Nota: Un obsequio para Luna Asami. La jefa, la reina del angst, gran escritora y amante de este genial personaje. Espero que sea de tu agrado. Feliz cumpleaños.
Aclaración: las comillas para pensamientos " "
Todo nace de esa imagen que dejé de portada. Para mi es tan escalofriante ¿no creen?... Aquí un poco de Wanda perdiendo la razón, extrañando a Pietro.
La habitación oscura y ella de rodillas. Perdida en la bruma, en el recuerdo doloroso; oscuro y distante. Tal vez porque la fuerza la abandonó, tal vez porque ya no puede estar de pie.
"Tal vez porque él es quien me mantenía de pie".
El frío suelo y un tic-tac de un reloj que ya no camina, porque lo desmontó pieza por pieza, sin tocarlo, hace unos días. El sonido era irritante y casi deseó que la chatarra tuviera vida, para suplicar clemencia. Pero al parecer, su mente inestable y perdida no está de su lado, le recuerda el eco de ese viejo tic-tac como si estuviera presente, como si se burlara y la punzara con un lo mataste, lo mataste, lo mataste… canturreado cruelmente dentro de su cabeza.
"Como a él".
El bombillo de luz vuela, pedazo a pedazo en el aire, cristales delicados y peligrosos, tan hermosos, potencialmente mortales. La luz la fastidió ese día, un movimiento de muñeca después, el bombillo estalló, las persianas bajaron estrepitosamente y todo rastro de vida murió.
"Como él".
No veía lógica en que hubiera vida en ese cuarto, que existieran colores brillantes y alegría. Ya no más.
"Él no está"
Siente pena, sus ojos ya no lloran. Tal vez culpa al cansancio, tal vez a las largas horas de gritos. Pero no llora ¿Para qué?
"A él no le gustaba que llorara".
Sus dedos se retuercen inconscientemente. Casi bailan al compás del canto imaginario lo mataste, lo mataste, lo mataste… Arrastrando cubos que no reconoce, como si hilos se adosaran entre ellos y sus dedos. Desata una danza de cristales rotos y cubos.
"Le gustaba jugar".
Tiene visitas, a veces las tiene, a pesar de no mirarlas, de no responder sus preguntas o sonrisas, ella las tiene.
"Pero no son él".
La danza tiene una tenue luz rojiza iluminándola. Es diabólica; ella lo cree así; es cruel y peligrosa. Un atisbo de luminosidad llega a sus muñecas, recordándole con malicia las vendas que las cubren.
Los dedos dan un giro, como siguiendo los movimientos hipnóticos, tirando y desarmando el vendaje, dándole un movimiento de serpiente, en el aire. Se deslizan, giran en torno a los cubos y cristales, se retuercen, los abrazan y los liberan.
Casi desea reírse, pero sabe que su risa es histérica. No tiene deseos de que alguien llegue a ver qué ocurre.
"Él corrió lejos… eso ocurre".
La tenue luz sigue recordándole, instigadora, sobre las cicatrices. Le gusta pensar; al igual que todos; que lo de sus muñecas son cicatrices. Que no son marcas de cortes a medio cicatrizar, de sangre seca y de aspecto doloroso. Que abrirá de nuevo, antes de que lleguen a sanar.
"Carne viva, movimientos lunáticos".
También les gusta pensar (a ellos, casi inocentes, un poco negadores) que al día siguiente, no hallarán el piso con sangre y a Wanda esperando por un Pietro que nunca volverá, a ese Pietro que ya no puede detenerla, rápido y preocupado, intentando protegerla de sí misma.
"Él no volverá".
Nota: ¡Esto quedó muy corto! Pero diablos, no dio para más. Girar sobre el tema sería matar el clima. Así que espero que sea suficiente.
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Se te quiere Luna. Be free, be happy.
