Un breve relato que cuenta lo que el corazón de una amazona puede guardar.
El claroscuro comenzaba a teñir la tarde.
Cercas de las que fueron un día las barracas de los santos femeninos, algunas cabañas y pocas personas para habitar.
Soledad
Una palabra que arrastra tanto, siendo tan vacía a la vez.
Pero hoy no. Hoy por primera vez desde que Seiya despertara de la maldición de Hades, tenía la fortuna de conversar con la mujer de cabellos de fuego. Si, la misma que tras encontrar a su hermano y perderlo al mismo tiempo, se alejara de todo lo que le recordara. El santuario, Saori, Seiya y "ella misma" le había gritado una vez que dio sepultura a su amado hermano. No ocultó sus sentimientos, la ira contra todos era el desahogo para su alma.
Renunció a su armadura y al ideal con que se porta. "Al final nadie es tan indispensable Shaina". Fueron las últimas frases a la que la cobra se aferró a aquella efímera amistad. Lo recordaba y si pecho dolía.
Acomodó en su lugar el camastro en dónde la japonesa pasaría la noche.
Estaba ansiosa.
La puerta sonó y su corazón se aceleró. Años sin verla. ¿Se vería como antes? ¿Le guardaría algún cariño? Ella si.
Al abrir buscó los ojos de su amiga. Los sensatos y bellos que recordaba.
-Marín...
- hola Shaina.
Ambas se estudiaron con detenimiento. La sencillez de sus vestimentas y jovialidad de ambas demostraba que aun con el paso de el tiempo ambas eran las mismas.
-pasa por favor. - la ex amazona obediente siguió. El aroma de comida recién hecha le daba la bienvenida. Le traía nostalgia.
-Shaina, yo... - sus manos sudaban y las palabras no salían de su garganta seca.
-me alegra que vinieras... Amiga.
Al girarse no quedo otra opción más que abrazarla. Sus lágrimas corrieron y el silencio dijo todo.
Al separarse se miraron y sonrieron. No había nada que tratar. Solo el gusto de verse de nuevo frente a frente.
-te prepare algo, que sé que te gustará.
Cenaron y hablaron de mil cosas. Sus vidas ahora eran otras. Pero su pasado era el conocido por ambas. La noche se alargó y con ello el deseo de dormir y esperar el comienzo de el nuevo día para atesorar esa amistad.
Se colocaron un camisón de algodón y como dos colegialas se dispusieron a platicar con la luz apagada.
- dime Marín, ¿tienes algún... Novio?
-eso es bajo, no jugamos a verdad o reto. - respondió Marín con toda sinceridad bajo la sonrisa melancólica.
Shaina supo que no debía haber sido insolente, puesto que ella misma caería en el juego.
- no, no lo tengo. Solo buenos compañeros de trabajo-respondió.
-oh, ya veo-
La italiana quiso dejar a un lado el tema. Se viró hacia la pared y se ocultó entre las sábanas.
-¿y... tu? - ahí estaba su merecido.
Silencio. En un principio Shaina quiso aparentar demencia o fingir dormir, tal vez si roncaba...
-vamos Shaina, que no te de pena decirme. ¿Shaina?
- sabes que el se debe a Saori. Debe protegerla.
- pero tu lo amas... Cierto? Por ley o por lo que carajos desees, pero lo amas. ¿No se lo haz dicho?
El trago grueso de Shaina solo confirmó lo que Marín sospechaba.
- duérmete Marín, mañana los verás a "ellos" - con ellos se refería a Seika, Seiya... Y Saori. Sonaba indiferente ante la mención de esas personas. Marín lo noto ante el modo seco dicho por la peliverde.
- oye no. No puedo creer que te encuentres aquí y parezcas un ermitaña.
- ya deja por favor Marín.
Marín se levantó como un resorte descalza y solo con el camisón se sentó en la cama de la italiana y la sujeto por los hombros para enfrentarla.
La cara desolada de Shaina y sus ojos brillosos le respondieron de inmediato. El amor solo venia de parte de ella. Tenía tanto amor para ofrecer y no un receptor.
- amiga...yo... no.
- patético, ¿no?. En fin, tarde o temprano te darías cuenta mañana. Aguardo que él deje ser más cercano a ella. Alimento la esperanza de un " te amo" En lugar de "no te imaginas cuanto te agradezco por todo lo que haces por mi... ".
- bueno sería bueno que ya se lo digas, ¿no?
Shaina le miró con incredulidad. Podía interpretar esa afirmación. Alzó una ceja. Marín apretó su mejilla y de un salto regresó a su cama. Se cubrió y le deseó buenas noches.
Shaina no dormiría.
Ya no tengo miedo de ti
Ya toda mi vida eres tu
Vivo tu respiro que queda aquí
Y que consumo día tras día
No puedo dividirme ya entre tu y mil mares
No puedo ahora estarme quieta y esperarte
Yo que habría estado por ti
En un cualquier lejana ciudad
Sola, por instinto sabiendo amarte
Sola y ya siempre ya junto a ti
No puedo dividirme ya entre tu y mil mares
No puedo ahora estar cansada de esperarte...
Continuará...
Los personajes no me pertenecen.
La canción es de Laura pausini.
NA: esto salió en un momento algo deprimente, recordaba como es que Shaina siempre era el escudo humano para Seiya. Lo sé , ella lo ama hasta la muerte y el solo se limitaba a no entender o agradecer su sacrificio. Siendo honestos, el caballero de Pegaso ama a su diosa y nadie lo puede negar. Veremos como concluye esto. Hagan sus conclusiones, la italiana será correspondida, o aceptará su derrota . Ya veremos en el próximo.
Besos, Beauty. :*
