Contratiempos

Inicio: 6/07/2011

Frase: "Tom Kaulitz: Me gustan que las cosas se den de forma natural, sin ser previstas. En eso soy diferente a Bill, él espera hallar el amor verdadero y las historias de una noche no son lo suyo." - Hey, ¿Te mencioné que jamás me he enamorado? - le dijo. - ¿Te mencioné que soy célibe? - ella contratacó, Tom jugó con el piercing de su labio, esta podría ser una situación interesante.


Prefacio

- Lo lamento, Ra. Es que...no eres el tipo de chica que creí, no es que haya nada malo contigo pero quedemos como amigos ¿ok?.

Sahara Morgan reventó la burbuja del chicle que masticaba, enrollandolo en su lengua para comenzar a molerlo otra vez, aunque hacia bastante rato que la goma habia perdido el sabor.

- Ya. Esta bien. - dijo escuetamente, colgandose la mochila al hombro e incorporandose sobre el modesto mueble de la cafeteria Clintons. La campanilla que colgaba en el dintel de la puerta emitio un leve retintin, anunciando que alguien acababa de abandonar el lugar.

Excelente, Sahara. Es el quinto chico que te termina este mes, un nuevo récord. Se mofo de sí misma en su subconsciente. Darren le dedicó una mirada de lástima a través de la vidriera de la cafetería, ella le ofreció su mejor sonrisa de todo-está-bien y cruzó la calle de la quinta avenida, perdiendose de vista a la vuelta de la esquina.

Suspiro, sintiendo el familiar nudo de las lágrimas apresandole la garganta. No iba a llorar, tampoco es que le gustara tanto Darren, si, era un chico amable, atractivo y culto. La clase de chico que dejaria que su cita eligiera el sitio para salir, esperando que ella propusiera el cine, el museo de bellas artes o un restaurante italiano, desde luego, el tipo de petimetre que jamás calificaría apto el que su pareja escogiera un espectáculo de lucha libre como escenario de su primer encuentro.

Ahora que lo pensaba, Frederick, de la sección B de su instituto, la habia invitado a almorzar una vez y cuando fue a despedirla a su casa habia dicho que su apetito podría competir con una plaga de mangostas, no le habia dirijido la palabra desde entonces, a pesar de que Ra habia pagado la parte de la factura que correspondia a los cuatro platos distintos que habia comido. Oh, y también habia salido con Michael Rivas, el atolondrado chico de cabello pastoso del club de ajedrez. Con él había conseguido ganarse el escalofón a la segunda cita, empero, todas sus esperanzas se vinieron al desagüe cuando este descubrió su afición por domar "toros mecánicos", alegando que no sería bien visto el que su chica anduviera montando bestias de metal delante de una panda de cerdos campiranos.

...Sean Torres practicamente la habia botado de su departamento a causa de prenderle fuego (por accidente) a su colección de balones de fútbol americano...

...Ronald Sherman le había cortado por replicarle que el agua Voss y el agua de grifo eran exactamente la misma cosa...

Y así susesivamente, todos sus intentos de envolverse en un lío romántico habían culminado en ruinas.

- A Geneva le va a encantar esto. - murmuro, colocándose los audífonos del ipod y buscando la canción Careful, de paramore, en el menú.

Geneva Díaz era su compañera de cuarto de la pensión. Una chica amaestrada en el arte de la seducción, el porte y la lujuria, lo que la convertía en una persona extrovertida que exudaba confianza por cada poro de su risueña cara trigüeña. Usualmente daba buenos consejos, preferiblemente cuando no estaba checando un catálogo de lencería pervertida. Era asistente en una tienda de juguetes eróticos y sus pensamientos tendían a corromper a Sahara, a veces.

Eso si, solo hacia falta pegar un grito, y G era capaz de saldar tu fianza si te metias en problemas.

No que Sahara hubiera llegado a esos extremos, aún.

- Llegas temprano. - Geneva dijo, comprobando reprobatoriamente la hora en su reloj. - ¿No se supone que deberías estar haciendo bebés con el cuerazo de Darren en este momento?

- Estoy bien, gracias por preocuparte. - respondío Sahara irónicamente, quitándose los zapatos y arrojándolos junto al perchero de la entrada.

- Oh, oh. - la morena rodó sobre el sofá cama, que había destendido a lo largo del living, quedando apoyada sobre los codos. - ¿Qué ha sido esta vez?

- Un pacifista, alérgico al cuero y a la lucha libre. - Sahara torció la mirada, tumbandosé de espaldas en el sofá cama al lado de Geneva. Cogió un cojín y se lo puso encima del rostro, contemplando la posibilidad de asfixiarse solamente para escapar de la vergüenza.

