Los cambia-forma o también llamados híbridos son personas que tienen habilidades especiales, una de ellas – La cual es la más conocida– es la de poder transformase en animales. Existen diversos tipos de híbridos, aunque los más conocidos son los lobos, leones, tigres y pumas; ya que son los más territoriales. Con el tiempo la existencia de los cambia-formas se ha ido subestimando e incluso las personas "normales" o apodadas cripplin creen que solo son leyendas urbanas e incluso historias sin fundamentos.
Raiden parpadeó incrédula. Esa era la cosa más tonta que había escuchado en su vida, y es que su mejor amiga siempre venía con cosas nuevas sobre dichas criaturas ficticias. La pelinegra había llegado a pensar que su amiga estaba totalmente loca y un poco obsesionada con ese tema.
Raiden suspiró por quinta vez en el día y miro como su amiga hablaba hasta los codos de esas criaturas.
.— Yui, ya te he dicho que no creo en esas cosas —. Repitió por décima vez en el día. Y es que ella no entendía porque Yui se obsesionaba con saber su opinión sobre los dichosos híbridos.
Yui la miro un poco ofendida, pero en sus ojos había una chispa de alegría.
.— No son tonterías Rai-chan, pero bueno ¿Qué piensas de los zorros? —. Pregunto extrañamente ansiosa. Raiden encarnó una ceja curiosa.
.— Son lindos, no me desagradan —. Explicó son simpleza. Yui, a su lado suspiró aliviada para luego regalarle una sonrisa llena de felicidad. Raiden no pudo evitar pensar que su amiga tenía serios problemas mentales.
.— ¿Sabes? Yo amo a los zorros. Son mi animal preferido —. Dijo ella con una sonrisa. Raiden le dedicó una débil sonrisa al ver la efusividad con la cual dijo aquello.— ¿Cuál es el tuyo, Rai-chan?
.— ¿Mi animal preferido? —. Yui asintió mientras que Raiden pensaba un poco.— Me gustan los leones, aunque prefiero a los tigres blancos.
Yui abrió un poco sus ojos antes de exclamar.— ¡¿Tigres blancos?! ¡Pero si están extintos!
.— Lo sé —. Respondió simple mientras rodaba los ojos.— Creo que eran animales muy bellos. No debieron haberse extinto.
Yui asintió de acuerdo con su pensamiento.— Lo sé. De verdad no debieron haberse extinto —. Opino con tristeza.
Raiden suspiró y se levanto de la mesa donde estaban, se colocó su bufanda blanca con las puntas rojas y miro a Yui indicándole que era hora de irse. La chica se paró rápidamente y se puso su cálido abrigo negro. Juntas salieron del local donde estaban exponiéndose al frío que provocaba el invierno en la ciudad de Kyoto.
Los pequeños copos de nieve caían con suavidad en sus cabellos sueltos. Raiden no pudo evitar mirar como dichos copos se camuflan en el cabello castaño de su amiga. Había veces como esa en que su melena se veía rubia en vez de castaña, pero eso se debía a los ligeros mechones rojizos que su amiga tenía en su cabello. En cambio en ella los copos lograban un contraste en su melena azabache con mechones rojizos. Su piel era extremadamente blanca, casi rozando lo pálido mientras que la de Yui era ligeramente bronceada. En lo único que se parecían un poco era en los ojos, aunque aún así tenían sus diferencias. Los ojos de Yui eran verdes esmeraldas y los de ella eran de un turquesa profundo, habían veces que sus ojos se veían azules y otras tantas que se veían verdes. Raiden fuera seguido en sus profundos pensamientos si no fuera por los comentarios de su amiga.
