Hola gente bonita! Bueno, hoy he regresado del exilio (tran mi fallo con un fic de zombies) para traer este nuevo fic de Kuroko no Basket.
Este fic se lo quiero dedicar a ArminxAlert, ya que fue ella quien me inspiró en crear mi propio KagaKi. Si tienen oportunidad, lean su fic Sol, noche, y sombras, es una maravilla de fic nwn

Aclaraciones: Este fic lo inspiré de la película My Sassy Girl, la versión americana; no es 100% fiel, simplemente me he basado en varias escenas, diálogos y demás pero casi todo es invención mia. Como ya saben, los personajes son del manga de Kuroko no Basket y esto está creado sin ningun fin lucrativo. Puede que los personajes estén un poco Oc's pero ya que sólo los hemos visto ser ellos en el mundo del básquetbol entonces es difícil darles una personalidad muy fiel en situaciones como las que aquí vienen.
Por último, uso mucho lenguaje coloquial (soy de México) y abuso un poco de frases de los memes de internet para divertirme. Ojalá los haga reír o llorar, llamese que lo disfruten mucho.


El mundo era una jodida mierda.
De días grises.
De lluvia que no paraba.
De ganas de mandarlo todo a la mierda.

Entonces aparecías y sonreías.

Se detenía todo.
Incluso dejaba de llover en tus pestañas
Y te juro que me daba igual
que fuera una mierda, si tú me abrazabas.
(De alguna persona en el mundo que no soy yo)


Cuando Kagami aceptó ir a aquella fiesta, nunca imaginó que se sentiría como si hubiera vuelto a sus días de preparatoria. Todos bebiendo, bailando, charlando y divirtiéndose en aquel gimnasio ¿Quién diría que una fiesta para celebrar la titulación universitaria sería como una fiesta de graduación de colegio en Estados Unidos? Y del mismo modo, tal como en la escuela, él se encontraba en el puesto reservado para los amargados que no tenían ni una sola idea de cómo habían parado en aquel revoltoso convite.

El pelirrojo se encontraba recargado en una pared con un vaso medio vacío de cerveza. En otra situación intentaría hacer el esfuerzo por divertirse y socializar un poco con las personas que no conocía, pero probablemente era masoquista, porque en vez de eso se encontraba con los ojos de encima a su ex peliazul, quien se encontraba tomando de la cintura a su hermosísima y escultural novia mientras ella hablaba con algunos chicos; era ahí cuando los memes de la "friend zone"* tenían sentido.

–Tómales una foto, te durará más–Kagami ni se inmutó por el comentario sarcástico que hizo su hermano, quien se encontraba a su lado pero bebiendo con más disfrute su bebida–cuando me trajiste contigo esperaba que viniéramos a divertirnos, no a que acosaras a Kuroko-kun como un poseso

–Cállate, no soy nada de eso

–Ya, entonces ¿Qué tal si nos separamos de esta pared e intentamos socializar?

–¿Socializar o a socializar estilo Himuro Tatsuya?

–Vamos, no necesariamente. Simplemente te animara conocer gente nueva, hacer amigos… tener sexo

–Lo sabía…

–Vamos ¿Hace cuánto que no te acuestas con alguien? Si no piensas tener ninguna relación formal porque tienes aun rondando a tu querida sombra en tu mente, por lo menos date el gustito de un buen polvo–el pelirrojo suspiró harto. Adoraba a su amigo/hermano de la infancia, le aguantó su etapa de luto y evitó que hiciera alguna locura pero desde que había vuelto a ser amigo de Kuroko, Himuro decidió tomar el papel de alcahueta** y tratar de llevarlo a citas dobles o a ligar casualmente, pero al final, durante ese año sólo se había acostado con cuatro personas y en ningún momento logró a sacar de su mente al peliazul que le robó el corazón en la preparatoria –ya verás, te encontraré a alguien a quien no le puedas decir que no–volteó a ver a todos lados decidido a cumplir su objetivo– ¿Qué tal esa castaña? Está buena

–Por culpa de nuestra supervisora, no puedo estar con ninguna castaña de cabello corto… es aterrado–recordó a su supervisora en el departamento de bomberos: una mujer capaz de cachetear a todo el cuerpo de rescate de esa región. Le dio escalofríos de sólo recordarlo.

