Ciao~

Aquí yo de nuevo… si tengo muchas historias pendientes y capítulos que debo pero denme tiempo, si hoy les traigo una historia hetero.

Es para llenar al mundo de mortales con el grandioso "Germano" ósea Alemania x Romano, pero en esta ocasión será al revés con Romano será el dominante XD, si en conclusión tendremos apariciones especiales de: Martin- Argentina, Manuel-Chile y México-Pedro que aquí será NyoMéxico y se llamara Itzel. Latín aparición Mode On.

Aquí es AU por lo que son nombres humanos y si eres fan de GerIta no lo leas por qué bueno Monika le tendrá cierto resentimiento a Feliciano. Y también se verá como un desgraciado ¬¬ aunque también habrá partes buenas... tal vez no prometo nada.

No soy fanatica del canon por lo que hay varias parejas cracks… aviso señoras y señores. Todas serán parejas hetero queda claro y bueno solo falta decir disfrute y no olvide comentar.

Atentos a parejas cracks, Nyo-Alemania, Nyo-Inglaterra y otras.


La alemana se levantó temprano en la mañana, aunque solo le faltaban razones para levantarse pues quería morirse al ver como las cosas empeoraron.

Se removió en la cama de ese hotel donde solo podía pasar la noche, el hotel en donde paso su última noche con Feliciano antes de que este la abandonara como el cobarde que era.

Limpio rápidamente las lágrimas que amenazaban por salir, no podía seguir llorando por semejante idiota, malnacido, cobarde… italiano del cual se enamoró tontamente.

Le advirtieron lo que era, su hermano, su padre y sus amigas, pero ella fue tonta al creer que con la noticia el italiano aceptaría quedarse con ella y comenzar una vida juntos. Ahora tenía que irse de ese hotel por el cual solo pago la noche, a donde iría, no tenía su casa y menos dinero.

No tenía casa pues es simple, le informo a su padre del embarazo y este le dijo que no volviera, Dinero no, pues creyó que viviría con el italiano y no lo necesitaría, si tuviera la oportunidad de haber arreglado ese error lo haría.

Se reincorporó sintiendo los efectos de los 3 meses que tenia de embarazo, observo la mesita de luz donde el cobarde dejo su carta de despedida, la que leyó en la madrugada mientras este se iba. Camino al baño sintiéndose un poco mareada pero era lo que menos importaba.

Lavo su rostro mientras pensaba en que haría, no podía abortar porque ella aunque este sola no podría culpar al bebe de eso, tampoco veía justo el que el page por su error, entonces si no abortaba tenia conseguir empleo para poder mantenerse, también ir al médico por atención.

La alemana salió del hotel arreglándose el abrigo aun pensado que trabajo podía buscar y que sea eficiente para poder mantenerse a ella y al bebe.

Camino sin rumbo por las calles de Milán, había llegado a este hermoso lugar de Italia solo para poder estar con Feliciano y si eso no existía no había razón para quedarse. Volvería a Alemania.

Aunque primero necesitaría encontrar empleo en algún lugar para conseguir dinero y después comprar un pasaje.


1 hora después.

Había recorrido todos los lugares que pensó y en ninguno la aceptaban, por varias razones, necesitaba experiencia o al menos currículo y no tenía ninguna. Si pero aún tenía la esperanza de encontrar algo, aunque sea mínimo.

Camino por una pequeña calle intentando ver que podía encontrar, aunque aquí solo había cafeterías y tiendas.

Observo brevemente como una chica, que tal vez tendría su edad, salir de una cafetería un tanto rustica a dejar afuera un cartel de *Se solicita empleada*

Monika pronto se emocionó al ver que podía ser su oportunidad.


Antonio estaba apoyado sobre el mostrador esperando que al menos hoy tenga suerte en conseguir un empleado/a, en verdad necesitaban una. Emma su esposa está muy entusiasmada por una nueva recluta ojala que en verdad encuentren a alguien.

-Tranquilo querido, seguramente aún no hay mucha gente saliendo a esta hora- calmo Emma sonriendo, pero Antonio solo suspiro con cansancio.

-Espero que tengas razón, es difícil encontrar un buen empleado hoy en día.

-¿Por qué esa actitud Antonio? ¿Dónde está mi esposo feliz y amable que siempre le da frente a los problemas?-

-Creo que se fue de vacaciones- respondió recostando su cabeza contra el mostrador.

-¿Qué dices? ¿Quién eres? Hermano dile algo- pidió la belga al susodicho que casualmente estaba limpiando una mesa.

Por otro lado Vincent Vanderhoveen dejo de limpiar la mesa y observo a Antonio brevemente.

-No me interesa si está deprimido o no, es una molestia de todos modos-

-Que cruel- alego la rubia.

-No me sorprende, mi cuñado me ama – susurro el español.

-No digas tonterías, aun espero que te mueras-

-Lo ves-

-Ya chicos… por favor-pidió la rubia, pero el sonar de la campanilla de la puerta capto la atención de todos.

