Renuncia: Los personajes de Supergirl y DC Comics no me pertenecen, así como los lugares y objetos relacionados, sólo los tomo prestados para fantasear con ellos y compartir mis locas ideas con otros fans ;-)
Advertencia: Este fic contendrá, en algún momento, alusión a una relación que se puede considerar incestuosa, relaciones interraciales, violencia, posible asesinato, control mental y sexo, sí señorxs, sexo entre dos mujeres que además son hermanas adoptivas, pero que a mí parecer tienen una relación muy bella para ser hermanas. Así que, si te molesta cualquiera de estos temas agradezco que te interesara el título, pero estás advertido y creo que sería mejor buscar otra cosa para leer. Los Teletubbies tienen historias muy retorcidas pero que te podrían interesar.
Si a pesar de la advertencia sigues leyendo entonces aceptas de forma tácita que eres mayor de edad y no tienes mayor problema con los temas ya mencionados. Te agradezco de todo corazón que permanezcas aquí y te aseguro que no es tan malo como suena la advertencia, pero más vale prevenir.
Espero tus comentarios, recomendaciones, likes/favs/kudos, compartas, tweetes, etc. Recuerden que los escritores vivimos de sus reacciones y nos ayuda a seguir con nuestras historias.
Ojalá la disfruten tanto como yo escribiéndola y sin más rollo les dejo leerla.
Capítulo 1
El secreto de Alex
Alex Danvers supo que sus sentimientos hacia Kara habían cambiado cuando la rubia anunció su intención de regresar a Argo. El miedo a perderla fue demasiado a pesar de ser algo que ya se esperaba. Ni siquiera era un adiós definitivo, Supergirl no había dado detalles y lo más probable es que sólo fueran unas largas y bien merecidas vacaciones, pues ya llevaba varios años defendiendo a Ciudad Nacional sin descanso y recién había descubierto que su madre seguía viva, era más que lógico que quisiera pasar tiempo con ella.
Fue una despedida rápida, pues no quería que se quebrara su fuerza de voluntad y terminar rogándole para que no tardara tanto en regresar, aunque tal vez de ese modo sabría si se iba para siempre, pero no podía permitirse parecer débil, tenía una reputación que mantener. Kara tenía derecho a ser feliz y ella especialmente velaba por esa felicidad. Tras verla sufrir durante tantos años, al escucharla despertar durante la madrugada y encontrarla mirando por la ventana hacia donde debía estar Krypton, las pesadillas cuando dormía y los recuerdos del planeta explotando con todo lo que ella amaba. Temía preguntar por la respuesta que podía obtener y con su reacción ensombrecer de algún modo su momento de alegría, pues no se sentía capaz de aparentar indiferencia si Kara le decía que su intención era quedarse en Argo.
El Universo le estaba regalando una nueva oportunidad y ella no se iba a interponer por evitar su propio sufrimiento. Kara no merecía que fuera así de egoísta.
Tal vez lo que no terminaba de comprender era por qué Mon-El tenía que acompañarla, es verdad que hacía unos meses se amaban y que habían tenido que separarse por las circunstancias y no por decisión propia, pero él ahora era un hombre casado y no quería que jugara con los sentimientos de Kara, ya bastante doloroso había sido para ella tener que despedirse una vez, no era justo que él se tomará su tiempo, experimentando, hasta decidir a quién quería más. No si se trataba de la rubia, pues ella merecía mucho más que un corazón a medias y una relación llena de dudas.
¿Y si se marchaba otra vez y volvía a hundir a Kara en depresión?
Sabía que le molestaba, pues como hermana mayor tenía que protegerla, pero no explicaba esa sensación más parecida a los celos que al enojo. El ardor en el estómago y el dolor un su pecho cuando los imaginaba juntos, paseando por la ciudad, tomados de la mano.
Entonces se preguntó qué era ¿Instinto sobreprotector? En su cabeza escuchaba la voz de Eliza, regañándola una vez más porque Kara había salido herida, pero ¿Y si esa voz solo era en realidad el reflejo de la costumbre y sus temores internos? ¿De verdad era por mamá o era por ella misma?
La verdad es que tampoco tenía tiempo para autoanalizarse en ese momento cuando Sam se deterioraba cada vez más. Sus ideas y sentimientos tendrían que esperar y darle prioridad a su amiga. Ruby confiaba en ella y no podía decepcionarla.
