Lástima.
Es invierno en la Academia de Magia y Hechizería bautizada como Hogwarts, y Rose Weasley, saldrá a visitar Hogsmeade por enésima vez en su vida. Para estar en su cuarto año, ha visitado ese lugar muchas veces.
Esta vez, es un poco diferente a otras, puesto que es acompañada por los gemelos Scamander; y no por Lily, James o Albus, los hijos del tío Harry. A decir verdad, es su primera vez yendo a Hogsmeade con ellos, y hasta ahora, todo pinta bien.
Se han detenido frente a la famosa casa de los Gritos, obligados más que nada por la insistencia de Lorcan, el más hiperactivo de los dos gemelos.
-¿No es Hermosa?- El rubio se inclina apoyándose de la valla para tener una vista más cercana del lugar, su hermano le sigue; pero no se arriesga tanto.
En eso Rose permanece quieta con el hombro pegado a Lysander.
-Mamá solía decir que ahí vivían los espíritus malignos.-
-Querrás decir que ella dice que de ahí vienen los Nargles.- Dice su hermano gemelo Lysander.
-¿No eran del muérdago de donde venían?- Contraargumenta Lorcan.
La pelirroja comienza a aburrirse de la pequeña discusión, y su mirada vuela por los alrededores, posándose sobre una cabeza plateada. Ese definitivamente tenía que ser Scorpius Malfoy, el hijo de Draco; el archienemigo del tío Harry... en general, de tus padres también.
Scorpius se ve bastante solo, ahí con el cuerpo reposando sobre aquel árbol cristalizado por la nieve, y con la cabeza un poco agachada. Por la cabeza de Rose se le pasa la repentina idea de que necesita compañía, además... ¿Qué puede perder? Es un Malfoy... el ánimo de conocer gente nueva nunca se acaba para ella.
Entonces deja a los gemelos conversando a tono alto, y camina cuidadosamente sobre la nieve en dirección al rubio con la bufanda de Gryffindor, pues él fue puesto, sorpresivamente para todos, en la Casa de los Leones.
-Hola.- Lo saluda vivamente, él se voltea.
-Hola.- Arrastra las palabras de la misma manera que su padre... de tal palo...
-Me llamo Rose Weasley, y tú debes ser...-
-Scorpius, Scorpius Malfoy.- Tiene la nariz y orejas rojas ¿Será por el frío?
-¿Por qué estás tan solo?-
-No... no estoy solo... ¡NO QUIERO QUE SIENTAN LÁSTIMA POR MÍ!-
-Wow... cálmate, cálmate.- Ella alza y muestra ambas palmas de las manos.
-Deben estar algo... ¿asustados de ti? por ser el hijo de Draco, además de el hecho de que te pusieran en Gryffindor...-
Sus cejas se encurvan de manera triste al mismo tiempo que baja la mirada, Rose piensa que se ve muy tierno con esa bufanda rojo y plateado cubriéndole la boca y la punta de la nariz; mientras que Scorpius se pone nervioso ¿Por qué ella, precisamente ella tenía que acercársele? Justo la chica más preciosa de todo Hogwarts...
-Ven... no quiero ver a nadie solo.- Rose sonríe, dándole calidez al frío cuerpo del rubio, y ofreciéndole la mano.
Tímidamente, Scorpius la toma, sintiéndose algo inferior por estar siendo llevado de la mano por una chica, pero feliz de que ésa chica sea Rose Weasley.
Solo tengo que decir que escribí esto porque puess estaba vagando por la internet y vi un fic de esta parejita y me inspiré (: es muy cortito pero ojalá les haya gustado... sentía la urgencia de escribirlo la verdad no sé muy bien por qué.. mis dedos se han vuelto locos hoy aajajaj (si no vean la última actualización de "You're Me"!) probablemente tiene unas cuantas faltas de ortografía.. pero ya que... estoy algo hiperactiva ahora así que... no sé... mejor ya dejo el comentario hasta aquí D: Con amor (e hiperactividad), Nathu.
Con la inspiración que tengo ahora lo más probable es que escriba más drabbles... porque no me quiero meter en una historia grande como la mayoría de las que hago... de igual forma estoy segura de los que les gusta cómo escribo se divertirán un ratito (:
