Capitulo 1

-¿Estas seguro de esto? -Le preguntó Kazemaru limpiándole los ojos al chico a su lado, el chico de mohicano tomó la mano del de cabellos azules y la apretó entre las suyas.

-Sí -susurró Akio Fudou-. Aquí ya no hay nada… Para ninguno de los dos. Él… ahora está casado -dijo el de ojos verdes mirando hacia delante y aunque las lágrimas jamás cayeron de sus ojos, aquellos hermosos ojos verdes del chico rebelde estaba cristalizados por estas.

"Pasajeros del vuelo 213 con destino a Roma, listos para abordar…"

-Es nuestro vuelo -susurró Kazemaru Ichirota tomando su maleta de mano. Akio Fudou asintió tomando su mochila y ambos caminaron juntos hacia la puerta de embarque sin mirar atrás.

¿Cómo había sucedido eso?

¿Cómo habían acabado así, si ambos creían tener la vida y el amor perfecto?

-o-o-o-

-Anda ve con los chicos -le animó Kazemaru divertido-, sólo serán un par de copas para celebrar la despedida de soltero de Nagumo -le recordó-. Todos los chicos irán, deberías ir tú también -le aseguró.

-Pero tú no vas -se quejo Endou abrazando al peliazul de la cintura en el sofá donde estaban ambos-. No tengo ganas de ir si tú no vas -aseguró.

-No puedo ir, Mamoru -rio Ichirota pacientemente-, tengo que terminar mi proyecto de Física cuántica -le recordó-, así que tú debes de ir por los dos y felicitar a Nagumo -le recordó. Discutieron un poco más, pero Mamoru Endou terminó por dejarse convencer.

-¿Seguro que no quiere que me quede contigo? -le preguntó Mamoru inclinándose en para besar a Kazemaru contra la puerta con su abrigo en la mano. Kazemaru rio divertido devolviéndolo el beso antes de literalmente empujarlo fuera de su pequeño departamento compartido.

-Diviértete, tonto -le dijo el de cabello atado en una coleta alta.

-Te amo, Ichi -le sonrió Endou asiendo un gesto de despedida con su mano.

-Te amo, Mamoru -sonrió Ichirota viéndolo bajar las escaleras antes de cerrar la puerta.

-o-o-o-

Ahí fue cuando comenzó toda la desgracia. Pensó Ichirota mirando por la ventana del avión que despegaba alejándose de Japón. Las lágrimas pugnaron por salir de su garganta, hasta que sintió la mano de Akio de nuevo sobre la suya.

-No llores -le ordenó el chico del mechón blanco-. No llores, debemos ser fuertes -le ordenó.

-¿Cómo puedes hacerlo? -le pregunto Ichirota- ¿Cómo lo resistes?

-Por que tengo una razón para seguir viviendo… así sea sin él… tu también la tienes Ichirota -le recordó el castaño-. Aférrate a ella.

-o-o-o-

-Ichi -susurro la voz de Endou sacándolo de su sueño, Kazemaru hizo una mueca de dolor cuando su cuello se quejó por la posición en la que se había quedado dormido en el sofá. Sus ojos dorados parpadearon viendo a su pareja hasta que miro el reloj de la pared. Eran las cinco de la madrugada.

-La fiesta debió de haber sido muy buena. Casi pensé que no llegabas -bromeó Ichirota que se había quedado dormido en el sofá esperando a su pareja, antes de que pudiera decir algo mas se sintió abrasado con fuerza por el castaño-. Mamoru -susurró confundido, pero lo rodeo con sus brazos más delgados- ¿Sucede algo? -se apartó un poco para poder mirarlo al rostro mirándolo amorosamente a los ojos.

Endou no le sostuvo la mirada sólo lo volvió a abrasar contra sí y le susurró al odio.

-Te amo, Ichi. Te amo más que a nada en el mundo.

-Yo también, Mamoru -susurró Ichirota sin entender su comportamiento.

-o-o-o-

-Mamoru… -le llamó Natsumi.

Endou aparto su mirada de la ventana viendo la nieve afuera mientras soltaba el pequeño dije de un balón de futbol que llevaba en una cadena con el que había estado jugando.

-¿Qué? -le pregunto el castaño simplemente tratando con todas sus fuerzas de no escucharse amargado, cosa nada fácil, porque lo estaba, realmente lo estaba.

-La comida está servida -susurró Natsumi. Endou asintió pasando junto a su esposa sin darle una segunda mirada para sentarse a comer, nada mas tratar de probar la comida la escupió dentro de una servilleta- ¿Tan mala quedo? -preguntó Natsumi.

-Esta cruda -le dijo Endou con simpleza levantándose y sacando un bol de ramen precocinado para ponerlo a hacer en la estufa. Natsumi retorció sus manos juntas mirando directo a su regazo.

-¿Me odias, verdad? -preguntó la pelirroja.