Los pronto dirigieron su mirada a la recién llegada.

-Disculpen… ¿quería preguntar si aún está disponible la oferta de trabajo?- pregunto la chica con acento alemán.

Los tres estuvieron estáticos por exactamente unos 5 segundos antes de que, tanto Antonio como Emma saltaran hacia la rubia.

El español la atrapo por la espalda mientras que la belga la atrapaba de frente, ambos encerrándola en una abrazo lleno de felicidad y sonrisas por parte de ambos.

-Ves, Te lo dije querido- canturreo la belga feliz.

-Nunca más dudare de ti mi amor- juro el español.

-Siempre dicen que para cada loco ahí una loca… debería asustarme de que la loca sea mi hermana- argumento el rubio.

Sin embargo la alemana no sabía que pasaba, solo vino a pedir empleo y ya dos extraños la abrazaban como si hubieran sido familia que desde hace tiempo y no veían.

-Disculpe… ¿Qué está pasando?- pregunto Beilschmidt al rubio.

-Están felices te acostumbraras –

-Dice que… ¿significa que tengo el empleo?-

-Ves la cara del retrasado que te abraza- comenzó y la rubia obedeció encontrando al moreno feliz- Eso significa que si… Bienvenida chica alemana.

-¿De verdad?...- pregunto, pero al ver el rostro serio del rubio supo que no era broma- ¡Gracias! -

-Mi hermano tiene razón ¡Bienvenida!-

-Bienvenida – concluyo el español.


Después de que ambos dueños del negocio liberaron a la alemana de su abrazo, pidieron sus datos.

-Nacionalidad: Alemana… edad: 18… Nombre: Monika… Apellido: Beilschmidt… Vivía en la capital de Berlín pero vine a Milán a ver alguien- concluyo un tanto deprimida por recordar a Feliciano.

Esta vez solo Emma volvió a abrazarla porque estaba feliz de tener una nueva empleada y tal vez amiga.

-Bueno Monika ¿está bien que comiences a trabajar hoy?- pregunto el español.

-sí, no hay problema, entre más rápido mejor- respondió efusiva pero pronto se dio cuenta de su error, tosió educadamente y modero su voz- No hay problema.

-Eres bastante divertida chavala- comento sonriendo el español- Pero recuerda serás mesera por lo que acuérdate de sonreír.

-Ya veo, no se preocupe no lo defraudare-

-Que sean así de entregados al trabajo, me alegra el corazón- comento Emma poniendo dramáticamente la mano sobre su corazón.

-Si pero dime no ¿hay otra cosa que quieras decirnos?-cuestiono Carriedo al ver que había algo que ocultaba la rubia de ojos celestes.

-Yo… bueno- no sabía si informarles sobre su condición, y si la despedían.

-No importa que sea, si es algo que debamos saber entenderemos las cosas y seremos muy profesionales, no te despediremos indiscriminadamente- argumento la belga al ver que la rubia pronto parecía asustada.

-Yo… yo… Estoy embarazada- declaro cerrando los ojos esperando que al abrirlos ambos la despidieran y tenga que buscar empleo en otro lugar.

Pero no espero lo siguiente.

La belga la abrazo maternalmente, mientras que el español pasaba su mano sobre su cabeza y la despeinaba como si fuera un niño.

-Entiendo, supongo que ¿está siendo difícil para ti?- argumento la mayor mientras frotaba su espalda.

Monika sentía como las lágrimas se acumulaban por sus ojos, hasta ahora había aguantado el remolino de emociones que la afectaban y más ahora que nunca necesitaba que alguien la consuele.

Asintió sintiendo como las lágrimas caían por sus mejillas.

La risa calmada de Antonio se hizo presente en el silencio.

-No te preocupes, nosotros dejaremos que trabajes, pero no queremos que te sobre esfuerces ¿entendiste?-

-Si…- respondió entrecortadamente.

-Dime Monika… tu ¿planeas abortar o que harás con él bebe?- cuestiono Emma seriamente.

-Y-o… no quiero abortar… quiero criarlo por mí misma… pero no tenía trabajo… y mi padre me dijo-o que no volviera… por el momento solo quería trabajar para buscar un lugar en donde quedarme… y aunque fuera difícil intentaría criar a mi pequeño- respondió aun llorosa. Aunque nunca haya muy sensible ahora sentía las emociones a flor de piel.

Emma sonrió orgullosa, mientras Antonio pensaba en cómo ayudarla.

-Sabes en nuestra casa tenemos habitaciones de sobra por lo que ¿Qué dices en quedarte con nosotros?- pregunto el español.

-No podría… ustedes están siendo amables en dejarme trabajar en mi condición, no puedo ser tan aprovechada, tal vez busque un hotel o uno de esos centros de ayuda-

-Eso no, no sabemos qué tipo de gente ahí allí, además no estas siendo aprovechada nosotros estamos ofreciéndotelo-

-Antonio tiene razón, quédate con nosotros así podrás ayudarnos en casa también si te sientes culpable-

-Creo que no puedo negarme – respondió limpiándose las lágrimas, Emma tomo un pañuelo de su delantal y le entrego- Gracias… por todo, están siendo muy amables… no me alcanzara la vida para agradecerles.