.— ¿Sabes? Los híbridos viven en manadas, así que se dividen en supremacías los que pertenecen al más bajo son llamados omegas, al parecer su personalidad es un poco sumisa y llevan a cabo las tareas más sencillas en una manada. Una de ella sería cuidar a los cachorros de sus machos y en escasos casos hembras. —. Raiden levantó una ceja curiosa, aunque no pudo evitar suspirar al ver que su amiga volvía con el tema.— Luego vendrían los Betas, que serían algo así como el intermedio en algún lugar. No son ni muy dominantes ni muy sumisos. Por último pero no menos importante están los Alfas, ellos serían los machos pechos peludos en una relación —. Dijo con voz graciosa causando la risa de Raiden.— Son los que dirigen a su manada y deciden casi todo respecto a ella.
Raiden se mantuvo pensativa antes de comentar algo.
.— Es un poco interesante, aunque no me gusta el concepto que le dan a los omegas. No me gusta que desprecien a alguien por nacer un poco más débil que los demás —. Yui la miró con una sonrisa.
.— Eres alguien muy amable Rai-chan
Raiden miro el cielo.— Supongo.
Caminaron unos minutos más en silencio hasta que llegaron al departamento que compartían. Ingresaron al lugar en silencio y con una mirada se asignaron que iba a hacer cada una. Raiden camino hacia la cocina mientras se quitaba su preciada bufanda y la tiraba en algún lugar de la sala. En cambio Yui se dirigió a su habitación a darse una ducha y cambiarse de ropa.
Raiden llegó a la cocina y saco todos los ingredientes que iba a utilizar para preparar la cena. No es que tuvieran mucha hambre así que haría algo ligero para ir a dormir, ya que en la cafetería donde estaban solo comieron algo dulce para calmar el repentino antojo que le llegó a Raiden. Corto algunas papas y las puso a freír, empezó a cortar pequeños trozos de pan los cuales relleno con un poco de jamón, queso, vegetales y diversas salsas. Los calentó y sirvió en un plato. Cuando las papas estuvieron listas las colocó en un plato, le agrego sal y hecho un poco de salsa de tomate en un lado, de manera que la persona que comiera pudiera hurtar en la papa la salsa que quisiera.
Colocó todo en la mesa y llamó con un grito a Yui.
.— ¡Ya voy! ¡Me estoy poniendo la camisa! —. Grito, pero a los pocos segundos ella aprecio con el cabello húmedo por la ducha y se sentó en la mesa. Raiden la imito.
.— ¡Gracias por la comida! —. Exclamo con una sonrisa.
.— Gracias por la comida —. Siguió Raiden para posteriormente empezar a comer su cena.
.— Rai-chan mañana no llegare temprano a casa, así que no me esperes y cena tú sola. Tengo una sesión de fotos y no sé cuándo dure en realidad —. Le informo Yui mientras llevaba los platos al fregador y se disponía a lavarlos.
.— Entiendo. Que te vaya bien entonces. Buenas noches Yui —. Le dijo mientras caminaba con pasos lentos a su cuarto.
Antes de entrar a el Yui le grito.— ¡Me aseguraré de traerte alguna foto para que te inspires!
Raiden negó con la cabeza y se encaminó a su baño. Se dio una ducha, y luego se acostó a dormir. Estaba agotada, llevaba días sin poder dormir bien, y es que el libro que había estado escribiendo y que por fin entregó a su editor no la dejaba dormir en paz. Cada vez que cerraba sus ojos una idea nueva se presentaba y tenía que ir a escribirla o se le olvidaría. Así que decidió que terminaría todo el libro antes de darse una merecida siesta.
Raiden cerró sus ojos lentamente hasta quedar totalmente dormida.
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Para cuando Raiden abrió sus ojos era de día. Ella se preguntó qué hora sería y por qué no se despertó con el alboroto que seguramente Yui había hecho antes de irse a su trabajo. Suspiró con cansancio y con pasos pesados y llenos de flojera se dirigió al baño.
Cuando la azabache salió estaba totalmente repuesta. Había desayunado algo ligero antes de salir de casa así que no sentía muchas ganas de comer. Hacia algo de frío esa mañana así que Raiden se aseguró de llevar su bufanda preferida.
Deambuló un poco por las calles, mucha gente la reconocía e iba a pedirle un autógrafo — unas más tímidas que otras— no es que Raiden le molestara pero aveces desearía poder pasear en paz y dejar volar su imaginación a lugares increíbles para luego escribir sobre ellos.
