My dear little angel
-¿Lo que digan los demás?, no, eso no importa, no me importa que me consideren loco por mi forma de ser…solo me preocupa lo que piense mi dulce angelito…¡Sí!, por el es que sigo con vida…además…el solo me tiene a mí, yo soy como un padre, un hermano mayor para el…y lo protegeré pase lo que pase.-
Me miro en el espejo de mi cuarto y digo '' ¿Acaso este es el ejemplo que debo darle a Alfred? No!, debo estar siempre arreglado con buena presencia y buenos modales…¡Eso es!. Salgo de mi habitación y voy directo a la de él, ''Sigue dormido'' me digo a mi mismo…él es tan hermoso, tierno, aunque a veces me da problemas pero aun así lo adoro…regreso a mi cuarto y busco la ropa que me pondré para ir al trabajo, tomo una ducha y bajo a la cocina a preparar el desayuno.
-Delicioso, aunque puedes mejorar Arthur-, me dice el después de desayunar con su típica sonrisa, y no me enfado por eso, solo le paso una mano por su cabello y recojo la mesa, después de terminar de arreglar la casa me despido de él y salgo al trabajo.
El día estaba de maravilla hasta que se presento…''La escoria francesa'' o así le decía o le digo yo. –Dime, ¿hasta cuándo vas a tener secuestrado al petit Alfred?- Me pregunto con ese tono tan enfermizo, -Fuera de mi camino basura- Le dije serio y cortante, -¡Oh! no creas que te quedaras con el más tiempo mon amour, en cualquier momento sabrá la verdad- Lo mire con todo el odio que tenia por dentro, ¿Cómo se atreve a hablarme de esa manera, quería matarlo, cortarlo en pedazos, pero no podía, no en el medio de la calle además, trate de no hacerle mucho caso, el sabía que si le decía algo a Alfred…lo mataría a él y a su familia…lo vi desaparecer entre la multitud y seguí con mi camino.
-…¡Right!, bye…- Me despedí en mi trabajo, era un excelente profesor y me pagaban bien, compre algunos ingredientes para la cena, me sentía un poco mareado y con dolor de cabeza pero no me importo mucho, al llegar a casa las luces estaban apagadas, siempre le decía a Alfred que estuviera pendiente de prenderlas, pensé que estaría jugando con el Xbox o algo parecido…pero no…solo encontré a Alfred con los ojos llenos de lagrimas…sin su típica sonrisa…
-¿Que ocurre Alfred?- Me le acerque pero el solo se aparto, ¿Qué estaba pasando? –Aléjate de mi ¡monstruo!- Sus palabras eras como un cuchillo atravesándome lentamente…escuche unos pasos en la casa y vi al idiota francés sonriendo…¿cómo entro a la casa?. –Te lo dije amour, Alfred algún día se iba a enterar de todo, ahora debes pagar por lo que has hecho-
-Al, va-vamos v-ven conmigo no le ha-hagas caso a este idiota- Le dije a mi angelito…a mi hermoso angelito…pero él me miraba con odio, decepción, miedo…
-¡¿Por qué?! ,¡ ¿Por qué asesinaste a mi familia?! ¡I hate you I hate you I HATE YOU!- Me dijo llorando
-¡No Alfred wait!, I…I'm your family- Le dije llorando igual que el
-No, you're dead to me- Me dijo…yo no reaccione solo me quede de rodillas viendo como el se iba con el francés…
-Todo esto es tu culpa, por tu culpa Alfred, mi querido Alfred se fue- le dije eso a la persona que estaba delante de mí y, sin pensarlo dos veces le clave un cuchillo en el pecho no una sino cinco diez veces…cuando termine sentí un dolor muy fuerte en…mi pecho…¡oh!, me había acuchillado a mí mismo, de verdad estaba loco…caí en el piso en un charco de sangre…lo último que vi en mis recuerdos fue la sonrisa…de mi querido angelito…pero eso paso hace unos meses, ahora solo ando por las calles buscando a alguien para amar y proteger como lo hice con él, con Alfred…Tal vez…tal vez tú quieras ser mi nuevo angelito…¡vamos! Ven conmigo, puedes revisar debajo de tu cama o en la puerta de tu casa…Tu y Yo seremos felices, te cuidare y te amare por siempre…te espero, no tardes...
