El autor dice: Hola, gracias por leerme. No fui amable con este fic, creo que verán por qué. He estado martilleado mi mente para filosofar y llegué a este fic, y como me encanta retorcer las cosas también las retorcí para Shaman King, me encanta la serie, aunque he leído en Internet que el manga es diferente y que hay un especial donde aparece Hanna que es hijo de Anna pero se parece más a Hao que a Yoh ( no estoy seguro si eso de que se parece más a Hao que a Yoh sea válido de decir, ellos dos son gemelos), también leí que en el manga se rompe el compromiso Yoh-Anna; que el manga todavía no se termina y otras cosas. No estoy seguro si es verdad o no y espero que alguien me lo aclare. Pero volviendo al fic, espero que sea de su total agrado y les pido que me dejen un "review"  (aunque no estoy muy seguro de por qué le dicen así). Gracias.


El aspecto legal: Tendré mi serie algún día, pero mientras escribiré fics.

Caminando por las calles desiertas  iba una muchacha de diecisiete años, era la sacerdotisa Anna, volviendo de compras para el almuerzo a pesar de que, según ella, alguien de su talento no estaba para tareas tan mundanas. Pero no había quién más las haga, su prometido Yoh entrenaba y su amigo Manta no pudo hacer su visita acostumbrada a la hora acostumbrada (una buena excusa para librarse del trabajo), los demás residentes de la posada estaban en algún otro lado, sólo quedaba ella para ir de compras y hacer la cena. Y entonces todo sucedió.

Un brillante rayo rosa atravesó el cielo, dio una extraña curva en el aire y se precipitó contra Anna. Ella con su frialdad acostumbrada creó de inmediato una barrera protectora contra toda energía maligna, sobre su cabeza apareció un extraño dibujo luminoso en el aire pero este rayo rosa lo atravesó como si la barrera no existiera. "No es una energía maligna" fue lo único que alcanzó a pensar Anna antes de que el rayo impactara contra ella.

Caminando por las calles desiertas  iba una muchacha de diecisiete años, era la sacerdotisa Anna, volviendo de compras para el almuerzo, un rayo de color rosa la había golpeado momentos antes, pero ella parecía no recordarlo.


Anna llegó a la posada Asakura para encontrarse con el diminuto Manta. Al verlo sintió un inquietud que identificó como indignación.

_¡Llegas tarde!

Manta tragó saliva.

_Mis visitas no son a horario- dijo sonriendo con miedo.

_No nos haces ningún favor visitándonos- contestó Anna como una acusación terminante.

Pero Manta eligió el camino del temerario.

_ A ti sí. Siempre que vengo hago la cena y los mandados de la casa...y hoy era día de compras.

La mirada de Anna se volvió más fría con un ligero brillo de enojo que sólo sus allegados más cercanos podían identificar, Manta empezó a sudar frío.

_ Bien Manta, supongo que no te importaría hacernos el favor de preparar el almuerzo en esta visita también- dijo Anna pronunciando "favor" como si fuera un mal chiste.

Manta tomó su mochila y se la puso al hombro como quien no quiere la cosa.

_ Me encantaría pero hoy no puedo, ya tengo que irme... Le dejé una nota a Yoh, de seguro que llegará muerto de su entrenamiento...Quizás...no debas hacerlo...entrenar tanto.

Manta dio media vuelta y empezó a caminar hacia la salida sin pensar en otra cosa que no sea salir de ahí lo más antes posible.
_ Nos vemos Anna.- dijo Manta sintiendo la fría mirada de Anna congelarle la espalda.

_ Claro que nos veremos y cuando eso pase tú te acordarás de esta visita.

Arrastrándose de cansancio Yoh entró a la pensión, había hecho todas las lagartijas, levantamiento de pesas, abdominales y barras, y había corrido todos los kilómetros que su prometida le había mandado y llegó en el tiempo límite que se le había permitido.

_ ¡¡Tres minutos tarde Yoh Asakura!!

A Yoh los ojos se le llenaron de lágrimas.
_ Mañana habrá entrenamiento especial.
Y las lágrimas se dispararon como cascadas.

_Sí, Anna.

Yoh siguió llorando cascadas por un momento mientras Amidamaru trataba de consolarlo buscando cualquier forma de distraerlo.