-Estoy demasiado cansado ahora mismo para odiarte, Natsumi -le dijo Endou simplemente con un suspiro-, pero si la pregunta es si algún día te amare… la respuesta es nunca… no eres él -le dijo sin mirarla con la mirada fija aunque sin ver realmente el ramen que hervía.

-Eres mi esposo -le recordó con lagrimas en sus ojos.

-Sólo porque soy un hombre y respondo a mi error, Natsumi… no por amor y eso siempre tú lo supiste -le recordó el castaño entre tranquilo y triste.

-Él no es un error -susurro Natsumi acariciando su vientre aun plano-. Te amo -le dijo con desesperación- ¿Es que eso no significa nada para ti?

-Tú sabías que yo lo amaba a él ¡Demonios! Te llame por su nombre cuando te hice el amor aquella noche -gruñó Endou-. Tú sabias que creía que eras él, estaba borracho…y tú… tú estabas sobria, Natsumi y no hiciste nada por detenerme -dijo con rabia, pero luego respiró hondo tranquilizándose, la culpa era tan de el cómo de Natsumi, jamás debió tomar tanto-. Ambos nos buscamos esto, Natsumi, tú tienes lo que quieres. Un marido para responderte por el hijo que te hice en un desafortunado momento. No pidas más por que el amor nunca estuvo incluido en el trato -dijo sirviendo el ramen sin inmutarse por las lagrimas de Natsumi mientras le serbia un tazón también a ella. Endou suspiró y la miró cuando se sentó a su lado-. Lo siento, Nat -le dijo con un poco más de amabilidad-, no puedo darte un corazón que no tengo… mi corazón es de él, ¿Cómo puedo darte algo que no es mío?

-Ni siquiera lo intentas -lo acusó sonándose la nariz-. Yo podría hacerte feliz si me dieras la oportunidad.

-Sólo come, Natsumi, nuestro hijo lo necesita -le recordó negando con la cabeza y comiéndose su ramen en silencio, el anillo de boda de su mano brillando ante la luz artificial del comedor como una burla.

-o-o-o-

-No estás hablando en serio -dijo Endou pálido.

-Lo siento, lo siento tanto -sollozó Natsumi entregándole el papel para que Endou lo comprobara por si mismo-. Tuve un retraso y yo nunca me retraso… tengo un mes.

-No puede ser -susurró Endou sintiendo que el mundo se le venía encima.

-Tienes que casarte conmigo, no puedo con esto sola, Mamoru. Es tu hijo -le grito desesperada. Mientras Endou la miraba aterrado. ¿Cómo había pasado todo esto? ¿Cuán borracho había estado para confundir a Natsumi con su Ichirota? Si no se parecían en nada- ¡Mamoru! -le gritó desesperado le hizo racionar.

-Ichirota…

-Estoy esperando un hijo tuyo… ¿Lo dejaras a su suerte y a mí? -preguntó asustada la pelirroja.

-o-o-o-

Endou sintió la puerta de su recamara abrirse aun no estaba dormido así que se volteó y vio a Natsumi parada en ella.

-¿Sucede algo, Nat? -le preguntó tranquilamente.

-Yo… no me siento bien -susurró la mujer.

-¿Nauseas de nuevo? -le pregunto amablemente. Natsumi asintió. Endou se desarropó y se levantó.

-Vuelve a tu recamara, te haré un té y te lo llevaré. Te ayudará con las nauseas y a dormir -le dijo pasando por su lado sin mirarla yendo a la cocina sin notar la mirada de tristeza de Natsumi cuando Endou paso por su lado sin siquiera mirarla, ella hubiese matado sólo por que Endou la miraba aunque fuera con un poquito del amor con el que solía mirar a Ichirota Kazemaru, pero los ojos de Endou… sólo la miraban vacíos, sin nada. Ni odio, ni amor, nada.

-o-o-o-

-Mamoru -susurró Ichirota sin entender. El labio inferior le temblaba. Sus ojos estaban llenos de lagrimas-. No entiendo ¿Cómo puedes decir que me amas y estar terminando conmigo?

-No puedo seguir contigo, Ichirota -le dijo Endou apretando sus manos y mirándolo con lágrimas en los ojos besando las manos de Ichirota con desesperación-. Dios, Ichi, te amo tanto.

-¿Entonces por qué estas terminando conmigo? Mamoru ¿Qué sucede?

Endou se pasó una mano por el cabello quitándose la banda de la cabeza.

-Recuerdas la noche de la despedida de soltero de Nagumo. ¿Cuándo yo fui solo? -le preguntó. Ichirota merecía la verdad. El peliazul asintió en su dirección- Tome de más, nunca me ha sentado bien el alcohol -se excusó aunque sabía que era una escusa pobre-. Estábamos pasándolo bien, estábamos tomando y lo próximo que recuerdo es que cuando desperté y miré el reloj eran las cuatro de la madrugada… y estaba en la cama de Natsumi -confesó sintiendo el momento exacto cuando en shock Ichirota retiró sus manos de entre las de él.