- Dejame ver si entendí, ¿tu idea de una salida romántica es traumar a tu acompañante con una función de puños, mastodontes usando máscaras y lluvias de dientes, en vez de una sencilla sesión de sexo consensuado en una lujosa suite de hotel con una tina bañada en pétalos de rosas y bebiendo champagne hasta embriagarte?

Allí estaba su libidinosa amiga, atacándola con sus fantasias raras de nuevo.

- Bueno...¿sí?

Geneva bufo exasperada, y pronto sintió un pellizco en el muslo.

- !Auch! !Eso duele! - se quejó, arrojándole el cojín en un acto reflejo.

- Dios mío, no tienes remedio. ¿Es que tu pecho psicológico fue extirpado de tu cerebro al nacer?

Pecho psicológico, así era como Geneva se refería a la feminidad de las mujeres.

- Cállate, se supone que debes infundirme ánimos. - Sahara hizo un puchero, arrastrandose al regazo de su amiga. - !Consiénteme, bruja!

- Con esa actitud vas a terminar peor que el de "Virgen a los cuarenta". - se burlo. Acariciándole el cabello. - Uff, ni modo. Quizás puedas probar mejor suerte mañana, Jodelle me regalo dos entradas para un concierto mañana en la noche. Estará infestado de gente de todas las clasificaciones y tamaños. - a esto último le confirió cierto enfasis lascivo. - Seguro que encontraremos algo bueno para ti allí.

- Espera, espera. - ese era uno de los peculiares encantos de Geneva, cambiaba de tema tan fácil como hacer zapping en la tv, y en ocasiones a Ra le costaba pillarle el hilo. - ¿Cúal concierto?

- ¿Cómo que cúal? El que Tokio Hotel va a llevar a cabo mañana en el aula Magna de la Universidad. Ahhh, sólo imagínalo, tener la oportunidad de observar a Bill Kaulitz de cerca. No me lo pensaría dos veces para tomar un trozo de ese hombre. - ella ronroneó.

- ¿Bill Kaulitz? ¿No es ese chico que se maquilla como mujer? - Sahara frunció el ceño.

No bien habia pronunciado aquellas palabras cuando el nuevo catálogo de "Traviesas" impacto de lleno en su tabique.

- ¿Perdón? ¿Acaso dijiste que mi Bill el-tipo-más-caliente-que-haya-pisado-la-faz-de-la-tierra podría ser similar a una chica? - Geneva se admiro las uñas como quien no quiere la cosa, más su mano ya tenia alistado un cojín, en caso de que Sahara se atreviera a retarla.

Quizás su integridad corriera menos peligro si optaba por la tangente.

- Sabes que no soy muy fanática de ese grupo. - comenzó. Y era cierto, de hecho, la única cuyo lado de la habitación permanecía atestado con posters y recortes de la banda era Geneva.

- !Por favor, te gustara! ¿Qué puedes perder?

Tiempo, energía, concentración...y podría elaborar una lista más larga.

- Es más, ¿quien quita y te lleves una sorpresa? No serías la primera mujer en hallar a su alma gemela en un concierto de rock. Vale la pena tratar. - le guiño un ojo. - O al menos, tómalo como un favor hacia tu vieja amiga. ¿No esperaras que vaya sola o sí? - a continuación, el gesto de cordero con el dedo que traza círculos en el edredón. La famosa personificación de fragilidad de Geneva. - Una fortaleza de soledad, sin nadie con quien compartir mi alegría...

- Habrá millones de personas ahi, Geneva. - procuro razonar Sahara.

-...desolada...sin una compañera fiel que me haga la pata de gallina para trepar a la tarima y robarle un beso a Bill...fracaso total...

- Esta bien, esta bien. - rezongó Ra, encogiéndose de hombros. - Te acompañare al dichoso concierto ese.

- !Yuupi! !Eres la mejor Sahi! ¿Te he dicho ya cuánto te quiero?

Sahara miró los almendrados y manipuladores ojos de Geneva y apretó los labios, exhalando tozudamente.

Si, si, iría a ver al susodicho "Tokio Hotel" al que su amiga tanto idolatraba. Eso sí, nada de andarle siguiendo el rollo a G con esa tontería de "las almas gemelas", en lo que a Sahara Morgan concernía, se declaraba célibe hasta nuevo aviso. Punto.

Continuara...


Hey, hey niñas! Pues, con tantos fics que estuve leyendo por ahí pss como me que envalentoné y decidí intentar. Solo que, contra todo pronóstico, el siguiente fic no estara centrado en Bill Kaulitz, sino en el gemelo mayor, verán...es un reto que me he impuesto a mi misma, me gustaría tratar de definir la personalidad de este gemelo primero antes de enzarzarme en terreno peligroso...no espero que me entiendan, pero espero sus comentarios, a ver qué tal!

Un tulipán rojo para ustedes!

Belle