EL CONTRATO DE VEN

Hola! Se me ha ocurrido esta nueva historia en la que involucro una vez más mis personajes preferidos de KH.

¡Espero la disfruten mucho!

Reparto:

Ventus

Terra

Vanitas

Roxas

Axel (Lea)

Sora

Riku

*Nota: No pretendo revelar todos los nombres XD, así que por el momento se conformarán con éstos.

¡Oh, mi sueño hecho realidad: todos ellos como protagonistas!

Capítulo 1 ¡Éste es el fin, Ventus!

¡Al fin era medio día!

La campanada dio aviso al fin de la tediosa clase de anatomía.

Frente a él, la maestra había notado su suspiro de alivio.

Era una mujer robusta y chaparrita, con un largo cabello chino y rubio descolorido. Cada vez que la maestra hablaba, enredaba un mechón de cabello entre sus dedos y lo jalaba drásticamente cuando algo la molestaba o interrumpía su clase.

Ésta vez fue por el suspiro del chico rubio.

Lo miró unos segundos, desafiándolo a hacer otro sonido que la molestara para auto martirizarse.

-Oh, no. ¡Estoy viendo otro de sus esfuerzos para mandar a alguno de sus alumnos a su oficina y obligar a que cepillen su horroroso cabello!

Los pocos alumnos que aún permanecían dentro del salón, viraron para encontrar al dueño de tan atrevida exclamación:

¡Profesor Lea!

Escuchar su nombre encendió una chispa de ego sobre el joven hombre.

El profesor Lea, aquel alto y pelirrojo, de ojos verde encendido y con una sonrisa entre sarcástica y seductora, que derretía los corazones de todo al que se la dedicara.

Era algo así como el más reciente ingreso a la "Academia Heaven".

A pesar de su edad y poca experiencia, era el maestro de Filosofía más afamado de la ciudad.

Todos se preguntaban por qué el profesor seguía dando clases en esa Academia cuando podría enseñar en una mucho mejor.

"Quizás porque éste es el único lugar en donde le dejarían hacer de payaso"

-¿Hm?

Repentinamente, el chico rubio se vio acosado por la mirada del profesor pelirrojo.

Lo miraba de la forma como si hubiera preguntado: ¿Qué fue lo que dijiste?

"¡De ninguna manera podría haberme escuchado! Después de todo... ¡solo lo pensé!" se reprendió a sí mismo.

-Profesor, estoy segura de que tiene cosas más importantes que hacer...-dijo la maestra que se levantaba de su escritorio, muy claramente ofendida por su comentario de antes.

Lea alzó los hombros, -No me culpe solo por ser la voz de sus estudiantes más "tímidos"-enfatizó lo último mirando a la dirección del chico rubio.

Luego de un minuto, el afamado profesor pelirrojo dio media vuelta para escabullirse en el corredor fuera del salón.

La maestra de Anatomía lo siguió más atrás, seguido de otros alumnos que se preparaban para la hora del descanso antes de las actividades extracurriculares.

-Ventus.

-¡¿Eh?!

Saltó de su asiento, mirando a la curiosa chica que se acercaba.

De cabello corto y azul, con el mismo color de ojos y esbelta figura.

Su nombre era Aqua.

Aqua era la mejor amiga de Ventus, se conocían desde el preescolar y coincidieron en las escuelas hasta ahora, así que no había duda de que se convertirían en amigos en algún momento de su vida.

Aunque ella era un año mayor, nunca perdió la rutina de visitarlo en su salón en cada periodo de descanso.

-¿Estás bien, Ven? Te ves algo nervioso.-la peli azul se acercó para tocarle la frente y comprobar su temperatura.

No era nada raro que siempre se preocupara por él, actuaba como la hermana mayor.

El chico asintió con la cabeza, -Estoy bien. Solo los efectos de la clase de Anatomía.

-Ah, sí. Olvidé que te disgustaba mucho esa clase.

-¡Yooo! ¡Al fin los encuentro!- gritó otro chico, de cabello rubio y alborotado, con una sonrisa de oreja a oreja.

Su nombre: Hayner. Amigo de Ventus.

