Esta historia es creación única y exclusiva de Welcome2myWorldxoxo. Yo solo me adjudico la traducción. Gracias por leer.
Summary: ¿Todos tienen una fantasía con una figura mayor? bueno... yo la tengo. Diez años mayor que yo y aun sexy. Me enamore. ¿Legal? No ¿ increíble? sí. Ahora era el momento de hacer que él se enamorara de mi. ExB
Primer Capitulo
Simple
Mierda. Aquella era la palabra perfecta para describir mi vida.
No estoy diciendo que esta fuera muy dura solo que no ha sido exactamente…fácil. Siempre ha habido pequeña cosas que la ha hecho más complicada. Realmente no puedo quejarme porque es verdad que lo llevo más fácil que otros adolecentes. Quiero decir con los embarazos, las enfermedades de transmisión sexual el alcohol y las drogas, mi vida parase más dulce que un paseíto en el parque.
Crecí en Jacksonville, Florida. Con mi alocada, salvaje y alcohólica madre, Renné. Y su esposo, un intento de hombre y jugador de beisbol, Phil. Mi padre murió cuando yo era solo un bebe, y lo único que sabía acerca de Charlie era que me parecía demasiado a él.
Mi madre se pasaba todos los días tirada por la casa, bebiendo, llorando, gritando y lanzando cosas hacía mí. Creo que nunca supero la muerte de mi padre y viendo que yo era lo más parecido a él, su furia y frustración siempre iban en mi dirección. Y creo que el hecho de que Phil se pasara todo el tiempo de viaje, dejando a mi madre con toda aquella responsabilidad, le causaba cierto resentimiento, el cual dirigía a su única hija.
Pase los primeros nueve años de mi vida siendo la puntilla* de mi madre. Siempre me encargue de los queseares domésticos, limpiar, cocinar y todo lo demás. Aprendía no solo a cuidar de mi misma, sino también de ella. Cada día despertaba con el miedo de despertarla y ver ya no respiraba.
Era posible que Renné me lastimara, ella era la responsable de mi miedo hacía las personas pero al fin y al cabo era mi madre y la amaba, además era todo lo que tenia.
Cuando finalmente cumplí los nueve años mi madre desapareció. Solo se levanto y me dejo atrás. Estuve en nuestro apartamento por tres días esperando a que ella regresara, pero nunca lo hiso. Mi escuela había informado sobre mi ausencia y lo que supe luego fue que me encontraba en una casa de acogida.
Lo odie.
Era humillada por ser silenciosa y extraña. Incluso a esa edad ya era aficionada a la literatura. Y fue allí donde aprendí a no confiar en nadie. Todo el mundo hacía hasta lo imposible para conseguir lo que quería y podrían pasar por sobre cualquiera para obtenerlo. Me recordaba a una línea que había leído de algún libro:
Nadie se interesa por nadie en este mundo; solo tenemos que utilizarnos unos a otros. Para sentirnos bien. Para sentirnos mal. Los más afortunados son muy buenos en eso. El resto de nosotros solo podemos tomar lo que dejamos.
No me interesaba la gente mientras tuviera mis libros. Ellos me contaban que había una vida llena de colores y de personas que luchaban para obtener lo que todo ser humano quiere, algo que yo pensaba que tenía, pero que siempre me eludió.
Amor.
Cuando cumplí los diez, Tanya, mi vigilante, encontró a una pareja que deseaba adoptar a una niña. Ella pensó que sería perfecta para ellos. Trenzo mi cabello y me cubrió con un vestido azul. Recuerdo que picaba. Jamás olvidare la primera vez que vi a Esmme y Carlisle Cullen sentados en esa oficina. Había estado tan nerviosa de conocerlos. Pensaba que si bien me querían ahora, al final acabarían dejándome sola. Era lo que todos hacían. Pero mientras más los veía, más notaba lo diferentes que eran. La forma en que reían, como jugaban entre ellos y eran felices. Tenían lo que yo quería. Lo que añoraba, me habían hipnotizado.
No paso mucho tiempo antes de que me encontrara viviendo en su mansión. Aunque tener una familia bonita y una gran casa, no borraba todos mis problemas. Todos saben que las cosas no funcionan así. Pase los primeros meses al filo, esperando que la bomba explotara y que de un momento a otro alguien me golpeara. Había veces en las que me despertaba gritando por las noches, pensando que habían muerto o que me habían dejado. La cantidad de noches que pase en su cama fueron demasiadas para poder contarlas.
Siempre fue así, pero con el tiempo comencé a confiar en ellos. Me di cuenta de que no todos tienen una agenda secreta o que esperan el momento indicado para atacar. Ese fue el momento en el que me presentaron a Edward.
Edward Anthony Cullen.
Fue nombrado así antes de la muerte del padre de Esmme, quien murió en el mismo año en el que Edward nació.
El día en el que lo conocí fue cuando mi vida dio vuelta. Recuerdo cada detalle de aquella mañana.
Estaba arriba en mi habitación, leyendo en el rellano de mi ventana, cuando vi su auto aparcar en la entrada. Recuerdo lo nerviosa que estaba de conocer al chico del que Esmme me hablaba tan afectuosamente. Estaba claro que ambos lo adoraban. Cuando lo vi por primera vez, estaba parada justo detrás de Esmme.
Incluso a la edad de diez años pensé que era el hombre más hermoso que jamás había visto. Sin embargo, seguía asustándome. Y continúe oculta tras Esmme, cuando Carlisle se dirigió a su oficina con Edward siguiéndolo. Luego corrí de vuelta hacía mi habitación.
Mi corazón latía desesperado, estaba mareada y tan feliz. No estoy segura de cuánto tiempo me quede sentada en mi cuarto. Solo pensando en él. Cuando escuche las suaves notas del piano que se encontraba abajo.
