Como ya dije...pido perdón por dejar la historia así como así. Podría darles un millón de excusas pero no creo que cambié algo si las digo. (Fue un feo año para mi)
Pero bueno... No volveré a dejar algo inconcluso.
Desde ya gracias por darle una oportunidad.
Ojalá sea de su agrado.
De niña siempre escuchaba las historias de mi abuela.
No eran los clásicos cuentos de princesas o hadas, las que casi siempre les contaban a las de esa edad. Teníamos cierta afición por los relatos de mitología, en especial la griega y la japonesa. Nunca fui alguien que le gustase estar jugando con muñecas o poniéndose el maquillaje de su mamá. Desde que tengo uso de razón siempre andaba con un cuaderno de dibujo o un libro, me encantaba el aire libre pero no como para hacer ejercicio, esa era mi amiga Mako, tampoco es como si fuera una floja...es solo que era algo torpe para eso, por lo que no me llevaba muy bien con el deporte, aunque ...excepto uno...el esgrima, me sentía genial creerme algún héroe o heroína de los cuentos.
En fin, mi niñez se resumió a eso. La única compañía familiar era Oba-sama y de amigos solo tenía a Mako-chan, a pesar de haber sido algo solitaria tengo bonitos recuerdos de esos días.
Al cumplir los 11 años mi abuela me llevó al extranjero, cambié el tranquilo pueblo de Mahoroba por países europeos, aprendí mucho sobre estos, pero a la vez me hice más reservada y algo desconfiada con las personas, agréguenle a eso mi timidez, es obvio que no era una máquina social. Mi abuela era una mujer de negocios por lo que siguió levantando la empresa que dejaron mis padres al morir. Su tiempo conmigo disminuyó, pero siempre dejaba unos días solo para nosotras.
Y así estuve durante 5 años.
Justo cuando cumplí los 16, en mi primer año de preparatoria, recibí la noticia que volveríamos a Japón, lástima que no fue donde yo deseaba, nuestro destino: Tokio. Por suerte me enteré que Makoto también se encontraba en la capital, no dudé en ir a visitarla, grande fue mi sorpresa ver que vivía sola en un departamento, su manutención lo cubría ella con su hermano que era su vecino...cómo sucedió esto...es una historia larga y problemática, sería mejor si lo digiera más adelante.
Estar con ella durante esos días, me hiso recordar lo que era tener más compañía que una cámara o un lienzo. Así que después de rogar y rogar y rogar a mi abuela que me dejará terminar mis estudios aquí junto a Mako, y por obviedad vivir con ella, ya que Oba-sama seguiría ocupada en la empresa. ACCEDIÓ!
Bueno...un breve resumen de lo que ha sido mi vida...no es la gran cosa, entonces por que les estoy contando esto?, simple... toda historia necesita un prólogo. Y está no era la excepción.
Lunes por la mañana, una castaña hiperactiva revoloteaban por todo una habitación en busca de quien sabe que, detuvo su andar y empezó a dirigirse hacía una puerta caoba color café.
-Himeko, será mejor que despiertes de una buena vez-Tocó la perilla percatándose que esta se encontraba truncada.
-Ah no...NO PIENSES QUE TE SALTEARAS EL PRIMER DÍA-Y esa fue su última advertencia.
Al otro lado, la situación era todo lo contrario, una despreocupada rubia se mantenía envuelta entre las sábanas, la alarma hacia tiempo que sonaba, pero para su suerte el timbre era muy bajo, y la canción parecía arrullar más su sueño. Todo parecía indicar que pasaría la mañana en su dormitorio en vez de ir a la preparatoria...pero eso no estaba en los planes de su amiga. Un sonido diferente al del televisor interrumpió su profundo sueño.
-ARRIBA, ARRIBA!-Una ya arreglada Mako entró estrepitosamente cambiando el canal por otro donde presentaban un concierto de hard rock, subiéndole el volumen se acercó donde la ojiamatista y la destapó exponiendo su bien formado cuerpo, un suave sonrojo se coló en sus mejillas al ver que solo llevaba un camisón y su ropa interior inferior. Esto no la detuvo en sus intenciones y lanzó a su amiga fuera de la cama.