Siguió caminando un poco sin rumbo alguno hasta que se hicieron las tres de la tarde. Ella con un poco de hambre entro a un pequeño restaurante de comida rápida y pidió una hamburguesa extra grande con un batido de chocolate. Luego de pagar se sentó en una de las mesas que estaban junto a las ventanas y comió en silencio.
El sonido de la campanilla del lugar le aviso que habían llegado nuevos clientes, pero ella no le tomo mucha atención y siguió viendo por la ventana pensando en que podría escribir ahora.
Sintió una extraña presencia a su lado. Era un poco amenazante así que giró rápidamente su rostro para enfrentar aquella amenaza. Sus ojos turquesas se encontraron con unos dorados que la veían interesados Cargaba una bandeja llena de hamburguesas. Raiden le mando una mirada inquisitiva logrando así que el muchacho rubio evitará su mirada. La presencia amenazante desapareció y Raiden pudo suspirar aliviada.
.— ¿Se le ofrece algo? —. Pregunto con voz suave, ganándose la atención del chico rubio otra vez.
.— Me preguntaba si podía sentarme en la mesa, las demás están llenas y veo que está tiene unos cuantos asientos libres —. Raiden dio una rápida mirada por el local antes de afirmarle al chico que podía hacerlo. El se sentó al frente de ella y comenzó a comer.— Te me haces extrañamente familiar, me pregunto por qué.
.— Soy Akai Raiden, escritora —. Dijo suavemente Raiden mientras ponía una de sus manos en su mejilla y veía al chico rubio que abrió los ojos sorprendido.
.— ¿En serio? Tengo un amigo que es fan de tus novelas ¿Me darías tu autógrafo? —. Expresó extrañamente animado con un tono de voz algo infantil. Raiden sonrió un poco.— Seguro lo hace feliz —. Agregó susurrando un poco.
.— Claro, no tengo problema —. Dijo ella mientras sacaba un pequeño cuaderno y un lápiz azul de su mochila.— ¿Cómo se llama tu amigo?
.— Kuroko Tetsuya —. Dijo el rubio al ver la como la chica asentía y comenzaba a escribir algo en el pequeño cuaderno.
.— Listo —. Susurro feliz mientras le daba la pequeña hoja doblada a él rubio frente a ella.
El rubio asintió y tomó la pequeña hoja que tenía impresos pequeños leones en ella. Estaba doblada así que no quiso ser entrometido y leer lo que ella había escrito para su amigo peliceleste. Raiden vio su reloj y se levanto de la mesa.
.— Ha sido un placer conocerlo, pero me tengo que retirar. Mándele mis saludos a Kuroko-kun —. Raiden sonrió antes de comenzar a caminar. El rubio se levanto rápidamente de su asiento y le hablo a la azabache.
.— El pacer fue mío, por cierto me llamo Kise Ryouta —. Raiden lo vio un momento y le dedico una sonrisa.
.— Adiós Kise-san
Kise quedó un poco aturdido cuando la pelinegra se fue. Esa chica tenía una presencia bastante fuerte, era un poco extraño. Así que pensó que debía avisarle a Akashi.
Con ese pensamiento se comió todas sus hamburguesas y salió corriendo del lugar. Definitivamente tenía que hablar eso con Akashi.
¡Hola!
Está es la primera vez que subo algo a Fanfiction; estoy medio investigando como se utiliza. Quise que esta fuera la primera historia que subiera aquí. Espero nos llevemos bien.
Así que, aquí tienen una nueva historia de Kuroko no Basuke. Aunque aún no me decido quién será la pareja de Raiden (pueden ser todos menos Aomine xD) pero bueno, supongo que ya veré.
Está es la primera vez que subo algo a Fanfiction; estoy medio investigando como se utiliza. Quise que esta fuera la primera historia que subiera aquí
Espero les guste.
Con amor
AliceRosaAzul
