Advertencias: OoC & AU
Los personajes pertenecen a Akira Amano
Cerca de donde vivo hay una escuela, por lo que es normal ver pasar estudiantes frente a mi ventana. Hoy vi a ese chico de nuevo.
Tengo 20 años y aún no estoy segura en donde quiero trabajar o si seguiré estudiando.
La primera vez que lo vi fue el mes pasado. Unos chicos con el mismo uniforme lo llevaron a un callejón y lo golpearon. Ellos le decían que no por ser extranjero merecía un trato especial.
No fue difícil imaginar lo que ocurría, ya que él tenía unos hermosos y dispares ojos; azul profundo y carmesí, y, su cabello azul, casi negro. Claramente atraería la atención de la clase…Aunque note algo interesante, él tenía una mirada triste desde que llego. Después de aquella paliza que le habían propiciado, sumo esfuerzo se mantenía en pie.
Cuando noto mi presencia, no cambio para nada su expresión, se paró y se fue, probablemente a su casa.
En los siguientes días otros chicos empezaron a molestarlo, solo que esta vez no solamente con golpes, también con palabras. Yo tenía la esperanza de que decidiera enfrentarlos, de que los detuviera… ¡Una persona no puede soportar tanto! Yo no lo hice y quise creer que él tampoco lo haría.
Lamentablemente, con el paso del tiempo seguía pasando y temía que no terminara.
Un día al anochecer, salí a comprar leche para poder cenar. Estaba pensando en si debía o no intervenir, cuando accidentalmente choque con alguien y tire la compra.
-Lo siento-dije esto mientras la otra persona me pasaba la bolsa. Levante la mirada solo para toparme con el chico de ojos bicolor. Tome la bolsa, ciertamente un poco nerviosa, y le sonreí.
-Gracias-dije, y por dentro sentí un gran alivio por saber que el ataque que le habían propiciado esta mañana no lo daño severamente.
Seguramente esa era la razón de que le haya sonreído en aquel momento.
Igual a un niño al que le acaban de regalar un juguete nuevo, el solo abrió los ojos y se quedó sorprendido.
Lo mire dudoso, pero con ese pequeño encuentro me decidí, antes de que tan siquiera pudiera exclamar alguna palabra, los chicos que lo golpearon lo llamaron, yo no había notado que se encontraban atrás de él. El que parecía el líder levanto la mano y pude ver el arma que cargaba, jamás pensé que sus intenciones llegarían tan lejos.
Pensé en tomar al chico y correr para darnos una mínima oportunidad, pero el, volteando a verme una vez más, se paró entre ellos y yo.
Esa fue la última vez que vi esos hermosos ojos bicolores y mirada triste.
Si hay algún error díganmelo para saber, confió en quien me ayudo a corregirlo pero aun así espero opiniones.
