Este fic es una traducción del de mi amiga "DancingRaindrops", y basa cada capítulo de la historia en uno de la serie, además cada uno tienen el nombre de una canción que tiene que ver con él. Iré actualizando cada dos o tres días, pero si no qureis esperar, aquí os dejo el enlace al fic original. .net/s/5525087/1/
Tormentoso con Pedazos de Cielo
Chad Dylan Cooper. Tres nombres. Una persona.
Guau, eso parece la introducción dramática a una película. Pero no es lo que es. Es la historia de mis conversaciones con esa estrella de tres nombres. ¿Y quién soy? Preguntáis. Yo soy… *redoble de batería y voz grave* ¡Sunny Munroe! Y esta es historia. Bueno, también la de Chad. Pero básicamente mía.
"I'm no one special, just another wide-eyed girl who's desperately in love with you." -Taylor Swift, SuperStar
"No soy nadie especial, solo otra chica con los ojos abiertos que está desesperadamente enamorada de ti"
La primera vez que conocí a Chad Dylan Cooper fue un shock. Después de todo, él era la estrella del drama adolescente número uno en América y yo, como todas las chicas que conocía, veía la serie y estaba enamorada de Mackenzie. Y por extensión, de Chad Dylan Cooper. Mi habitación en mi casa de Wisconsin estaba forrada con sus fotos y fantaseé más de una vez cono conocerle. Vale, quizá no solo conocerle. Besarle. Casarme con él. Llamarme Señora de Chad Dylan Cooper. Fue el enamoramiento que tienen todas las chicas con un actor tarde o temprano. Pero a diferencia de las demás chicas, yo tuve la oportunidad de conocerle. Y no solo de conocerle: trabajar en el mismo estudio que él, verlo cada día. Así que cuando conocí a Chad Dylan Cooper casi no pude hablar.
"¡Oh Dios mío, te conozco!" Eso era obvio. "Eres… eres…" tartamudeé, incapaz de acabar. ¡No podía creer que en realidad estuviera viéndolo!
"¿Él?" Me completó, señalando su póster. Asentí fervientemente mientras él inclinaba la cabeza y ponía la misma expresión de la serie "Chad Dylan Cooper" ¡Como si no lo supiera!
"Eres Mackenzie de Mackenzie Falls" pude decir finalmente.
"Y tú eres Madge"
"¡Sí! No… no, Madge es el personaje de la camarera, y todo esto también es de Madge. Hola soy Sunny" Estiré mi mano con una ancha sonrisa. Era un sueño hecho realidad.
"Sunny, que bonito nombre" dijo con una sonrisa mientras escribía algo. ¡Chad Dylan Cooper me había hecho un cumplido! Obviamente la ciudad de Los Ángeles hacía honor a su nombre, porque yo me encontraba en el cielo.
"¡Gracias! Cuando era pequeña no me gustaba, pero ahora ya me voy acostumbrando, porque tengo una amiga que…" Chad me dio algo.
"Aquí tienes. Hasta luego" dijo, sonriendo y mirándome a los ojos. Yo bajé los míos, cautivada.
"Adiós" Miré lo que me había dado ¡Era su autógrafo!"Sunny, gracias por los helados. Chad Dylan Cooper." Leí en voz alta, confusa "Oye, si no te he dado ningún he…" eché la mirada hacia la mesa y vi que los helados que había preparado no estaban. "¡Chad Dylan Cooper me ha robado los helados!" grité para que todo el mundo lo oyera. Luego, el impacto de lo que recién había pasado me golpeó. "Oh, dios mío, ¡Chad Cooper me ha robado los helados!" chillé encantada a una chica que pasaba por allí.
Él me había mirado. Me había sonreído. Sabía mi nombre. Bueno, lo supo después de que yo se lo dijera. Pero ya estaba a kilómetros de distancia de cualquier chica que conocía en cuanto a él se refería. Él debió de robarme los helados mientras le miraba maravillada, pero, honestamente, no me importaba. Todavía iba como flotando por haberle conocido cuando me di cuenta de la enemistad que había entre las dos series.
