- ¿Han escuchado hablar sobre ella? – pregunto Bella. Albus alzo la mirada para ver a su compañera de casa que les hablaba a el y a Rose.

- ¿Sobre quien? – pregunto Rose.

- Meecha López – le respondió con una risita.

Albus había escuchado hablar sobre ella, además de que como era de su misma edad la veía de ves en cuando en las clases que les tocaban juntos.

- Me suena su nombre ¿Qué tiene ella? - pregunto extrañada Rose.

- Meecha es una alumna de Hufflepuff que va a nuestro mismo grado - explico la chica mientras le ponía mantequilla a su pan tostado - todo el mundo la conoce.

- ¿es muy popular? - pregunto Hugo metiéndose a la platica. Bella se sintió alagada de atraer a alguien más a su conversación. Se dirigió a los tres primos mirando principalmente a Hugo que estaba sentado frente a ellos.

- Todo lo contrario. Se le conoce como la chica menos femenina que existe en todo Howarts. - explico con aire de decir algo muy bueno de escuchar.

- Que grosera eres Bella. Porque no te guardas tus chismes a alguien que le interese - le reprocho Rose.

- A mí me interesa - comento Hugo.

Bella que hace unos momentos había fruncido el ceño y curvado uno de los extremos de sus labios, ahora sonreía con superioridad. Rose le mando una mirada fulminante a su hermano haciendo que este se hundiera en su asiento. La mirada de Albus, que observaba la escena divertido, ahora se posaba detrás de la espalda de Hugo. Este al sentir una presencia detrás de él volteo a ver por arriba de su hombro.

- Buenos días - Saludo una Lily adormilada. Dio un gran bostezo para luego sentarse a un lado de Hugo.

- ¿Otra vez se te pegaron las sabanas? - se burlo Albus, que su hermana respondió sacándole la lengua.

- Tal vez me despertara temprano si mi prima y compañera de cuarto me avisara que ya amaneció - se defendió.

- Si lo hago, pero siempre me mandas por un tubo y luego me lanzas maleficios por tirarte de la cama - le contesto Rose.

Lily la ignoro e hizo como que estaba muy ocupada llenando su plato de huevo con machaca.

- Hey Hugo - lo llamo Bella - ahí esta la chica de la que te hable.

Sin poder evitarlo todos voltearon como borreguitos a la entrada del gran comedor. Ahí se encontraba una cría con pelo ondulado y esponjado, parecía imposible que un peine pudiera pasar por ahí, si quisiera. Su cara estaba casi tapada por su melena apenas dejando ver sus pequeños ojos rasgados. Su uniforme, que era tres veces su talla, estaba completamente arrugado como si se hubiera peleado con la plancha. Perdía la mirada en alguna parte del Gran Comedor. Lily miro a la chica de tez morena sin entender.

- Es cabello o es arbusto lo que trae en la cabeza - exclamo impresionado Hugo.

- Hugo no seas grosero - lo regaño Rose para luego fulminar a Albus para que ahogara su risa.

- No te lo tomes tan apecho Rose, no estamos hablando de ti - la tranquilizo Albus.

- Aun así es muy grosero hablar mal a las espaldas de otros. Si tienen algo que decir díganselo en la cara - reprocho Rose

- Rose tiene razón lo mas feo que se le puede hacer a una chica es criticar su forma de arreglarse - la apoyo Lily que mientras discutían los otros Bella le informaba lo que estaba pasando.

- El problema es que ella no se arreglo para nada - comento Albus - oh ya es tarde Scorp me está esperando para ir a herbología - se apresuro a decir antes de que su hermana y Rose lo asesinaran con la mirada.

Se levanto de un brinco corriendo en dirección a la mesa de Slytherin. Scorpius estaba muy tranquilo terminando su desayuno cuando una mano lo tomó del cuello sacándolo arrastras del gran comedor. Albus ignoro las constantes replicas de su amigo desapareciendo entre la multitud que se dirigía a clase.

- ¿Me podrías explicar por qué casi haces que me atragante con mi desayuno? - pregunto Scorpius mientras recogía sus cosas después de terminar con herbología.