-HEY!, Cómo entraste?-Despertó por fin, una despeinada y adolorida joven.
-Es mi depa, tengo todas las llaves, lo recuerdas?-Alardeó jugando con un juego de llaves entre sus dedos.
-Eso es invadir mi privacidad-Terminó poniéndose de pie y dirigiéndose al baño.
-Dúchate rápido que mi hermano tiene que salir más temprano-
-Ajá...Lo intentaré-
-Porqué tardaron tanto?-El ruido del motor del auto se juntó con la música alta de la radio, haciendo eco en toda la calle.
- Diablos Kaito!...Un día de estos, vendrá un turba a destruir tu auto por ser un despertador no deseado-Dijo juguetonamente a su hermano.
-Naaa, deberían agradecerme, es buena música-Piso el acelerador sacando un grito a la rubia.
-Kaito-kun, no deberías ser tan imprudente, vas a mucha velocidad.
-Jajaja, es obvio que no lo has visto en las carreras, morirías Himeko-Contestó la castaña
-Anímate Himeko-san, tal vez tengas potencial y tú ni enterada- Le alentó el mayor de los tres.
-Paso, lo mío no son los motores-Alegó asustada.
-Vale, ya no te presionamos más-Concluyó Mako.
En el discurso de comienzo de clases, Himeko quedó anonada al ver la gran cantidad de personas presentes, todos parecían conocerse, presenció muchos encuentros efusivos de los amigos de Makoto con ella. Al final terminó uniéndose al grupito de está, parecían ser amigables, pero no quiso sacar alguna conclusión sobre ellos.
El primer periodo lo llevaba con uno de los que conoció en la entrada, este le ofreció sentarse junto a él, ya que las carpetas eran de dos. A primera impresión le pareció un poco torpe, porque al saludarla empezó a tartamudear, pero después se soltó más al igual que ella.
-Si no es mucho problema...señor Oogami, podría parar su conversación y poner atención a las presentaciones de sus compañeros-
-Lo siento-Repitieron los dos.
-Bueno, ya que tanto le gusta hablar a su amiga, se animaría a presentarse ante la clase-
-Eh...mi nombre e...-
-Póngase de pie, por favor-
-Si claro-Una sonrojada rubia se paró de prisa causando algunos comentarios de sus compañeros, no tenía idea que decir por lo que hiso memoria de las demás presentaciones.
-Kurusugawa Himeko, mi edad es 16 años, nací en Mahoroba pero últimamente he residido en Europa, nada fijo. Etto...mi materia preferida es Literatura y ...Un gusto conocerlos a todos-Una sonrisa de nervios resaltó en su rostro, terminó con una reverencia.
Al sonar el timbre indicando la hora del almuerzo, una joven con coleta alta apareció en el marco de la puerta llamando a dos de sus mejores amigos.
-Hey! Himeko! Souma-san! Vienen a almorzar con nosotros?-Se acercó donde ellos con una sonrisa algo pícara-Oh prefieren quedarse a conversar a solas un rato más-
-Pero que dices, si no estamos solossss-Intentó defenderse Himeko, pero se percató que no quedaba nadie en el aula.
-Solo es casualidad-Se paró junto con Souma y fueron donde sus demás amigos se encontraban.
El día era soleado pero no acalorado, el cielo despejado ameritaba a un día de camping, por lo que decidieron almorzar en el campus, se acomodaron bajo la sombra de un árbol, cada uno relataba como les fue en sus vacaciones, algunas preguntas iban dirigidas a Himeko, a pesar de haberse llevado muy bien con el joven aún se sentía cohibida con los demás.
-Y Kurusugawa-san...Qué tal es estar de turista seguido?-Le preguntó una de las chicas
-Si te soy sincera, es agotador, y algo solitario. Era una ley para mi no querer a las personas, solo a los paisajes-
-Creo que te entiendo, si te encariñas con una, sabes que eso terminará tarde o temprano-Agregó Oogami.
-Pero por otra parte es genial, poder conocer diversos lugares y aprender de ellos-Terminó de hablar Himeko.
-Oigan, oigan!, En la entrada sur, miren quien se acerca!-Habló un joven con algunos rasgos femeninos.
-Quienes son?-Himeko no pudo ocultar su curiosidad al ver la cara de emocionados de sus compañeros.