–De acuerdo ¿Qué tal esa lindura del vestido gris? Por su manera de estar sentada te aseguro que es muy flexible

–Demasiado maquillada para mí

–Vale ¿Entonces un chico? Porque ese de cabellos negros lacios se ve demasiado llamativo para ser heterosexual

–No chicas, no chicos Tatsuya. Hoy me iré a acostar temprano, mañana me toca ayudar a lavar el camión–se bebió de un solo trago lo que le quedaba de cerveza–ve tú con la del vestido gris, llevas mirándole las piernas desde que nos recargamos aquí

–Taiga, coopera un poco, si algo debería enseñarte tu trabajo de bombero, rescatista y auxiliar, es que en cualquier momento una desgracia puede ocurrir, por lo tanto…–hizo señal de que el pelirrojo le completara la frase–…

–¿Hay que vivir?

–¡Sí! ¡Vivir! Y de la mejor manera–volteó la mirada y le hizo un guiño a la chica que le había dicho Kagami y esta le sonrió tímidamente.

–No le temo a lo que me traiga mi trabajo, ya me ocurrió la peor desgracia–volvió su mirada al peliazul, que ahora caminaba con su novia hacia donde estaban las bocinas.

–Taiga, ya enserio–el pelinegro interrumpió sus pensamientos poniéndose serio de nuevo–tienes que seguir adelante, no puedes pasar toda tu vida suspirando por alguien que ya pasó página. No te he obligado aún a que trates de formalizar con alguien, voy por lo básico que es tener una noche alegre sin que pienses en él–Kagami suspiró y caminó a la mesa de bebidas para tomar una cerveza. Himuro le siguió–mira, elije a una persona, alguien que sin conocerlo siquiera, te acostarías con él o ella

–Tatsuya…

–Cuando estás con alguien que te presento o que conoces en noches de ligue, terminas recordando a Kuroko-kun. Si logras encontrar a alguien que te llame la atención de esa manera significa que realmente hay más peces en el mar para ti–el pelirrojo le ignoró y bebió su bebida–vamos, tiene que haber alguien aquí ¿Con quién te acostarías sin conocerle antes?–Kagami suspiró, sabía que su amigo no dejaría de insistir y al final podría hasta obligarlo a salir con alguna amiga de la chica del vestido gris.

Volteó para todos lados, el lugar estaba infestado de gente de su edad, o menor; reconoció a algunos de los amigos de Kuroko en la multitud, como al peliverde de lente que lo destruyó una vez en una partida de uno contra uno, el pelirrojo aterrador con heterocromía, al pelimorado de dos metros de alto que tragaba dulces como si no hubiese un mañana y a Ogiwara, con él si estaba más familiarizado por la preparatoria. Suspiró de nuevo y siguió mirando a las chicas de faldas cortas y a los hombres de cabello bonito; no podía decir que no les eran atractivos, pero difícilmente podía pensar en algo con ellos, por más fugaz que fuera como un simple polvo de once minutos; en todos recordaba a Kuroko.

–¡Estúpido, mi bebida idiota!–una voz resonó entre los cotilleos y la música fuerte por la dirección que estaba volteando. Tras que un sujeto gordo de corbata se moviera, en su campo de visión apareció un chico que ni en sueños hubiera podido proyectar. Alto, pero no más que él, cabellos rubios lisos cortos pero con bastante fleco, piel blanca, ojos rasgados como los de un lince color dorado, nariz respingada, labios y facciones finas, ropa de diseñador, un aro plateado en la oreja izquierda, piernas largas, manos delgadas: una completa belleza para los ojos mortales.

El chico en cuestión discutía con un sujeto con ropa deportiva que parecía haber salido de la cárcel. El pelinegro de rastas*** sonreía descaradamente al rubio pero este sólo refutaba mientras gritaba groserías sobre lo cerdo que era. Sus movimientos no estaban bien coordinados, movía los brazos de manera brusca y además sus mejillas estaban sonrojadas. Diagnóstico: un nivel alto de embriagues, pero no por ello dejaba de verse atractivo. El pelirrojo no podía quitarle la vista de encima, incluso parecía que todo el ambiente había sido silenciado para contemplar mejor aquella radiante criatura.

–No pues te gusta lo bonito–la voz del su amigo de ojos negros le interrumpió sus pensamientos. Tras haberse quedado mirando tanto a un solo lado, Himuro sintió curiosidad y volteo a ver–tú sí que piensas en grande… a menos de que estés mirando al tipo de las rastas

–Sólo me llamó la atención la discusión, no es como si te hubiera hecho caso–pero aun así no le quitaba los ojos a aquel bello ser de ojos dorados.

–Sí, claro–dijo sarcásticamente–me gustan las mujeres al 100% pero yo si me tiraba a ese rubio sexy

–Si quieres hacerlo aprovecha, se ve que no está en sus cinco sentidos–vio como el rubio quiso darle un golpe al de ojos grises afilados pero terminó yéndose para atrás, golpeando a una pareja.