- Estaba huyendo de Rose y Lily- le explico.

- Eso es raro casi siempre es el idiota de James - se extraño.

- Si lo se, pero dije algo que hizo que se molestaran conmigo -

- ¿Qué les dijiste? -

- ¿Sabes quien es Meecha, verdad? -

- Si la machorra de Hufflepuff -

- pues se enojaron por decirles eso mismo -

- ¿En serio? -

- Parece que a las chicas no les gusta que hablen mal de la apariencia de las otras -

- ¿Las chicas ó Rose y Lily? -

Albus solo se encogió de hombros. Por más diferentes que fueran ellas por su sexo, Albus jamás seria capaz de verlas como chicas. Tomo sus cosas y salieron del aula despidiéndose del profesor Longbottom. Rose los esperaba en la puerta. Todavía con esos pensamientos en su cabeza se pregunto si algún día lo lograría. Estaba hablando de su prima y de su hermana y por más que lo intentara parecía una tarea imposible.

- ¿De qué hablan? - les pregunto Rose cuando se encontraron con ella.

- Albus me comentaba de su pequeña plática en el Gran Comedor - le contesto Scorp - y regañaba a Albus por ser tan grosero con una chica, a las mujeres se le debe respetar - Rose asintió de acuerdo con lo que el decía - a ti solo te falta ser mujer para recibir ese respeto - agrego.

Rose saco su varita para lanzarle un maleficio pero Scorpius fue más rápido y la desarmo.

- Recuerda, número uno en duelo tres años seguidos - les presumió scorp, pero antes de que se diera cuenta uno de los libros de Rose había sido lanzado de la mano de ella impactando en su cara.

- Pero Rose es la campeona mundial de lanzamiento de libros - susurro Albus por lo bajo.

Molesta Rose tomo su libro sin siquiera preocuparle que el labio de Scorp estaba sangrando a chorro.

- Te veo en defensa contra las artes oscuras - se despidió de Albus.

Este solo asintió. Se acerco a su mejor amigo para ayudarlo a levantarse y detener la hemorragia.

- Tu prima es una salvaje - le comento indignado Scorp.

- ¿Por qué crees que Hugo, James y yo no la molestamos? De hecho, gracias a nosotros se hizo así -

- Entonces a ti te echare la culpa de que mi cara termine plana cuando salga de Howarts - se quejo

- ¿Mi culpa? Si tú eres el que se la pasa provocándola y haciéndola enojar -

- Es que es inevitable, creo que yo naci para molestar a Rose - le explico.

- O para casarte con ella - dijo en voz baja.

- Bueno, tengo clase de adivinación, te veo luego - se despidió Scorp.

Muy bien muchachos, hoy aprenderemos a combatir a un boggart – dijo el maestro de defensa contra las artes oscuras. - ¿alguien sabe que hechizo sirve para combatirlos?

La sala normalmente acomodada con las butacas en fila, ahora se encontraba con estas pegadas a las paredes, dándose a apreciar la misma escena del tercer año de Harry Potter el padre de Albus. Como en esa misma clase se encontraba el maestro alentando a los alumnos a encontrar divertida esa lección. No terminado el Deja'vu, Rose alzo la mano casi poniéndose de puntitas.

- Si señorita Weasley - le dio la palabra a la chica divertido por el entusiasmo de esta.

- Se utiliza el hechizo "Riddíkulo" que hace que el boggart tome la forma que el hechicero piense graciosa - contesto Rose de la misma manera que lo hacia su madre en el colegio.

- Muy bien, veinte puntos para Gryffindor - anuncio el maestro - ahora quiero que todos hagan una fila para que practiquen el hechizo con este boggart que tengo aquí – dijo mientras mostraba una caja – y señorita López usted no se va hasta que logre hacer el hechizo – le advirtió amablemente a Meecha al ver que se puso hasta atrás de la fila.

Albus se la paso genial en la clase. Era tan bueno en esa asignatura que convertía a defensas contra las artes oscuras su favorita. Ni siquiera Rose era capaz de bajarlo del trono del mejor de la clase. Porque, aun que la chica podía ser muy buena a la que respecta de memorizar libros y entender la mecánica de los hechizos, Albus era perfecto en la practica. Algunas veces cuando le iba bastante bien con el hechizo a aprender, los maestros le pedían que tutorara a los que tenían dificultades con el aprendizaje.