Al principio no me lo creí. Parecía una pesadilla el poder estar cerca de Chad todo el día y no poder hablar con él. Eso iba a arruinar mis irracionales y juveniles esperanzas y sueños en cuanto a chicos se refiere. Así que intenté que los dos repartos se hicieran amigos mediante un picnic de la paz. Y fue un desastre. La mesa se rompió, había pegamento en las sillas, me cayó ensaladilla en la cara y a Grady se le rompieron los pantalones. Y lo que es peor: Chad lo había planeado todo.
Cuando Tawni me enseñó el video de la ensaladilla, me enfadé. No solo era humillante que todo el mundo pudiera verlo, sino que además yo sabía que solo una persona había sido capaz de pasarle el video a los de Tween Weekley: Chad Dylan Cooper. Y solo por eso, las fantasías que habían ido haciéndose más detalladas y románticas en mi cabeza desde que le conocí en la cafetería, se desvanecieron. Yo a él n le gustaba. Con la furia que tenía fui al plató de Mackenzie Falls para darle una lección.
"¿Qué es lo que pasa contigo?" Interrumpí la escena que estaban grabando, y que se veía bastante interesante.
"¿Qué pasa conmigo? ¿Qué pasa...? Eso no ha salido de tu boca" dijo, todavía hablando con Portlyn. Alguien gritó "corten" y Chad se giró para mirarme. "Tú… ahora estamos grabando, ¿entiendes?"
"Ahora ya has dejado de grabar" le reté "Portlyn bonitas piernas, haz que se muevan" Ella se marchó con una mirada indignada.
"Oye ¡sigue llorando, nena!" le dijo Chad. Seguro que intentaba seducirla a ella también "¿Cuál es tu problema?" me dijo.
"¿Cuál es mi problema? Mi problema es que lo que mis amigos, y Tawni dijeron de vosotros es cierto. Los de Mackenzie Falls sois unos pijos. Y tú eres su jefe, el alcalde de Pijolandia y sus alrededores, o sea el embajador de Pijoslovaquia" Vale, quizá eso era llevarlo muy lejos, pero yo estaba enfadada.
"Has visto el video la ensaladilla." Dijo Chad, con una risita, sabiendo ya el motivo de mi furia. "Sí, también dirijo" sonrió airadamente, y me volvió loca. No solo lo hizo para presumir, sino también para mostrar sus preciosos hoyuelos. Estúpidos hoyuelos.
"Intentábamos hacer las paces" dije, intentado enfocar la conversación en mi dirección.
"Venga, era una trampa" me corrigió.
"¿Una trampa? Me parece que ves demasiado tu serie, no todo son traiciones y venganzas. A veces la gente hace cosas por hacer el bien." Me sentí orgullosa de mí misma. Le había dado una lección a Chad Dylan Cooper y había conseguido que sus trucos no me afectaran. Y él estaba escuchándome. Sus ojos estuvieron clavados en los míos todo el rato que estuve hablando y sonrió sinceramente cuando acabé.
"¿Seguro, Sunny? ¿Lo crees? Fue un detalle organizar ese picnic. Muy bonito." Chad se acercó más y me cogió la mano. Oh, Dios mío. ¡Él de verdad me había escuchado y estaba arrepentido! No fue su culpa, después de todo, si trabajas en un drama seguro que empiezas a pensar que es la vida real. Él acarició mi mano y me sentí las rodillas débiles. "Pero el rencor entre nuestros programas está demasiado arraigado para borrarlo con una ensaladilla a pesar de tus intenciones. Los sueños por desearlos no se hacen realidad." Sonrió mientras hablaba y yo temblaba. Sus ojos eran muy tóxicos, quería poder mirarlos para siempre.
