Esto es una pequeña recapitulación antes de comenzar con la verdadera historia. Si no has visto Shiki, te espera mucho spoiler, así que están advertid s (?). Basado en el anime y parte del manga, éste fanfic intenta ser el mejor xD.
第息 話
Dai ichi iki wa
Primer Respiro
Martes 8 de Noviembre, Senbu
Las ardientes llamas acrecentaban, propagándose sobre el pueblo de Sotoba, consumiendo cada hogar, cada daño, difuminando los recuerdos que ahí yacían, lo que alguna vez sucedió ahora simplemene son cenizas, vagos recuerdos que el fuego extinguía convertiéndolos en simples brasas.
Los habitantes de Senbu no demoraron en notar aquella llamarada, asistiendo con rapidez a detenerlo, mientras que los pueblerinos platicaban. — Probablemente pueda verse el fuego desde Mizobe, pronto vendrán los camiones de bomberos. Ahora que llegamos a esto, no tenemos mas remedio que dejarle todo al fuego — inquirió Ozaki, esbozando una sonrisa llena de ironía.
— Al final, el pueblo terminó muriendo, ¿significa que perdí? — decía con una tenue irritación, — ¿Se trata de ganar o perder?, ¿contra quién? — contestó el pueblerino al escuchar al doctor, quien simplemente se abstubo de reír una vez más con esa ironía. — Sí, ¿contra quién? — tomando un nuevo cigarro, llevarlo a sus labios y encenderlo, algo que ya no era novedad en el castaño, viro su mirada a aquel proyecto del bello atardecer sobre las colinas de Sotoba, — Lo que he hecho pudo haber sido una lucha inútil... —.
El martirio había llegado a su fin, los okigiari ya no estaban, ahora están siendo devorados por las potentes llamas. Nao Yasumuri, Kyouku Ozaki, Megumi Shimizu, entre otros, ahora simplemente son solo cenizas, aquellos demonios que comenzaron la pesadilla en Sotoba han dejado de existir, aunque era innegable la nostalgia que los pueblerinos sentían.
"Era un hecho que mostraba resultados promisorios, Sotoba estaría a salvo...", reiteraba constantemente, tratando de escudriñar entre sus pensamientos, cuando un súbito recuerdo vino a su mente. — Seishin... — musitó, mientras su cuerpo se congelaba al recordarlo.
Lunes 12 de Marzo, Nishimata
Ha comenzado una nueva historia, retomando una nueva vida, los pueblerinos se han adaptado con sosegado ritmo a la ciudad, algunos simplemente se alejaron del lugar, dejándo de lado aquel tormentoso pasado. Toshio Ozaki, adaptándose aun a su nuevo trabajo en la clínica de Nishimata, mostraba un pequeño cambio, afligido ante lo sucedido, repetía constantemente para si mismo si su duro trabajo para salvar la aldea había sido en vano.
— A veces extraño trabajar en la clínica, allá en Sotoba, aunque eramos pocos, realmente añoro aquellos tiempos, el ambiente era muy agradable, mucho mejor que aquí — inquirió Yasuyo mientras entregaba el material a Ozaki. — Gracias Waka-sensei — dijo el niño tras haber sido sanado de su herida. — Espero de tu parte mas cuidado, o la próxima vez tendré que ser duro contigo — dijo Ozaki esbozando una pequeña risa, se acercó al infante y alborotó el pelo del niño quien simplemente sonrió y después se retiro con su madre.
El doctor decidió omitir comentarios respecto a la opinión de la enfermera y regreso a su oficina, del que no había mas que papeles con respecto a pacientes que habían acudido a la clínica, mujeres, niños, hombres de la tercera edad, etc. Siendo un fumador empedernido, su adicción parecía haber aumentado. Tomo un nuevo cigarro, comenzando a clasificar a los pacientes. Entretanto fumaba, leía con cautela cada expediente, repentinamente el cigarro cayó de sus labios al leer la documentación y el registro que se tenía del paciente.
El cigarro había caído en sus piernas, al sentir el ardor sobre ellas dio un grito volviendo en si, Yasuyo escuchó aquello y entró rápidamente a la oficina. — ¡Waka-sensei!, ¡¿está bien?! — asustada preguntó a Ozaki, quien solo negó con la cabeza y miró con cierta intriga, — Está ocurriendo de nuevo... — musitó a la enfermera, quien simplemente se confundió ante las palabras del doctor.
— ¿A qué se refiere con eso, waka-sensei? — observando a Ozaki esperando una respuesta. — Hitoshi Iwakura, fue diagnosticado con anemia normocítica normocrómica, MODS secundaria y MOF, el paciente murió a los 3 días de haber sido diagnosticado —, la enfermera miró ingenuamente al doctor, sin comprender nada. — ¿Recuerdas los casos que atendimos en Sotoba? — encendiendo un nuevo cigarro mientras revisaba el resto de los expedientes.
Yasuyo pensó unos instantes antes de mostrar sorpresa en su rostro. — Eso quiere decir que.. — infirió con miedo. — No es seguro, podríamos inquirir eso, sin embargo, es una suposición demasiado precipitada, y no es el único caso, Minami Nagasawa, Keizo Araki y Shinji Fukushima murieron por las mismas causas... — inhalo el cigarro para luego expulsar el humo, — Esto no está bien... — murmuró.
La realidad que parecía ser algo onírico se ha convertido en una deprimente realidad,
la pesadilla aun no ha acabado...