- ¡Riddíkulo! - exclamo frente al boggart venciéndolo por quinta vez en la clase

- ¡Excelente Potter! - lo felicito el maestro – eso es todo por hoy muchachos, señorita López usted todavía no termina -

- Pero ya sonó el timbre - renegó

- Pero yo dije que si no logra hacer el hechizo no se iba a ir – le recordó

Meecha se devolvió de mala gana mientras los demás alumnos salían del aula con risitas burlonas. Albus guardaba sus cosas para salir cuando el maestro lo detuvo.

- Te encargo que le enseñes a la señorita López, el hechizo –

- Pero profesor tengo clase –

- Por favor, tengo que asegurarme que por lo menos haya aprendido un hechizo antes de de los exámenes finales o sino no la podre pasar – le suplico

- Está bien hare lo que pueda – se resigno Albus y se acerco a Meecha que intentaba una y otra vez hacer que el boggart cambiara de forma sin éxito alguno.

Albus miro la forma que tenía el boggart. Era un hombre con pantalones vaqueros, chaqueta de cuero y escopeta, por encima de su hombro le colgaba la piel de un lobo. Albus suspiro. Meecha nunca había sido buena en la magia y era típico de ella que no pudiera hacer ningún hechizo bien pero por una extraña razón el profesor de defensa contra las artes oscuras se esmeraba mucho en que pudiera pasar por lo menos una clase y por eso la apoyaba mucho. Aun que la mayoría del tiempo no daba resultado.

- No necesito tu ayuda - le grito Meecha cuando se acerco.

- Pues no veo que te este hiendo muy bien - le contesto.

- Meecha no respondió y le dio la espalda.

- para ti es fue muy fácil ya que pudiste hacer el hechizo antes de que se transformara - le reclamo.

- puedo vencer al boggart aun así que tenga la forma de lo que más me da miedo - dijo ofendido.

Albus se puso frente al boggart pero esta vez espero a que tomara forma. La verdad era que en la clase se encargo de vencer rápido al boggart porque no quería que nadie viera a lo que más le tenía miedo. No porque se avergonzara, si no porque no se sentía a gusto. Frente a él salieron sus dos padres con la cara muy serios. Meecha miro curiosa la escena.

- Albus, lo siento por decirte esto pero tu mama y yo nos vamos a divorciar –

- ¡Riddíkulo! – exclamo Albus rápido.

La imagen de sus padres fue remplazada por la imagen de su hermano James tirado en el suelo con todas sus extremidades enrolladas unas con otras. Sin poderlo evitar Meecha y Albus soltaron una carcajada.

- El secreto está en que debes pensar en algo muy, muy gracioso y tratar que este pensamiento sea más fuerte que el que estas mirando – le explico

- Entiendo -

- Ahora inténtalo otra vez -

Meecha se puso enfrente y el boggart volvió a tomar la misma apariencia del hombre con escopeta pero esta vez con dos cadáveres de lobos. Meecha se estremeció. Al notarlo Albus se acerco a ella y le ayudo a levantar su varita.

- Tu puedes hacerlo Meecha – la apoyo

- ¡Riddíkulo! – gritó

Al gritar el hechizo los dos cadáveres revivieron y comenzaron a perseguir al hombre por todo el aula. Albus y Meecha se reían de lo ridículo que se veía el hombre asustado y sin nada con que protegerse porque su escopeta se había desinflado como un globo. Sin poder aguantar más las burlas de los niños el boggart se volvió a meter a la caja donde lo tenía guardo el profesor. Con una sacudida de la varita de Albus se puso el candado de la caja.

- Te dije que podías hacerlo – la felicito.

- Si como sea ya me voy – dijo fastidiada como si pasar bastante tiempo con el la sofocara.

- ¡Oye espera! – la detuvo – lo que paso aquí que aquí se quede ¿de acuerdo? – le pidió.

- No me beneficia en nada decirle a alguien – le respondió si interés y salió del aula.