-Uhmm...cómo explicarlo sin que suene raro-Le iba a contestar Mako.
-Mira...en esta escuela, hay tres chicas que destacan en tooodo! Son muy respetadas y admiradas por los estudiantes de aquí. Grandes deportistas, calificaciones excelentes, lideran el consejo estudiantil, tienen el lado artístico, el paquete completo-Intervino Souma
-Olvidaste decir que son endemoniadamente sexys-Agregó el único hombre rubio del grupo, Tamaki
-Deja tu perversión por un momento...pero si son muy bellas-
Mientras más se acercaban, la rubia quien esperaba a las clásicas divas superficiales, se llevo una gran sorpresa. Y justamente cómo dijo Tamaki-san, eran bellísimas. La primera que vio, tenía una altura un poco más alta que Mako, su largo cabello platinado ondulado lo sujetaba levemente, su nívea piel contrastaba con el color negro de la chaqueta del uniforme, los grandes ojos esmeraldas delataban una mirada penetrante sin mencionar el porte que emanaba su andar.
La otra... era algo totalmente opuesto con la de cabellos grises, los ojos eran saltones y grisáceos, sus cabellos no eran tan largos y eran rubios opacos, el corte que llevaba era alborotado dándole un aire de rebelde, no llevaba el uniforme sino más bien una vestimenta de deporte, parecía de béisbol y como no notar esa sonrisa coqueta. La dos eran guapas a su manera...ahora entendía porque tenían tantos seguidores junto a ellas.
Saludaron a uno del círculo en el que estaba, pero al parecer Himeko no era la única que observaba con detenimiento, la rubia que respondía al nombre de Sato Sei se le quedó observando y cuando chocó con los ojos amatistas, le sonrió y guiño un ojo.
-Fui solo yo...o Sei-sama se le quedó viendo a Himeko?-Habló el mismo que había avisado de su presencia.
-Nop...yo también lo noté-Siguió Makoto.
-No entiendo a que se refieren-Intervino Himeko, aunque tenía algunas sospechas hacia donde iba la conversación.
-Etto...Sei-sama tiene también otros gustos...me entiendes no?-Siguió Yuta.
-Osea que...-
-Le gustan las mujeres, si te sientes incómoda con esto, podemos...-
-No, está bien...no tengo problemas con eso-
-Uff... menos mal, por tu gesto pensé que tal vez seas homofóbica-Dijo el afeminado, esta última frase hiso un click en su cabeza, los gestos de este chico no eran para nada varonil, además de su apariencia que no ayudaba.
-Perdón por el atrevimiento, pero tú eres gay?-Todos quedaron en un silencio momentáneo, pero después de unos segundos el chico estalló en risas.
-Qué, no se nota?-
-Bueno...sí...algo-De nuevo la timidez la asaltó.
A simple vista Himeko se encontraba en una vida totalmente normal y tranquila, como cualquiera de su edad. Para ella lo que siempre deseó ser...aunque suene simple, al fin lo estaba consiguiendo. Se unió al club de fotografía de la preparatoria, trabajaban en conjunto con los del club de periodismo, sin disminuir la alegría que le producía conocer a personas de sus edad con su mismo interés, se animó a participar en unos de los últimos proyectos de estos. Una feria había sido inaugurada recientemente y querían hacer una recomendación de esta en la próxima edición, al ver el talento de ella no dudaron en darle la tarea de tomar algunas fotografías.
Pasó la voz a Mako y a otros amigos para usarlos de modelos y de seguido divertirse un poco. No dudaron al aceptar la invitación. Souma quedó en pasar por las dos amigas a su departamento, el punto de reunión sería en la entrada de la feria.
Mako...por aquí...Mako...por allá. Mi amiga no paraba de probarse atuendos pidiéndome mi aprobación, según ella sería muerte social si salía mal en la foto del diario, y yo como única presente tenía que darle el visto bueno. No tengo idea de donde salé tanta ropa, de seguro Narnia está ahí dentro. Luego de una hora de entretenerme con un jueguito de celular, ella se decidió por un polo simple con un estampado de una banda que desconozco, short corto estilo militar acentuado en las caderas, unas botas negras hasta las rodillas, sus muñecas traían una gran cantidad de pulseras de distintas formas. Una casaca de cuero complementó su look. A mi parecer se le veía malota pero su sonrisa juguetona le daba el aire de diversión.