–No podría, tú lo viste primero

–¡Que no es eso!–ambos miraron que el pelinegro tomaba de la mano al rubio y lo alejaba de sus campos de visión–y de todos modos alguien ya lo pidió

–Supongo que lo recompensará dándole "otra" bebida

–No seas puerco–al pelirrojo ya no le dieron ganas de seguir tomando cerveza.

–¡Atención todos!–por el micrófono sonó la voz del amigo pelirrojo de Kuroko, Akashi Seijuro–sé que todos están muy contentos por nuestra titulación y de haber ahora sí cerrado por completo la carrera escogida después de tantos años, sin embargo tenemos un nuevo motivo para celebrar esta noche–a su lado, apareció el peliazul causante de todos los problemas de Kagami, o quizás estaba ahí desde antes y nadie lo había visto–nuestro compañero y amigo Kuroko Tetsuya, tiene algo muy importante que decir– le pasó el micrófono.

–Hola a todos–dijo seriamente y con voz neutral pero gracias al micrófono todos lo podían oír bien–yo no soy bueno hablando en público… pero le prometí a un querido amigo, que si me decidía a hacer esto, lo haría especial–nadie entendió nada–y creo que, siendo que el básquetbol es mi pasión más grande, que encontrara algo que me hiciera sentir igual de feliz y motivado que esa pasión, hace que valga la pena hacerlo especial… por eso hoy, frente a todos ustedes quiero hacer de esa otra pasión mía para siempre–cuando Kuroko sacón de su bolsillo trasero aquella cajita azul oscuro, Kagami sintió nuevamente que su mundo se derrumbaba–Momoi Satsuki ¿Te casarías conmigo?–gritos de sorpresa, cotilleos y chiflidos resonaron por todo el lugar, pero para Kagami todo parecía haberse quedado en silencio.

Mientras aquella hermosa pelirosa corría llorando de felicidad al ojiazul, él sentía que su corazón roto se rompía más; cuando la vio abrazar y gritar varias veces "si", esos pedazos se rompían aún más, y cuando el peliazul que casi nunca sonreía le correspondía y le sonreía tiernamente, sus piernas tomaron el control de su cuerpo para poder salir del lugar, ignorando los llamados de Himuro entre los "felicidades" del resto de la multitud. Llegó a la puerta del gimnasio y salió hacia la oscura y silenciosa noche; la vida definitivamente apestaba.

–Bueno, él siempre dijo que quería formar una familia… ¡Ah, maldita sea!–golpeó la pared más cerca y comenzó a caminar lo más rápido posible para alejarse de ahí. No recordaba bien cómo salir del campus pero tarde o temprano daría con la salida, le serviría la caminata para despejar su mente.

Desde que hizo las paces con Kuroko y quedaron que serían buenos amigos como lo eran en la preparatoria, sabía que este día podría llegar, pero no pensó que sería tan doloroso, eso demostraba que aún sentía algo por él y lo odiaba, odiaba encontrarse en esa miserable situación. Antes se burlaba de los pobres ilusos que perseguían desesperadamente a las chicas que los tenían en la zona de amistad y ahora él se encontraba en ella, porque por más chicas y chicos que intentó conocer y ver si pasaba algo, nunca nadie lo hizo sentir tan especial como lo hizo Kuroko… pero la sombra de Kuroko lo consumió, y cuando apareció una luz más brillante, una que además podía darle hijos, él dejó de brillar, porque no había nadie para quien hacerlo.

Realmente la vida apestaba ¿Qué no se suponía que el karma recompensaba a los buenos? Él salvó vidas de personas, de animales, era amable con todos, les cedía el asiento a las ancianas en los transportes públicos, les cocinaba a sus amigos en las reuniones, ¡Se comió la comida de su supervisora para no hacerla llorar! Bien, entonces ¿Dónde estaba su recompensa? Porque obviamente mandar al amor de su vida con una persona más bonita que él y encima presenciar cómo le pedía matrimonio, no era una recompensa.

–¡Suéltame, idiota!–un grito le llamó la atención. Miró a su alrededor, estaba cerca de dos edificios de clases pero no parecía haber nadie–¡No! ¡Aléjate, no me toques!–volteó de nuevo, ahora fijándose en todos lado, no lo estaba imaginando. Como un minuto después, divisó una sombra en el callejón entre los dos edificios y corrió a esa dirección hasta enfocar al rubio sexy de antes. Se encontraba forcejeando con el tipo que anteriormente se lo llevó de la fiesta, el cual le mordía el cuello y trataba de meterle mano por debajo de la camisa.

–Vamos Ryouta, te va a gustar, no lo hagas más difícil

–¡Que no, mierda!–el rubio se defendía como podía, peros sus movimientos no eran coordinados por el alcohol, incluso parecía que sólo estaba de pie porque el tipo lo tenía entre él y la pared–¡Déjame, no quiero esto!

