Diva
Disclaimer: Naruto no es mío.
Kiba no dejaría que Hanabi lo supiera nunca, pero estaba ligeramente asombrado. Lo que más lo sorprendía era que ella parecía no darse cuenta de eso, o en todo caso fingía no hacerlo por comodidad o vanidad. Se quedó un poco más atrás, sólo para admirar la situación desde una visión más amplia.
Hanabi; maquillaje, vestido, seguridad, tacones y pasos largos. ¡Qué piernas!
La falda se acoplaba a su cadera en cada contoneo, las piernas se frotaban en un delicioso caminar mientras ella andaba con un aire de diva que sencillamente era inconcebible con la imagen de ella que se había hecho en su cabeza.
Hanabi era divina, avasallante, más allá de toda descripción posible.
Ella se giró, con su lacio cabello siguiéndola en una onda expansiva de pelo que calmó con su mano, acomodándola hacia atrás con sus dedos.
Hermosa. Y no solo lo pensaba él, no, también lo pensaban los idiotas que se le quedaban viendo, y las mujeres que no despegaban sus ojos de ella.
— ¿Pasa algo, Kiba?
Y su voz salé suave, ronronearte y sensual. Alta y clara. Hanabi le sonrió sin esperar respuesta y comenzó a caminar de nuevo. Juraría que la gente le abría camino, mientras sus caderas se movían. Se estaba exasperando.
Jamás pensaría en su existir que llegaría a ver algo como aquello. Había sido la primera misión que realizaba con ella y estaban en búsqueda de información. Ella lo estaba, más bien, porque él estaba allí para fingir ser idiota y vigilar que volviera ilesa. Tanto como se pudiera. Y Hanabi se llevaba los aplausos. Las miradas. Las sonrisas. Y la información.
Y si quería, pensó, podría llevárselo también a él.
Todo esto tiene una culpable. Y sabe quién es.