-Y?-Me arrebató el celular de las manos, creo que se cansó que le prestará más atención al juego que a ella.
-Y qué?-Respondí tratando de recuperar el cell.
-A qué hora piensas arreglarte?-
-Pero si ya estoy lista-
-Oh no! Así no llamarás la atención de Souma-kun-
-Porqué querría eso?-
-Vamos...desde que se conocieron no pierden oportunidad en estar cerca-
-Solo somos amigos-
-Si claro...Vamos! Confiesa!-Me agarró de los cachetes y los jaloneó.
-Oye! Eso duele!-Un ataqué de cosquillas fue suficiente para zafármela de encima.
-Entonces admite que te gusta!-
-Recién lo conozco una semana-
-Al menos te parece simpático?-
-Eh...si-
-Te cae bien?...bueno eso es obvio...Pero al menos tienes algo de interés en él?-
-Por el momento solo quiero la amistad-
-Bingo! Dijiste "por el momento"….suficiente para mí-Tomó una de mis manos y me jaloneó a mi habitación, abrió el armario y de una manera algo salvaje comenzó a lanzar todas mis prendas a la cama. A mí solo me dio dolor de cabeza saber que tendría que ordenar eso cuando llegue. A diferencia suya, no demoramos tanto por lo que no era muy detallista en mi vestimenta, un vestido negro casual no tan corto ni muy ceñido, tenía un diseño de puntos blancos grandes a partir de la cintura para abajo, mantenía un listón blanco igual que se ajustaba a la cintura, junto con unas sandalias sin tacón. Para finalizar me coloqué una cadeneta platinada.
-Fiu...fiu!-Me dio una vuelta con un silbido-Si no te conociera saldría contigo-
-Eso fue un cumplido?-
-Tómalo como desees-Un guiño de juego-
Un golpeteó me salvo de los asegurados acasos que recibiría de Mako. Era Souma-kun que entró algo apurado, y no era para menos, hace 20 minutos que debíamos haber salido. A la primera que vio fue a Mako, la saludó rápidamente y después cambió su vista para mí. No sé si vi bien pero se puso un poco tenso.
-Hey! Hola!-Se detuvo un momento- Te ves muy bien Himeko-
-Bien? Es todo? Acaso estas ciego? Esta...-
-Tienes razón-La interrumpió y me vio directo a los ojos -Me corrijo...Estas bellísima-No pude evitarlo, creo que me sonrojé por eso.
-Eso está mejor-Se acercó donde Souma-kun y lo empujó fuera del departamento aduciendo que ya era tarde.
No puedo quejarme, el día ha estado estupendo, la feria tenía diversas atracciones, desde una casa de terror hasta un show de magia. Estuvimos como 5 horas deambulando por los distintos puestos, entre paradas para comer algo y las fotos que sacaba a los demás, el tiempo se nos pasó muy rápido. Quedamos en visitar un último puesto antes de irnos.
-No estarán hablando en cerio?-Al comentarle nuestra última parada a Souma, este se puso reacio.
-Acaso le tienes miedo a una adivina?-Le retó Takumi-san.
-No es eso...simplemente no creó en ese tipo de cosas, es una estafa-Detuvo su andar y se cruzo de brazos.
-Vamos Souma! Qué importa si es real o no...Solo vayamos a darle una ojeada-
-Verán que les dice la misma tontería a todos-
-Ya...Ya...Camina nada más-Mako apareció detrás de él empujándolo a pesar de sus quejas.
El lugar era mucho más grande de lo que aparentaba, los colores neón resaltaban en la primera habitación, extrañas imágenes y baratijas algo tenebrosas adornaban las paredes y estantes. Seguimos la indicación de un letrero en la pared, arrimamos una cortina dejando ver a una persona de pie dándonos la espalda, daba la impresión de que estaba ordenando.
-No leyeron las indicaciones?-Sus ropas no delataban si se trataba de un hombre o una mujer pero la voz sí.
-Solo vimos el letrero de entrada-Mako habló extrañada del desinterés que mostraba la adivina.
