Heeeey :D! Aquí está el Fanfic Heya que prometí ;) es TOTAL Y COMPLETAMENTE diferente a como se lo hubieran esperado, rápidamente, Naya es una pintora, y Heather trabaja en una cafetería (lol Tengo problemas) Sé que no suena muy interesante, pero léanlo, sé que les gustará (¡Además! Como es obvio, hay Achele) Aún así, díganme que les parece & así :3!


Naya: ¡Maldita sea! ¡No tengo nada que pintar!

La morena se reclamaba a sí misma frente a un lienzo blanco y unas cuantas pinturas óleo en su estudio, los pinceles se encontraban regados en el piso y las toallas manchadas en el escritorio.

Ella era una pintora… no una famosa, apenas se habían vendido 4 de sus cuadros a coleccionistas muy extraños que habían pagado poco dinero por sus obras.

Naya: Estoy en la miseria, me voy a morir, lenta y dolorosamente.

¿Drama? Sí, se le daba muy bien, pero en realidad no le importaba. Su departamento estaba hecho un desastre, había platos sucios en la cocina, su estudio era un desorden, la sala tenía el sillón manchado de Coca-Cola, pizza, y varias cosas más, la televisión ya no servía, y su habitación… La cama era una matrimonial des tendida, una lámpara que hacía corto al encender y cuadernos de boceto por todos lados.

Se levantó y se tiró en el sillón de la sala, si algo bueno había en su departamento era el balcón y la vista panorámica a los demás edificios. Frente al edificio donde ella vivía había un local de café, al cual nunca había ido. Muchos vecinos iban y venían a diario, pero ella rara vez salía de su departamento.

El bloqueo era demasiado y la latina necesitaba algo con lo cual relajarse, su cafetera se había descompuesto, así que no creyó mala idea llamar al establecimiento pidiendo algo a domicilio.

Tomó uno de los miles de folletos que habían dejado en la puerta de su casa y marcó el número, una voz masculina contestó del otro lado.

Naya: Uhm… buenos días…

Voz: Noches señorita, son las 7 pm…

Naya: Sí bueno, lo que sea… ¿Aún tienen servicio?

Voz: Claro, ¿Qué se le ofrece?

Naya: ¿Podrían traer una latte vainilla al edificio de en frente? Departamento 234

Voz: En un momento, gracias por su compra.

La morena colgó el teléfono y volvió a tirarse en el sillón, pensando en la inmortalidad, habría prendido el televisor, pero bueno… No supo cuantos minutos pasaron cuando el timbre de su departamento sonó.

Se levantó perezosamente del sillón, arregló un poco su cabello, tomó la pequeña cartera que había sobre la mesona de la cocina y abrió la puerta.

Una chica alta, blanca, de facciones perfectas y cabello rubio recogido en una coqueta trenza estaba parada en su departamento, con una bolsa en la mano, y una sonrisa en sus labios.

Naya: ¿Te caíste del cielo? –dijo en voz alta uno de sus pensamientos-

Heather: ¿Disculpe?

Naya: Oh nada, estaba pensando en un poema que leí hace poco… ¿Qué se te ofrece?

Heather: ¿Departamento 234 verdad? Aquí tiene su latte…

La morena recibió la bolsa y la inspeccionó, dentro había un vaso de café y una enorme galleta de chispas de chocolate.

Naya: Yo no pedí ninguna galleta…

Heather: Es cortesía de la casa –le sonrió- Serían 25… por favor.

Naya: Gracias… un momento… -puso la bolsa en la mesona y de su cartera sacó un billete y una moneda, dando el dinero justo a la rubia-

Heather: Gracias por tu compra, hasta luego…

Naya: ¡Oye, espera!

Heather: ¿Pasa algo?

Naya: ¿Cómo te llamas?

Heather: -extendió su mano a la morena- Me llamo Heather, ¿Y tú?

Naya: -estrechó su mano con la de la rubia- Soy Naya, un placer…

Heather: Bueno Naya, con suerte, te veré otro día… Buenas noches…

Naya: Buenas noches…

La morena cerró su puerta encantada, esa chica, era preciosa, tenía unas facciones perfectas, unos ojos increíbles, un cabello envidiable, y una sonrisa… perfecta…

Se sentó disfrutando del café en la sala de su casa y tomó el teléfono, marcó el primer número que encontró y esperó a que contestaran del otro lado de la línea. Se oyó cómo descolgaron el teléfono y Naya fue la primera en hablar.

