Disclaimer: los personajes de Naruto pertenecen a Masashi Kishimoto.

Redención

Me encuentro tirado en medio de un bosque devastado por la reciente pelea que aquí se ha mantenido.

Intento levantarme, pero el cuerpo no me responde, ni siquiera lo noto.

Giro lentamente mi cabeza hacía la izquierda y, a unos metros, veo el cadáver del dobe. Siento un extraño vacío dentro de mi. Tristeza.

Vuelvo mi cabeza a la posición inicial. Empieza a llover. Este momento me recuerda cuando en las películas muere el mejor amigo del protagonista y, justo cuando este está con el cuerpo de su amigo entre sus brazos, empieza a llover. Como si el cielo también estuviera de duelo y empatizara con el dolor del protagonista.

Me dan ganas de reírme por lo estúpido del momento y de mis pensamientos. No merezco que nadie se compadezca de mí ni nada parecido. Se que me muero, lo noto, así que dejo de lado mi personalidad fría y, por primera (y última) vez, suelto una gran carcajada. Me siento más aliviado.

Rememoro los últimos instantes de la pelea. Sigo sin entender porque no se apartó, porque no rechazó el ataque, porque no hizo algo.

En el último momento intenté desviar mi brazo para que mi ataque solo le rozara, pero fue demasiado tarde; el chidori de dio de lleno en el pecho.

Cualquier otro hubiera puesto cara de susto, de miedo o algo parecido, pero él no. Incluso para morir tenía que dar la nota; sonrió. Sabía que iba a morir pero el muy maldito sonrió. Y me miró con esos ojos tan azules y expresivos como queriéndome decir: "Te perdono Sasuke, todo irá bien."

Ya fue casualidad encontrármelo. Salí del escondite de Orochimaru para que me dejara un rato en paz. Empecé a pensar y ni me di cuenta de a donde iba. Y de repente, ahí estaba él; con su ridículo atuendo color naranja (ahora con un poco de negro) y con cara de sorpresa (como la mía, supongo. No esperaba encontrármelo.)

No se como fue, pero a los cinco minutos ya estábamos dándonos golpes y utilizando nuestras mejores técnicas.

Los dos estábamos agotados y heridos. Ni siquiera sé de donde saqué fuerzas para realizar el chidori. Pero lo hice, y aquí estoy, al lado del cadáver de mi mejor amigo (que yo mismo he matado) y yo a las puertas de la muerte.

¿No se supone que quería ser Hokage? ¿No se supone que quería traerme de vuelta a la aldea costara lo que costara? ¿A que venía ahora ese momento de heroicidad suicida que no llevaba a ningún lado? Suspiré. Supongo que debía de estar cansado de ir tras de mí para nada. Cansado de tenderme una mano amiga para que yo ni siquiera la tomara en cuenta. Cansado de intentar sacarme de esta oscuridad que me envolvía y de la que yo no quería salir.

Ni una vez le dije que era mi compañero, mi amigo. Qué él era tan (o más) fuerte que yo. Qué, aunque me desesperaban su hiperactividad y sus odiosas ansias de comer ramen, admiraba como era capaz de atraer a la gente hacía él, como si fuera un planeta y los demás satélites orbitando a su alrededor.

Lo único bueno que había en mí era mi apellido, y a veces dudaba incluso de eso.

Suspiro con resignación. Para una vez que encuentro a alguien a quien le importo de verdad yo le doy de lado.

Ojalá y mis pecados sean perdonados, porque yo quiero ir a lugar donde estás tu. Porque la próxima vez que nos veamos, Naruto, esta vez si, aceptaré tu mano para no volver a caer en este pozo oscuro que es la soledad.

^C'EST FINI^

Notas finales: Seguramente Sasuke está fuera de personaje, pero como está a punto de morir pues he creído conveniente hacer que pareciera más... ¿humano? Y no un muro de piedra con aires de grandeza (XD). Ahora mismo no recuerdo si ya hay algún fic parecido, si es así, pido perdón. Nos leemos.