-El máximo de personas que puedo atender a la vez es dos-Por fin se digno a mirarnos, grande fue nuestra sorpresa al ver una joven no más de 25 años, sus ropas parecían de estilo gótico pero gastadas, su oreja llena de perforaciones al igual que sus cejas, y si no fuera por la poca iluminación aseguraría que vi un piercing en su lengua.
-Bien...Entonces...Les parece si yo voy primero?, ya quiero acabar con esto-Souma se acercó donde mi y preguntó si deseaba ir con él. Los demás no se opusieron así que fuimos los dos primeros.
-No comas ansias niño. Puede que no te guste lo que veas-Los ojos afilados de la joven destellaron un brillo que no supe como interpretar. Oogami-san no se quedó atrás y le respondió al reto que mostraba.
-Solo para su conocimiento, soy aséptico a estas cosas-Se sentó en un silla frente a la adivina, yo me quedé de pie a su lado, raros objetos cuyo propósito desconocía captaron mi atención.
-No tengo problemas con ello- Mientras que ellos charlaban... creo... Yo curioseaba dentro de la habitación, observé con más detenimiento un frasco polvoriento a medio acabar con un líquido verdoso, me extraño que estuviera separado de los demás. No resistí más, un deja vu me invadió al rozar la tela en que estaba mal envuelto.
-Será mejor que lo dejes en donde estaba- Velozmente lo coloqué en el estante y giré a encarar a la joven. Souma ya no estaba, a diferencia de su trato con él, la adivina me miraba con una sonrisa...pero está más allá de tranquilizarme activaba una alerta en mi cabeza. Algo no era normal en esto, pero mis ganas de saber lo que me diría le ganaron a mi miedo.
Tomé asiento, quedando frente a frente a ella. Se recostó en el respaldar y cruzó sus manos por detrás de su cabeza.
-Estas muy tensa, relájate niña-Se quedó observándome fijo, se me ponía la piel de gallina notar que no pestañaba-Ok...en que puedo ayudarte?-.
-Etto..no se supone que leas mi futuro...eres una adivina no?-
-Qué te hace pensar que soy eso?-Levantó una ceja de forma inquisidora-
-El lugar está ambientado de esa manera-
-Es solo ocultismo...no te confundas...el futuro no se puede ver, quien te diga que hace eso te está engañando-
-Y tú que haces entonces?-
-Muchas cosas niña...pero no te las diré obviamente-Esto me confundió, no es así como me lo imaginaba-Te lo haré más sencillo, me permitirías ver un poco de tu pasado?.
-Disculpe?-
-Acaso hay algo que debas ocultar?-
-Hay cosas personales...-
-Todos tenemos cosas personales-Hiso comillas con sus dedos en las dos últimas palabras-Pero no veré nada que tú no quieras-.
-De acuerdo-
-En cerio?-Se acercó más a mi curiosamente-Valla, muy pocas personas se arriesgan a esto-.
-Cómo harás para ver mi pasado?-En primer lugar, tenía esta gran duda, se mostraba muy confiada que hizo que por un momento olvidará que eso no es posible.
-Claro, te lo mostraré...acércate...más...un poco más-Su frio aliento rozó mi oreja, seguido susurró algo tan bajo que ni con tal cercanía pude escuchar. Lo siguiente que hizo fue ladear un poco el rostro y retrocederlo, para cuando reaccioné sus labios ya estaban unidos a los míos. Mi primera impresión fue alejarme de golpe, pero ella sostuvo mi rostro. No duró casi nada, pero lo suficiente para poner mi rostro de mil colores, mantuvo su frente pegada a la mía, al ver sus ojos me di cuenta que estos cambiaron de tonalidad, un color opaco invadió su iris.
-Cierra los ojos y mira- Que contradictorio sonó eso. Al ver que ya ni siquiera me observaba, es más... parecía pérdida, seguí su indicación.
En vez de la oscuridad que debería ver al cerrar los párpados, imagines centellantes pasaban a velocidad frente a mi. Reconocía esos lugares, y las personas que reflejaban. Un shock momentáneo me recorrió, realmente esos eran cosas que viví. La casa de mi abuela, en Londres. Mis antiguas escuelas.
