con anterioridad, observando con detenimiento un punto cualquiera de la habitación.

Dio un largo suspiro hasta que su mirar se poso a la pizarra frente a el y con pesar se levanto del sillón, tirando la lata al piso del recinto. Agarro un marcador rojo y no tuvo mas opción que marcar una "X" en un punto del mapa. "Wal-mart" Ahora ya no había nada en el. Aunque no se esperaba lo contrario, en cuanto se empezó a propagar la enfermedad fue el primer punto de encuentro para muchos, abasteciéndose de todo lo que había en el.

Era el mapa de la isla donde pertenecía "La isla O'uzu" en donde la mayoría de los centros comerciales marcados en este ya se encontraban tachados con el marcador rojo, dando a entender que ya no había nada más en ellos.

Observo con detenimiento cada punto del mapa y con flojera regreso a su antigua posición en el sillón, cayendo dormido en un dos por tres, no sin antes poner sus adoradas pistolas en la mesa ratonera al lado del sillón.

Las horas comenzaron a pasar y con ellas la luz del sol comenzó nuevamente a surcar.

El pelinegro se levanto del sillón y realizando movimientos circulares en el cuello con el fin de intentar calmar el dolor que sentía al haber dormido en tales circunstancias. Se levanto de su adorado puesto y camino escaleras arriba, adentrándose a cada uno de los cuartos que había en el lugar, inspeccionándolos.

Se poso frente a una puerta de madera, no tan diferente a las demás, si no fuera el cartel que se encontraba pegado en ella con las palabras "Prohibido el paso. Solo personal Autorizado"…su antigua habitación. Entro en ella, mirando desde el punto donde sus pies empezaban hasta en aquella mesilla donde se encontraban todos los premios que había ganado al ser anteriormente el líder de los deportes de la escuela.

Se aventó a su cama y presto atención al techo del cuarto, sumergiéndose en sus pensamientos. Desde que la enfermedad se expandió, no tuvo más remedio que pensar en el mismo y hablar consigo. No es que no tuviese amigos, al contrario, era el típico adolescente popular de su escuela, solo que desde aquello el hecho de encontrar supervivientes eran nulas y no era por que no buscase, pero el buscar otras personal a las cuales terminaría el cuidando, no era su intención. Eh incluso toda su familia había terminado de la misma forma que los demás, aunque claro, quitándolo a el y a su hermano mayor: Itachi, que había salido huyendo de la Isla, dejándolo solo. ¿Cómo sabia que su hermano seguía vivo? Bueno, era lo mas probable, siendo que el mismo le enseño todo lo que sabe.

Aún dentro de sus pensamientos ni cuenta se dio como el tiempo comenzó a pasar hasta que los rayos solares entraron con mucha mas fuerza que antes por las cortinas azules del cuarto, dando a entender que ya pasaba mas de medio día.

Un sonido chirriante lo alerto. Poniéndose de pie de inmediato y corriendo cuesta abajo, agarró las pistolas, una en cada mano, y salio de su hogar. El sonido no fue nada mas ni nada menos que otro horrible ser que a juzgar por sus apariencias se podía observar a una antigua mujer de la vida galante con grandes uñas postizas llenas de pedrería, las cuales estaba usando en ese momento para rasguñar las ventanas de la casa vecina, y pedazos de cabello rubio sintético que caía con demencia al suelo.

Con gracia apunto a su cabeza con la pistola de su mano derecha y tras un breve segundo, disparó. El cuerpo ahora inerte cayó a sus pies.

Emprendió su caminar a su hogar, tirándose sobre el sillón, otra vez.

Estando seguro que si no fuera por el ejercicio que realizaba al rematar a aquellas criaturas en ese momento ya se encontraría gordo y con mas flojera de la normal, al pasársela acostado en aquel lugar.

Los días comenzaron a pasar sin ninguna relevancia mas para el. Que con cuidado volvía a levantarse del sillón para tomar una de sus latas con comida. Ahora dándose cuenta que aquellos que eran sus suministros de comida ya se encontraban escasos, solo quedaban 4, ignorando la que acababa de tomar. Con un chasquido de su lengua y su ceño levemente fruncido por la irritación tomo una silla que sitúo frente a la pizarra escaneando con sus ojos cada lugar que quedaba por saquear y decidiéndose por la próxima:

"La Farmacia Namikaze"

Una de las grandes Farmacias de la Isla

-Que se encontraba a una hora y media de camino desde su casa-.