-Te… te acostaste con Natsumi… ¿Y no me dijiste nada? -preguntó en shock.

-Sí -susurró mirando al suelo-, pensé… que si hacia como que no había pasado… simplemente no había sucedido, que podríamos seguir nuestras vidas -susurró Endou.

-¿Entonces por qué me lo cuentas ahora? -preguntó Ichirota sintiendo las lagrimas caer de sus ojos.

-Ichi… Ella… está embarazada… está esperando a mi hijo… tengo… tengo que casarme con Natsumi Raimon. Por eso tenemos que terminar -susurró. Ichirota se levantó del asiento alejándose de él-. Ichi -trató de tomar de nuevo sus manos de ir con él.

-Vete -le señaló la puerta llorando- ¡Sal de mi casa! -le gritó. Endou se detuvo.

-Lo siento, Ichirota, lo siento tanto -susurró-. Ojala… un día puedas perdonarme… y ser feliz -susurró tomando su abrigo y saliendo de ahí.

¿Qué más podía hacer?

¿Repetirle que lo amaba?

¿Qué no lo quería perder?

Ichirota se merecía algo más que ser su amante, y la tenia una obligación que no podía eludir. Un hijo que no tenía la culpa de nada.

-o-o-o-

-Ichi, llegamos -el suave susurro de Fudou contra su oído despertó a Kazemaru, que se talló los ojos estaban en Italia. Los pasajeros estaban desembarcando del avión en ese momento. Fudou se levantó y le extendió su mano. El peliazul la tomó.

-¿Estaremos bien, Akio? -le preguntó Ichirota.

-Lo estaremos -aseguré el de ojos verdes-. Nunca permitiré que nos vuelvan a lastimar -le juró.

Ichirota asintió y juntos bajaron del avión pisando el suelo italiano.

-¡Chicos! -en la terminal los esperaba un entusiasta Fidio Aldena, sus cabellos castaños sus ojos azules eran inconfundibles a pesar del tiempo transcurrido desde la última vez que se vieron.

-Fidio-san -saludó Ichirota.

-Qué bueno que me avisaron que venían -los abrasó Fidio a ambos-. Me alegro tanto de verlos -aseguró-. Tienen tanto que contarme, no nos hemos visto desde la FFI.

-o-o-o-

-¿Qué haces aquí? -preguntó Akio Fudou junto a Yuuto Kidou asombrado, mientras Kazemaru se sentaba junto a ellos en la iglesia con su elegante etiqueta negra.

-Soy amigo de los novios ¿No? -preguntó Kazemaru con una sonrisa más falsa que un dólar americano con la cara de un presidente latino–. La novia me invito personalmente -añadió. Oh sí, una muy cabreada Natsumi le había invitado para que según ella viera que:

"Ya no eres nadie en su vida. Yo seré su esposa. Ve por ti mismo a nuestra boda para que lo compruebes y dejes de meterte en mi camino."

El padre carraspeó y Natsumi enterró sus uñas con desesperación en el brazo de Mamoru cuando este pareció ni escuchar al sacerdote con sus ojos fijos ahí donde se había sentado Ichirota Kazemaru.

-¿Eh? -preguntó Mamoru volviendo a la realidad mirando confundido al padre y a Natsumi.

-¿Qué si acepta a esta mujer como su esposa, para amarla y respetarla en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe? -repitió el sacerdote desconcertado.

Los ojos de Mamoru fueron hacia Ichirota antes de sentir de nuevo las uñas de Natsumi enterarse en su brazo y obligarse a mirarla, esta se veía hermosa con su traje blanco de novia, ¡Pero no era Ichirota! gritaba su corazón aun así pronuncio su propia sentencia.

-Acepto -susurró el castaño sellando su destino.

-Entonces yo os declaro… marido y mujer -sentencio el sacerdote-. Puede besar a la novia.

Mamoru le retiro el velo, pero se limito a besarla en la frente mientras Natsumi le miraba dolida. Kazemaru se levantó y salió caminando de la iglesia aun cuando todo lo que quería era correr lejos. En la puerta de la iglesia se detuvo y miro hacia atrás encontrándose con los ojos de Mamoru. Le sonrió tristemente y luego salió de ahí, no debió de haber ido.

Continuará…

Bueno como ven el fic va intercalando escenas pasado presente continuamente en lo que es el prologo para que sepan que esta pasando. Este fic nacio despues de ver en Youtube de Mamoru/Ichirota/Natsumi llamado Aitakute Aitakute lo pueden buscar con ese nombre en Youtube si no saben de que video les hablo.

Despues de ver ese video, me dije: NO! Ni siquiera Endou puede ser tan gilipollas para dejar a mi hermoso Ichirota. Este fic se supone que es lo que ahí detrás de ese vídeo, y con su final feliz ellos merecen un final feliz. Realmente lo escribí con mucho cari~no y llegue a llorar con algunas escenas mientras las escribía así que espero que al menos me dejen un comentario ^^