Hubo un momento en pausa, el escenario se torno blanco, mi presencia no sabría como describirla, era cómo si fuera parte del aire. Una voz hizo eco, la joven susurraba.
-Si hay algún lugar en tu mente, que quieras recordar, este es el momento-
Casi involuntariamente regresé a mis 5 años. Justo el último día que vi a mis padres. Era casi igual a lo que recordaba, lo veía tan vago...solo trataba de memorar a través de fotos...Pero esto...es indescriptible, veo a papá, cargándome para que sople las velas de mi pastel de cumpleaños, mamá apunta con la cámara. La casa de Mahoroba está llena de vida, puedo sentirlo.
No duró mucho, el lugar se torno blanco de nuevo.
-DÉJAME UN RATO MÁS-Le rogué a la no adivina.
-Tu estado de ánimo también me afecta, no es sano vivir recuerdos que te produzcan tristeza-
-PORFAVOR!-Seguí insistiendo sin resultado alguno. No esperé más y comencé a retroceder yo misma mis memorias.
-ESPERA... QUE HACES!? NO INTENTES ESO!-
Todo sucedía demasiado rápido, en cuestión de segundos había recorrido mi vida completa, o eso creí.
Una cascada apareció de golpe, el sonido de espadas al chocar producía eco. Tenía una visión panorámica del lugar, muy borrosa la verdad, me acerqué un poco a las personas que notaba, lo que vi me dejó estática. Era yo, una flecha se enterró en mi cuerpo...y más...y más. Un grito desgarrador logró que dirigiera mi atención hacia otro lado. Detrás de mí, una chica de cabellera azul me sostuvo, evitó que siguiera recibiendo la lluvia de ataques. La sangre se escurría sin parar. Mi rostro, fuera de todo pronóstico, mantenía una sonrisa. Estaba muriendo, la lluvia se desató...iba a decir algo, mis últimas palabras supongo...pero todo se torno blanco otra vez. La joven gótica...no hablaba... y de un momento a otro abrí los ojos y me tope con que había regresado al puesto de la feria. Si es que en algún momento me fui.
-QUIÉN RAYOS ERES?-Alcé la vista encontrándome con unos ojos inundados de asombro y miedo?.
-Yo...-No entendía lo último que sucedió, era mi pasado? Yo viví eso? De seguro solo fue una alucinación...es lo más sensato que se me ocurre en este momento.
-Escúchame bien...NADIE! REPITO! NADIE PUEDE MOVERSE EN SU MENTE POR SI SOLA-
-Pero...-
-SILENCIO! SEGUNDO...NO ENTIENDO DE DONDE SALIERON ESAS ÚLTIMAS IMÁGENES! Eres humana no?-
-Ah?-
-Espera-Su rostro que estaba en la histeria total pasó a uno iluminado y emocionado-Una vida pasada...CLARO! CÓMO NO SE ME OCURRIÓ!-
-Ahora la confundida soy yo...Qué tipo de droga usaste en mi?-A pesar del extraño suceso, no sentía ni una pizca de temor. Quería respuestas y las conseguiría.
-Droga?-Arrugó la nariz-Oh no niña...Todo fue completamente legal y real...Allá tú si no me crees-
-Cuánto te debo?-
-Es gratis...para ti lo será...No todos los días tengo el placer de ver a una reencarnación-
-HEEE...Creo que esto ya terminó. Gracias por todo. Creo. Hasta luego...No...es decir... Hasta nunca-
-Por lo que vi, tuviste una vida pasada muy comprometedora. Si alguna vez necesitas mi ayuda...No dudes en buscarme-Me alcanzó una tarjeta con las iniciales A.K. junto con un número de celular-Fue un placer.
Al salir me imaginé que sería tardísimo...no fue así. Según el reloj solo había tardado unos 5 minutos.
Los demás entraron pero a ninguno le hizo lo mismo que a mí. Estuve tentada a volver a entrar...pero ya era momento de volver a casa. Souma-kun se mostró extraño, nos dejo a Mako y a mi al departamento y con una fría despedida se retiró.
-Hime-chan...-Le echaba seguro a la puerta.
-Dime Mako-
-Qué sucedió con ustedes dos?-
-Sobre qué?
