Disclaimer: Shingeki No Kyojin es propiedad de Hajime Isayama.
Pareja: Eren x Levi
-Él era su maestro, elegante, inteligente; El otro un estudiante universitario altivo, imperativo
La Mancha
Apuntaba rápidamente en su cuaderno la tarea, esas salidas al cine luego a un bar y después a la casa de Jean no era nada bueno, aunque no era tachado de "Alumno modelo", Jean también apuntaba pronto antes de que llegara el maestro, Armin aprovechó para leer un libro mientras terminaban sus amigos de pasar la tarea.
- No sé cómo no se han enfermado de tantas desveladas – comento el rubio ojeando el libro
- Hasta que el cuerpo aguante – dijo Jean en una sonrisota secundado por Eren, ambos terminaron a tiempo porque el maestro llegó y todos sentados en sus respectivos lugares.
La clase de historia da inicio y resultaba entretenida o aburrida para diferentes personas, en ese salón el debate era bueno en opiniones, el maestro Rivaille se dispuso a anotar en el pizarrón mientras los alumnos le seguían la pista aunque, uno de ellos en especial estaba más al pendiente de sus movimientos; al avanzar para seguir escribiendo en el pizarrón, su brazo y mano moverse para anotar, los escritos que en realidad no le importaba lo que dijeran era la letra del maestro lo que quería ver; cuando se volteaba a revisar el libro sobre el escritorio, dos turquesas engalanarse con un perfecto y serio rostro.
La clase le valía, el maestro no.
- Anota o te descubrirá – la casi silenciosa voz de Armin así como su risilla lo despertaron, él apenas escribiendo lo que había en el pizarrón.
El maestro da su clase, algunos atentos, algunos perdidos en sus torpes pensamientos, uno arrebatando la imagen de su instructor.
- ¿Habrá algo más perfecto? – se lo pensaba con la imagen de un hombre atractivo al frente, con su voz penetrante y suave pero a la vez sensual.
La clase concluyó pero antes revisaría la tarea, fueron por número de lista y cuando tocó a Eren éste se apresuró discretamente, quedando tan cerca del maestro como le fuese posible, Rivaille con su porte serio y estricto realzando su belleza francesa, Eren embobado con su estampa… se le desmoronó paulatinamente al ver algo un poco mas debajo de la mejilla del instructor, una mancha roja con una figurilla curiosa, su cabeza trabajó lo que no hace en los exámenes.
Mancha inigualable de lápiz labial y esa figurilla ser nada menos que unos labios femeninos, apretó sus manos con el común silencio.
- Muy bien Eren – acercándole el cuaderno, él dio un "Gracias" regresando a su lugar con molestia.
- ¿Un beso? – Eren no era serio como Armin ni tan buen estudiante como él, era bien conocido por ser algo "Inquieto" además de que solía tener noviazgos fugaces, no obstante con aquel mayor era todo lo contrario, lo que no esperaba sentir a esa edad.
En realidad el maestro Rivaille no era tan grande de edad pero, le rebasaba algunos años sin mencionar su titulación mientras que él apenas iba en el segundo año, el primer día que lo vio entrar al salón bastó para cautivarlo. Rivaille era un hombre atractivo, educado, refinado, ilustre maestro a su joven edad, respetado por muchos, amado por él y casi encelado… Armin y Jean lo hacían volver a la tierra para que no soñara con lo que no podía ser.
- Lo era.
- No es de sorprenderse, acuérdense que el año pasado se sabía que tenía pareja.
- Pero luego ya no – molesto.
- Eren por favor no hagas dramas, él es nuestro maestro y NO tiene la menor idea de que le gustas.
- ¿En verdad esperabas algo con él? – duda muy grande así como también su bizarra respuesta.
Él alumno el otro maestro; él activo y descarado, el otro culto y sereno; él abruptamente enamorado de su persona el otro… ni sus luces.
- Nada son.
- Míralo bien.
Lo vio salir del campus de la universidad para ver que se encuentra con una chica de cabellos rubios con ojos de esmeraldas, una sonrisa en ambos adultos, un abrazo… y un beso en la mejilla del francés, las manos del universitario volvieron a cerrarse con fuerza; era verdad eran nada y él se ponía celoso por todo y nada, si Rivaille sabía que existían en el mismo planeta era porque daba clases en su salón, de lo contrario la cosa sería diferente.
- Tienen razón – pesada resignación, amar a un hombre por dos años y éste ni saberlo resultaba estúpido, puesto que tantas cosas lo separan comenzando por los diferentes caracteres.
Eren se alejó de la universidad asechado por la mirada de sus amigos.
- Debió dolerle.
- Es que no es bueno que se invente cosas en la cabeza, el maestro Rivaille es un hombre con
más experiencia que Eren, ¿Qué posibilidades tiene con él? – como pesa la lógica.
Llevaba dos vasos de vino continuando en sus cinco sentidos, tenía una hora y si sólo llevaba dos vasos era porque en realidad daba sorbos mínimos, su cabeza la ocupaba su profesor.
- Sea hombre o mujer no importa, él llamara la atención de cualquiera y aceptará la compañía de quien le parezca interesante… no, aceptará la que él considere correcta pues él no es como yo… un atrabancado alocado.
Eren no iba a cambiar a estudiante modelo, no sacaría altas calificaciones ni se comportaría serio para llamar su atención, en realidad no había intentado nada por hacerlo voltear con él, no importa que tan loco sea no lo es tanto como para no saber que Rivaille estaría interesando en un "Hombre de verdad" y no en un mocoso de la universidad. Soñaba despierto con su compañía, de momentos le entraba invitarlo a salir pero, ¿Aceptaría? Seguramente no y puede que creyera que sería una mala broma o en el peor de los casos recibir una paliza `por ello, si no podía tener su atención… no la tendría de mala forma.
Si se viera en el ámbito de poder competir por él, contrincantes tenía y de SOBRA: estaba para empezar el maestro Pixis, había notado las miradillas que le daba a Rivaille y lo muy cercano que era, el brillo que Eren tenía en su mirada era la misma que vio en aquel portentoso hombre. El siguiente era el maestro Nile otro que pecaba de descarado, polo opuesto de Rivaille y más "Abierto" que el maestro Erwin, esos "Abrazos", "Empujoncillos" y "Confiancitas" no parecen ser las que compartan los colegas; sabia que Rivaille era serio y dado a reservar su compostura con los demás. Otro más a la contienda era el hilarante maestro Farlan… éste igual que el anterior pero con sus toques elegantes, confianzas que por lo regular los maestro no se tendrían entre sí, lo pavoroso era que Rivaille se llevaba mejor con él que con los otros.
Resumidamente la contienda estaba al tope y eso sin contar el arsenal femenino, Rivaille complacía los gustos de ambos sexos así que el pensar que la contienda sería fatal era verdadera….casi sangrienta. ¿Él que iba a sacar a relucir?...
Nada.
Con ese pensamiento se acabó de jalón la bebida pidiendo otra, pensaba pasársela así ese jueves por la noche.
- Eren.
Continuara…