Albus se encogió de hombros para luego seguirla con la mirada hasta que desapareció detrás de la puerta. Pensativo decidió irse también.

- ¡¿Ayudaste a Meecha López en clase de defensa contra las artes oscuras?- exclamo Scorp.

Ambos amigos estaban en el lago disfrutando su tiempo libre antes de la comida. A Albus se le había ocurrido contarle a Scorpius lo sucedido después de la clase, una ocurrencia que recordaría no volvérsele a ocurrir.

- ¿y que con eso? - pregunto Albus sin importancia.

- Al, ¿qué acaso no sabes de chicas? - le reclamo Scorp tirando un piedra al rio. Esta rozo la superficie tres veces para luego hundirse.

- yo no soy un don juan como tu.

-Ay, Al, ¿qué voy a hacer contigo?

- ¿Qué tiene de malo dar una pequeña ayuda a una compañera de clase? - pregunto irritado Albus.

- Mucho - agrego Scorp tirando otra piedra que esta vez rozo la superficie cinco veces - mira Albus, a las chicas renegadas como Meecha no puedes brindarles ningún tipo de amabilidad. Créeme, lo digo por experiencia. Por ayudara Maggie ojos de sapo sufri su acoso por dos años. ¡Y no fue bonito!-

- Creo que estas exagerando - dijo Albus tratando de imitar a Scorpius con lo que hacia con las piedras. Pero lo único que logro fue salpicarse todo. - además creo que la ultima chica que se enamoraría de mi seria Meecha - se convenció Albus mientras fulminaba con la mirada el sitio donde se hundió su piedra.

- Yo solo te estoy advirtiendo. Y si en dos semanas no te puedes quitar a Meecha de encima, no me vengas llorando.

Dando por hecho que la discusión había terminado, se concentraron en su trabajo de llenar el lago de piedras. Lanzaron la piedra al mismo tiempo pero dando resultados diferentes. La de Albus se hundió tan solo tocar en agua, mientras la de Scorpius rozo casi siete veces la superficie. Albus miro con un tic en el ojo a su amigo.

- ¡Incendio! - exclamo una voz conocida.

El hombro de Scorp comenzó a arder en llamas. Este sorprendido se tiro al suelo como un auto reflejo y empezó a rodar.

- Aguamenti - de la varita de Albus salió un chorro de agua que apago el fuego.

- ¡Maldito James! Me las vas a pagar - le grito Scorp al chico que estaba en el piso riéndose a carcajadas.

- ¡¿Y que me vas a hacer? ¿Desarmar? - pregunto entre risas.

-Algo parecido ¡Depulso! - dijo al sacar su varita.

James salió disparado cayendo al suelo. Antes de que pudiera reaccionar Scorp hizo un movimiento de varita. James se levanto con la cabeza calva. Scorp y Al se tiraron al suelo de la risa por el aspecto del mayor de los Potter.

- Desgraciado que le hiciste a mi cabello – le reclamo

- Solo use un hechizo de arranque de cabellera.

- Ya veo – James agito su varita y ahora a Scorp se le había caído el cabello – estamos a mano.

- Ya verás cuando te ponga las manos encima –

- Si me alcanzas, ¡Accio saeta de fuego! – del cielo llego la escoba de James a la cual se subió rápidamente y escapo.

Scorp tomo una piedra grande y la tiro en dirección a donde momentos antes había estado James, su peor enemigo. Albus miraba la escena divertido. Hace mucho que le había dejado de molestar el hecho de que su mejor amigo y su hermano se odiaran con toda su alma. Después de tanto tiempo de pedir en vano de que se dejaran en paz mejor opto por divertirse de las cosas que se hacían el uno al otro.

- ¿De qué te ríes tú? También te quieres quedar calvo – se quito la túnica y se la puso por encima de la cabeza – me voy a la enfermería, yo no tengo la habilidad de ustedes de que me crezca el cabello al día siguiente –

- Estate listo esta noche – le recordó

- ¿Qué haremos hoy? –

- Ir al bosque prohibido –

- Le traeré un suvenir a tu hermano – se le escapo una risita malévola.