Bueno... realmente Hayner consideraba a todos los alumnos de la escuela como sus amigos. Pero ésta última semana, Hayner frecuentaba más el sitio de Ventus y Aqua...

Aqua le había dicho que el tipo algo tramaba, algo que sólo podía conseguir de ellos, y no se detendría hasta conseguirlo.

Los primeros días se afligía con su presencia, pensando en miles de razones por las que Hayner se acercaba a ellos...

"Sin embargo, me rendí ayer... porque comenzó la temporada de exámenes"

-¡VEN, AQUA! ¡Necesito su ayuda!

-Hayner, estamos a tu lado, ¿por qué tienes que gritarlo?

Hayner siguió hablando: -Necesito que me den las respuestas del examen de Anatomía.

-Así que para eso nos estuviste hablando éstos días.

-No lo malinterpretes, belleza azul. ¡Por supuesto que pienso devolverles el favor!-miró a Ven, -¿qué dicen?

Admitía que no estaba bien ayudarlo a hacer trampas en el examen, pero por otro lado sabía que Hayner usaba éste método desesperado porque tenía una advertencia del director, si no aprobaba al menos tres de las ocho materias, sería expulsado de la escuela.

"Ojala no me arrepienta" tomó la primera hoja que encontró de su libreta, y comenzó a escribir las respuestas que recordaba sobre el examen de hace unos minutos.

Como fue tan reciente, fue capaz de anotar la mayoría.

-¡Tú sí que eres amigo!- Hayner desapareció del aula con una sonrisa de satisfacción en su cara.

Pensaba que Aqua lo regañaría con algún sermón, en cambio solo lo apresuró a llegar temprano a la siguiente clase.

La Academia Heaven no era muy grande. Más bien una escuela promedio en proceso de expansión.

Muchos salones estaban abarrotados con cintas para prohibir el paso hasta nuevo aviso.

Por lo que las actividades de los clubs tuvieron que adaptarse a sitios al aire libre o algún otro lugar disponible.

La escuela era de dos pisos, con tres grupos de alumnos de preparatoria. Divididos a su vez en tres. O sea que solo habían nueve salones en total disponibles. Sumando el área de los baños y la pequeña sala de maestros.

Alguna vez hubo una sala asignada al club de música (que se le derrumbó dos paredes en pleno concurso de talento), la biblioteca (cuyos estantes colapsaron por la plaga de termitas a la que ningún encargado le hizo caso), y el laboratorio de ciencias (el desagradable final fue debido a una explosión de un terrible experimento del "loco Vexen").

Ahora mismo la expansión tenía el objetivo de crear un área deportiva y una cafetería.

Así que he ahí al chico rubio de apariencia frágil, bajando las aún más frágiles escaleras.

Como eran de madera, corría el rumor que la plaga también las había atacado y los alumnos eran propensos a caer en cualquier momento.

Como un joven precavido y cuidadoso, Ven había comprobado y memorizado los puntos más seguros para pasar.

Una vez pasada la horrible inseguridad de los peldaños, debería tomar el segundo pasillo de la derecha.

Pues en la sala central, había una extraña división de cuatro pasillos. Todos le llamaban la "sala de la fortuna", porque la decoración de las paredes era semejante a la decoración luminosa y extravagante de la rueda de la fortuna.

Los alumnos tardaban alrededor de un año completo para orientarse sobre cuál pasillo llevaba a cuál salón.

Ventus tuvo la ¿fortuna? de usar el pasillo más abandonado y lúgubre de todos...

Oscuro, lleno de huecos, una alfombra apestosa a anciano y el aire que te calaba los huesos de esa pequeña ventana abierta al final del pasillo.

Pudo respirar tranquilo al llegar al final, y toparse con una de las tres puertas existentes.

Había un letrero improvisado que decía "Biblioteca".

Los otros dos lugares tenían la cinta que prohibía el paso.

-Al fin...-se dijo a sí mismo, preparado para abrir la puerta. Cuando un extraño sonido que le causó un escalofrío hasta la médula, lo hizo congelarse en su lugar.

Fue algo difícil de describir, como un gruñido o una risa... ¡o ambos!