_ Mire amo Yoh, el joven Manta dejó una nota para usted.

_ ¿Es qué acaso Manta vino?-preguntó Yoh olvidándose de su condena.

_Sí.- interrumpió Anna al momento de servir los platos- pero se fue temprano.

Yoh miró el plato de comida como un niño mira un medicamento que detesta.

_Seguramente no tuvo tiempo para hacernos el favor de cocinar- dijo Yoh, lo dijo con un tono que parecía decir "se me quemó mi casa con mi familia adentro".

Después levantó la mirada y quedó horrorizado, Anna comía tranquilamente, con movimientos calculados, cada movimiento, cada gesto, parecía haber sido planeado desde hace años y eso sólo podía significar una cosa: Anna estaba furiosa.

_Anna....Annita... tu comida es deliciosa y pues yo...lo que pasa es que...Manta. Él siempre viene y cocina y...

_ Yoh!

Yoh calló.

_Lee la nota que te dejó Manta y espero que sean buenas noticias porque necesitarás mucho optimismo para poder terminar mi entrenamiento.

Y nuevamente las lágrimas volvieron a salir como cascadas.

Casi al mismo tiempo, en un bosque de las cercanías.

Horo Horo descansaba sobre el césped mirando el cielo,  el entrenamiento con Len era la cosa más agotadora que había hecho en su vida, no por el entrenamiento en sí sino porque todas las mañanas era lo mismo: Levantarse, correr, desayuno, descansar una hora y empezar el verdadero entrenamiento, y nada más faltaba una mirada mal hecha, un comentario en mal tono, un sarcasmo, cualquier cosa  para empezar una pelea con muchas cuchilladas y mucho hielo. Aún así las experiencias de las peleas servían mejor que los entrenamientos, pero lo peor era que no había con quien hablar además de Len y Jun, la hermana de Len, que prefería estar con su casi-novio casi-zombie Li Bruce Long. Fue en el momento que estaba más relajado cuando vio el rayo rosa cruzando el cielo y perdiéndose al otro lado de una colina. Horo Horo se levantó de un salto y fue corriendo a ver que rayos era ese rayo, al llegar al lugar donde calculó que el rayo había caído se fijó que no había quemaduras ni señal de destrucción, de hecho el rayo misterioso cayó sobre la cabaña en la que ellos convivían y ni siquiera el techo parecía afectado. Horo Horo entró en la cabaña y no encontró nada extraño, sólo a Jun que lo miraba un tanto confundida.

_ ¿Qué fue eso?

_ ¿Qué fue qué?

_ El rayo.

_¿Qué rayo?

_ El rayo rosa que cayó aquí.

Jun sonrió divertida.

_No sé de lo que me estás hablando.

Horo Horo iba a seguir preguntando pero justo en ese momento entró Li Bruce Long

_ Buenos días joven Horo Horo, ama Jun ¿Vieron esa extraña luz en el cielo?

_ Yo no vi nada-dijo Jun.

_ Yo la vi- dijo Horo Horo- cayó justo aquí.

_ ¡Aquí no cayó nada!-dijo Jun con repentino cambio de humor.

Horo Horo se sorprendió pero prefirió dejar Jun sola con su extraña pareja, a ver si su mal humor se iba.

_ Mujeres...- murmuró al salir de la cabaña.

Pero el mal humor de Jun estuvo presente a la hora del almuerzo, todos los notaron, en especial Bruce Long quien tenía la seguridad de ser el responsable, Horo Horo se puso algo tenso e incluso Len se sintió perturbado por el extraño comportamiento de su hermana.

_ ¿Y a ti qué te pasa?- preguntó Len con su cinismo de costumbre.

_ A mi no me pasa nada- respondió Jun con la misma actitud.

_ Bueno.

Y eso fue todo. Una hora después del almuerzo Len y Horo Horo volvieron al entrenamiento.

_ Len, algo le pasa a tu hermana.

_ Ella dijo que no le pasa nada.
_ ¡Pero algo le pasa!- insistió Horo Horo .

_ Lo sé pero si ella dice que no le pasa nada entonces no creo que quiera que le hagamos preguntas.

_ Pero...

