DISCLAIMER: Los personajes de Star Wars son propiedad de Lucasfilm y Disney.

Aviso: Este fic es una extensión de lo que se vio en la película «The Last Jedi», más exactamente las escenas de Force Bond.


I could set this song on fire

Send it up in smoke

I could throw it in the river

And watch it sink in slowly.

Song on fire – Nickelback.

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La luz del sol se coló a través de un hoyo en la pared de la barraca, como si alguien la hubiera reflejado en un espejo, haciendo que Rey despertara de inmediato. Le tomó algo de tiempo habituarse a ella, por lo que no abrió sus ojos completamente hasta sentarse en la cama de piedra, recordando al tiempo dónde se encontraba.

Ahch-to era el planeta que ahora habitaba Luke Skywalker y en el que al parecer deseaba pasar sus últimos días. No era un lugar desagradable, pero teniendo en cuenta las circunstancias actuales en las que se encontraba la galaxia, no era precisamente el sitio en donde ninguno de los dos debía estar en ese momento, no cuando ambos —y principalmente Luke—, representaban la última esperanza de la Resistencia.

Pese a eso, Rey no pensaba en él como un cobarde, pero estaba convencida de que tenía que haber una razón muy poderosa, o quizás una decepción muy grande, que le hiciera refugiarse en aquel recóndito lugar, escondiéndose de todos aquellos que estaban desesperados por encontrarlo, especialmente Leia Organa, su hermana.

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Kylo continuaba enfurecido por los reproches de su maestro y la manera como lo había humillado diciéndole que prácticamente era una caricatura, en comparación con lo que debía ser en realidad; aquello le molestaba aún más que la enorme herida que surcaba su rostro y parte de su pecho —cortesía de la chatarrera—, pues le había dado todo a la oscuridad y Snoke no hacía más que recordarle que por más que lo intentara no era como Darth Vader, aunque este fuera su abuelo.

Le había dicho que en su presencia no llevara la máscara, exponiéndolo a mostrar su vergüenza al resto del mundo, el vestigio que le recordaba que había perdido una batalla frente a alguien que no era nadie, frente a una chica que nunca en su vida había recibido ningún tipo de entrenamiento a diferencia de él; pero no lo permitiría, no se humillaría ante ningún otro, nunca más, por lo que decidió hacer que la herida se redujera a una cicatriz que le serviría para recordar que aún tenía una cuenta qué saldar.

Estaba en ese proceso cuando sintió claramente una alteración en la Fuerza de una naturaleza desconocida. Ya no estaba solo, pero la presencia que percibió no era familiar; aquello no era algo que hubiera experimentado antes, y tampoco Rey que todavía dentro de la barraca, percibió una inexplicable sensación que la asustó un poco, más cuando sus ojos se encontraron directamente con los de Kylo Ren.

Antes de que ambos pudieran parpadear más de dos veces, Rey tomó el bláster que le había dado Han y sin pensarlo le disparó.

Kylo sintió cómo una sensación dolorosa se apoderó de su abdomen, y se estremeció al comprender que ella le había disparado. Sin embargo, a pesar de que lo que percibió fue sumamente real, no estaba herido, lo que pudo comprobar al ver que su ropa estaba intacta. Rey por su parte, contempló el hoyo —ahora más grande— en la pared de la barraca.

¿Qué estaba sucediendo?

Ninguno tenía idea de qué había ocasionado que pudieran verse, pero ambos se sintieron inquietos de lo que aquello pudiera significar. Kylo se levantó rápidamente del sitio en el que estaba siendo atendido y corrió presurosamente hasta el pasillo tratando de ver de dónde provenía aquello, mientras en su propio lugar, Rey salió de la vivienda, armada todavía, esperando que lo que fuera que hubiera pasado, no continuara sucediendo.

Pero ambos seguían intrigados, y de alguna manera, conectados todavía. De inmediato volvieron sus espaldas y se encontraron de nuevo con el otro.

—Trae a Luke Skywalker ante mí —pronunció él, levantando su mano y tratando de ejercer control sobre ella a través de la Fuerza.

Rey, por supuesto, no se movió, y en cambió, le envió una mirada envenenada que lo convenció de que lo que estaba haciendo no funcionaba. Kylo bajó su mano lentamente.

»Tú no estás haciendo esto, el esfuerzo te destruiría —agregó no muy convencido, y sintiendo la curiosidad crecer en su interior. ¿Cómo era posible que alguien como ella lograra algo semejante? Tenía que ser obra de Skywalker o de alguien más que de verdad poseyera un gran poder y no de una simple carroñera que no tenía idea de dónde había salido.

No obstante, Kylo dejó de pensar en las razones que habían ocasionado aquello y se enfocó en la situación presente; era extraño, pero aún más, peligroso si ella podía ver con exactitud su ubicación mientras él no tenía idea de la suya.

»¿Puedes ver mi entorno? —preguntó observando a su alrededor e ignorando las miradas furibundas que Rey estaba lanzándole.

—Vas a pagar por lo que hiciste —escupió ella con ira.

—Yo no veo el tuyo —agregó él, volviendo a ignorarla—, solo a ti.

Rey se mantuvo en silencio, sopesando, muy a su pesar, lo que Kylo acababa de decirle. Ella tampoco podía ver lo que había a su alrededor, solo el rostro de quien había acabado con Han Solo, el hombre al que le había tomado cariño en poco tiempo, viéndolo como el padre que nunca había tenido, que irónicamente era el padre de aquel que lo había asesinado.

»Esto es diferente —concluyó él, antes de que Luke apareciera en escena. Kylo no podía verlo, pero percibió su presencia y la constató cuando Rey volteó a verle, percibiendo el temor de que él pudiera hallarlo—. Luke —pronunció Kylo antes de que lo que sea que hubiera tenido lugar allí, finalizara por fin.

—¿Qué sucedió ahí? —señaló Luke, y Rey pensó que hablaba de su plática —si así podía llamársele— con Kylo Ren. Volteó a ver y se encontró con el enorme agujero en la pared de la barraca que los cuidadores oriundos del planeta trataban de reparar, renegando en su idioma natal.

Rey no comprendió nada, pero tampoco le contó a Luke lo que había sucedido.

—Limpiaba mi bláster y se disparó —se limitó a decir, volviendo a observar el lugar donde minutos antes había visto a Kylo Ren. Luke pareció no darle importancia al asunto y Rey se debatió entre el hecho de averiguar por su cuenta lo que había sucedido o comentarle algo; con el mal carácter que se gastaba, lo pensó dos veces y decidió callar.

—Es hora de empezar.


N/A: Esto es solo porque me quedé picada con las conexiones, porque le dije a una amiga que lo haría y porque la espera de dos años recién comienza.