Sin siquiera darme cuenta me encontraba en la misma sala que él. Me quede parada en aquel lugar escuchando como Edward tocaba. Tenía su rostro inclinado y parecía muy concentrado. Me acerque un poco más y note como sus ojos estaban cerrados. De alguna manera termine sentada en el banquillo del piano junto a él, viendo como sus dedos danzaban por las teclas.
Estaba tan concentrada en cómo se movían al compas de la música. No fallo en ninguna nota en el camino para el gran final. Cuando acabo con la canción giro su rostro y me sonrío "Hola Bella" murmuro.
Eso fue todo. Quede desahuciada. El paso a ser una parte irrevocable de mi vida, desde aquellas palabras…hasta ahora.
OOooOOooOO
-"Bella"- Fui sacudida de mis pensamientos por los silbidos de Alice. Me voltee hacia ella. Aun estábamos en la clase de historia del Sr. Whitlock, quien seguía hablando sobre la guerra civil Americana. El día en el que vi por primera vez a Alice, fue al cumplir los dieciséis. Ella era el tipo de chica, refrescante y activa que se encargaba de presentar a todos con todos. Fue precisamente ella la que me ayudo a encontrar todas mis clases. Pero creo que lo que más nos unió fue nuestra mutua obsesión por los tipos mayores que estaban muy lejos de nuestro alcance. Era un hecho- para nada oculto- que ella intentaba seducir a nuestro maestro.
Note como Alice dejaba una nota sobre mi mesa.
¿No crees que la camisa del Sr. Whitlock haga resaltar perfectamente sus ojos?
Si yo no estuviera tan obsesionada con Edward como ella con nuestro profesor de historia, probablemente me habría hartado y rodado los ojos. Deje mi vista volverse hasta él. Traía unos vaqueros excesivamente caros, combinados con una camisa azul claro que combinaba perfectamente con sus ojos.
Tome la notita y le escribí de vuelta.
Si, lo hace
Lo empuje hacía ella y mire alrededor intentando luego prestar atención. Desee que esta fuera la última nota de Alice, al menos por esta clase. De otra manera tendría que pedirle ayuda a Jessica, quien no desperdiciaría la oportunidad de comerse con los ojos a Edward y ese era mi trabajo.
Alice volvió a deslizar la nota hacia mí.
¡SI LO HACE! Cariño…si el de al frente fuera Edward estarías babeando más que un adolecente de catorce viendo por primera vez porno.
Con eso no pude evitar rodar los ojos. Era una completa exageración. No estaría babeando…bueno quizás mentalmente.
¡Claro que no! De cualquier manera ¿Qué quieres que diga? ¿Qué sus ojos son más brillantes que el sol en un día de primavera?
Metí la nota en su escritorio sin dudar. Ella lo leyó y sonrió garabateando sobre él.
-"¿Srta. Swan?"- mi cabeza se giro para encontrar la mirada del Sr. Whitlock expectante. Mierda…obviamente había hecho una pregunta.
-"Um…Oh, está en la punta de mi lengua"- dije intentando desesperadamente encontrar la pregunta formulada. Mire sin poder hacer nada mis anotaciones, pero dudaba que fuera algo relacionado con lo que tenía allí.
Me miro con incredulidad y pregunto –"¿No sabe cuál es la pregunta? ¿Verdad?"- me sonroje tan profundamente que la gente a mi alrededor comenzó a reír. Incluso el Sr. Whitlock parecía divertido.
-"La batalla de Gettysburg se libro en julio 1-3, en Pennsylvania"- Alice hablo con calma. Y de paso salvo mi trasero de una tremenda vergüenza.
El Sr. Whitlock la miro y enderezo su postura "Gracias Srta. Brandon" él la miro por un segundo antes de volver al frente de la casa.
Susurre un pequeño gracias a Alice y ella sonrió.
Hay veces en las que me gustaría tener la habilidad de Alice y hacer cosas como esas por una vez. Juro que la chica podría llegar a ser la primera presienta de la nación y con un solo pestañeo hacer lo que quisiera a su alrededor.
En ese momento sonó la campana que marco el final de la clase. Recogí mis libros y me puse de pie junto a Ali.
-"¿Por qué no nos saltamos el resto del día y vamos a Port Angels por un poco de terapia de compras?"- pregunto mientras caminábamos hacía los casilleros.
-"Ali a diferencia de ti…yo si tengo que esforzarme para mantener mi promedio. Voy a reprobar si me salto las clases"-
Alice puso sus cosas en su casillero y se quedo con los ojos pegados al espejo.
-"Bella, no lo habría sugerido si no estuviera segura de que te ayudare esta noche con los deberes. Además necesitas un par de zapatos nuevos o una bolsa por lo menos"-
Ella me puso esos grandes y puso mala cara "Por favor Bella…te dejare divagar todo lo que quieras sobre lo caliente, hermoso y fabuloso que es Edward" me mordí el labio contemplando su oferta.
"No lo sé Alice…" murmure con incertidumbre. Hiso su labio inferior tiritar y algunas lagrimillas salieron de sus ojos – era solo un truco que hacía para obtener lo que quería…era irresistible.
"Pero…Bella tu jamás vienes de compras conmigo"
Gruñí y rodé los ojos.
"Bien…pero te hartare como una niñita de diez años hablando de Edward"
Ella sonrió y alzo su mano "De acuerdo…entonces ¿Por qué no lo hacemos una competencia? Tu chico…contra el mío" sonreí y acepte. "Pero Ali no quiero destrozar al Sr. Whitlock cuando te des cuenta de lo irresistible que es Edward"
Ella resoplo "Sigue soñando linda…sigue soñando"
Comenten...si?