_ Y tú no vas a hacerle preguntas.

_ ¡A mi no me das ordenes!.

Len sacó su lanza.

_Voy tener que cerrarte esa boca a punta de golpes.

_Veremos.

Y a empezar una nueva pelea.

Para la hora de la cena a Yoh el cuerpo le molestaba demasiado, las piernas por correr, los brazos por el esfuerzo, el abdomen por las abdominales y  la lengua por el mal sabor.

_Perdón por el sabor de la comida, la novela se retrasó un poco y tuve menos tiempo para preparar la cena.

A Yoh no le pareció una disculpa convincente, pasó dos bocados más y mintió.

_No está tan mala.

Volvió el silencio. Yoh cambió de tema.

_ A veces creo que Manta estudia demasiado.

_Con ese cuerpo tan pequeño y esa cabeza tan grande no creo que pueda hacer otra cosa.

_ Pero incluso en vacaciones. ¡Nadie estudia en vacaciones!

Anna empezó a perder la paciencia.

_ ¡Y todavía se va ir de viaje a Alemania, estaría bien pero se va a un seminario de una universidad, se va a un viaje tan largo y es para estudiar!

A Yoh nunca se le hubiera ocurrido nunca que un tema que él pensaba tan divertido pudiera enojar tanto a Anna. Los palitos azotaron la mesa y Anna se levantó furiosa.

_ Manta, Manta ¡Ya estuvo bien! ¿Tú crees que yo soy una idiota?

Yoh casi se muere del susto.

_ ¡Sé que la comida sabe mal! Pero la hice yo...PARA TI... Puede ser que Manta cocine mejor que yo...¡¡¡PERO MANTA NO VINO A COCINAR HOY!!!.

Reponiéndose del miedo Yoh pudo decir algo.

_ Annita... Yo no lo decía por eso.

Anna se levantó y subió las escaleras, tres segundos más de silencio y luego el portazo que sacudió toda la pensión.

Yoh y Amidamaru se miraron confundidos y un tanto tristes.

_¿Mucho optimismo para mañana?

_Sí. Muchísimo

Y ambos se pusieron a llorar amargamente.

Y en el bosque cercano.

Era la cena más difícil que Horo Horo haya tenido en su vida, la comida estaba deliciosa y no había peleas de ninguna clase, pero para Horo Horo era un martirio, miraba su plato sin quitarle  la vista. Desde que puso los platos y los cubiertos en la mesa se dio cuenta que Jun lo estaba mirando, no le prestó atención  hasta la hora de comer porque se dio cuenta de que Jun lo seguía mirando y tuvo la seguridad de que no le había dejado de mirar en ningún momento, tratando de seguirle el juego él también la miró fijamente a los ojos pero tuvo que volcar la mirada , Jun tenía una mirada extraña más allá del interés y la curiosidad. "¿Qué tanto me mira?" pensaba Horo Horo "¿Por qué me mira así?" ,no pudo dejar de mirar el plato pero aún así  sentía la mirada de Jun clavada sobre él, para su suerte Len no se daba cuenta del embrollo pensando en sus técnicas de combate, solo Li Bruce Long miraba extrañado a su dueña que miraba a Horo Horo con esa mirada extraña y perturbadora, demasiada interesada para el gusto del zombie. "¿Qué tanto lo mira?¿Por qué lo mira así?".

Horo Horo terminó la cena y se largó rápido hacía su cuarto, escuchando con el oído atento pudo sentir cuando todas las puertas de los dormitorios se cerraron, cada quien en su cuarto y Horo Horo se permitió relajarse un poco, pero un pudo relajarse demasiado. Aún en lo oscuro, aún echado en su cama encerrado en su cuarto Horo Horo pudo sentir esa mirada clavada en él que podía verlo sin mirarlo y tuvo la certeza de que en ese preciso momento Jun estaba con esa mirada pensando en él  en el momento en el que él estaba pensando en ella.

Horo Horo no pudo dormir hasta bien entrada la madrugada.

_Algo muy raro está pasando aquí

(Lo Continuaré)

EL autor dice: Y bueno, no me salió muy bueno este primer capítulo pero el segundo estará mejor, se los prometo.

En tanto gracias por leerme. Hasta el siguiente capítulo.