Mirando al pasillo cerrado que daba con las otras dos puertas, no pudo ver a nadie. Estaba oscuro y solo.

Como siempre fue.

"¿Habrá sido mi imaginación?"

¡Entonces...!

-¡Ventus!

-¡AHHH!

El rubio perdió el equilibrio.

La puerta de la biblioteca estaba abierta, y lo inspeccionaba una chica de sonrisa bastante amistosa.

-¿Por qué estás tan nervioso?

-Demonios, Xion. Me diste el susto de la muerte.- había soltado un suspiro de alivio.

-De verás perdóname. Es solo que escuché un ruido afuera y supuse que eras tú.

La chica pelinegra lo ayudó a levantarse. No había mucho que hacer al respecto, el uniforme de Ven estaba completamente manchado por el polvo extraño de la alfombra. Solo podía quitarse con una extensa lavada a mano y varias horas bajo el sol.

-¿Entonces tú también lo escuchaste?-titubeó Ven.

-¿Escuchar qué?

-El ruido.

-¿Cuál ruido?

-El que dijiste que escuchaste antes-

-Ah, sí-se llevó una mano a la barbilla, con una sonrisa traviesa.

-¿Entonces...?

-¡Vamos, las actividades de nuestro club ya comenzaron!

Bueno, no le extrañaba. Xion era una chica que solo pensaba en el club de filosofía y letras. No había otra cosa más en sus intereses personales y escolares, desde que se conocieron, que fue cuando Ven se integró a éste club, ella le confesó que su sueño era ser una famosa escritora de ficción.

Casualmente era un sueño similar al de Ventus.

Se sentaron en silencio, cada uno en sus respectivas sillas.

El salón de éste deprimente club era el que ningún otro había elegido. Por ser el más viejo y el camino para llegar a él.

No había estantes, ni escritorio. Solo tres sillas y una larga pizarra con letras en gis blanco.

Así es... solo Xion y Ventus eran los miembros de el, ¿podía ser más deprimente?

-Am, Ven, olvidé decírtelo, pero... hoy tenemos que difundir las maravillosas ventajas de nuestro club hacia los otros alumnos.

-¿Qué?

-¡Deberíamos apresurarnos!- Xion dio un salto con un par de hojas en sus manos, -¡tengo tu discurso justo aquí!

-E-Espera, Xion. ¿Cómo y cuándo ocurrió ésto?

-Son órdenes del profesor Lea.

"¡Lo olvide, el profesor Lea es el supervisor del club de filosofía y letras!"

-¡Vamos, rápido! ¡Procura poner muchas energías porque te toca el club deportivo!

Fue como si lo golpearan a la cara con una enorme tabla.

Así dolía esa realidad que estaba viviendo ahora.

"Como supuse, éste no es mi día. Primero mi reloj se descompone y me despierto tarde. Luego ese martirizante desayuno de cereal de piña que mamá inventó a última hora. Después la paliza de los de tercero antes de entrar a clase. Por si fuera poco, ¡tres horas de Anatomía!, ¡y ahora dar un discurso frente al grupo que más me aterra!"

Pálido ante la noticia, Ventus busco detener a Xion para convencerla de intercambiar lugares.

"No puede ser... ¡NO PUEDE SER!"

Ningún poder divino evitó que Ven fuera arrastrado al área exterior donde descansaban los del club de deportes.

La gran mayoría eran hombres, atléticos, dedicados, rudos, perseverantes, exigentes y perfeccionistas. (Pues ese era el punto de vista de Ventus, por supuesto).

Trotaban y calentaban los músculos, antes de su larga travesía rutinaria de trotar alrededor de la escuela, así como hacer ejercicios alusivos a el tipo de deporte que practicaban.

Para su fortuna, ninguno lo había notado aún.

"Todavía tengo oportunidad de escapar, Xion no debe saberlo nunca"

Se dio la media vuelta, -¡Ah!- alguien lo había tomado por los hombros con la expresión de:

-¡Has venido!

Era el profesor Lea, que se aclaró la garganta para comenzar a hablar:

-¡Atención, simios musculosos!

El grupo los volteo a ver de una manera intimidante.