"Oh, Chad Dylan…"
"Shh" puso un dedo en mis labios y me vine abajo inmediatamente. "Ahora no digas nada. Debo irme. Y tú vuelve a tu programa y que tus sueños duerman en paz." Me cogió la mano hasta que estuvo lo bastante lejos para no poder alcanzarla de nuevo. Yo seguí mirándole hasta que me di cuenta de que se había ido sin prometerme nada.
"¿Qué ha pasado?"
Después de hablar con los chicos decidimos jugar a las sillas musicales. Si ganábamos, nos quedaríamos con la plaza del parking, un nuevo soporte para el papel higiénico que reemplazara el trofeo de Mackenzie Falls y Chad diría algo bueno sobre So Random! Pero si perdíamos, teníamos que decir en nuestro programa que Mackenzie Falls era mejor. Las apuestas eran altas, y yo sabia que teníamos que ganar. Idiotas como Chad Dylan Cooper (idiotas que parecen buenos, compasivos y maravillosos, pero se convierten en manipulativos y arrogantes) necesitan aprender algunas lecciones. Darle una paliza a las sillas musicales seria la primera parte de esa lección, aceptar su derrota. Al final quedábamos los dos, con nuestros amigos mirándonos ansiosos.
"Solo quedamos tú, yo y una sillita que no es para ti" se burló Chad mientras sonaba la música y rodeábamos la silla.
"Actúas con mucha confianza aunque sabes que perderás." Alardeé.
"Jajaja, sé actuar" presumió.
"¿Seguro, Chad? ¿En serio lo crees?" le pregunté. Podía oír a Nico, Grady, Zora y Tawni riéndose en la parte de atrás mientras me animaban.
"¡Si, si, si!" estaba segura de que la música se iba a detener de un momento a otro ¿Qué pasaría si no me sentaba? No, tenía que sentarme. Y de repente tuve una idea: lo haría a la manera de Mackenzie Falls. Le engañaría.
"¡Ay!" me quejé al tumbarme en el suelo, sujetándome el tobillo. Justo como me imaginaba, la música dejó de sonar.
"¡No!" gritaron los chicos.
"¡Oh, es el tobillo y me duele mucho! Creo que me lo he roto" Yo fingía que me dolía.
"Oh, vaya. Eso puede ser grave. Te llevaremos al médico. Dame la mano" Chad me la ofreció. Le miré, sorprendida por su amabilidad. Quizá no fuera tan malo después de todo. Quizá.
Tiré de su mano, empujándolo hacia el suelo conmigo. Amable o no, necesitaba ser castigado por lo que había hecho. Crucé las piernas e hice el signo de la paz de Chad mientras me sentaba en la silla libre. "¡No hay tregua, payasos!"
"¡Era una trampa!" exclamó desde el suelo.
"No. ¡Estaba actuando!" repliqué, fingiendo ser una pija de los Falls.
"No está mal. Tal vez tengas sitio en Mackenzie Falls… cuando Portlyn monta en globo y desaparece." Portlyn salió de la habitación medio llorando y yo miré a Chad ¿Realmente quiso decir eso? ¿Salir yo en Mackenzie Falls? Miré las expresiones preocupadas de mis compañeros y supe cual sería mi respuesta.
"Gracias, pero estoy bien en el país de la risa, con mi gente de So Random." ¿Era yo o había un gesto de decepción en su cara? "Así que no me iré contigo, Chad Dylan Cooper" terminé. Su expresión era de sorpresa e impresión.
Eso le enseñaría a no meterse conmigo. Quizá yo estaba encaprichada de él en Wisconsin, y quizá me hechizó las primeras veces que nos vimos, pero eso no significaba nada. Después de todo, no era una chica obsesionada de Wisconsin que nadie conocía. Era Sunny Munroe, de So Random! Y Chad no podía robar mi corazón como a todas esas otras chicas.
Bueno, pues esto ha sido el primer capítulo. Recordad compartir lo que pensais, decidme si os gusta o no.