-En la adivina-
-No era una adivina-
-Sabes a que me refiero-
-No paso nada-
-Es que...los dos salieron muy raros de ahí-
-No te preocupes, no pasó nada-
-Uhmm...si tú lo dices-
Los días de la confundida rubia siguieron su curso normal. Estuvo cerca de comentarle a Souma sobre su "viaje en el pasado", pero se acordó que él no creía en esas cosas, por lo que dudo en hablarle sobre el tema. Al final la escuela, y por escuela hablo del club de periodismo, la mantuvo ocupada el fin de semana, evitando que indagara más en el tema.
Una tranquila tarde de lunes se alargó más de lo esperado. Himeko se dirigía a una tienda de libros acompañada por una amiga de su clase de ingles. A ambas les faltaba un libro por lo que quedaron en ir juntas. El cielo ya delataba el matiz anaranjado del ocaso, la librería quedaba a unas cuadras a su departamento, una caminata no vendría mal a nadie fue lo que pensó la rubia. Se colocó su maletín y arribo a casa, siguió su camino a paso lento. Mientras iba sumida en sus pensamientos, no se percató que un sujeto la estaba persiguiendo desde que abandonó la librería.
En un movimiento rápido el sujeto sostuvo a una distraída Himeko, su brazo se enrosco alrededor del cuello mientras que con el otro la amenazaba con un cuchillo de cocina. Ella aterraba no respondía a los pedidos del tipo, quería el celular, pero para su buena o mala suerte este lo había olvidado en casa. En un ataque de ira al ver que no conseguiría nada, intentó aproximar el arma blanca a su rostro. Sorprendiéndose de si misma, la ojiamatista dio un fuerte y eficiente codazo en el abdomen, un adolorido ladrón se alejó tratando de recuperar la compostura. Himeko aprovechando que él se encontraba inclinado, no dudo en darle un puntapié directo en el rostro. Cómo lo hizo? Instinto puro Instinto.
Al darse cuenta de lo ocurrido, tomo su maletín que por la adrenalina lo había tirado y emprendió su huida. Pudo escuchar los improperios que este lanzaba, la alertó más sentir que venía corriendo tras de ella. Alterada y sin nadie en las calles a quien recurrir, tomó un desvió perdiendo de vista al sujeto.
Ya recuperando el aire perdido al correr, tomo más conciencia en dónde estaba. Un callejón con poco iluminación lleno de botes oxidados de basura. El silenció no ayudaba en nada a sus nervios. Un ruido proveniente de una parte oscura puso su corazón a mil por hora.
-Uff...era solo un gato-Dio media vuelta lista para irse, pero se topó con algo dejándola al borde del colapso.
-Yo diría que uno muy grande-La extraña criatura de más de 2 metros de altura, la alzó del cuello ahorcándola, las garras y dientes afilados la dejaron muda.
-Ara...ara. Tan rápido consigues la cena-Otra criatura demoniaca se acercó oliendo y lamiendo con su lengua de serpiente el rostro lloroso de la rubia-Que bueno que está no grita, por fin podremos comer tranquilos-
-Ojalá sepas bien mocosa-En shock vio como una garra se iba a estrellas en su rostro, cerro los ojos esperando su muerte.
-Espera!-
-QUÉ? ESTOY OCUPADO NO VES!
-No hueles eso?-Paso su gigantesca nariz por el cuerpo de su presa-Este olor de sangre no es común...
-Creo...-Lo imitó.-Que sí...tienes razón...Pero que importa, comida es comida...-Ahora sí, el aire en los pulmones no le daba a más, casi desmayándose y con ojos acuosos presenció la última imagen de su corta vida.
-PERO QUE MIERDA!- Una espada resplandeciente atravesó el tórax de la bestia, la punta quedó a escaso centímetros de la barbilla de Himeko. Ya liberada esta, se arrinconó en el suelo quedando asqueada de la viscosidad que salía del cuerpo de ese ser. Su compañero buscaba de dónde salió esa arma, mirando hacia la dirección en que había caído, pero no tuvo tiempo ya que una persona encapuchada fue de golpe contra él impactando con su puño en su rostro, manteniendo su pie sobre su cabeza y recuperando su espada del ya muerto demonio la enterró aún más en él haciendo aparecer llamas azules consumiendo a las dos bestias.