-¡Les presento al adorable Veni-boo!

El rubio palideció, no solo el apodo era embarazoso, sino el peso de las miradas de todos los rudos de la escuela.

-¡El viene a darles un discurso sobre el club de Filosofía y letras! Me gustaría robarles unos minutos para que lo escucharan, ¡les sugiero que pongan atención, porque al final voy a hacerles un examen oral sobre ello!

Uno de los jóvenes de la multitud levantó la mano.

Aquel atractivo chico de cabello negro alborotado, con preciosos ojos dorados y un cuerpo atlético bien moldeado.

Sus padres hicieron un excelente trabajo creando a un ser donde no podía verse ningún defecto físico.

Las chicas que lo miraban no paraban de alabar poderosos pectorales. Pero la parte más sexi de ese joven estudiante, era la retaguardia por la que se derretían y envidiaban cuando lo veían pasar.

-Sí, ¿tiene una pregunta joven Vanitas?

"Cierto. Se llama Vanitas. Creo que va en el salón junto al mio" Ventus lo había visto un par de veces al término de las clases. Realmente nunca le llamó la atención, a pesar de que escuchó a Aqua y Xion hablar sobre él muchas veces.

Si estaba en el club deportivo, seguro era parte de los que le hacían bullyng cada mañana.

-¿De quién fue la patética idea?-preguntó Vanitas, en un tono de voz bastante frío.

El profesor Lea soltó una risa, -¡Por supuesto que de Veni-boo!

¡Quería desaparecer de ese mundo!

"¿Porqué me pasa ésto a mi?" luego de imaginar el hoyo en el que caía, y el embarazoso apodo por el que sería reconocido durante toda su vida escolar, sus ojos azules se encontraron con los intimidantes dorados.

¡Esa mirada era mortífera! ¡Como si quisiera aplastarlo con ella!

-¡Que divertido!-la tensión fue abruptamente disipada por el joven castaño que llegaba al grupo.

Por supuesto que se veía un poco menos atlético que Vanitas, pero su rostro tenía cierta similitud. A excepción del color de cabello, que era castaño, y sus ojos azules.

Recordaba haber escuchado algo sobre ese chico.

¡Era Sora el famoso multideportista de la escuela!

Se ganó el apodo al demostrar su avanzada habilidad para cualquier deporte. Se decía que su talento era tan natural, que ni siquiera gastaba tantas horas entrenando como el resto.

-¡Escuchemos ese discurso!- el guapo castaño se sentó adelante del grupo, mirando a Ventus con una sonrisa.

Ciertamente se veía mucho más amigable y comprensivo que cualquier miembro de ese club.

"¿O solamente se estará burlando de mi?"

-Sí claro, quieres escuchar el discurso porque aunque no entiendas ni media palabra, vas a inventar una buena excusa para librarte de las preguntas.-vociferó el joven detrás de él.

Un sexi y alto peli gris de cabello largo. Su cuerpo atlético no era lo único envidiable en Riku, sino también el grado de inteligencia por el que se le reconocía.

Si Sora tenía un talento nato con el deporte, Riku dominaba los conocimientos a un grado sorprendente. Pero siempre estaba intentando aprender cosas nuevas de los 10% (su apodo se refería a la cantidad que estimaba usaba su cerebro la mayoría de la gente).

Para hacerlo mucho más difícil, Riku tenía su famosa tarjeta en sus manos. La usaba para escribir la conclusión de lo que le enseñaban o escuchaba en una sola palabra.

"Las críticas de Riku siempre son difundidas por toda la ciudad"

-¡Adelante, Veni-boo! ¡Sorprendelos!-el fastidioso maestro Lea empujó a Ven para acercarlo más a la estresante audiencia de bravucones.

Ven estaba entre la espada y la pared, si no obedecía al profesor Lea (¡que ya lo tenía en su lista negra!), iba a ser expulsado del club... por otra parte estaba su supervivencia contra el club de deportes...

Sujetó las hojas en sus temblorosas manos, y comenzó a hablar con una voz apenas perceptible...

-¿Entonces? ¿Cómo te fue?