-No te preocupes por eso… nosotros lo hacemos encantados- respondió la belga abrazando a su marido.

-¡Hey ustedes!- llamo Vincent saliendo de la cocina- Podrían dejar el drama y volver a trabajar, pronto la gente comenzara a llegar.

-Lo siento, ya vamos- respondió el español.


Tiempo después.

Eran ya las 12 del mediodía y Monika iba caminando por las calles a tomar el bus, tenía que llegar a casa de sus patrones pronto.

El trabajo no fue difícil, atender las mesas fue un tanto nuevo pero solo bastaba con sonreír sutilmente. Era mesera por lo que gano una cantidad muy buena de propina por parte de sus clientes.

El vestuario tampoco era excéntrico porque solo usaba su ropa normal con delantal un blanco. Al parecer Vincent que resultó ser el Hermano de su patrona era el cocinero junto con un tipo más que no vino hoy aunque mencionaron que era chino, también había otro mesero pero justo hoy era su descanso. Sus patrones eran amables y bastantes conocidos por su buena voluntad por lo que no quería ser desagradecida y arruinarlo todo.

El negocio solo era una simple cafetería que cerraba desde las 11:00 a.m. hasta las 17:00 p.m. de la tarde. Por lo que ahora tenía que ir a la casa Carriedo para almorzar.

Camino a paso calmado hacia la parada, pues estuvo con bastantes mareos pero no quiso preocupar a nadie.

Se detuvo frente a la parada en espera de que llegue el autobús.

No paso mucho y llego.

Estaba a punto de avanzar cuando un mareo fuerte la dejo estática. Ni siquiera pudo dar un paso al frente al bus que abría las puertas frente a ella.

Pudo escuchar alguien tras ella lanzaba un insulto en italiano, estas en Italia se recordó internamente.

-Podrías avanzar de una maldita vez- gruño la misma persona. Volteo levemente para ver quién era.

Se quedó estática ante lo que vio, acaso era una copia exacta de Feliciano, pero pronto se dio cuenta que solo era una idea loca por qué.

El tipo era unos centímetros más alto, su color de piel era más bronceado que la clara de Feli, sus ojos no eran almendra era un verde olivo bastante llamativo pero se mostraba fiero ante cualquiera que lo viera excepto las damas, tenía el ceño fruncido suavemente. Sus ropas parecían la misma que llevaban las personas famosas que salían en la tele.

Definitivamente él no era Feliciano Vargas.

Por otro lado Lovino era una historia diferente pues pronto se dio cuenta de error y le grito a una mujer, y no a un hombre como el creyó, pero no era su culpa, llevaba un puto abrigo que de espaldas no dejaba distinguir nada.

Además no era fea, cosa que hizo que se escandalice interiormente, le grito a una mujer muy bella. Por qué no lo seria si, su piel parecía increíblemente blanca y a la vista delicada, ojos de color celeste en una tonalidad clara que a su parecer era bastante atractivo, cabello cortó pero rubio y labios finos. Un tipo de mujer que le gustaría tener.

*suerte de mierda* dijo mentalmente mientras formaba una sonrisa galante.

La alemana estaba un poco abatida por lo que cuanto lo vio sonreír sintió como si el piso se movió y ella fuera a caer en cualquier momento.

-Yo… lo siento, no fue mi intención faltarle el respeto- hablo Lovino avanzando un paso adelante, pero no noto como la alemana se ponía más pálida y casi parecía caer.

-No se preocupe- susurro mientras veía como pronto todo se tornaba borroso.

-No si fue-

Lovino pronto dejo su respuesta al ver como la mujer literalmente perdía la conciencia y caía lentamente hacia el suelo, dejando que sus reflejos trabajen rápidamente el italiano se lanzó al suelo para sujetarla antes de que se golpee contra la dura grava.

Monika se sintió un poco confundida pues no distinguió el duro suelo, más bien fue aprisionada en unos brazos que la sujetaron fuertemente y por primera vez se sintió protegida. Todo se tornada oscuro y una voz la llamaba pero sonaba tan lejana.

Sus parpados se cerraban lentamente aun en contra de su voluntad y lo último que vio fue dos ojos verdes olivas observándola con preocupación.

*¿Quién eres?*Pensó antes de caer al mundo de la inconciencia.

Continuara…


Espero que les guste, y si bueno veremos como avanza y espero que les guste…

Aunque mi inspiración tarda en aparecer por lo que no prometo publicar pronto.

No olviden comentar me alientan.

Adios Amigos…

Vincent es Países Bajos.

Emma es Bélgica.

Monika es Alemania.

Y aquí Prusia es varon.

Dark-Keyla.