Y termino.
Los estudiantes se agolpaban en las puertas del tren, subiendo sus pesados baúles riendo, jugando, cantando canciones sin sentido….
Unas bocanadas de humo adornaban el ambiente agitado y apesumbrado que reinaba en ese andén.
Abrazos y besos furtivos dirigidos a compañeros, amigos, amores de colegio, historias que habían comenzado y terminado en ese famoso castillo
Reinaba una gran felicidad, habían terminado su último año y ahora era tiempo de abrirse al mundo y explorar nuevos caminos, nuevos proyectos, todo era nuevo, todo había cambiado…
Aunque había dos seres que huían de esa falsa felicidad y sentían como una parte de ellos era arrancada, se desangraban, se morían…
Ya no habría otro día, ya no habría otro martes u otro lunes, ya no habría un "en la clase de herbologia", ya no habría miradas furtivas, ya no habría brazos rozándose disimuladamente, ya no habrían sonrisas, ya no habrían promesas para no cumplir, ni fiestas para verse, ya no habría odio, ya no habría amor…
Ya no más.
Y allí estaba el con su porte distinguido y su expresión indiferente mirándola por ultima vez quereriendose grabar en la memoria cada centímetro de su ser, cada movimiento, cada mechón de cabello enrulado cayendo por una fina espalda, cada sonrisa, cada expresión que había sido observada por el en todos estos años….
Y así entre la felicidad de las mismas personas que les impedían estar juntos, dos almas morían….
Hermione cerró sus ojos, para evitar ver aunque fuera solo por unos instantes aquel tren que la llevaría de regreso a un mundo al cual no quería pertenecer.
Toda su vida perfectamente organizada y aquellos felices momentos transcurridos en ese paraíso que era Hogwarts para ella se derrumbaban para enterrarse en el fondo del abismo.
No eran solo amistades y compañeros que se deshacían ante sus ojos, algo mas, si había algo que iba a quedar impregnado y atrapado en esos muros, una historia sin final, de amor, de oscuridad, de sentimientos escondidos, de peligro, de prohibición…
Con una media sonrisa continuo su partida hacia al tren, no sin dedicar una ultima mirada a aquellos ojos grises que tanto la acechaban.
Esa fue la ultima vez que el mundo vio a Hermione Granger, la ingenua, la inocente, la sabelotodo, la niña de cabellos rebeldes ondeados como el océano y ojos sinceros plagados de sentimientos que se negaba a reconocer.
