Disclaimer: Hetalia no le pertenece, menos una parte de mi alma. Las dos le pertenecen a Himaruya. La imagen tampoco me pertenece, ya quisiera yo dibujar así...
¿Advertencias?: No por ahora, quizá más adelante èwe
Pareja: OZNZ (Australia X Nueva Zelanda)
Reto: 30 Days OTP Challenge
Entre Ovejas y Koalas
Día 1
Tomados de las manos
Nueva Zelanda estaba acurrucado en la esquina de su habitación, hecho un ovillo, abrazando a la bola de algodón que le había regalado Inglaterra hacia ya algún tiempo. Las lágrimas que amenazaban con salir le hacían sentir aún peor. Él entendía que Inglaterra tenia, en aquel momento, muchas obligaciones, así que no podía estar todo el tiempo con él, y se sentía un verdadero egoísta al desear que el mayor estuviese más tiempo allí.
Es que se sentía tan solitario en aquella mansión…
Kiwi le hacia una excelente compañía, y todos los habitantes de aquella ciudad naciente le tenían cariño y le saludaban al pasar. Sin embargo, Tobías quería tener a alguien parecido a él para pasar el tiempo.
La puerta de la entrada, al abrirse, hiso que diese un salto, asustando a la pobre oveja a su lado. Nueva Zelanda parpadeó un par de segundos, hasta poder tener más o menos la idea de lo que sucedía. Se acercó al espejo, para limpiar sus lágrimas y organizarse un poco, no podía presentarse como un vagabundo ante su tutor. Sacudió un poco su ropa de las arrugas y alguno que otro pelo de Kiwi.
—¿Toby? ¿Estás ahí?—escuchó. El pequeño salió corriendo para recibirle, pero se detuvo al ver como su tutor iba tomado de la mano de otro niño. El chico era un poco más alto que él, moreno, con unas cuantas pecas, unas cejas un poco gruesas y dos extraños mechones de pelo que miraban hacia arriba. El neozelandés adivinó casi de inmediato que sería otra de las colonias de Inglaterra.
—Sí, señor. Espero que haya tenido un buen viaje, ¿los empleados le han ayudado con su equipaje? —respondió, manteniendo los modales característicos que le había enseñado el británico, quien no hizo más que sonreír, orgulloso.
—No te preocupes, sólo estoy de paso. Ven, acércate —Arthur se arrodilló, para quedar a una altura cercana a la de los dos niños. Tobías agarró con fuerza el pelaje de Kiwi y se acercó con algo de timidez—. Tobías, te presento a…
—¡Mucho gusto, soy Australia, aunque puedes llamarme Kyle! —le interrumpió el niño, extendiendo su mano. Nueva Zelanda respondió al gesto, un tanto sorprendido. Inglaterra suspiró un poco ante el comportamiento del australiano
—Lo mismo… —alcanzó a murmurar. Arthur sonrió un poco ante lo bien que parecían comenzar.
—Los dos sabéis que no puedo estar mucho tiempo con los dos —comenzó, intercalando miradas entre las colonias —, así que pensé que necesitaban compañía. Quisiera que se conocieran un poco, ya que son algo cercanos.
Australia ladeo la cabeza, confundido ante lo ultimo. Nueva Zelanda intentó disimular un poco su desconcierto. ¿Sí estaban cerca? No tenían ni idea, apenas y se podían ubicarse así mismos en el mapa…
Un hombre con un traje formal apareció en la puerta, haciendo que Inglaterra se levantase y se dirigiese a la salida. El británico se despidió de ellos y acarició las cabezas a cada uno, para después salir de sus vistas.
Los dos niños se miraron, sin saber muy bien que hacer a continuación. Australia tomó de la mano a Nueva Zelanda, mientras sonreía con confianza —Te llamas Tobías, ¿no? ¿Te puedo llamar Toby?
—Si para ti está bien… —susurró el niño, algo extrañado ante el hiperactivo comportamiento del que debería de ser su vecino.
—¡Bien! —exclamó Australia, cogiendo con su otra mano la que ya tenia en su poder. Comenzó a arrastrarlo hacia la puerta, sin quitarles los ojos de encima, como si fuese a desaparecer en un instante— Vi que tenías un gran jardín, ¿podríamos ir a explorar?
—¿Explorar? —preguntó Tobías—Inglaterra se enfadara si lo intentamos…
—¡Él no sabrá nada! —afirmó Kyle, empujando la puerta de madera — Si tienes miedo de perderte, siempre podemos mantenernos juntos con nuestras manos para no estar solos.
Nueva Zelanda se extrañó ante eso. ¿Por qué debería de perderse él en su propio jardín? Ese niño le parecía algo extraño, pero no podía juzgarle, apenas le conocía, y le agradaba un poco –aunque estuviese siendo mala influencia. Igualmente, la idea le era algo tentadora.
Kiwi rebuznó a algo en la espalda del australiano, quien se tocó para ver que era. Nueva Zelanda miró por un lado, sorprendiéndose ante la visión de un pequeño animal agarrado a la camisa del niño como si su vida dependiese de ello. El animal, al verle, le mandó una mirada asesina que le heló de pies a cabeza. Que miedo.
—¡Este es Darak! —presentó Australia, señalando su espalda, intentando poder ver algo— Parece que vino de polizón, por más que le dije que se quedara… ¿No importa que se quedé?
Tobías negó con su cabeza, y antes de cualquier otra cosa, Kyle le volvió a agarrar de las manos y arrastrarlo afuera.
Si queréis saber, los sirvientes si supieron de la travesura de los niños, y estos le dijeron a Inglaterra cuando volvió. Y pese al regaño que recibieron, el británico decidió dejarlos juntos.
¿Adivinad quien está tan aburrida como para decidir hacer un reto casi imposible justo el día de San Valentín? ¡Exacto! Acabáis de describir a mi perro ;D (?)
Nah, ya en serio. Estoy muy loca para iniciar esto. Aquí ya son casi que las diez de la noche y los párpados ya me pesan. Seguramente me arrepienta de mis actos y en el día 5 borre todo esto :v
Cualquier error, por favor, avisar. Será corregido inmediatamente, el sueño me llama y no me siento lo suficiente confiada de mi propio beteo...
Con la ayuda de mi amor a esta OTP, quizá si pueda mantener constancia.
¡Hasta el próximo capitulo/mañana!