Naya: Tengo que contarte algo, fue la cosa más maravillosa que me pasó en todo el día…

Voz Dianna: ¿Tiene que ser ahora? Estoy con Lea…

Naya: Oh, perdón… yo no sabía que estaba interrumpiendo…

Voz Dianna: No interrumpes… sólo que –se escuchó cómo le quitaban el teléfono a Dianna de las manos-

Voz Lea: No es que no queramos hablar contigo, pero toda esta semana no he visto a mi novia, y me gustaría pasar un tiempo a solas con ella… ¿De acuerdo?

Voz Dianna: Mi amor, pobre Naya, deja que nos diga qué la puso tan feliz…

Naya: Lea tiene razón, disfruten su noche, nos vemos mañana en mi departamento a las 10 ¿Les parece?

Voz Dianna: No te enojes Nay…

Voz Lea: Ya, la vamos a ver mañana ¿No te enojaste verdad Naya?

Naya: No…

Voz Lea: ¿Lo ves? Nada de qué preocuparse… te vemos mañana Naya, duermes bien…

Naya: Sí, igual ustedes, no se des… -no pudo terminar la frase porque la llamada se cortó-

Dianna: Pobre Naya, debiste dejarla hablar… es raro que ella esté feliz…

Lea: Pues ya nos contará mañana, mi amor, no te vi en toda la semana y quiero estar contigo sin interrupciones…

Dianna: Bueno, estás cumpliendo tus sueños, y sabes que te voy a apoyar –le dijo a la castaña que se encontraba recargada en su pecho-

Lea: Gracias por estar a mi lado –le sonrió tiernamente a su novia y la besó-

Dianna: No sabes cuánto he extrañado tus besos…

Lea: ¿Ah sí? No me gusta que mi corderito me extrañe, vamos a recompensarte por esas noches que no estuve contigo…

La castaña se puso encima de su novia y la besó intensamente, pasando su lengua por sus labios y entrando para que sus lenguas se encontraran y lucharan por el control. Para terminar el beso mordió el labio inferior de la rubia que se estremeció por la acción.

Lea pasó sus manos por los costados de Dianna, alzando un poco su playera, dejando a la vista su abdomen bien marcado y un poco del encaje de su brassier rojo. La castaña se lamió los labios y descendió por el cuello de la rubia, se separó un poco para quitar la playera de su novia.

Continuó su camino de besos hasta llegar al valle que se formaba entre sus senos y los marcó poco a poco con su lengua, ágilmente pasó su mano por el seguro del sostén y lo desabrochó.

Dianna: Oh, Lea, te extrañé tanto…

La rubia pasó sus manos por los pechos de Lea y quitó rápidamente su playera, después quitó su brassier y lo tiró al piso. Pasó su lengua por el pezón endureciéndolo y haciendo a la chica más pequeña gemir.

Dianna: Vas a tener una noche larga…

A la mañana siguiente la pareja se levantó temprano para ir al departamento de Naya, que se encontraba dormida todavía cuando escuchó sonar la puerta.

Dianna: -tocando la puerta fuertemente- Vamos Naya que no tenemos todo tu día…

Lea: Amor vas a despertar a los vecinos…

Naya abrió la puerta con los ojos aún cansados y el pijama puesto.

Lea: ¿Qué pasa contigo? Pensamos que ya estabas vestida y despierta

Naya: Son las 7:45 de la mañana, sólo a fenómenos como ustedes se les ocurre levantarse a estas horas…

Dianna: Ignoraré que acabas de decirnos fenómenos y bueno, ¿Cuál era tu urgencia ayer?

Naya: -sonrió al recordar a la chica rubia que había conocido- Conocí… a un ángel…

Lea: ¿Cómo?

Naya: Ayer ordené un café, de esa cafetería frente al edificio, y cuando me lo vinieron a entregar… la chica era, un ser humano perfecto. Rubia de ojos azules, alta y con una sonrisa hermosa…

Dianna: Vaya, nunca te había visto hablar de alguien de esa manera…

Lea: Hasta los ojos se te llenaron de brillo… Y bueno ¿Hablaste con ella? ¿Le preguntaste su nombre?

Naya: Se llama Heather…

Dianna: ¿Y eso es todo? ¿Eso es todo lo que sabes? ¿No le pediste teléfono? ¿Dónde vive? ¿Su edad?

Naya: Me va a creer loca, no le iba a preguntar… tal vez después vaya al local y la busque.

Lea: ¿Y por qué no vas ahora mismo?

Dianna: ¡Sí!

Naya: ¿Están locas? ¡Estoy hecha un desastre!

