Herederos: Amor y Venganza

Summary: Un nuevo Heredero nacerá en el Clan Yagami, uno que salvara al mundo de la vuelta de Orochi en el mundo, nuevos enemigos van aparecer al igual que una nueva generación KOF.

Reviviendo "El Heredero del Clan" para los que pedian el final y se quedaron con las ganas de saber mas de esta historia, ahora editada y renovada, espero que les gusten.

Capitulo 1 "Dolores"

Iori despertó de golpe sintiendo un extraño dolor recorriendo su cuerpo, su cabeza pareciera estallar, estaba asustado y confundido, había tenido ese mismo sueño nuevamente, ese muchacho tan parecido a el y a la vez tan distinto luchando contra con todas sus fuerzas contra alguien que parecía ser Orochi, luego todo se torno oscuro, el dolor de su cabeza lo estaba matando, sus lagrimas caían libremente por su rostro mientras gritaba, la angustia que sentía en ese momento y por primera vez pidió ayuda pero nada, el se encontraba solo, no tenia a nadie que lo abrazara que lo hiciera sentir bien, a alguien que lo consuele haciéndole ver que no estaba solo, pero a lo contrario el estaba completamente solo, porque fue el mismo que se dedico a que asi fuera.

Algo cálido subió por su garganta y se fue rápidamente para el baño, se tomo del lavamanos y escupió el líquido, era sangre, su propia sangre salía de su boca la miro detenidamente, cada vez se hacia mas frecuentes, se limpio la boca con agua y se seco con una toalla. Recordó que Kyo hoy volvería a Japón después de dos meces de su luna de miel, su rival se había casado con su novia de la escuela Yuki, Iori sonrió con malicia, tenia la necesidad de pelear con el ya que las peleas callejeras le resultaban aburridas pero no estaba tan seguro que el aceptaría ya que después del torneo KOF XIII, Kyo se negó de pelear contra el, supuestamente ya no le encontraba sentido y quería cambiar su vida, tan solo al recordarlo Iori apretó sus manos, toda su vida buscándolo, peleando y querer asesinarlo ¿Para que? Para que luego se reusara a pelear, era inaudito.

Su vida ahora era su música, los cigarrillos y porque no algunas mujeres de la vida, pero estas semanas solo fue dolor, ese dolor en su cuerpo, la sangre recurrente, las sensaciones abrumantes, emociones, sintiéndose indefenso, sentirse asi lo molestaba. No pensó que nuevamente pasaría por esto, desde que derroto a Orochi con ayuda de Kyo todo eso había terminado hasta hace poco, necesitaba respuestas y solo una persona que conoce su historia podría ayudarlo.

Fue al templo de Chizuru, estaba justo en frente de el, no pudo evitar sentir cierto respeto hacia el lugar sagrado, entro al lugar buscando por los pasillos a la sacerdotisa, la encontró regando las plantas y cuando ella se percato de su presencia no pudo evitar abrir sus ojos de la sorpresa.

— ¿Iori -san? –exclamo ella. — Vaya, no te esperaba.

— Tampoco esperaba venir. – respondió el pelirrojo acercándose a ella, Chizuru lo miro atentamente, estaba mas pálido de lo que recordaba y sus ojos estaban mas rojos e hinchados.

— Te ofreceré algo.

Ella lo invito a la sala y ambos se sentaron arrodillados en el piso de madera, como es costumbre en Japón y ella le ofreció un poco de te en una taza.

— No te veo bien Yagami. –comento ella mientras lo veía beber un poco de te en su taza. — ¿Estas enfermo?

— No me he sentido bien últimamente. –confeso el apoyando la taza sobre la mesita.

— ¿Cómo?

— Me siento débil, tengo sueños extraños, dolores y... la sangre.

— ¿El Riot Blood? –pregunto ella preocupada pero el pelirrojo negó con la cabeza.

— No.. este Riot es diferente – explicó — Soy consiente de mis actos, solo la sangre es mas oscura y espesa, solo siento dolor.

— Cuéntame más...

Le propuso ella, Iori tomo un poco mas de te antes de seguir, no era fácil hablar de sus cosas personales con alguien, pero tampoco quería quedarse con la duda, tenia que saber que le estaba pasando y decidió hablarle abiertamente por encima de su orgullo.

— Cada vez me siento más cansado, no distingo bien la realidad y la sangre cada vez es mas abundante y cálida.