La comprensiva Aqua se acercó a Ventus, quien recién salía de la oficina de maestros.

-Quiero ir a casa.

Caminaron juntos fuera de la escuela.

-No puedo creer que no hayan culpado a Hayner por hacer trampa en el examen.

-Sí, quien diría que mi nombre y firma estarían en la parte trasera de la hoja con las respuestas...

-Y... ¿cómo te fue en tu discurso con los del club deportivo?

-Lo más positivo fue la crítica de Riku: "Basura"

Aqua intentó animarlo un poco, -Vamos, Ven. Te aseguro que ya nada malo puede pasarte... además, éste día casi terminó.

-Creo que tienes razón, lo peor ha pasado...

Sí. El día de escuela había terminado, seguro si se quedaba en casa hasta que ese día terminara, ¡mañana todo debería mejorar!

-Nos vemos mañana, Ven.

-Hasta mañana- subiendo a su bicicleta, tomo el camino como de costumbre.

Debería pasar por los transitados suburbios, luego cruzar por la estación del tren, hacia el vecindario.

A mitad del camino se detuvo, con el extraño presentimiento de que algo o alguien lo seguía.

Cada vez que pedaleaba escuchaba unos pasos...

Mientras esperaba a que el tren pasara, miró a su alrededor.

Extrañamente estaba más vacío que cualquier día... el viento calaba los huesos y esa sensación de ser observado...

-¿Hay alguien ahí?

El sonido del tren lo hizo sobresaltarse.

"Quizás estoy imaginando cosas"

Una vez más pedaleo su bicicleta, un poco más apresurado que antes... algo muy dentro de sí le decía, que llegar a casa era cuestión de vida o muerte...

En un momento dado distinguió en la calle solitaria, la figura de un joven apuesto que detuvo su andar al mirarlo.

Podría jurar que... ¡podría jurar que vio en su sombra proyectarse unas alas!

El pánico que sintió lo hizo apresurar el paso, entonces en la intersección de las calles una figura negra y pequeña se atravesó en su camino.

Ventus perdió el equilibrio de su bicicleta y se desplomó sobre la calle. Al mismo tiempo en que caía, un camión a toda velocidad se cruzó frente a él, salvado por un pelo de lo que hubiera sido un trágico accidente. Éste se volcó por completo, dejando todo un desastre en la calle solitaria.

Estaba pasmado, su corazón latía muy rápido y su cuerpo temblaba.

"Unos segundos más... si esa sombra no se hubiera atravesado... entonces yo..."

-¡Que maldito desastre! ¡No puedo creer que no funcionó!

Sus ojos apenas pudieron concentrarse en la figura que aparecía frente a él, debajo de los restos de camión.

-No puedo creerlo... ¿Profesor Lea?

El pelirrojo le dedicó una sonrisa malévola.

-Debí haberlo acabado bajo mis propios métodos.

-¿Vanitas?

El peli negro también apareció a un lado del profesor Lea, cruzado de brazos con una mirada intimidante y cierta risa descarada.

-Vamos chicos, un error lo comete cualquiera.-Sora también estaba ahí, actuando como si nada del otro mundo hubiera pasado.

-Que esperaban de alguien que ni siquiera es discreto al intentar terminar la vida de un humano como éste-Riku hizo énfasis mirando al pobre y confundido Ven como alguien muy inferior.

-¿De dónde salieron ustedes?

No quería realmente saber la respuesta, pues presentía que cambiaría el destino de su vida...

-Éste es el fin, Ventus- el mismo joven apuesto que vio antes del accidente, ¡descendió entre los demás y Ventus!

Sus grandes alas como las de un ángel, solo que de color negro, se retrajeron elegantemente al tiempo que se acercaba al rostro de Ven, para repetirle con mucha fuerza:

-¡Éste es tu fin, Ventus!

Continuará...

Éste es el fin del primer capítulo. Espero les haya gustado XD

Pobre Ventus, lo he dejado confundido... ¡pero aún faltan muchas cosas por revelar!

¿Quienes son Lea, Vanitas, Sora y Riku en realidad?

¿Por qué quieren terminar la vida de Ventus?

¿Y quién es el joven con alas negras?