–Es porque no lo has probado, si me hubieras dejado esa noche hacerlo ya lo sabrías

–¡Que no! ¡Basta! ¡No!

–¡Hey!–Kagami reaccionó. Se acercó y los separó bruscamente. Miró desafiante a aquel pelinegro que ahora le miraba enojado por interrumpir y colocó al rubio detrás suyo para protegerlo–¡¿Estás sordo?! ¡Él te ha dicho que no!

–Tch–chasqueó la lengua–eso dicen todos al inicio, además esto no te incumbe

–¿Y crees que me voy a quedar viendo como tratas de violar a alguien que no está bien del todo?

–Podrías hacerlo, no soy tímido, y el cuerpo de Ryouta es demasiado sexy como para no mostrárselo al mundo– esas palabras tan desagradables le molestaron mucho a Kagami; si algo le repugnaba demasiado en esta vida, eran ese tipo de hombres, y le golpeo en la cara fuertemente, noqueándolo.

–Serás enfermo–volteó a ver al otro, que estaba recargado en la pared en cuquillas abrazando sus piernas–oye…–pero el otro no contestó. Se acercó lentamente hasta quedar a unos centímetros de él y le sacudió levemente el hombro para llamar su atención–oye…

–¡¿Qué?!–gritó entre lágrimas. El pelirrojo retrocedió por el grito pero recobró la compostura al instante–déjame…–parecía que él aún creía que lo iban a atacar.

–Tranquilo… todo está bien ahora, mira–el rubio miró al de pelo negro inconsciente en el suelo sorprendido, regreso la mirada a Kagami, suavizó su expresión y le observó directamente a los ojos–nadie te va a hacer daño, lo prometo–el pelirrojo inconscientemente sonrió, vaya que ese chico era realmente precioso. Su cabello y sus ojos dorados brillaban aún con la oscuridad de la noche… como un sol.

El rubio le siguió mirando con el mismo semblante perdido y triste a los ojos, hasta que repentinamente levanto sus brazos para tomarle de la cara y le besó en los labios. Kagami quedó en shock ante ese movimiento, ¡¿Qué rayos?! No se pudo ni apartar o dejarse llevar, ni siquiera en pensar en algo coherente, apenas reaccionó cuando el tipo se separó de sus labios. Le miró a los ojos de nuevo y le sonrió con la sonrisa más encantadora y bella que había presenciado en su corta vida. Su corazón se llenó de calor y todos sus pensamientos tristes parecían haberse esfumado al tener esa sonrisa dirigida hacia él, sus labios aún sentían el roce de aquel beso y sus mejillas se tornaron rosadas como las del sujeto frente a él.

–…necchi…–susurró aún con la sonrisa, sin embargo el momento se vio arruinado cuando el tipo cerró los ojos y se dejó caer en el regazo del más alto. Se había desmayado.

–… ¿He?– Kagami había exigido una recompensa al karma...y a cambio le había enviado a ese chico que ahora babeaba en su ropa.

Continuará…


¿Qué les pareció? ¿Merece la pena seguirle? Este capítulo quedó corto porque a penas es el início y quiero ver si hay respuesta positiva, ya los demás les aumentaré MUCHO más contenido, pensamientos y les explicaré más como está la situación de Kagami.

Como ya mencioné, no sé realmente como actuarían todos si estuvieran en ciertas circunstancias pero lo intenté lo más fiel posible a excepción de Himuro, a él su personalidad la estoy basando un poco más en cómo lo pintaron en el doujinshi Kagami-kun to Murasakibara-kun no saitei de saiyaku na ichinichi - Daitai, Himuro no Sei (En inglés: Kagami-kun y Murasakibarakun's worst and suckiest day ever - Mostly beause of Himuro), el cual lo pueden encontrar en My Reading Manga.

*Kagami se refiere a los memes de internet donde dicen cosas como "dicen que si eres amable, atento y siempre la cuidas, ella te se enamorará de otro" y cosas así.
**Un término que usamos para alguien que intenta juntar a dos personas, como una casamentera o la celestina. No sé si se use en otra parte del continente pero por si las dudas lo aclaro
***Son un tipo de peinado formado por trenzas enmarañadas, característico de los rastafaris. Al menos así yo le llamo al peinado que usa Haizaki cuando ya está en la preparatoria.

Cualquier consejo, queja, crítica constructiva y demás es bienvenido a un review. Quiero mejorar mi escritura y darme cuenta de los errores que podría tener si no lo corrijo, así que adelante, no se contengan. Gracias por leer y espero que haya buena respuesta para ir haciendo el segundo capítulo.