Los personajes son de un señor con mucha imaginación llamado Masashi Kishimoto, pero la historia es mía.


- Tú también vienes ¿verdad, Teme?... teme… ¿teme? – Naruto, quien había estado conversando con Lee y Kiba sobre el cumpleaños de este último, volteo para tratar de incluir a Sasuke en la conversación, pero nada… este simplemente pasaba de todo y Naruto se estaba empezando a desesperar ya no sabía qué hacer por él.

Sasuke tenía la vista perdida en su plato de ramen, el cual ni siquiera se había dignado a tocar, mirándolo como si fuera la cosa más interesante del mundo.

Naruto frunció la boca. Ambos habían estado entrenando, como cada tarde durante el último mes, en un campo a las afueras de Konoha. Hoy había estado especialmente intenso y sabía que se debía a ella, así que como el buen amigo que era, dejó que Sasuke descargue todo eso que sentía de la mejor forma que tenía: peleando. Al terminar el entrenamiento había visto al pelinegro más animado, bueno lo más "animado" que puede expresar un Uchiha.

Así que decidió empujar a su suerte y lo arrastró a Ichikaru a cenar un delicioso ramen, casi pensó que tenía a su antiguo amigo de vuelta, pero al parecer este había regresado a tener el mismo estado de ánimo del último mes. Puede que el resto no se haya dado cuenta, que piensen que el pelinegro está de lo mejor y que es completamente indiferente a la que se catalogó como "la separación más trágica" en toda la aldea, pero Naruto era su mejor amigo y lo conocía bien, sabía que Sasuke estaba sufriendo, realmente sufriendo.

Naruto trago en seco cuando vio a Hinata, su enamorada, acercarse con unas bolsas de compras acompañada por una rubia platinada y volteo a ver inmediatamente a Sasuke, quien parecía aún no haberse dado cuenta de su presencia.

Sasuke suspiró resignado, estaba harto de esta situación ¡él estaba perfecto! Como le sacaba de quicio que Naruto lo mire con esa maldita cara de pena, que ya ni siquiera le conteste todo los comentarios hostiles o pelee con él por cosas insignificantes, ahora simplemente le pone una cara de condescendencia y lástima. Todos los demás veían que estaba bien, perfectamente BIEN ¿Por qué el dobe ese no puede darse cuenta también y dejarlo en paz? Él no se siente triste, él no la extraña, él no se muere por escuchar su voz nuevamente, aunque sea para reclamarle algo o pelearse, él no extraña su risa…

Sasuke se quedó inmóvil ¿acaso eso había escuchado a lo lejos era la risa de ella? Se tensó al escucharla nuevamente, esta vez más de cerca. Era la primera vez que tenía contacto alguno con ella desde hace un mes. Sin poder controlarse volteó rápidamente en dicha dirección y la vio…

Tenía el cabello suelto, lo cual le parecía raro ya que casi nunca lo llevaba así y se había recortado un poco el flequillo, por lo cual este ya no le cubría los ojos, sino que dejaba al descubierto sus hermosos zafiros. Estaba usando ropa de civil, lo cual la hacía ver aún más como una delicada muñeca de porcelana, el vestido blanco que llevaba era algo suelto, pero aún así se amoldaba perfectamente a las curvas de su bien definido cuerpo y dejaba ver un pequeño y coqueto escote dejando mucho a la imaginación.

El pelinegro sintió que se le secaba la boca. Se veía hermosa, más de lo que recordaba. Claro puede que hayan terminado, pero aún así debe admitir que es condenadamente sexy y el pues, es hombre, es normal que extrañe su cuerpo, pero sólo eso, no es como si…

Alzó rápidamente la vista al sentir como una intensa mirada se posaba en él.

Al hacérselo sus ojos, perfectas ónix, chocaron con unos celestes como el cielo más hermoso.

Sasuke sintió una opresión desconocida en su pecho y esto lo aterró. Haciéndose el muy digno se paró, se puso su máscara de indiferencia y empezó alejarse de allí, sin siquiera molestarse en despedirse de sus amigos.

- Teme… - Naruto dijo por lo bajo.

Escuchó como su amigo lo llamaba con la voz cargada de lástima y haciendo que su sangre hirviera de cólera. Él estaba ¡BIEN! ¡MALDITAMENTE BIEN! Así que basta con todo este teatrito de "pobre Uchiha lo botaron", a él no podría importarle menos ya no estar a su lado.

Hizo gala de todo su autocontrol para no ponerse a golpearlo hasta que entendiera que él estaba perfecto y saltó sobre el tejado de la casa más cercana para irse rumbo a su departamento.

- ¡Naruto-kun! – dijo una linda y tímida vocecita.

El rubio salió de su ensimismamiento y volteó a ver a su enamorada.

- ¡Hina-chan! – la tomó de la cintura y la acercó hacia él para darle un tierno beso en la frente. Se veía tan linda vestida de civil.

La Hyuga le sonrió tiernamente, sabía porque su kitsune estaba tan apagado… estaba preocupado por Sasuke.

- ¡Ino-chan! – Kiba le sonrió coquetamente.

- ¿Cómo está la flor más hermosa de toda Konoha? – la saludo un animado Lee.

Ino les devolvió el saludo y empezó a conversar con ellos sobre a dónde irían la próxima semana por el cumpleaños número 18 del amante de los perros, quien era el último en cumplir la mayoría de edad.

Naruto y Hinata se habían quedado en su pequeña burbuja mientras el resto de amigos conversaban entre sí.

- ¿Sigues preocupado?

- Algo… bueno, mucho…

Hinata lo miró con admiración. Esa era una de las cualidades que más le gustaban de él, la forma en la que se desvivía por ver felices y tranquilos a todos, en especial a sus amigos. Naruto era tan noble.

- Él sigue diciendo que está bien, que no le importa haber terminado con Ino, pero yo sé que no es así. Todos piensan que a él no le interesó en lo más mínimo haberse alejado de ella… pero ellos no los conocen como yo o como tú ¿recuerdas cuando empezaron? Nunca había visto al teme tan feliz… es más nunca lo había visto feliz. Y ahora actúa como si lo único que se hubiera herido haya sido su ego… yo sé que no es así, a él le duele todo esto. Y me preocupa más que no deje salir todo lo que siente, eso solo hace que se encierre y sufra más, además que a la larga puede explotar y no de la mejor manera.

Hinata miró hacia otro lado. Hoy se había enterado de algo que, si todo lo que decía su enamorado era verdad, heriría aún más a Sasuke… y de pasó a Naruto, ya que es tan noble que el sufrimiento de sus amigos, es el de él.

- ¿Estás bien? –Naruto notó como su enamorada esquivaba su mirada y la atrajo más hacia él, abrazándola sobre protectoramente para que le confesara que era eso que la estaba preocupando.

- Pues, esto no te va a gustar y Sasuke menos… – se mordió los labios en señal de nerviosismo – Ino… Ino… -se acercó al oído de su enamorado para que solo este la escuchara.

Naruto abrió los ojos como plato al escuchar lo que su enamorada le había dicho.

Esto no podía ser bueno para Sasuke.


Pues estaba escuchando "When iwas your man" de Bruno Mars (ya saben ese guapo moreno que tiene la habilidad de moldear el estrógeno femenino como si fuera Pay-Doh) y me imagine un SasuIno.

Si han escuchado la canción creo que ya saben de que va el fic jejeje.

Espero sus comentarios ¡Besos!