Ruby. La niña le hacía pensar en su futuro como madre. Algo que anhelaba con toda su alma. Cada vez que el estrés amenazaba con sobrepasarla, se tomaba un descanso y fantaseaba para aclarar su mente. En su cabeza veía un niño o una niña, usualmente los imaginaba diferentes en cada ocasión pues no sabía que esperar, pero desde hacía unos meses siempre eran de cabello rubio y ojos azules, profundos como el cielo, dando sus primeros pasos, hacia unos brazos desconocidos, mientras balbuceaba "mamá" y desde que la chica se había ido, esos brazos se hicieron conocidos al igual que su rostro. Fue un shock para Alex cuando descubrió que era Kara a quien se refería su bebé cómo mamá, así que para calmar su propia mente dió por hecho que era el estrés y lo mucho que extrañaba a su hermana. Tal vez lo mejor era dejar de soñar despierta y centrar todo su intelecto en hallar una cura para Sam.
Los días pasaban y ella no sabía nada acerca de la rubia, se moría por tener cualquier noticia, saber si había llegado bien, cómo la estaba pasando o si Mon-El había hecho alguna idiotez, incluso si había logrado que su esposa regresara por él. Sabía que era injusta pues él había cambiado su actitud, pero no podía evitar preocuparse por el bienestar de Kara.
Cuando escuchó el grito de Winn desde la cámara donde tenían el holograma de Alura, corrió lo más rápido que pudo. Y a pesar de que se trataba de una mala noticia, se emocionó al saber que Kara regresaría lo antes posible. Se sintió mal por ser tan egoísta y alegrarse de que volviera bajo esas circunstancias.
Finalmente se reencontraron y Kara la presentó con su madre, su felicidad fue inmensa al escuchar el tono de orgullo contenido en la voz de la rubia y el agradecimiento de Alura por haber rescatado a su hija. Las palabras escaparon de su boca cuando dijo que en realidad ella la había salvado pues desde que Kara había aparecido en sus vidas era cierto.
La batalla terminó, nuevamente Supergirl había salvado el día y ambas estaban ahora seguras, platicando en el departamento de la rubia. Ella le decía con palabras cargadas de emoción que su verdadero hogar estaba en ese sillón, junto a ella. Y entonces todas las piezas encajaron con un click en la mente de Alex, lo que desde un principio supo que estaba ahí, pero se negaba a admitir. Se había enamorado de Kara.
La revelación había desencadenado una ola de preguntas. La primera de todas, ¿Desde cuando?
Estaba segura que no había sido amor a primera vista. Durante su adolescencia con los cambios hormonales y su vida dando un giro de 180°, tenía que esforzarse todo el tiempo para no gritarle que ella era la responsable de todo lo malo que le sucedía, aunque no fuera cierto y seguía arrepintiéndose de cada ocasión en la que su fuerza de voluntad había fallado y terminaba culpándola de nuevo. Había sido muy cruel ya que Kara lo había perdido todo y ella era solo una estúpida niña mimada reclamando por no llevar su cómoda vida de antes.
En verdad no había sido un buen inicio. Las cosas mejoraron antes de que ella se graduara de la preparatoria con el caso de Roland Collins y el descubrimiento de que él había sido el culpable de la muerte de Kenny, para después intentar matarla y así ocultar su crimen.
Así que, para cuándo ella estaba en la universidad, las chicas se comunicaban cada vez que podían, principalmente por correo electrónico o MSN, sonrió al recordar la vieja plataforma de mensajería instantánea y como se bombardeaban con zumbidos sólo por molestar, incluso por llamada telefónica cuando Alex podía mantener una conversación coherente o en otras palabras cuando no estaba tan alcoholizada y podía formar dos oraciones seguidas para que su madre no se diera cuenta de lo que hacía mientras no estaba en casa. En todo ese tiempo no notó nada extraño, su relación era como la de cualquier par de hermanas.
Finalmente ambas se mudaron a Ciudad Nacional y el vínculo se hizo más fuerte, Alex llevaba un tiempo en la ciudad y Kara era nueva. Su deber de hermana mayor era mostrarle el lugar y ayudarle a adaptarse a la vida ahí. Ambas habían madurado y ya no era la adolescente llena de granos envidiando a la perfecta rubia alienígena que no sufría de acné. No tan secretamente, siempre envidiaría su metabolismo que no la dejaba engordar, así que no todo había cambiado. Sin embargo, el entrenamiento militar en la DEO y en especial con el director Henshow,le había ayudado a superar sus traumas de la infancia y ellas podían convivir sin problemas, pero tampoco había un interés romántico, aunque particularmente, ya empezaba a preguntarse sobre sus verdaderas preferencias. A lo largo de sus vidas, ambas habían salido con chicos, algunas experiencias placenteras aunque nunca del todo satisfactorias y otras totalmente desagradables pero no lo suficiente para atreverse a experimentar con su mismo sexo.
No se había definido, es verdad, pero recordaba algunos momentos donde se había quedado observando más tiempo del necesario a alguna mujer y seriamente dudaba que Kara estuviera en esa lista.