Una espantada Himeko temblaba sin control con la vista en su salvador. La espada la ocultó dentro del saco que llevaba, con pasos haciendo eco en su cabeza quedó frente a una desconsolada rubia. Intentó acercarse pero por inercia Himeko retrocedió.
-No te haré daño-Por la voz detectó que se trataba de una mujer, aminorando su terror dirigió sus ojos hacia su salvadora, la capucha tapaba su rostro hasta la mitad-Me permites ver tú herida...solo quiero ayudarte-
Con lentitud y cuidado la joven desconocida llevó sus manos al maltratado cuello de Himeko...un quejido confirmó que sus heridas eran serias.
-Necesitas curarte esas heridas-Acomodó el herido cuerpo de la debilitada joven en sus brazos, a la rubia no le quedó de otra que aceptar su ayuda.
-Gracias-En voz baja le susurró en el oído, se aferró a su cuello sintiéndose más calmada. El miedo aún seguía latente en ella. La forma en que acabo con las bestias le daba a entender que ella era aún más peligrosa, pero al sentirla más cerca su preocupación se esfumó.
-Procura no hablar-Empezó a dar pasos lentos a la salida del callejón-Tu cuello está en mal estado...no lo fuerces-Himeko se quedó callada, no por sus heridas...sino por la joven, su rostro quedo visible...parecía de su misma edad, un extraño sentimiento agobió su corazón, sus profundos ojos azules capturaron toda su atención, con la luz ya de su parte la admiró mejor. Ha de ser un ángel, fue su último pensamiento antes de perder la conciencia.
El sonido de una puerta al cerrarse me despertó, una habitación quedó en penumbras. Abrí los ojos sintiéndome dejada sobre una cama. La joven trató de quitar mis brazos que seguían amarrados a su cuello, el no sentir su cálido cuerpo junto al mío me alteró, con desesperación la atrapé no dejando que me suelte, creo que entendió la indirecta porque inmediatamente me atrajo en un abrazo.
-Tranquila. Estas a salvo aquí-Su melodiosa voz hablo con cariño mientras que con una mano acariciaba mi cabeza.
-Tengo miedo-Por primera vez después de mucho tiempo me mostraba débil ante alguien, demasiadas cosas inexplicables me han estado sucediendo, el temor a estado recorriendo mis venas todo este tiempo, solo está chica conseguía que se valla. Aunque pareciese raro no estaba dispuesta a soltarla.
-Necesitas descansar, yo te ayudaré con tus heridas mientras duermes-Trató de volver a alejarme, pero la volví a detener-No permitiré que alguien te vuelva a dañar...Yo estoy aquí...no me iré-
Como que la razón estaba entrando de nuevo, avergonzada me fui alejando de ella. Las dos nos quedamos sentadas sobre la cama.
-Gracias... esto...-Iba a decir su nombre pero mi cerebro tardó en funcionar al darme cuenta que no lo sabía, ella lo tomó como una petición para saberlo.
-Si te lo digo, me dejarás curarte?-Asentí en afirmació Him...-La interrumpí. No se dé donde salió el impulso de darle un beso en la mejilla, pero lo hice...los colores se me subieron a la cabeza y al retirarme vi que ella estaba igual que yo, sus hermosos ojos azules se agrandaron y se clavaron en los míos.
-Eeeees en agradecimiento...Noooo es que unnn beso compense loo... que has hecho por mi...pepepero...-No tenía idea que excusa formular para no quedar como una completa idiota, aunque creo que el tartamudeo ya lo estaba haciendo. Abochornada intenté cubrirme con las sábanas.
Chikane conmovida por el manojo de nervios que era Himeko, no dudo en devolverle la muestra de afecto. Tomó su sonrojado rostro en sus manos y llevo sus labios a su frente. Quedando sus frentes juntas le regaló una sonrisa tímida a la asombrada rubia, perdida en el extraño color de ojos le habló con tranquilidad y firmeza. Recordaba esa tonalidad, no se había equivocado... esa era la chica que anduvo buscando.
-Mi Himeko-
Si les gustó o no. Todo comentario es bien recibido. (Solo no sean muy crueles U.u :3) Ya estaré publicando por estos días.