Con pesar se levanto de la silla y emprendió su marcha al sótano de su hogar: Un cuarto no tan pequeño que se encontraba escondido bajando las escaleras detrás de la cocina.

En ella pudo encontrar todo un suministro de armas: desde larga distancia, hasta de las pequeñas pero mortales. Aunque claro, ¿Qué más se podía esperar de la casa del líder de la policía de aquel lugar? Que obviamente fue su Padre.

Agarro un maletín que había en ella, y echo varias pistolas "por si acaso" con montones de cartuchos útiles.

Salio del sótano tras un breve mirar.

Nuevamente regreso a la estancia, tomo el marcador rojo y situándose en la silla frente a la pizarra, empezó a marcar el camino mas corto que lo haría llegar a su destino evadiendo las zonas mas concurridas; no quería contratiempos.

Agarro el maletín y echándolo a los pies del sillón volvió ha acostarse en el, dándose cuenta como el día casi acababa de culminar… ya mañana emprendería el viaje a la Farmacia.

El camino a la farmacia no pudo haber sido mas aburrido para el pelinegro que la única distracción que tenia al tomar el volante de su camioneta era el pasar sobre aquellos seres.

Unos minutos más y llego a su destino: La gran farmacia en todo su esplendor, si uno no supiera pensaría por su gran tamaño que aquello era mas bien un pequeño centro comercial.

Silencio…

Eso si lo descoloco por completo. A cada lugar que iba este parecía colapsar de tanta gente que había en el pero, ¿Qué es lo que habrá pasado?

En fin, si no hay nada no habría por que preocuparse. Aún así tomo sus adoradas armas y una maleta en donde guardaría lo tomado, y se adentro a aquel lugar.

Nuevamente Silencio…

Siguió con su andar y empezó a echar en la maleta todo lo que creía necesario a utilizar: Comida, medicina, unos que otros objetos de ocio.

La maleta ya estaba a reventar por tanta cosa dentro de ella.

Salio del establecimiento desconcertándose nuevamente por el silencio embargador, coloco la maleta en la parte trasera de la camioneta.

Un disparo se escucho a lo lejos, seguido de otros 2 más.

El pelinegro no lo pensó dos veces y rápidamente se adentro al lugar del copiloto y con el seguido rugido del motor, emprendió el viaje al lugar donde se escucharon los disparos.

No pasaron más de 5 minutos cuando estaciono frente a un tumulto de muertos empeñados a dañar a un auto que se encontraba estacionado a media calle.

- ¡Maldita sea! ¡¿Qué no piensan dejarme en paz?! -

Aquella voz retumbo en su cabeza. Otro superviviente.

¿Qué es lo que debería de hacer? ¿Ayudarlo o darlo por muerto? No es que no quisiera hacerlo, si no que, cargar con una persona no seria de gran ayuda.

En fin, que más daba.

Tomo un par de armas colocándoselos estratégicamente como si fuese parte de su vestimenta y armándose de valor corrió a acabar con aquellas personas.

Un disparo a la vez, izquierda – derecha, patada – golpe. Todo encestado como si anteriormente estuviera ensayado.

Jadeando y con el corazón acelerado por las acciones camino hasta posicionarse frente a una puerta del automóvil. Vio como esta era abierta topándose con unos ojos azules que mostraban temor, eso le causo gracia.

- ¿Y esa cara? Será que, ¿Me tienes miedo, gatito miedosito? –

La cara de la persona frente a el comenzó a destencionarse y a mostrar su brillante sonrisa.

- ¿Miedo, de ti? Ya quisieras - Su sonrisa Zorruna no dejo de mostrarse y mirando tras el pelinegro los cuerpos esparcidos de aquellas cosas que lo molestaban anteriormente solo pudo sorprenderse - ¡Vaya! ¿Tu terminaste con todos ellos? Eso es grandioso. Gracias, estaba en un gran aprieto.