Entonces algo cambió. Apareció Supergirl, salvándola de una indudable muerte en ese accidente de avión. Cuando aterrizaron en el agua recordó la sensación de volar junto a Kara y también lo que pasó después de su escapada nocturna cuando su padre se vio obligado a cooperar con la DEO, así que se aterró cuando vió a Kara salir del agua y pararse justo en el centro de los reflectores y las cámaras. Pero algo pasó en ella. Después de usar sus poderes de nuevo ya no veía a la niña confundida, tratando de pasar desapercibida y que contenía sus emociones. A pesar de estar toda mojada podía ver la fuerza en ella, algo en la mirada de Kara cambió, se volvió más intensa y su postura más segura, sus movimientos eran más fluidos y su actitud, antes apagada, ahora era deslumbrante. Como si el agua se hubiera llevado a la antigua Kara y le regresara una que no dudaba en arrancarse la blusa cada vez que había un problema. Le había causado un fuerte impacto desde aquella primera vez, que sin saber que debajo traía puesto su supertraje, pensó que se estaba desnudando y tuvo que recurrir a sus ejercicios de respiración para controlar su agitado corazón. Trataba de ocultar en lo más profundo de su mente ese pensamiento y la reacción que le provocaba cada vez que lo hacía. Incluso el secreto deseo de alguna vez no encontrar el símbolo de la casa de El, sino la piel de la chica.
Ok, eso respondía él cuándo y de paso el por qué pero solo sirvió para generarle más dudas. Tal vez el método científico no es bueno para resolver asuntos sentimentales cuando se trata de tu hermana.
Adoptiva. Le aclaró su conciencia y de algún modo le hacía sentir mejor.
Si, es verdad que eran hermanas pero no es que corriera la misma sangre por sus venas, incluso Kara era casi una princesa alienígena mientras Alex se consideraba una simple mortal. Tan sólo compartían el apellido gracias a la buena voluntad de sus padres de adoptar a una chica de trece años que llegaba a un planeta totalmente desconocido y que los necesitaba. Convivir dos años bajo el mismo techo no se puede considerar como "crecer juntas". ¿O si?
Su verdadero conflicto interno radicaba en que nadie lo vería de ese modo, todo mundo sabía que ellas eran las hermanas Danvers y aunque tal vez desconocían los hechos en su relación con Supergirl, no tardarían en señalarlas. Cosa que ella no podría soportar viniendo de sus seres queridos. Sin contar con la muy firme heterosexualidad de Kara, pues ella jamás había salido con una chica, todos sus romances habían sido con hombres y creía que aún sentía algo por Mon-El. Incluso aunque éste tuviera que marcharse de nuevo, ya llegaría otro que hiciera vibrar el corazón de Kara. Toda esa conversación consigo misma era absurda.
Lo mejor sería buscar otra chica, quizá si los sueños de Maggie no hubieran sido tan diferentes a los suyos, ella no estaría en ese dilema, ¿O sí? No tenía duda de que la quería pero algo en su interior le dijo desde el principio que eso no terminaría bien, tal vez ella había forzado un poco las cosas para que esa relación funcionara y justo antes de dar el paso definitivo su subconsciente le dijo que algo no estaba bien, así que se aferró a cualquier cosa para no cometer un grave error, en este caso su deseo de ser madre. Había complicidad entre ellas, sí, pero no la suficiente, incluso llegó a considerar que fue más la emoción de conocer a una mujer gay en su ambiente y con tantas cosas en común, a la cual no tendría que mentirle y con la cual podía probar lo que se había negado por tantos años. Quizá no había sido un amor verdadero.
Sacudió su cabeza, ahuyentando esas ideas absurdas, ella había querido a Maggie por lo que era y lamentablemente seguía dolida porque la relación no había funcionado. En cuanto a lo de Kara era algo imposible, de nada servía saber el cuándo, el por qué, el cómo o dónde. Simplemente no pasaría, así que para qué seguir torturándose de esa manera. Tal vez aceptaran que fuera gay pero nunca que su objeto de deseo fuera su propia hermana y más valía sacar esos pensamientos de su cabeza de una buena vez. Nadie sabría jamás de la existencia de esos sentimientos hacia Kara. Aunque este último decreto hizo que su corazón doliera demasiado.
Bueno chicxs, hasta aquí primer capítulo. Espero les haya interesado y le den oportunidad al segundo.
SPOILER: En el siguiente capítulo conoceremos los pensamientos de Kara y empieza el desarrollo de la historia.
Por cualquier cosa, aclaro que está basada en la tercera temporada y algunas imágenes de la cuarta.
Gracias por leer y espero sus comentarios XOXOXO