Ella lo miro preocupada, eran muchos síntomas, no entendía bien lo que tenia, temía que Orochi se este presentando en el pero por el momento era mejor pensar que el estaba sellado y no deseaba que ese dios apareciera de nuevo en este mundo.

— Lo que me dices es algo serio Iori-san. –ella se levanto de inmediato. —Ven conmigo.

El asintió y ambos comenzaron a caminar.

— Seguramente sabes que Kyo volvió de su luna de miel. –comento ella.

— Ese idiota... – musito Iori con desprecio, aun no le perdonaba que se reusara a pelear, ella solo sonrió a su respuesta.

— Ahora el esta feliz viviendo con su esposa y un hijo en espera. –le informo, Iori se asombro un poco, eso no lo sabia, lo enfureció mas.

— Otro Kusanagi. –susurro con repudio.

—Asi es... ¿Y tu Iori?

— ¿Yo que?

— ¿No piensas formar una familia? –cuestiono ella y al tiempo se dio cuenta del error que había cometido, había olvidado que su clan no podía tener herederos. —Lo siento, lo olvide.

Iori no le dio importancia a eso, el sabia muy bien que su sangre maldita no le permitía llegar a tener hijos, las mujeres de su clan al tenerlos fallecían y la mayoría junto con sus bebes, era imposible que alguna sobre viva con el pequeño.

— ¿A dónde vamos? –pregunto el.

— A buscar el espejo sagrado, es lo único que podemos usar por ahora.

Cuando llegaron a la puerta de la habitación donde estaría el tesoro, Chizuru hizo un ademan con sus poderes y abrió el enorme puerta antigua dándole el paso, ellos entraron a la gran habitación y Iori siguió a Chizuru donde estaría supuestamente el espejo sagrado, no estaba en su sitio.

—Oh por dios.. –susurro ella pasando inconscientemente una mano por su boca. — ¡Se lo robaron!

Exclamo angustiada cayendo al suelo, su tesoro había desaparecido, Iori suspiro algo cansado, ese espejo lo podía haber ayudado y ahora desaparece como si nada.

Después de unos minutos Chizuru se encontraba mas tranquila asimilando el hecho que el espejo había desaparecido.

—Al parecer no podrás ayudarme y apareció otro ladrón de reliquias y esta vez no fue Ash Crimson porque esta muerto. –dijo Iori ahogando su rabia.

—Lo se Iori, pero hay una persona que si puede ayudarte... –comento sin despegar su vista donde debería estar el espejo.

— ¿Una persona? ¿Quién? –cuestiono maquillando su interés.

—Athena Asamiya, ella es la única persona quien puede ayudarte en estos momentos. –dedujo ella.

— ¿Quién es ella? –volvió a preguntar, sentía que a ese nombre lo había escuchado antes.

—Es la líder del equipo "Psycho Soiders" –Iori asintió sabiendo de quien se trataba.

— ¿Y como esa psíquica podrá ayudarme?

Chizuru suspiro dejando de ver el lugar donde supuestamente estaría su espejo.

—Ella hace poco descubrió que es adoptada, sus verdaderos padres provenían de Atenas y fue adoptada por una pareja japonesa... sus ancestros fueron reyes importantes que han pasado a la historia y estoy segura que ella no es tan normal como aparenta ser.

— ¿A que te refieres?

—Tiene los mismos dones que Orochi, cosa que nosotros no, aunque parezca insignificantes solo ellos lo poseen, tu los viste en los torneos solo que no le mostrarte mucha importancia. –Iori hizo memoria y recordó algunos trucos de ella.

— La teletransportación es una... –musito Iori, ella asintió.

—proyecta y lee los pensamientos como también sabe utilizar muy bien la telekinesis, un don que le permite mover objetos con su mente, el poder de curación, todo igual que Orochi. –le informo. — Todo esto me lleva a pensar que ella podría ser...

— Una diosa... –dedujo de la nada.

— Exacto.-el rio.

— Eso es imposible Chizuru. –negó.

— pero lo es Iori, mis investigaciones me llevo a una conclusión, Athena Asamiya es la rencarnación directa de la diosa griega Atenea. ¿Sabes quien es?

— Claro que lo se, según la mitología griega es la diosa de la sabiduría y de la guerra pero ¿Eso que tiene que ver con migo? –cambio de tema.

— mucho, ella es una diosa sabia y justa y Orochi es el demonio en persona de seguro sabrá como ayudarte, búscala. –le aconsejo, Iori pensó por unos momentos, tal vez Chizuru tenga la razón, tal vez esa niña podría ayudarlo.

Continuara...