Dianna: Duh, estamos aquí…

Lea: Te vamos a ayudar, obvio pero métete a bañar, nosotros te vamos a arreglar y así.

Dianna: Pero córrele, anda anda… -jaló a la chica con piel de caramelo al baño-

Después de esperar 30 minutos para que la morena saliera del baño, Lea y Dianna la ayudaron a escoger ropa. Empezando desde vestidos hasta jeans rotos de las rodillas.

Naya: No me voy a ir vestida con una falda y un saco, no soy empresaria.

Lea: -suspiró- ¿Entonces con esto?

Naya: ¡No! Me voy a ver extremadamente fachosa…

Dianna: Pues es que nada te convence Naya…

Lea: Espera, creo que encontré el atuendo perfecto…

La castaña alzó unos pantalones de mezclilla negros entubados, una playera gris y una chaqueta de cuero negra. Dianna tomó unos zapatos negros de plataforma y un sombrero.

Lea: Perfecto…

Naya: ¿Esto? –la morena no se veía muy convencida-

Dianna: Sí, póntelo…

Una vez que se puso la ropa escogida, y Lea y Dianna la arreglaron con un poco de maquillaje, Naya estaba lista. Bajaron casi arrastrando a la morena que moría de nervios.

Naya: No quiero entrar… voy a hacer el ridículo… -dijo aferrándose a la reja de entrada del edificio-

Lea: Naya, es sólo cruzar la calle, anda… Di ayúdame

Dianna: Naya, estás haciendo más ridículo agarrándote de la reja, ya, suéltalo…

Lea: No le vas a pedir matrimonio, es sólo decirle un 'hola' hacerle tema de conversación

Dianna: No te vas a morir

Naya: Sí, que me atropelle un carro cruzando la calle ¡Por amor a Dios!

Lea: Ay, eres una dramática, y mira que para que te lo diga yo… ¡Ya! ¡Vamos!

Jalaron a la morena atravesando la calle, y cuando estuvieron frente al local, miraron por las enormes ventanas que tenían en la pared. Había 4 chicas arreglando las mesas y 2 chicos tras el mesón preparando el café.

Dianna: ¿Quién es?

Naya: No está… -la morena bajó la cabeza decepcionada- Bueno, ya vámonos…

Lea: ¡Espera! ¿Rubia de ojos azules? Mira, acaba de salir del baño…

Dianna: Wow… oye ya veo porqué te gusta –la rubia recibió un codazo de parte de Lea- Pero tú eres más hermosa amor –le dio un beso en la mejilla-

Lea: Bueno, ya platicaré contigo después… pero ahora… anda Naya entra…

Naya: Pero y si… ay no… moriré…

Dianna: Entras, porque entras… -ambas chicas jalaron a la latina dentro del establecimiento de café-

Naya: Malditas, ya verán cómo les va a ir… -dijo mirando como las otras dos chicas tomaban un taxi-

Mark: Buenos días señorita, ¿Ya la atienden?

Naya: Uhm sí, bueno no, bueno, quiero hablar con… la señorita Heather…

Mark: Ah claro… un momento por favor… -volteó hacia ambos lados y cuando localizó a la rubia gritó- ¡HEMO! ¡TE BUSCAN!

La rubia volteó alarmada, y dejó el trapo con el cual estaba limpiando las mesas, se arregló el pequeño mandil que traía y fue hacia donde Mark estaba.

Heather: ¿Está todo bien?

Mark: Hay alguien que quiere hablar contigo… las dejo solas…

Naya: -sonriendo nerviosamente- Hola…

Heather: ¡Naya! ¿Qué haces aquí? –la rubia sonreía y sus ojos azules brillaban- Que pena que me veas así… no estoy acostumbrada a que me vean en horas de trabajo…

Naya: No te apures… creo… que te ves hermosa…

Heather: -sonrojada- ¿En verdad?

Naya: Sí…

Sus ojos se conectaron unos minutos y la morena sintió como una corriente eléctrica la recorría por completo, esa chica era especial…


¿Y qué tal les pareció? :D! ¿Me dejan sus recomendaciones & reviews? Bueno, tal vez no pueda actualizar tan rápido, porque mis padres me van a castigar la computadora -.- (Estoy segura xD creo que reprobé mate xD)

Off-topic: ¡Mañana es el capítulo de Mash-off! ajdhgjsagd Ya quiero que Santana le rompa la cara a Finn xd

Pasa a leer mi otro Fanfic Brittana/Faberry: 'I Want To be Your Hero'

Echizen fuera ;D