Amortentia según Roxanne Weasley
Por Nochedeinvierno13
Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter pertenece a J. K. Rowling.
Este fic participa del Reto Especial "Olores de Amortentia" del Foro "Amor de Tercera Generación".
I
Abono
Las ventanas abiertas permiten una mejor visión sobre las grandes mesas de trabajo del aula de pociones. Roxanne observa la extensa mesa que se ubica al fondo de la estancia y la cual está repleta de diferentes calderos humeantes. Muchas de sus compañeras comienzan a susurrar y ella rueda los ojos como respuesta.
—Hoy comenzaremos a ver los filtros de amor —dice el profesor de pociones que es relativamente joven y es objeto de los suspiros de las féminas de Hogwarts—. Lo que hay en estos calderos es Amortentia. Es una poderosa poción que crea una fuerte obsesión, porque es imposible imitar el amor.
Dominique le pega con el codo.
—A mí no me molestaría que se obsesionará conmigo —comenta.
Roxanne sonríe ante la ocurrencia de su prima.
—Es un poco mayor, ¿no crees?
—Para el amor no hay edad, querida prima —responde Dominique—. O eso es lo que dicen los muggles.
Las dos están tan inmersas en su complicidad que no se dan cuenta que el profesor les ha llamado la atención.
—Señoritas Weasley, ¿la clase les aburre tanto como para ponerse a conversar?
—No, profesor —se apresuran a responder las dos primas al unísono.
—Señorita Weasley —dice el profesor, hablándole a Roxanne—, venga aquí. ¿A qué huele la Amortentia para usted? Dígalo en voz alta para que toda la clase puede escucharla.
Roxanne camina hasta la extensa mesa y se concentra en la poción que se encuentra en el caldero.
—Yo huelo abono...
~ º ~
— ¿Un huerta? —pregunta Angelina con cierta extrañeza.
—Si, mamá —contesta Roxanne—. Una huerta orgánica para poder cosechar nuestros propios vegetales y si tengo suerte, hasta hago crecer un árbol frutal.
Hace algunas semanas que a Roxanne se le ocurrió comenzar su propia huerta en el patio trasero de la casa y por supuesto que su tía Hermione fue la primera en apoyar su idea.
—No me voy a negar —responde su madre con un suspiro—, terminarás haciendo lo que quieres de un modo u otro.
Roxanne le besa la mejilla y comienza a hacer los preparativos.
Unos días después de que aquella conversación, Roxanne se las ha ingeniado para marcar diferentes rectángulos de tierra y les ha colocado un cartel para poder diferenciar los cultivos.
—Deberías utilizar más abono —comenta una voz masculina a sus espaldas.
La chica se voltea y sus ojos se encuentran con el rostro sonriente de Lysander Scamander. El sol brilla con intensidad, arrancándole destellos dorados al cabello del chico.
— ¿Qué haces aquí, Lysander? —pregunta Roxanne mientras vuelve a remover la tierra.
—Fred me comentó de esta nueva locura y he decidido venir a ayudarte —dice él y se arrodilla a su lado, comenzando a esparcir más abono sobre la tierra.
—Estás echando demasiado abono —interrumpe ella y sujeta sus manos para impedir que se mueva.
Lysander se libera del agarre y continúa esparciendo el abono.
—No es por presumir pero tengo más conocimientos que tú, en cuanto a botánica se trata —responde él de forma tranquila—. Te digo que la tierra necesita más abono. De lo contrario, no creo que logres cultivar absolutamente nada.
—Esta bien, Lysander —acepta—. Te doy carta libre para que hagas lo que creas conveniente.
Él sonríe a modo de respuesta. Roxanne no puede evitar que se le revuelva el estómago, al sentir el olor del abono. Es algo orgánico pero eso no quiere decir que huela a flores de primavera.
— ¿Me pasas el rastrillo? —pide Lysander.
Roxanne se lo extiende.