- Da igual…- el pelinegro soltó un bufido y le dio la espalda al rubio, retomando sus pasos a la camioneta que lo esperaba, hasta que "la voz desesperante de aquel idiota" como lo había denominado el, le llamo.

- ¡Ey! ¡Espérame! ¿A dónde vas? ¿Puedo acompañarte, verdad? ¿Cómo te llamas? ¿Hay mas personas contigo?-

El pelinegro siguió ignorándolo, a pesar de ya tenerlo a lado suyo.

- ¿No podrías callarte de una vez, dobe?-

- No, no lo creo. Si supieras no tenia nadie con quien hablar, era un delirio. Espera… ¿A quien le dices dobe, teme? -

- ¿Vez a algún otro ser viviente dobe por aquí?-

- Eres un amargado…-

El nuevamente lo ignoro y el silencio los siguió hasta la camioneta, donde nuevamente fue roto por el rubio hiperactivo.

- Soy Naruto, Uzumaki Naruto- le tendió la mano en señal de compañerismo, mas tardo un par de segundos en ser correspondido.

- Sasuke, Uchiha Sasuke- tendió su mano estrechándola con la de el, que fue secundada con la brillante sonrisa del rubio ¿Qué nunca dejaba de sonreír?

Subió al asiento del piloto observando como Naruto seguía de pie frente a su puerta lo cual le causo risa y sin más, menciono:

- ¿Qué esperas? Súbete…-

La sonrisa zorruna de Naruto se agrando aún más y corrió hasta ponerse de lado del copiloto.

Sasuke arranco la camioneta y pasando sobre los cuerpos de aquellas personas sin inmutarse en absoluto ante el rostro de repugnacion de Naruto.

- ¿Es necesario que pases sobre ellos? Es asqueroso- comento Naruto aún con mueca de asco.

- Si – respondió Sasuke con la vista al frente.

- Al parecer hablas poco, amargado – murmuro Naruto en un susurro más para el que para el conductor. – Oe Teme, ¿A dónde vamos?-

- ¿A dónde crees, dobe? Iremos a donde yo me resguardo-

- ¿Y hay mas como nosotros contigo? –

Sasuke solo se limitaba a ignorarlo, prestando mas atención a la carretera frente a el.

- Eso lo tomare como un no…- se contesto Naruto a si mismo al ver que Sasuke lo había ignorado por completo. Y siguió hablando – Es una lastima. No lo tomes a mal pero creía que no sé, tal vez y había mujeres, tu entiendes…-

- No, no entiendo-

- OH – exclamo Naruto – Disculpa, no me imaginaba que fueses del otro bando. Solo aclaro una cosa hombre, yo soy cien porciento heterosexual y virginal, así que no intentes violar mi pobre traserito. Agradezco que me hayas ayudado pero eso ya es otra cosa, bro.

- Teme…-

Y ahí Sasuke empezó su cuenta su cuenta regresiva. Tal vez, solo talvez, hubiese sido mejor idea dejar a aquel idiota a su suerte. ¿Y si lo aventaba de su camioneta andando? Nadie se daría cuenta. La voz chillona de su acompañante no dejo de sonar hasta que aparco frente a su hogar.

- ¡Vaya! Tu casa es enorme, Sasuke-

Naruto entro a su hogar como si fuese su propia casa y tiro su flácido trasero en su sillón… SU preciado sillón

Vamos Sasuke, cuenta hasta 10 y no lo mates…

1

2

3

4

5

6

7

8

9

¡Oe Sasuke! Discúlpame mucho creo que no alcance el baño… -

Un chorrito empezó a salir por los pantalones de Naruto, mojando parte del sillón.

10

¡Su sillón!

Bien Rubio, considérate hombre muerto.

...


...

¡Hola!

He tenido esta idea en la cabeza

desde ya hace tiempo viendo

las peliculas de zombie con mi hermano.

El cual me esta ayudando ha escribir está.

Si bien, aún no sé moverle correctamente

a Fanficion -noobster-

En fin, espero y les guste y así :'3